lunes, 22 de diciembre de 2014

Sin salirse del guión

Ganó quien sabíamos que iba a ganar: Paula.


Al final nada se salió del guión y Paula ganó, como estaba previsto, como todos imaginábamos, como todos supimos desde la noche en la que Omar la dejó para volver con Lucía. Da igual que Paula mantenga que ha ganado porque la gente se ilusionó con ella, que murió de amor con sus excentricidades y que usó la casa hasta desgastarla. Paula ganó por aquella noche, por aquellos instantes de verdad en vena que nos inyectaron Omar, Lucía y ella misma. 

Por supuesto que hay otros matices a tener en cuenta en la victoria de Paula. Aunque principalmente ganó gracias a su historia con Omar, y su trágico final, Paula ganó también por culpa del resto de concursantes, que no supieron darnos una trama que eclipsase algo que sucedió en las primeras semanas de concurso. Es culpa de ellos, aunque entiendo que crear un momento que inspire tanta verdad como aquél, es realmente complicado. Porque uno puede ser de un modo en concreto, pero al final, tus historias siempre dependerán de las historias de los demás. O lo que es lo mismo: puede que Alejandra sea una muchacha genial, pero Alejandra en combinación con los 17 concursantes que la acompañaban en este GH15, no fue una gran mezcla. Y lo mismo sucede con casi todos salvo con Omar, Paula y Lucía. Porque si alguien va a rentabilizar el concurso, van a ser ellos, y si al final la audiencia se asentó fue por lo que ellos vivieron. No Omar y Paula, quienes caían verdaderamente mal al principio, sino por los tres, un ejemplo de lo que intento decir con eso de las combinaciones, una mezcla que detonó gracias a Lucía.

Es más, estoy seguro que si Omar hubiera seguido con Paula, hoy estaríamos hablando de la victoria de Lucía y todo lo malo que ahora vemos en ella, no lo veríamos. Veríamos a otra Lucía, desgarrada por el dolor de haber perdido a su novio y haber tenido que sufrir los desplantes de la Paula más soberbia (que fue lo que vimos durante el único día que Paula estuvo con Omar con Lucía en la casa), y el desprecio de toda una casa que al principio solo la veía como una intrusa. ¿Y por qué lo creo? Pues porque los demás no consiguieron eclipsar la historia de este trío. Por tanto, era obvio que ganaría un protagonista de la única trama realmente importante que empezó, se desarrolló y concluyó dentro de la casa. Y como en toda historia, la damnificada fue Paula, el caballo ganador de esta edición era ella y lo fue desde el momento en el que gritó a Omar eso de: una puuuuuta mieeerdaaa. 

También hay que reconocer cosas a Paula. Por ejemplo su positividad tras ser abandonada. Enseguida se recuperó de su desengaño amoroso y procuró seguir viviendo la experiencia con otros concursantes. También su decisión a la hora de enfrentarse a los problemas y también su modo de leer el concurso. Ya lo dije en alguna ocasión, si Paula no hubiera parecido que estaba loca de remate, con sus gritos desorbitados, su voz infantiloide y sus teatrillos improvisados hablando con la lavadora o acunando a una sandía, hubiera comprado el papel de Paula desde su conflicto con Omar… Yo me venía arriba con ella cuando fue detrás de él para pedirle que no la llamara puta,  incluso cuando dijo aquello de la putanesca, o pidió a Omar que se rapara porque estaba calvo. No se amedrentaba, posiblemente porque sabía que tenía razón, y eso la hacía ganar muchos puntos.

En realidad es una digna ganadora, aunque reconozco que no quería que ganase. Al menos entiendo por qué lo ha hecho, y con eso me conformo (Aun sigo esperando que alguien me explique por qué ganó Iván Madrazo gh10). A veces me pregunto si realmente no quería su triunfo por esa manía mía de buscar la sorpresas, eso que rompe el guión de lo establecido. La victoria de Paula ya la pronostiqué en octubre, y la reafirmé en noviembre… Sin embargo, su derrota hubiera sido un auténtico revulsivo para que en próximas ediciones nadie dé nada por sentado. Por eso, principalmente, quería la victoria de Alejandra.

Alejandra me gustó desde el inicio, como Yolanda. Su video de presentación me pareció bastante gracioso y eso hizo que viera con buenos ojos a la dos de Albacete. Pero si tenía que decantarme por una, ésa era Alejandra, probablemente porque Yolanda tampoco avanzaba con su historia con Jonathan. No obstante, revisando mis pocos textos sobre esta edición, me he redescubierto diciendo esto sobre Alejandra:

«Alejandra es una diva atada a un árbol por su prima, pero poco a poco la estamos viendo emerger más. Clara, concisa y directa. Tampoco rehuye los enfrentamientos y sabe argumentar y defenderse con gran habilidad… Lo estamos viendo en los conflictos con Vitín, o cómo ha gestionado el encontronazo entre su prima y Jonathan… No obstante, aún necesita una trama para ella sola.»

Estas palabras las escribí el 14 de octubre, a cuatro días de hacer un mes de concurso. Y me temo que acabó sin que Alejandra evolucionara mucho, como la mayoría. Se quedó sin la trama porque ella y la gente que la rodeaba no dieron para más, y una prueba de ello está en la entrevista que tuvo en la final y en su participación en el debate. Bien que podrían haberle puesto algunos de los conflictos con el clan de Carabanchel (si bien limaron asperezas dentro de la casa y poco más iba a decir) o su enfrentamiento con Fran o con Luis. Pero más allá de esto, Alejandra siempre estuvo en la sombra. Ganó apoyos porque desde fuera decidimos nombrarla la antipaula, y eso también se lo debe a Paula, quien decidió, sin saber por qué, declararla enemiga desde la primera semana de concurso. Posiblemente si Paula hubiera decidido nombrar como enemiga a Azahara, hubiera sido la malagueña la segunda finalista.

La verdad es que si miro las entradas del primer mes y luego pienso en los otros dos meses de concurso, podemos ver que esta edición apenas evolucionó. La casa se sumió en la felicidad inicial durante dos semanas, luego llegó Lucía, alborotó todo y salió expulsada dos semanas después, y luego nada más cambió. Se estancaron las tramas: Jonathan y Yolanda no avanzaron, tampoco Juanma y Azahara, nadie descubrió el juego sucio de Fran, Hugo simplemente no hizo nada, Alejandra fue dando tumbos, mientras Vitín quedó en la sombra de su amigo y Shaima era prontamente expulsada debido a una mala mezcla de nominadas (precisamente contra la ganadora y la segunda finalista) y Loli intentaba aguantar lo máximo posible mientras cortaba cabezas de pollo y hacía baldías predicciones sobre el futuro de sus compañeros de encierro. Tan solo Luis intentaba darnos algo de qué hablar con su interesada historia con Paula, que ahora que ha ganado parece que se fragua el amor (y la madre aparece de la nada. Si es que no hay nada mejor que los billetes), no obstante, siempre vi malicia en ese extraño acercamiento. Ya durante las primeras semanas me fijé que Luis era uno de los concursantes que mejor sabían leer en los demás, y se percibía que sabía cómo funcionaba GH. Su acercamiento a Paula no fue, para nada, algo casual.

Tal vez por eso esta edición se ha convertido en la más corta tras GH1. 91 días nada más… sin repesca y acelerando el proceso de expulsión a una velocidad de infarto en las dos últimas semanas. No había nada que contar y todo ya estaba resuelto desde hacía dos meses. Hasta tuvieron que meter a una colaboradora del debate para intentar espabilar las tramas… y aun así, la audiencia respondió. Es casi un milagro, teniendo en cuenta el mal pie con el que empezó esta edición, que al final haya acabado con el mayor share tras GH11, superando la edición de Laura, Pepe Flores y Susana. 

