martes, 30 de noviembre de 2010

Le podría haber pasado a cualquiera



Este fin de semana la atención ha vuelto acapararla la relación extraña de Marcelo y Laura. Tras salvarse de la expulsión y que los celos de Chari la devolvieran al lado de Marcelo, Laura ha optado por dejarse llevar de una vez por todas para darse cuatro besos bajo el edredón. El resultado ya lo sabemos todos: a su madre le dio una crisis de ansiedad, debido a toda la plancha que su hija tiene fuera (En honor a Carolina Sobe), lo que ha llevado a replantearse si debía o no continuar en el concurso. Pero yendo por partes.

El primer punto susceptible de análisis es la reacción de Marcelo ante el regreso de Laura. El chico no lo pudo disimular. Él confiaba en que la audiencia castigase la actitud de ella durante toda la semana más el doble juego con su pareja de fuera, dándole una posición de ventaja en la tortuosa relación. Pero se equivocó, al menos en parte. Marcelo intuyó que Laura está dando algo al juego que se le escapa, y que en esta ocasión los paladines de la moral se han quedado en casa dejándola en el concurso. En el momento que la vio entrar, su mente empezó a ponerse en marcha, como espectador de este programa que ha debido ser, e intento ponerse en un estado de mente pensante. Desgranó todas las opciones que se le ocurrió para descubrir por qué no la hemos echado, y de su análisis ya hemos visto las conclusiones. Marcelo teme que la imagen que pretendía dar no se esté proyectando, teme que Laura tenga más seguidores que él e incluso ahora se ve débil. Vale que la reconciliación se produjo antes de la expulsión, si bien creo que él realizó aquel acercamiento contando que en las últimas horas ya nadie salvaría a Laura y que quedaría muy bien que él la perdonase aún estando ella en el juego, eso le haría grande.

Erró, como bien digo, y como tal empezó a actuar en consecuencia. Lo primero y primordial era ganarse a las personas que, según su hipótesis, irían a por él en una futura nominación. Así pues, vuelta a la misma historia y a calentar de nuevo el nicho. Para mí esta clarísimo. Aquí no hay sentimientos por parte de él. Sólo interés.

Otra cosa es ella. La situación de Laura es mucho más complicada de entender y lo es por motivos similares por lo que nos cuesta entender a Chari y Rubén. Nos hemos perdido gran parte de la historia y aquí sólo tenemos la parte que ella nos cuenta. Su relación con ‘el orejas’ parecía que estaba en horas bajas. Ella ya no quería para sí una relación como esa, pese a los más de siete años de relación que llevaban juntos. Una relación conformista, monótona, sin cariño… Y evidentemente, encerrada y con alguien cerca como novedad, hizo que ella olvidase en parte lo que tenía fuera. La situación por la que está viviendo ha hecho que idealice a su Marcelo, que valore más un sentimiento barato que aquél que le unió a su chico. Para ella, el problema estaba que su novio no supo cuidar la relación, si bien esto me parece una memez en toda regla. Tal vez ha llegado el momento de desprendernos el cuento de una vez por todas, pues las relaciones de pareja no tratan de príncipes que cuiden a sus princesas. También es necesario que las princesas cuiden de sus príncipes. La relación no fue cuidada, y pese a los intentos de Laura de hacernos creer que la culpa era de Samu, lo cierto es que aquí Laura nos da muestra de una autocrítica nula, siendo incapaz de reconocer que si la relación naufragó, fue porque fallaron los dos.

La historia de Marcelo, Laura y Samu, tercer en discordia sin comerlo ni beberlo, es una de éstas que tanto nos gustan. Lo que hace que Gran hermano tenga sentido, porque, la margen de nominaciones, pruebas y expulsiones, lo que les ha pasado a estos tres podría haberle pasado a cualquiera fuera del programa. Todos podemos opinar, porque en una mayor o menos medida lo hemos sufrido en nuestras carnes o visto en alguien cercano. Sí, estoy de acuerdo en lo que dicen muchos. A cualquiera nos podría haber pasado lo de Laura. Pero no olvidemos que también podríamos ser Marcelo en esta historia, o peor aún, el papel más desagradable de esta función: el de Samu.

