sábado, 29 de enero de 2011

The time is now, adelanto de Virginia Labuat



A Virginia le sienta así de bien la ausencia de Risto es su nuevo disco. El próximo día 8 de febrero ya podremos descargarnos esta canción adelanto en Itunes. El disco "Dulce Hogar" llegará para Marzo. Un trabajo excelente el de Virginia, y un esfuerzo titánico para que el proyecto llegase a buen puerto. Ahora, The time is now para ella. Por cierto, el disco lo firma bajo el nombre de Virginia Labuat.

jueves, 27 de enero de 2011

Yago y "el habla"



Estos días estoy terminando de leer la novela de Javier Negrete –La Atlántida-, un libro de ciencia-ficción y aventuras que me regalaron por reyes, debido a mi interés por el continente perdido. Algo que todo mi entorno conoce perfectamente, después de que en el 2007 me atreviera a escribir una novela inspirada en el mito de Platón. La novela de Javier Negrete narra las peripecias de una serie de personajes que intentan entender el comportamiento anómalo del planeta, pues en cuestión de días entran en erupción una serie de supervolcanes que amenazan con traer una glaciación con la consiguiente extinción de la raza humana. En medio de este caos hay varios personajes clave denominados homo inmortalis, atlantes que llevan con nosotros desde hace un porrón de años, siglos mejor dicho, y que entre sus facultades está el dominio de el habla: una capacidad exclusiva que les permite adentrarse en nuestra mente para manejarla a su antojo, capaces de excitarte sexualmente, matar o pedir ser asesinado.

Que me perdone Javier Negrete por relacionarlo con nuestro concurso favorito, pero es que leyendo sus páginas y después nuestros blogs, no pude evitar acordarme del concursante gallego. No estoy diciendo con esto que Yago tenga esta serie de habilidades innatas, propias de libros de ciencia-ficción y otorgados a seres de más de 3.000 años de edad, pero no me negaréis que la capacidad de persuasión es algo que sobrepasa todos los límites que hemos visto hasta ahora. Lo ya repetido aquí en muchas ocasiones. Yago tiene algo en las distancias cortas que termina quebrando la voluntad de sus compañeros. Los maneja a su antojo, se divierte con ellos como si fueran simples fichas a las que mueve por un tablero, y lo mejor de todo es que, pese a ser conscientes del poder de influencia que tiene, ninguno de ellos consigue resistirse. Es como esos atlantes de Javier Negrete, que con el habla consigue todo lo que se propone dentro de la casa. Menos mal que ese poder no traspasa las pantallas, sino las hordas de seguidores –como dice el Gato (Que por cierto, cuando dice eso no puedo evitar imaginarme a una horda de orcos de Mordor gritando y haciendo sonar sus cuernos de batalla) no serían de Marcelo y Laura, sino de Yago, destinado entonces a superar el récord de votación para ganar Gran hermano.

El elemento desestabilizador repescado ha tenido varios días gloriosos. Ha conseguido envenenar sutilmente a un Marcelo que parecía beber los vientos por él. Consiguió que Laura discutiera, gritase, le llamase “hijo de”, que se separaran y terminasen declarándose odio eterno. Todo esto ha sucedido durante el fin de semana, y con un Yago tumbado en su nicho sin poder frenar sus carcajadas. Se estaba divirtiendo, no cabía duda. Para él era como tener el circo romano a sus pies, el modo de aguantar las horas de aburrimiento en las largas jornadas en la casa. Y es que, por otro lado, es para partirse. Ver cómo el idiota de Marcelo se reconcome el solo para terminar discutiendo con su aliada. Ahora han vuelto, evidentemente en la víspera de nominaciones, pero Yago no dudará en volver a divertirse, sino con la pareja, con cualquiera de los demás, tan susceptibles de ser manejados por su don del habla, como lo es la parejita.

El juego de Yago no termina de calar en la gente. Pese a que lo que está haciendo nos está dando una oportunidad de lujo para ver las verdaderas brechas de aquéllos que se enuncian como perfectos, la audiencia vuelve a recelar de su actitud, posiblemente por miedo al ver la influencia que puede tener. ¿Y si estuviéramos al lado de Yago? ¿Tendría una fuerza similar con nosotros? ¿Podría manejarnos como está haciendo con ellos? Las respuestas puede causar más pavor de lo que se imagina, y por eso muchos prefieren verle fuera del juego cuanto antes.