Sobre la final en sí misma, qué decir… tal vez fue la más… ¿cutre? ¿triste? ¿injusta? La casa estaba preciosa, como si hubiera salido de la película Frozen, pero el modo de nombrar a Yolanda como tercera finalista fue muy austero. Como si fuera una expulsión más… Luego llegó el fantasma de las navidades pasadas. Omar y Lucia, los verdaderos protagonistas junto con Paula, regresaron para volver a ver los vídeos de lo que pasó hace dos meses, mientras Alejandra era repudiada de la final, encerrada en el confesionario durante más de 45 minutos. 

Para muchos fue injusto. Para unos porque estaban amargando el cuento a Paula, mientras que para otros porque estaban marginando a la segunda clasificada, y lo estaban haciendo cuando los teléfonos aún estaban abiertos. No creo que de hacerse de otro modo,  Alejandra hubiera podido remontar… Paula ganó sobradamente con un 70,9% (entre las dos. Comparar el resultado con otras finales en los que se repartieron los votos entre tres finalistas es absurdo y de idiotas absolutos…  O de manipuladores natos. Miaaauuu) 

En fin, así se acabó esta edición. Corta, pero tampoco dio para más. Ahora nos toca esperar a GH16, mientras, parece que podremos entretenernos con GHVIP, que regresa a nuestras pantallas tras las navidades. Supongo que éste es otro motivo por el que GH15 no fue alargado. Los chunguitos ya están confirmados, y se rumorea que se está gestionando la entrada de Belén Esteban. De ser así, la victoria de Paula nos sabrá a gloria bendita… teniendo en cuenta que la Esteban ganó un concurso de baile sin tener ni puta idea de bailar, ya sabemos quién ganará GHVIP .

viernes, 5 de diciembre de 2014

El sinsajo

Es la única que puede conseguirlo.


Debo empezar reconociendo una cosa: estaba completamente convencido que Alejandra sería expulsada. No me cabía duda porque los apoyos de las primas se estaban dividiendo entre Luis y Jonathan, mientras ésos denominados Paulistas, capitaneados por Belén Rodríguez y Frigenti, habían optado por ir a por Alejandra. Tenía sentido, como ya dije este martes, Alejandra es la antagonista de Paula. Lo ha sido desde el inicio, aunque muchos estaban emperrados en Omar.

Paula se fijó en Alejandra desde el inicio y fue a por ella ya en los primeros días de concurso. Lo de Omar fue una bonita trama que hizo que Paula ganase apoyos por doquier, pero su enemiga siempre fue Ale. Por eso, ante la última expulsión, los paulistas habían fijado su objetivo en ella. Con Alejandra fuera, Paula tenía el camino allanado para alzarse con el maletín.

En el plan paulista estaba la expulsión de Yolanda la semana pasada. Y erraron. Fran se marchó con más del 60% de los votos. Esta semana el objetivo era Alejandra, y erraron por segunda vez. Luis se iba con el 52% de los votos, que superar el 50% entre tres es un dato a tener en cuenta. Omar se marchó con el 53%, pero dividido entre dos. Por supuesto que hay muchas lecturas posibles. Los hay que incluso afirman que fueron a por Luis para que todos los apoyos se concentren a partir de ahora en Paula. Razón no les falta en ese argumento, si bien sigo pensando que fue una torpeza por parte del bando de Paula no haber sacado a Alejandra.

Puede que Alejandra no  haya sido «la concursante redonda» que muchas veces buscamos. Si es cierto que ella ha sido auténtica, ha sido sincera, no ha rehuido el enfrentamiento, se ha divertido y ha vivido una situación de desamparo provocada por el ahínco de su prima en intentar algo con Jonathan.  Se ha involucrado en la mayoría de las tramas importantes de esta edición: apoyando a Paula cuando Omar la dejó por Lucía, cantando las verdades a Fran cuando intentó ir a por ella o dejando claro a su prima que estaba haciendo el primo. Le ha faltado una trama propia y de peso para convertirse en esa concursante que muchos esperábamos… pero de un modo u otro, algo ha pasado con Alejandra.

Alejandra es más que una concursante… en realidad es un símbolo. Es el símbolo de la rebeldía, del bando que un día hicieron que #TimoGH15 se convirtiera en la pesadilla de la organización. Es, dicho de otro modo, el sinsajo que muchos buscábamos, el símbolo de la rebelión contra las injusticias que Gran hermano ha cometido este año alzando a Paula como la concursante por excelencia.

Pensad como si esto fueran los Juegos del hambre: los rebeldes de Panem necesitaban algo que levantara a la gente de los distintos distritos contra el Capitolio. El símbolo era Katniss, si bien ella no lo buscó… y es más, ni siquiera era valedora de aquel privilegio. Pero las circunstancias la pusieron ahí en el momento oportuno. Ella solo quería saber dónde estaba Peeta, pero tuvo que ser el Sinsajo de la revolución.

Alejandra es nuestra sinsajo particular. Ya lo dije el martes. Yolanda tenía una trama propia, pero Alejandra se había convertido en la antipaula, en la bandera de los indignados, si se me permite el símil.

Sigo apostando por la victoria de Paula, pero las salidas de Fran y Luis me hacen pensar que no todo está escrito, que aún se puede luchar por cambiar un final previsible, y eso hace que estas dos últimas semanas sean muy emocionantes. Nada que ver con esas finales que llevamos viviendo durante años, en la que conocemos el nombre del ganador desde un mes antes. Esta vez puede ser distinto, como cuando ganó Judith en GH9.

El problema que tiene Alejandra ahora es otro. Y tiene nombre propio: Yolanda. Asumamos desde ya que tanto Paula como Alejandra lograrán un hueco en la final. No van a ser las dos menos votadas en la próxima gala. De nada sirve gritar que Paula debe irse, que Alejandra no merece llegar… Ya están ahí, las dos.

Paula se ha quitado el lastre de Luis, que podía restarle votos, y ahora compite en solitario. Pero no es el caso de Alejandra. Ella sigue teniendo a su prima al lado.

Los paulistas, gato encerrado incluido, están llenando las redes de indignación ante el único movimiento inteligente para que las primas ganen este concurso. Lo dije el martes ante la posibilidad de que Alejandra fuera expulsada: había que darse un tiro en el pie. Y no haberlo hecho ayer, significa por fuerza tener que hacerlo ahora.

Llevan 80 días, 87 que llevarán el próximo jueves. Todos los que están en la casa han vivido la experiencia, han disfrutado de Gran hermano, de sus paredes, de su mecánica, de su esencia. Pero ahora ha llegado el momento de luchar por hacerse con el maletín. Yolanda tiene trama propia, pero Alejandra es el sinsajo. Llevar a las dos a la final, e incluso seguir votando ahora mismo por las dos, es el mayor error que se puede hacer. Es duro, es doloroso, porque desde la gala uno me enamoré de las dos primas por igual. Pero al igual que hicieron Pepe y Dairon, hay que quemar las naves y desde ya hay que olvidar el número de teléfono de Yolanda. Y hay que hacerlo ya, porque los votos son acumulativos. No se reiniciarán el próximo jueves de cara a la final del día 18, por lo que, si apoyas a las primas, apoya a Alejandra.