Puedo entender que para Samu esto está siendo muy desagradable por múltiples motivos. Ya no sólo tiene que lidiar con ver cómo su novia se empieza a sentir atraída por otro sin que pueda hacer nada, pues si él estuviera dentro de la casa, otro gallo cantaría, sino que además debe aguantar cierto escarnio público. Y vale que él no ha entrado en Gran hermano. Pero si a esta historia quitamos al pobre de enmedio, en realidad estaríamos ante otra historia como tantas sin sustancia de Gran hermano. Una relación sin más. El botón que acciona el interés por parte de la audiencia por ellos está en el punto de prohibido que hay. Es una relación que debe luchar contra algo, como en las buenas novelas románticas. ¿En qué quedará todo esto? Dependerá de los paladines de la moral del programa. Laura puede tenerlo muy complicado en una próxima nominación, pues para muchos lo que está haciendo es deplorable, aunque tal vez deberíamos recapacitar el sentido de nuestros votos, si debemos hacerlos a favor del espectáculo o a favor de los valores que cada uno tenga.

Más allá de Marcelo y Laura está Chari, con Rubén. Las discusiones y reconciliaciones de estos están empezando a ser un clásico, como el enfrentamiento de consuegras en la gala de los jueves. Últimamente veo a Chari mucho más puntillosa, desquiciada, criticando en Rubén cosas que tal vez debería callar ella misma. No soportó ver a Laura decirle ‘mi niño’ y de ahí que le devolviera a la casa 1 y ahora no quiere que Rubén se vaya a robar con Marta. Para ella es una falta de respecto y así se lo hace saber, sacándole de quicio hasta conseguir que se levante de la cama. Lo que vino después, visto en el resumen, fue de impresión. Chari, no contenta, decidió tocarle más las pelotas con una soberbia demostración de los grandes cojones que tiene. Le llamó teatrero, falso, y le acusó de darse el papelón llorando. Está claro que Rubén no es quién dice ser, y me parece a mí que Chari está viendo como tiene engañada a toda la casa, y por ende también a la audiencia. El problema es que falla en la estrategia, pues al final pagará ella los platos rotos. Realmente lo tiene muy complicado en su primera nominación.

De Terry me gustaría hablar profundizando en ella, pero hoy creo que me estoy alargando. Sólo decir que la llegada de Arturo ha sido lo mejor que le ha podido pasar. Terry ha logrado multiplicar sus seguidores gracias al torpe niñato. La verdad es que sus virtudes estaban escondidas y ha sido este tontín quién ha ido ensalzando cada una de ellas con sus críticas. Aunque claro, él contaba que el efecto fuera en contrario. Sólo debe mostrarse fiel a Patricia para que le pueda augurar un largo camino en GH. Sinceramente las veo juntas y las con muchas papeletas para aguantar largo y tendido. Saben entenderse el humor, discuten pero luego saben reconciliarse y procuran actuar contra una mayoría que las rechaza de alguna manera. Ingredientes básicos del buen ganador de Gran hermano, no me lo negareis. Además, Terry ha sacado lados en Patricia que no habíamos visto. Una cosa es que sea cantarina, que tenga cierta inmadurez, pero eso no quitar para que ella piense y sepa analizar las situaciones con más o menos acierto.

El próximo jueves otra gala con una expulsión anunciada. Pepa, concursante suplente fallido (Como Arturo. Al final en éstos no estaba en ganador) se irá y veremos la ansiada unificación. Por fin tendremos a todos juntos y lo mismo eso es un buen revulsivo para que gente como Lydia o Catha despierten. Supongo que habrá nominaciones, aún no han pasado la nota de prensa, y si las hay puede pasar cualquier cosa. Seguiremos informando.

1 comentario:

  1. Buenas noches.

    No he visto el resumen. vi el DBt ayer, que ya era clarificador, pero sobre todo lmedina, la noche de autos se ocupó de contarlo en el gato. Me refiero a Chari y ruben, claro está.

    Lo de Laura y marcelo lleva más visos de un tragedia griega. Claroq eu nos engancha lo prohibido, per también nos engancha esos ojos verdes con luces de verdad.

    ¿Marcelo? ¡menudo marrón!. Yo creo que la chica le gusta, y le gusta más de lo que cree, pero también estoy contigo en que fue un flash para él la vuelta de Laura. Se acercó por estrategia. Posiblemente, pero la chica le gusta.

    Ahora lo tiene más crudo, ella ha decido seguir para adelante, y a e¡él no le queda otra que estar.

    Chungo lo veo.

    Me voy a dormir que estoy cansanda.

    Saludos.

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