Pero Yago ha hecho algo importante. Ha conseguido sacar el lado que Marcelo intentaba esconder. Para mí, el malaguita es el auténtico reventado de este año. Es rencoroso, es sibilino, es traicionero, el egocéntrico, excesivamente vanidoso… en definitiva, me parece mala persona. Un estiércol de persona, como él mismo le dijo a Patricia. Su única finalidad es ganar a cualquier precio, sus movimientos dentro de la casa son producidos por una causa y efecto estudiados en función de lo que va sucediendo. Si ha vuelto con Laura no es por amor, ni siquiera por cariño. Es porque, como él mismo ha dicho, su juego está ligado al de ella y desconoce el nivel de apoyo que concentra cada uno, si los fans le siguen a él o a la de Parla. No obstante, sabe que necesita que Laura sea expulsada si quiere ganar, pero tiene que salir sin que él tenga algo que ver. Eso además le dará "el plus de Calimero". Si Laura sale, él podrá venderse cual Rubén abandonado por su Chari.

La careta ya se le ha hecho jirones, y creo que a día de hoy engaña a pocos, aquellos que se quedan simplemente en la fachada, en el bello rostro de la juventud en plena apoteosis. Los que hemos ahondado más allá, sabemos que Marcelo no es trigo limpio, uno de los malos de esta edición más allá de Anup, de Feroz, y tan sólo superado por Yago y su capacidad de hablar. Marcelo se mueve por el odio, por el lado oscuro de la fuerza, concentrado ataques uno a uno mientras con su cara angelical intentar infundirnos pena y conmoción. Sin embargo es un farsante, quién además no tiene ningún impedimento en jugar con las amistades que va haciendo para poder alzarse con el maletín.

La lastima de todo es que hoy la expulsión es cosa del otro grupo. Terry o Catha (Hemos olvidado al coplero para esta tanda, inexplicablemente) dejarán la casa. Por los fans del Marcelo y Laura la expulsada será Terry, principal enemiga de la pareja y quien además tiene opciones a plantarles cara en una final. Sin embargo, por el bien de los que este año simplemente vemos Gran hermano, sin más compromisos y favoritos, deberíamos rezar por la expulsión de Catha (O de Dámaso), concursantes que apenas aportaron a este juego, que tan sólo han aparecido cuando el vacío de la casa no les dejó lugar dónde esconderse. Terry, sin embargo, ha sido todo lo contrario. Ella sí ha sido protagonista de este GH12, y cómo lo es Yago, es un elemento que desestabiliza al otro grupo, un islote que hace que el triunfo de la pareja sea más difícil y laborioso.

Espero que al final se marche Catha, pese a que Arturo dijera Terry en el debate y el Gato pueda tener alguna sospecha sobre que Arturo pueda manejar información privilegiada que le hiciera decantarse por ella pese a que las encuestas marquen a Catha. Después habrá nominaciones en una especie de gincana a la que han llamado “el templo perdido”, al más puro estilo de Indiana Jones. Algo me dice que una vez superada la fase de prueba, con golpes y tortazos al estilo humor amarillo, las nominaciones pueden ser diferentes para cada uno de ellos. Puntos negativos, positivos, comodines, que se nomine desde plató, algo que dependerá de lo que encuentre en la cámara del tesoro. Si esto es así, as estrategias nominatorias se irán al traste. Podemos soñar con Laura, Rubén y Marcelo nominados. Seguro que la de Parla consigue salvarse mientras la audiencia puede quitarse a uno de los farsantes de este año. En fin, seguiré soñando.

martes, 25 de enero de 2011

Salvemos Operación Triunfo


Pilar Rubio, la Esther Arenas de los presentadores de OT.


Ayer me disponía a comentar qué había dado de sí la gala uno de Operación triunfo. El domingo me quedé hasta tarde viendo a la nueva generación actuar en una gala tan caótica como improvisada, dónde parecía que nadie sabía qué podía suceder, como si tras las cámaras hubiera algún directivo que estuviera variando el guión sobre la marcha en función de un criterio un tanto cuestionable. No obstante preferí esperar hasta que no supiera el dato más importante, el share del programa.

Fue tal mi sorpresa ante el hundimiento de la audiencia que no supe cómo analizarlo. Tras ver los datos publicados, Internet se llenó de noticias y artículos que anunciaban a bombo y platillo la hecatombe, a veces con ciertos tonos de alegría y alborozo que parecían celebrar el fin de la crisis económica o la caída de un dictador. Uno de los pilares de Telecinco, hundido, y el otro (Nuestro querido GH) cuestionado por unos datos de audiencia más bajos de lo habitual (Comprensibles por otro lado si tenemos en cuenta en nuevo paisaje televisivo, con encendido digital incluido). Por eso, más que detenerme en comentar si tal canción fue interpretada con acierto o no, creo que el examen ya no es a los chicos de OT, sino al propio programa.