Muchos dirán que prefieren seguir apoyando a Yolanda. Ella ha sido un corazón con patas y ha encandilado a muchos, y se lo merece de verdad. Pero, sed críticos: Yolanda tiene menos apoyos que su prima y la victoria de Alejandra será, en realidad, la victoria de las dos.


Que nadie se deje llevar por los comentarios de aquellos paulistas que hablan de dejarla tirada. Estoy seguro que vosotros, en la piel de Yolanda, seríais capaces de entenderlo. Como Peeta comprendía que había que proteger a Katniss por encima de todo, incluso por encima de él. Jugar con cabeza es la única alternativa… Levantaros con el Sinsajo, alzaros contra la organización que ha hecho que Paula sea la única protagonista. Podemos conseguirlo: ¡Alejandra ganadora!

martes, 2 de diciembre de 2014

Un tiro en el pie

Solo puede ganar una.



Y Fran salió y Yolanda se salvó. Parecía imposible, que ya todo estaba escrito. El bando de los defensores de Paula iba a ejecutar el plan al dedillo e iba a sacar a Yolanda para, una semana más tarde, dar el golpe definitivo al equipo de las primas, el único que podría disputar el triunfo a Paula. Sin embargo, el plan no salió y Fran salió de la casa con un 66% de los votos, que no son pocos. Nada despreciable para, por un instante, pensar que el maletín seguía estando en juego.

Luego llegaron las nominaciones. La verdad que esto de seguir formando equipos  ha mermado mucho la emoción de las votaciones de la casa porque, pese haber un expulsado, el que se queda hace una réplica de los votos, los demás se repiten como el ajo y la terna de nominados cambia bien poco o nada. 

Todo salió según lo esperado, salvo por una cosa. Las primas votaban por primera vez al grupo de Hugo y Azahara, aunque esta variación poco modificó la lista. Paula se salvó y los primos subieron… subieron por las de Albacete. Las únicas que intentaron hacer algo distinto fueron ellas… los demás se ajustaron al guión.

Como consecuencia, a Alejandra le tocó exponerse (¿Quién decía que siempre iba a exponerse Yolanda?), Luis y Jonathan, que a ése sí que le toca ponerse siempre y no por jugar solo, como Paula, sino porque Juanma es el concursante más cobarde de la historia de Gran Hermano. Durante unos instantes vacilé con respecto a quién debería irse. Y es que motivos los hay para que se marchen los tres.

Mi primer impulso era pedir la cabeza de Jonathan. Ya la semana pasada pedía poder ver a Yolanda sin el primo, lo cual se convertía ésta en una ocasión perfecta. Apenas quedan tres semanas de concurso, por lo que habría que ir buscando a esa Yolanda sin adosar a los músculos del valenciano para que intentara ganar a una parte del público que ansía ver una chica diferente. No obstante, temo que la expulsión del chico haga que veamos a una Yolanda viuda y aún más deprimente. Y más deprimente que podrá ser con la visión que luego os cuento.

Luego pensé en Luis. Luis nunca me terminó de gustar. Al principio vi un estratega en él, y con cierta curiosidad me fijé en todos sus movimientos, convencido que tarde o temprano podría ver algo que le hiciera brillar. Pero no lo vi. Todo lo contrario… Vi un chico manipulador, que le encanta quedar de Santo, que cohíbe y coarta las actitudes de los demás… Le vi bastante miserable, sobre todo tras su acercamiento a Paula. A día de hoy sigo pensando que lo hizo por puro interés, como parte de la lectura que estaba haciendo sobre el juego. Por tanto, si ya habíamos sacado a Fran, lo lógico era sacarlo a él… Sin embargo, enseguida deseché esa posibilidad. Luis ha formalizado equipo con Paula (Hasta tal punto que en su vídeo de apoyo se menciona a ella tanto como a él), por lo que invitarle a llegar a la final serviría para dividir algo de votos. No nos engañemos. Luis tendrá muy pocos votos como ganador de esta edición… casi tantos como los que tuvo Almudena en GH10, pero esa mínima porción, ese 2% que tal vez consiga, se irán a la caja de Paula si él saliera este jueves.

Así pues, la última opción era Alejandra. Y probablemente sea de los tres la que menos ganas tengo de perder en la casa. No obstante, la mecánica del concurso de este año hace que, si queremos competir contra los defensores de Paula, tengamos que sacrificar a Alejandra. Pegarnos un tiro en el pie, aunque no nos apetezca nada. El mayor problema es que, del grupo de las primas, es precisamente Alejandra la que cuenta con más apoyo. La imagen de Yolanda enganchada a Jonathan no la ha beneficiado nada… Sin bien, también es cierto que la actitud de Alejandra ha creado casi más rechazo en otra parte de la audiencia. Además, por curioso que parezca, Alejandra no ha sido capaz de mover alguna trama de esta edición. Ha intervenido en muchas, de un modo u otro, pero no ha brillado especialmente… O dicho de otro modo: no nos ha contado nada. Estuvimos esperando mucho tiempo a que finalmente nos dejara descubrirla, pero a tres semanas del final… ¿Acaso lo ha hecho? Tengo mis dudas.

El jueves saldrá el último expulsado de esta edición, si bien aún quedarán siete personas y la final no se producirá hasta el día 18, por lo que tres personas saldrán de esa casa antes de esa fecha. El primero de esos tres compartirá gala con el último expulsado, y los otros dos saldrán la semana antes de la final, una final a cuatro como llevamos viviendo en las últimas ediciones. Lo que no sabemos es cómo se eliminará a esos tres concursantes.

La mayoría pensamos que se cambiará el sentido del voto. Ya no votaremos para expulsar, sino para ganar… aunque no sabemos si la casa hará algún tipo de filtro sobre a quienes podremos votar. Creo que no, que según se expulse, se abrirán teléfonos para los siete restantes, y antes de acabar la gala, el menos votado deberá abandonar la casa.

Yolanda podría quedar desolada si Alejandra fuera expulsada, y poco después Jonathan abandonara la casa como el menos votado, aunque tal vez el menos votado sea Juanma. Da igual, el primo superviviente saldrá la semana siguiente, y posiblemente Hugo vaya detrás, dejando una final entre Azahara, Luis, Paula y Yolanda.

Si el expulsado fuera Luis, cualquiera de los primos le acompañarían esa noche, mientras el otro, de nuevo con Hugo, saldrían a la semana siguiente. La final sería entre Paula, Azahara, Alejandra y Yolanda, la cual no dudo que Paula ganaría de calle… El apoyo de las primas se dividiría en dos, y Azahara dudo que pueda disputar la victoria.

Ahora, en el caso de echar a Jonathan… tras él, seguramente marcharía su primo. Después iría Hugo y luego… no sé si sería el turno de Azahara o de Yolanda. Lo inteligente sería durante esa segunda tanda, centrarse en una única prima. Si no nos damos el tiro en el pie esta semana, tendremos que hacerlo entonces. Al igual que Pepe hizo con Dairon en GH7. No obstante, apostar por Alejandra por ser la némesis de Paula, proclamarla la antipaulista, en realidad la convertiría en la no-ganadora. Si pudiera ganar, no ganaría ella… sino que perdería Paula. Alejandra sería el símbolo de la derrota de Paula, pero su victoria no sería por méritos propios.

Yolanda,  pese a todo, sí está contando una historia. Otra cosa es que guste lo que está contando. Ella sí tiene una trama propia. Es la enamorada no correspondida, obligada a vivir al lado del chico que la da alas y a su vez se las corta. Ella prefiere vivir en su mentira, así lo ha dicho ella misma, que reconocerlo así es también muy duro. Hay imágenes desgarradoras en su historia, como verla apoyada en la puerta del confesionario llorando amargamente tras escuchar las duras palabras que Jonathan decía sobre ella al súper. No obstante, falla algo básico: Jonathan no es el villano de la historia, sino una víctima más… el villano es ese Cupido caprichoso que hizo que ella se prendara de él… pero él no de ella. No estaban destinados a estar juntos y probablemente eso haga que sea más doloroso para ella.

Puede que no sea una gran historia, pero creo firmemente que es la única que podría hacer frente a la historia de Paula. Porque la historia de Paula tampoco es muy elaborada. Ella fue la chica que conoció chico, se enamoró, vivió un romance… y de repente apareció la ex (Gracias a GH). Se lo arrebató en 24 horas y la nueva pareja la martirizó como en una novela latinoamericana. El resto del concurso, Paula se ha dedicado a vivir de las rentas de esa historia, con una legión de fans ya afincada torno a ella. Al menos la historia de Yolanda ha durado casi todo el concurso (Aunque con reiteraciones que han podido convertirla en tediosa), mientras la de Paula apenas duró un mes. 

martes, 25 de noviembre de 2014

El precio de las malas compañías

Yolanda, en la cuerda floja


Es una pena que en muchas ocasiones no podamos elegir quién nos defiende o apoya. Hay veces que tener a nuestro lado a ciertas personas, puede perjudicarnos más que otra cosa. Da igual que sus intenciones sean buenas. Cuando abren la boca, consiguen el efecto contrario al deseado. Porque no son influyentes, porque no caen bien, porque hagan lo que hagan o digan lo que digan, al resto del mundo les gusta llevarles la contraria.

Nadie dijo que fuera fácil es la frase que Lucía se tatuó en el brazo, y no… no es fácil para Yolanda seguir en esa casa cuando Lucía y Omar, con la mejor de sus intenciones (o con la frustración de ver a Paula todavía dentro), piden públicamente el apoyo a las primas.

Cada vez que Lucía grita «¡Primas ganadoras!», me imagino a cientos de personas votando en contra de Yolanda (¡¡Ole tú, ole tú!!), cada vez que Omar habla de lo buena que es Alejandra, miles vuelven a votar en contra de la prima (Me van a comer los huevos)… También pasa con Vitín, y hasta con Alfredo. La impopularidad del clan de Carabanchel es tan grande que es muy probable que la gente quiera que Paula gane solo para darles en los morros a todos ellos, y del mismo modo quieran ver a Yolanda fuera.

Alguien que quiera a Omar, Lucía & cia. debería decirles que cierren la boca de una vez. Puede que avivar el conflicto con Paula estando todos fuera y ella dentro tenga un mínimo de sentido ante una posible repesca, pero de momento no hay noticias sobre ella… y empezamos a descartar que este año tenga lugar. Por lo que sería conveniente, de una vez por todas, que asuman la derrota y callen, que se callen todos, los cuatro, porque cada vez que abren la boca, Paula gana más adeptos, más fieles, mientras el resto de concursantes pierde más posibilidades de remontar. Es como en política… Cada vez que Inda abre la boca, Podemos sube en las encuestas.

La estrategia del odio no suele ser muy efectiva. Por norma, siempre suele retornar como un bumerán hacia aquél que la ha lanzado, devolviéndole justo lo contrario. Y puede que el clan de Carabanchel lo merezca, pero ¿Lo merece Yolanda?

Por extraño que parezca, esta semana peligra Yolanda en la casa. Forma parte del plan del bando de Paula (el bando que está fuera, la audiencia) y les da igual si con esta decisión son justos o incluso coherentes. Yo no digo que Yolanda sea una ganadora en potencia. Ha urdido tramas, principalmente con Jonathan, pero tampoco ha reclamado el protagonismo de la edición como es necesario para quien se alce el maletín (como sí ha hecho Paula). No obstante, aún tenemos concursantes, aún hay gente a la que podemos echar antes que ella… y más cuando a su lado, Fran también se la juega.

La gente que va en contra de Yolanda la acusa de varias cosas. La primera, y posiblemente la que no perdonen, es haberse expuesto ella cuando era el turno de Alejandra. Llevo dos semanas advirtiendo que tras la salida de Omar, los defensores de Paula irían a por Alejandra. Y así hubiera sido si Yolanda no se hubiera puesto en el lugar de su prima. Yolanda ha dado una semana más a Alejandra, pero a costa de su propia permanencia. Los hay que hasta afirman que deben echar a Yolanda, porque siempre se va a exponer ella para proteger a Alejandra, lo cual es mentira. Es una tergiversación de las palabras de Yolanda, que afirmó querer repetir porque había soñado que su prima salía la semana siguiente. Hablaba de exponerse esta semana… no de ponerse todas las nominaciones que resten de concurso.

El segundo error de Yolanda es el famoso «Yolapa» por el que pasará a ser conocida. Lo de ella con Jonathan no ha llegado a buen puerto, si bien ella se ha negado a aceptarlo y durante todo el concurso ha intentado asaltar al primo pequeño en múltiples ocasiones. Entonces, aquellos que se proclaman defensores de las mujeres para defender a Paula, esta semana han decidido echar a Yolanda acusándola de no dignificar a la mujer. En otras palabras, que es una arrastrada. No hay piedad para ella por las señales confusas que le da Jonathan. Puede que el primo sea muy claro cuando está con sus compañeros, pero no lo es cuando está a solas con ella. De hecho, tras la llegada de Lidia, Yolanda optó por separarse de él y éste le reclamó su sesión de besos y abrazos. Ella recibe señales confusas mientras por otro lado creo que Jonathan se ríe de ella. Se aprovecha sabiendo que se derrite por sus huesos —o sus músculos—. Y por eso, los defensores de la mujer reclaman su cabeza. La de ella, no la de él. Muy coherente todo.

Da igual que hace una semana argumentaran para defender la estancia de Paula en la casa que ella estaba disfrutando de la experiencia mientras Omar no. Para ellos con Yolanda, que sí está disfrutando, no se mantiene el argumento, aunque con ella esté Fran, un señor oscuro y ladino que no participa en las pruebas y que deambula por la casa como un alma en pena. Eso sin contar que estamos ante un personaje manipulador, mentiroso y ruin… hechos que hasta la propia Paula ya ha evidenciado.

Salvo milagro de última hora, en dos días Yolanda saldrá de la casa y pondrá fin a su aventura. Es una lástima, porque es una de las personas más nobles que he visto esta edición. Por supuesto que ha tenido sus cosas, pero ante todo ha sido una persona leal a su gente, educada con todos, que no ha dudado en disculparse cuando lo ha considerado oportuno y que se ha involucrado en las dinámicas de la casa como la que más.

Hay que recalcar su empatía en los conflictos. Fue de las primeras que apoyó a Paula en la famosa noche de las cuatro putas horas, hasta la invitó a su cama para que no durmiera sola y los días después estuvo pendiente de ella en todo momento. No tuvo reparos a la hora de decirle a Omar que se había equivocado y hasta intentó asesorar a Paula para poder deshacerse de Omar y Lucía. Fue víctima de las manipulaciones de Vitín, quién quiso algo con ella (como ella con Jonathan), pero cuando vio que no lo conseguía, inició una campaña para desacreditarla, para hacerla quedar como alguien que había jugado con él, cuando Yolanda fue bastante clara desde el principio. Y luego tuvo que lidiar con Alfredo, quien no se atrevía a meterse con ciertos compañeros cuando le controlaban la comida, pero que no dudó en arremeter contra ella cuando le pidió mesura a la hora de echarse tomate. Seguramente la veía más débil.

En las últimas semanas Yolanda ha conseguido continuar en la casa sin muchos problemas. Gracias a Alejandra, acercó posturas con Vitín y Omar, mientras por su cuenta siguió tratando al resto, incluidos Luis y Paula. Probablemente el mayor error es Jonathan y ella lo sabe. Sabe que él no quiere nada con ella, aunque al final siempre termina cayendo en sus brazos. No es la primera concursante que le pasa. Indhira siempre regresaba con Arturo pese a las humillaciones que la hacía. Teniendo en cuenta que es Jonathan quien está jugando, lo justo sería expulsarlo a él para poder ver a Yolanda sin ese lastre que la hace quedar como una mujer que no se valora y no se quiere a sí misma. Y no lo veremos, si dejamos a Fran.

Pero no solo no veremos a una Yolanda liberada, una vez que pudiéramos echar al primo pequeño, sino que además perderemos muchas más cosas, porque Yolanda es vida en la casa mientras afuera seguimos polarizados en dos bandos incapaces de analizar individualmente a cada concursante.

Voy a intentar no ser tan negativo y voy a pensar que, pese a mis sospechas, el mayor porcentaje no es de Yolanda, sino de Fran. Este jueves podríamos tener una nueva entrevista interesante, con Fran viendo los vídeos donde se evidencia su doble juego. Seguramente alegará que es su estrategia y seguidamente podremos ver más vídeos en los que habla de no ir de estratega. Luego, en la prueba de mayor a menor se puso el mismo en el más estratega. Es una contradicción en sí misma. Todo él suena a mentira y manipulación y seguramente el clan de Carabanchel aprovechará la entrevista. Mal, pero la aprovechará.


Ya sea Fran o Yolanda el eliminado, ha llegado el momento de ver la recta final. Muchos dicen que el concurso acaba el próximo 18 de diciembre. De ser así, estamos ante un mes de concurso en el que deberán acelerar las expulsiones. Bien con doble sesión de Gran Hermano o con expulsiones dobles  ¡o triples! Después de este jueves, quedarían otros dos más para echar bien a dos en cada gala y llegar a la final con 4 finalistas, o dos y tres. Eso o el 18 no acaba esta edición y nos comemos el turrón en Guadalix.  

viernes, 21 de noviembre de 2014

Cuanto menos es curioso

Hoy no voy a excederme mucho, básicamente porque tengo muchas cosas entre manos, lo que me impide escribir todo lo que me gustaría de esta edición de GH (De hecho, desde que abrí el blog, ésta está siendo la edición que menos estoy comentando -y eso que me está gustando más que la del año pasado-).

Salió Omar, como estaba escrito en el guión (el de la audiencia, digo) y Paula se salvó en lo que ha sido la expulsión de la edición. Tuvieron buenas palabras para el otro, fueron correctos y educados. Pero tan solo fue por quedar bien. Era una función de cara a la galería, como la misma Paula terminó reconociendo según regresaba a la casa, aunque en la Web de Telecinco, aseguran que estaba "hablando de corazón".

Paula dijo "Voy a quedarme con lo bueno" solo para quedar bien, como ella misma reconoció más tarde.

Esta vez la organización se cuidó mucho de cualquier acusación que pudiera surgir en torno al duelo más esperado. Muchos temíamos que emitieran vídeos que ensalzaran el rol de víctima de Paula, que cerraran los teléfonos cuando quisieran y que Mercedes soltara uno de esos discursos que provocan votos en contra de Omar. Pero no pasó nada de eso. Los vídeos, en realidad, fueron más amables con Omar y según empezó a gala, Mercedes avisó que quedaban 40 minutos... por lo que, pasado ese tiempo, los teléfonos quedarían cerrados como estuvieran.  Hicieron las cosas bien, o al menos, procuraron fingir o ser justos con ambas partes, después de no haberlo sido durante las once anteriores. 

Me parece curioso que se utilice la "transparencia" de esta gala solo para dar validez a las formas de trabajar en las anteriores (y ediciones pasadas). La sospecha de los creadores de #timoGH15 eran reales, fundadas. Paula se ha beneficiado de la imagen que Gran Hermano ha querido dar de ella. No creo que fuera por ser Paula, porque tuviera algún contacto en Telecinco o alguna conspiración similar, sino porque iba bien para lo suyo, lo de generar polémica, audiencias y SMS's. 

Personalmente creo que ya daba igual ser ecuánimes. La figura de Omar ya había sido demasiado maltratada (principalmente por culpa de él y de Lucía, pero también por la propia organización, ávida de tener a un villano), mientras que Paula ya rozaba la santificación de cara a una parte de la audiencia, en parte gracias a gestos como ese "hablando de corazón" que subtitula hoy Telecinco a algo que ella misma dijo que fue por quedar bien. Que nadie se confunda. Entiendo que lo dijera... no era plan de ponerse a hacer leña del árbol caído... Pero que Telecinco vuelva otra vez a adornar hechos de la hawaiana...

La entrevista con Omar fue floja en realidad. A ratos parecía arrepentido, en otras volvía a ser altivo y en ocasiones se mostraba ausente. Entendí que no quisiera pronunciarse sobre su padre... al menos, dejad que se vean y hablen en privado antes de decir nada y estuvo especialmente acertado en la despedida, sobre todo con Paula, y eso lo agradecí.

Paula me sigue sin caer del todo bien. En parte por su infantilismo, pero también por el trato de favor que está recibiendo y las opiniones de Belén Rodríguez, Frigenti y el gato, que este año maúlla destilando una crueldad tan solo comparable a la de GH10 defendiendo a su Iván Madrazo. Por supuesto que pueden y deben opinar lo que quieran, pero las faltas de respeto a los que opinan distinto a ellos son inadmisibles. Tal vez sin las opiniones de estos hooligans, Paula me caería mejor... porque tras su "muero de amoooor" sigo viendo autenticidad en ella. Mismamente ayer se salía de su guión para nominar a Fran, si bien aquella variación tampoco modificaba mucho la terna de nominados que todos imaginábamos.

Primas, toreros y Paula... otra vez. Paula dio un paso al frente al estar sola, Fran asumió su turno, pero la sorpresa nos la dieron las primas. Yolanda volvió a exponerse, posiblemente para proteger a Alejandra que tiene más conflictos con Paula o porque prefiere salir y zanjar su problema con Jonathan... cualquier cosa. No obstante, esta semana es inútil votar a Paula. La expulsión está entre Yolanda y Fran. Fran está siendo como Omar... Si se salva no es porque tenga apoyo, sino por la gente de Paula. Están haciendo balanza...

¿Queréis salvar a Yoli? Olvidad a Paula... habrá otra oportunidad más adelante. Ahora hay que centrarse en Fran.


martes, 18 de noviembre de 2014

Paradojas temporales: los finales alternativos

¿La hora de Omar?

La semana pasada hice una apuesta en firme sobre lo que resta de concurso, en la cual no me cortaba a la hora de asegurar que Paula sería la ganadora de esta edición, un predicción en la que hoy me sigo reafirmando, sobre todo tras ver cómo Vitín salía expulsado con un 65% de los votos, cuando compartía terna de nominados con un Fran manipulador y falso. No es que me hubiera extrañado mucho la expulsión de otra de las patas del clan de Carabanchel, ya en su día relacioné a Vitín como uno de los villanos de esta edición, junto con Alfredo, Omar y por supuesto, Fran. 

Vitín había hecho méritos propios para salir de la casa, sobre todo sus conflictos con sus mayores aliadas a las que nominaba sin reparo, habiendo otros concursantes a los que dirigir sus votos. Le vimos ser bastante cruel, sobre todo con Yolanda, a la que de manera torticera le daba la vuelta a los argumentos para hacerla sentir culpable. No obstante, las últimas semanas la relación Vitín/Primas se relajó y volvieron a encontrar ese punto intermedio donde ambas partes volvían a estar bien. Por eso, su expulsión se me antojó más como un daño colateral de la guerra Paula vs. Omar que un castigo contra él mismo. Ya a lo último, hasta empecé a recuperar la estima que le tuve al inicio del concurso. Pero bueno, es lo que tiene jugar este año con mochila, que cada una tiene un peso diferente.

Tras la salida de Vitín, llegó Lidia con un de esos juegos llenos de mentiras y paranoias que tanto nos gusta. No es la primera vez que sucede. Otros años los concursantes siempre se han montado diversas películas sobre sus compañeros, solo que este año el juego se abría a todos promovido por la organización y con un supuesto premio. El problema es que como estábamos ante un juego de mentiras, no sabemos hasta qué punto estaba mintiendo la propia dirección. Dijeron que aquél que adivinara la relación que tenía Lidia con uno de ellos, obtendría un pase a la final aunque en realidad Lidia no tenía nada que ver con nadie. 

Había varios problemas en el juego porque no quedó suficientemente claro. Sí, Lidia es una colaboradora del debate y entraba para que Yoli pensara que es la persona de fuera de Jonathan, Azahara que creyera que es la novia de Juanma, Paula que era la cuñada de Omar o la ex de Luis y que los demás pensaran lo que fuera. El modo paranoia iba a correr como la pólvora, sobre todo alentados por ese pase directo a la final, pero… ¿qué era mentira? ¿Que ella tenía relación con uno de ellos? ¿el premio? ¿Qué hubiera pasado si alguno hubiera pulsado el botón y hubiera dicho que no es nada de nadie? ¿hubiera bastado? O tendría que saber que era una colaboradora del debate… Por suerte el juego les salió bien y este domingo todo el debate giró en torno al engaño… mucho menos cruel que hacerles creer que estaban viviendo la falsa final que hubo en GH12+1. Pero podrían haber tenido un problema y de los gordos si alguien hubiera acertado. Y posibilidades las hubo. 

Alejandra y Paula recalcaron en varias ocasiones que Lidia podía no tener relación con nadie y que todo fuera mentira. Alejandra finalmente apostó por la exnovia de Luis, mientras Paula no apretó en ningún momento. Decía querer apearse del juego porque no le gustaba tener que desconfiar de nadie, culpando a Luis de jugar con ella. Era un tanto absurdo, porque si de verdad Lidia hubiera tenido relación con Luis, él tendría que haber disimulado como parte del juego. Los reproches que ella le hacía no tenían pies ni cabeza. Pero ¿si lo hubiera hecho, le habrían dado el pase a la final? ¿y si hubiera sido Alejandra? No estaba bien explicado el juego, por lo que daba la sensación de que podrían variarlo sobre la marcha según su antojo. Como siempre en Gran Hermano. 

Lidia no aportó mucho, la verdad. Pero no hacía falta que la muchacha participara más o menos con los concursantes. Ellos se bastaron solos para interpretar miradas, acercamientos o sonrisas. Llevan ya dos meses ahí metidos y cualquier cosa de fuera les sirve para hacer un mundo, divertido en este caso, aunque también los vi bastante desquiciados.

Ahora vamos a lo que me traía hoy, que como si me hubieran propuesto un juego paranoico, voy a traer tres finales alternativos a lo que decía la semana pasada. Como si pudiera crear una paradoja temporal y variar el curso del concurso. Tres finales en los que Paula no gana Gran Hermano.

Primer final: este jueves Paula sale expulsada frente a Omar.

Cuando pensé en esta posibilidad, no conocía los porcentajes ciegos de cara a la expulsión. No creí que la diferencia entre  el más votado y el segundo fuera de tan solo dos puntos. Parecía muy improbable cuando Lucía salió con el 75% de los votos, Alfredo por otro 70 y pico y Vitín con el 65%. Con esa tendencia, pensé que Omar saldría este jueves con un porcentaje similar al de Lucía en una expulsión que para mí era cantada. Pero no parece que esté tan claro, o al menos eso nos intentan vender. 

Según todas las tendencias, Omar y Paula, antagonistas clarísimos de esta edición, son los que se reparten el 96,2% de los votos. En cualquiera de los casos, creo que Omar será el expulsado, bien porque ya sea el más votado de los dos o porque se dé la vuelta durante la gala del jueves. La expulsión crea expectación, por lo que no dudo que según empiece la gala encerrarán a los concursantes en la sala de expulsión y harán un careo con visionado de vídeos entre Paula y Omar, de forma similar al que vivimos el año pasado con Sonia e Igor. Paula pierde cuando parece haber respirado un globo de helio, pero gana enteros cuando discute con Omar. Es muy cuerda, concluye muy bien y, sin Luis haciendo de castrador de la opinión, Paula arrollará durante la gala a un Omar que seguramente se volverá chulo y prepotente. 

Pero estamos ante un final alternativo, ante la primera paradoja temporal que hoy planteo para no perder la esperanza de tener un Gh sorprendente. Habrá careo y Omar, quien nos enterneció cuando lloró a ver a Lucía y leer su mensaje este domingo, se disculpará con Paula, asumirá los errores y reconocerá que la situación que ha vivido le ha quedado demasiado grande, mientras ella, a su lado, empezará a ensañarse con él. El arrepentimiento de Omar y la soberbia de Paula harán lo imposible. Ella está convencida que se irá él… es más, ¿quién no lo pensaría? Solo hay que recordar cómo reaccionó ella cuando echaron a Vitín, soltando una arenga sobre que no debía haberse expuesto porque los votos que había tenido no eran suyos, sino de su amigo. Y entonces…

La audiencia (Omar), ha decidido (Omar), que debe (Omar), abandonar la casa (Omar)… ¡Paula!

El momento sería apoteósico, con la cara de Paula completamente desencajada, expulsada frente a Omar como si fuera una broma macabra del destino. Nadie entendería qué había pasado ¿Por qué echaron a Lucía entonces? ¿Y a Alfredo? ¿Vitín? Por supuesto que aquí podríamos hacer muchas lecturas sobre qué había pasado, basándonos en la fuerza de las primas y el movimiento anti-Paula antes que pensar en el apoyo a Omar, pero en la casa no entenderían nada. 

Cabe decir que no es que aplauda a Omar, o que no crea que deba salir por delante de Paula. Para mí, en GH debería primar el espectáculo, los espectadores deberíamos ser más «crueles» y echar siempre a los que no pintan nada para dejar que las tramas realmente importantes se desarrollen. Yo no echaría a ninguno de los dos, pero puestos a echar a uno, preferiría dar un giro a los acontecimientos y que suceda lo inesperado. Porque puede que Omar sea un villano, pero Paula no es una Santa.

No obstante, algo me dice que si eso pasa este jueves, la repesca se pondría en funcionamiento en el acto.

Segundo final: Paula traiciona a sus aliados en el último momento. Gana el torero, Hugo ¡o incluso Fran!

Este final no es que sea muy bueno que digamos. Casi que prefiero ver a Paula ganando que ver a Luis o Hugo (Y menos a Fran). Al menos Paula ha sido protagonista mientras los otros lo único que han hecho ha sido subirse al carro ganador, como en su día hizo Chiqui con Iván Madrazo. No obstante, quiero valorar este final porque ya pasó una vez.

Sería hacer “un Patricia” de GH3. Patricia era la protagonista indiscutible de aquella edición, la única no presentada por Mercedes Milá. Patricia discutía con todos, brotaba de malas maneras, era mal criada… no hablaba en plan telettubbie, pero también rozaba el infantilismo en ocasiones. No obstante, cayó en gracia en parte porque fue víctima de Raquel (Omar) y sus aliados. 

Patricia fue muy habilidosa durante el concurso gracias a sus dos únicos aliados, Kiko (Fran) que empezó como enemigo y acabó siendo su novio, y Javito (Luis) el único capaz de entender los brotes psicóticos que le daba.  Antes incluso de expulsar a Raquel, Patricia ya fue eligiendo a su nuevo enemigo, en ese caso Ness. Tras Ness, fue a por Elba, luego Jorge… Así hasta Carolina. Y cuando más feliz estaba Patricia, habiendo derrotado a todos sus enemigos, decidió enfrentarse a Javito. Nadie comprendió aquel ataque y esto, alentado al abandono voluntario de uno de los favoritos, hizo que parte de la audiencia la abandonara para apoyar a su amigo. 

Paula ha hecho cosas similares alterando cierto orden debido a la mecánica de este año. Omar ha podido retrasar su nominación gracias a sus amigos, pero eso no ha evitado que su grupo se haya ido deshaciendo. Ahora le tocará a él y Paula, como si fuera Patricia, ya ha señalado a Alejandra como nueva enemiga a batir. Tras ella, irá por Yolanda (seguramente alegará que Yoli la culpe de la expulsión de su prima y no la soportará)… y cuando más feliz esté, decidirá deshacerse de sus apoyos para poder ganar Gran Hermano.

En esta paradoja, Paula traicionará a Luis, porque espero que Fran salga antes, o tal vez a Hugo. Perderá parte de la simpatía y ganará alguno de su bando gracias también al apoyo de los anti-Paula, que no tendrán a otro a quién apoyar.

Tercer final: Paula asume que va a ganar… y va Azahara y se adelanta.

Este final requiere de ciertos ingredientes, si bien creo que tenemos materia prima para que suceda. 

Omar sale expulsado el jueves y por fin se cierra el victimismo y el protagonismo que Omar hace que ella tenga. Paula asumirá que es una de las favoritas, acertadamente, y proseguirá en la casa, pero sin ese aliciente de víctima que tan bien le funciona. Mientras, el resto de tramas continúan moviéndose, mientras Paula conseguirá sobrevivir gracias a las rentas de su historia con Omar (en parte porque él y su séquito ayudarán a ello metiéndose con ella desde fuera).

Mientras, entre Tarifa y Nueva York, avanzado el concurso y con grandes posibilidades de que Azahara y Juanma ya sean expulsados, durante una noche de ésas en las que los ríos de alcohol fluyen, Azahara y Juanma se aproximan y se dan un beso. Nada de sexo… No hace falta ni un miserable edredonig… Un simple beso provocado por los días que llevan juntos, el alcohol y la contención de la que hacen gala. No lo han podido evitar y ella al día siguiente empieza a sentirse culpable. ¡Dios, Zoe lo ha visto! Qué va a decirle ahora, qué puede inventar… Nada, porque se ha enamorado de Juanma… La culpa, el remordimiento, la angustia… Azahara se convertirá en una víctima de su propia historia. 

La audiencia expulsará a Juanma, y él fuera reconocerá lo que todos queremos oír sin claves. Ya no las necesitan… La quiere… y ella dentro, sin él, terminará reconociendo que también le ama. Es una mezcla entre Sabrina y Laura. La misma historia de Laura de GH12, pero con la clase que tenía Sabrina de GH2. Solo habría que esperar que entrara Falacia (la gallina de Mercedes) para que se ahogara en el jacuzzi y Azahara corriera a hacerle el boca-pico. 

Llega la final y Paula convencida que va a ganar, mientras los últimos giros de la edición han hecho que todos estemos pendientes de Azahara. Y entonces…

La audiencia (Paula) ha decidido (Paula) que la ganadora (Paula) de Gran hermano 15 sea (Paula)…. ¡¡Azahara!!

Cara de vinagre de Paula, con brote psicótico incluido y posiblemente el personal de seguridad entrando en la casa para evitar que Paula se muera de frustración y agreda a la ganadora que, sin que ella se haya dado cuenta, le ha tomado la delantera.  Sería muy similar a GH2, donde todos pensaban que Fran iba a ganar, pero en el último momento, Sabrina se adelantó.

Esto solo son fabulaciones, y seguramente podría haber muchas más, como que haya un apocalipsis zombi y solo sobrevivan los que quedan el casa, con Paula de capitana. Veremos si se cumple alguno de ellos u otra alternativa y GH nos demuestra que, efectivamente, nada es lo que parece y que aún no hay nada escrito. No obstante, si tuviera que apostar dinero, seguiría apostando por la victoria de “MUERO DE AMOOOOR”, aunque confíe en una paradoja temporal y esta semana esté enviando GH Paula al 27450.

martes, 11 de noviembre de 2014

Y el ganador de Gran Hermano 15 es...

Paula.


Ya está todo el pescado vendido… o al menos ésa es la sensación que empieza a calar en una parte de la audiencia. Nunca ha sido buena esa anticipación con la que se ve el concurso. Aún nos queda la mitad, probablemente  un poco más, pero ya muchos asumimos la victoria de Paula, llegando a la final con Luis de la mano (por lo menos). Eso resta emoción al juego y crea resignación, haciendo que una parte de la audiencia empiece a apearse contribuyendo así a una brecha aún mayor entre los defensores de la hipotética ganadora y sus aliados frente a sus detractores. No es la primera vez que sucede… A decir verdad, ha pasado prácticamente siempre.

La victoria de Nuria, de Juanjo, de Pepe Herrero, de Iván, de Laura o de Pepe Flores… fueron victorias que se cantaron a mitad del concurso. Dejemos a Ismael por la inocencia de concursantes y audiencia del primer año, y a Sabrina por casi lo mismo. Javito ganó por discriminación positiva, mientras a Pedro, Naiala y a Judith lo hicieron por los giros de las últimas semanas de sus respectivas ediciones… Por último, Ángel y Susana, que ganaron gracias a los fallos de los verdaderos ganadores de aquellas ediciones. Indhira no arrojó un vaso de agua a Carol, sino que le tiró el maletín, mientras Argi… en fin, la competencia desleal del año pasado hizo que una broma se sacara del contexto hasta el absurdo y la sombra del complot de anunciantes se saldara con la expulsión disciplinaria más ridícula de la historia de Gran Hermano.

Más allá de esto, y atendiendo a la experiencia, la victoria de Paula empieza a ser una constante cada vez más real. Y no es extraño. La reconquista del corazón de Omar por parte de Lucía provocó esta situación de ventaja con respecto a Paula. Ya lo dije entonces. Aquella situación la catapultaba a la final, sobre todo si no espabilaban los demás. Y me temo que no lo han hecho.

El único que ha intentado hacer algo para no quedarse atrás ha sido Luis. Se ha subido al carro de la hawaiana con todo el descaro del mundo, pasando de no tener relación alguna con ella a decir que son hermanos con derecho a hacerse pajas. Yo sí me creo a Paula en la mayoría de las ocasiones (otra cosa es que la soporte cuando le dan los ataques de híper-felicidad), pero jamás me he creído a Luis (Y menos a Fran).

Desde el inicio del concurso, Fran y Luis se han postulado como los dos auténticos estrategas. No lo digo como defecto, siempre aplaudiré las estrategias cuando son lícitas. Fueron los primeros que plantearon atacar la cocina para no hacer indispensables a Mayca y Loli, buscaron apoyos con rapidez, se implicaron en los conflictos y participaron activamente en todo lo que se proponía. Por un lado es como si Luis tuviera en su poder algún tipo de manual del buen concursante, el cual lo sigue casi a rajatabla. El problema es que, aún siguiéndolo, me parece de mentira. 

Se ha aislado del grupo original, consciente de que las mayorías no caen bien y se ha aliado a la víctima. Ha buscado enfrentamientos con los antagonistas para mejorar la percepción que la audiencia tiene de él, mientras ha participado en las bromas de Paula como si fueran suyas. Sabe faltar al respeto con bastante mala leche, pero nunca lo hace con insultos…  Sin embargo, Fran es más torpe. Probablemente tenga mucho que aprender del aspirante a torero, y ha sido más errático que su compañero. Empezó con un evidente doble juego que jamás confesó a la audiencia, y cuando fue evidenciado por Alfredo, cambió la táctica. Prosiguió en busca de conflictos con los enemigos declarados de Paula, aliándose así con la chica a la que acusó de hacer un papelón. Todo esto rodeado de un tono chulesco y una prepotencia y soberbia bastante repugnante… y ahora que está nominado, se dedica a permanecer sentado como si fuera un buda en estado de meditación, mientras promete hacer actos benéficos con el premio en caso de ganar. Es aún más asqueroso que Luis durante la semana pasada, pidiendo sobrevivir a su nominación para enfrentarse a Omar, aunque luego no se haya atrevido (tampoco Omar), y comparable a ese Ángel de GH11 que prometía ayudar a los niños en caso de ganar. Ya puestos a donar, que done lo que le pagan por esta ahí. 

Puedo entender que Luis consiguiera salvar los muebles frente a Loli. Si Paula es la nueva Iván Madrazo, Luis es su Chiqui y bien entiendo que sus seguidores no quisieran dejar sola a su protegida. Sin embargo, me cuesta mucho pensar que Fran pueda salvarse. 

Durante semanas hemos estado pintando a Fran con rabo, dos cuernos y tridente. Era un demonio y hasta valoraba la posibilidad de que al fin alguien le quitara el récord que sigue ostentando Nagore al más odiado (¡Si ya nadie odia a Nagore!). No dudaba que Fran fuera a salir expulsado por la puerta grande. Por eso, ver cómo la gente está dirigiendo sus votos a Vitín hace que la sensación de que todo está vendido vaya en aumento. Ya nadie recuerda a ese Francisco chulo y falso que, entre copa y copa, buscaba alguna chica para hacerla llorar con el pretexto de quitarle la careta. No se está valorando que, con la excepción de Omar, Fran ha sido el concursante más dañino de esta edición.

La hipotética y previsible expulsión de Vitín tiene dos lecturas. La primera es el castigo por no darnos a Omar. Si bien hay que resaltar que el clan de Carabanchel se ha estado turnando desde el inicio. Primero fue Omar, luego Alfredo… y ahora le tocaba a Vitín, por mucho que a Mercedes Milá le jodiera. De salvarse, la siguiente ocasión sería el turno de Omar, nominación que se va a producir tarde o temprano. Que nadie crea a ésos que dicen que no saldrá más a la palestra… porque saldrá. No obstante, para asegurarse que no tendrá otro escudo, han empezado a concentrar su voto en él. 

La segunda lectura es casi más importante. Es una tremenda injusticia que salga Vitín (Que tampoco es santo de mi devoción) a favor de la permanencia de Fran. De conseguirlo, la horda de Paula está lanzando un mensaje de poder muy claro a los demás y por tanto consigue desmotivar al otro bando. Ellos dominan en concurso… Ahora será Vitín, luego Omar, Alejandra, Yolanda y Jonathan, Azahara, Juanma… dejarán a Fran para el último (que seguramente traicionará a la hawaiana) y dejarán la final entre Paula y sus dos alfiles: Luis y Hugo. ¿Acaso con ese panorama alguien duda de que Paula ganará con el 80% de los votos? O tal vez más.

Puede ocurrir algo que cambie el plan. Desde ya vaticino una traición de Fran a Paula según se acerque la final, e incluso no descarto que el predicador Luis intente tirarla por la borda… aunque ambas posibilidades solo ensalzarán más a Paula a la victoria. Solo un vaso de agua en un momento determinado podría provocar un cambio brusco de los acontecimientos, aunque los que quedan no los veo tan provocadores y los de fuera no son tan astutos como para hacerla saltar en caso de repesca. 

Por eso, a día de hoy ya podemos decir eso de: la audiencia ha decidido que el ganador de GH15 es… solo que aún nos queda un mes y medio para hacerlo oficial. Bibiana Fernández ya lo dejó claro en el debate: “¿No hay una cláusula para que podamos darle el maletín ya a Paula?” Y evidenció lo evidente: “hemos estado semanas poniendo a Fran como un demonio y ahora echamos a Vitín”.

Lo cierto es que este guión ya establecido termina provocando que muchos vean que todo es una gran estafa, un timo. Por eso, el domingo se convertía en TT mundial #TimoGH15 mientras #DBD6GH15 quedaba por debajo. Viendo esto, entonces ¿Paula de verdad cuenta con el apoyo de la mayoría?

Aquí pasa lo de siempre. Paula gana con la mayoría —que vota—, mientras tiene el rechazo de la mayoría —que ve— el programa. Cada victoria de los propaula desmotiva a los detractores, y a la gala siguiente la diferencia se hace mayor. El mejor ejemplo de esto fue con Pepe Herrero, que ganó con el 87% de los votos, aunque en realidad tenía más gente en contra que ese 13% que no le votó. Simplemente, se apearon del juego y dieron vía libre en su final. ¿Qué pasaría si pudiéramos votar gratis? Podrían probar una semana…

Otra cosa es la supuesta manipulación de la dirección a favor de Paula. Es evidente que ella mueve parte de las tramas, mientras que los demás se dedican a simplemente estar. Juanma y Azahara posiblemente estén protagonizando la historia de amor más bonita de la historia de GH, pero seamos sinceros. Esa trama no va a avanzar hasta que no estén fuera. Yolanda y Jonathan están en estado de bucle desde hace mes y medio, Hugo sigue admirando los conguitos de rubia, Omar esperando su sentencia… mientras Alejandra, por descarte, ha acabado haciendo migas con Vitín. Ya lo he dicho al principio, los demás no están espabilando.

No creo que Telecinco tenga espacial interés en que gane Paula de manera particular. Paula, Azahara, Juanma… quién sea. Lo que sí es cierto es que, por el bien del concurso, procurará mantener el interés todo lo posible y Paula provoca tramas… pero las provoca en parte gracias a Omar, y gracias a Lucía. De hecho, no hay que olvidar que esta edición no se levantó gracias a la relación de Omar y Paula, sino a la entrada de Lucía.