Es la nueva generación de un OT renovado para volver a la esencia. Ése era el reclamo para que la audiencia volviera. Para ello habían promovido diferentes cambios, empezando por la vuelta de Nina como directora, prometiéndonos un protagonismo exclusivo a los artistas y no al jurado –expulsando a Risto-, cambiando de presentador para dar una cara nueva, e incluso avisaron de novedades en la mecánica.

Pero las novedades que han incluido no fueron presentadas en la propia gala cero, aquélla que debe encauzar el programa y enunciar las normas por las que se regirá la presente edición, sino que empezaron a plantearse en la gala uno con una torpeza sin precedentes. Cómo decía al principio, era cómo si un directivo de Gestmusic estuviera tras las cámaras variando la dinámica del concurso durante la emisión del programa, como un decorador que va cambiando de posición muebles, cortinas y jarrones. La principal responsable de esta sensación fue la presentadora. Pilar Rubio siguió mostrándose tan dubitativa como en la gala de presentación, sin saber explicar qué estaba pasando en el plató. No sé si será por un problema en el estudio del guión del programa, o si es que se lo cambiaron a última hora o si incluso se lo estaban chivando por el pinganillo. La cuestión es que a la Rubio se le atragantó de nuevo OT. No estuvo natural, no supo transmitir, se la vio insegura… y es que un programa de este calado necesita, por ende, un presentador con un gran bagaje. Puede que en un futuro, Pilar Rubio sepa moverse por un gran escenario como el de OT, atestado por 1.700 personas y hacer un directo de casi cuatro horas sin despeinarse, pero ahora es evidente que no. Y es que no debemos olvidar que Pilar Rubio era una simple reportera de  ‘Sé lo que hicisteis’, que a veces sustituía a Patricia Conde y que tenía un programa de zapping. Es evidente que el salto de ahí a OT ha sido grande, teniendo únicamente como puente el ‘Más que baile’. Dicho de otro modo, es cómo si pusiéramos frente a reality a Adriana Abenia. Guapa, simpática pero aún no con las tablas necesarias para un proyecto de esta envergadura.

Los fallos de OT no se quedan en la presentadora. Los fallos continuaron con un jurado algo descafeinado, que no sabe conectar con el público, que no dice en realidad lo que todos queremos oír. No se trata de poner a un señor con gafas oscuras humillando a los concursantes, aunque con el del Conciertazo, el de la Unión y ahora el de Melocos, se echa de menos al Mejide.

Las puestas de escena de las actuaciones han ganado con Marco Da Silva, o al menos eso me parece a mí. Nina ha hecho que en la academia se respire seriedad, trabajo y esfuerzo. Dicho de otro modo, se respira profesionalidad. Sin embargo esa sensación no se ha impermeabilizado en los vídeos que se emitieron. ¿Qué nos interesa a nosotros cómo cagan los chicos de OT? ¡Si ni siquiera nos interesa en GH! Que al fin y al cabo, los de GH van a convivir y no a destacar por sus aptitudes, ¿Por qué diantres no interesaría ahora? Vídeos de ronquidos, de tacos… ¿Esa era la esencia a la que volvería OT? ¿A revolcarse en la mierda de los concursantes?

Tampoco hay que descuidar otro detalle que puede estar pasando factura a OT. Gran hermano aún continúa en emisión. Siempre recelé de la idea de emitir estos programas simultáneamente. Puedes correr el riesgo de saturar a la audiencia con tanto reality, y lo peor es que ya es demasiado tarde para poner soluciones en este sentido.

Entre la sensación de caos, de improvisación injustificada de las normas, expulsiones dobles sin ton ni son y los vídeos descafeinados y soporíferos, hicieron que la gala fuera excesivamente pesada. Tocada y hundida de audiencia, y vista para sentencia en la próxima emisión. Así que ha llegado el momento de ponerse serios. Telecinco dijo que quería cuidar el formato, y que harían lo que estuviera en su mano para protegerlo. Pues ha tocado el momento de cumplir, la hora de las medidas. Es como Square-Enix con Final Fantasy XIV, que la han cagado pero bien y han tenido que urdir un plan de emergencia que lo salve. Si cuando en un equipo de fútbol las cosas van mal se despide al entrenador, ha llegado el momento de dar las gracias a Pilar por asumir el riesgo, sentar a Jesús Vázquez en un sillón y hacer el relevo. Y pido el regreso de Jesús no porque le considere imprescindible, sino porque es el único presentador en las filas de Telecinco que encaja con el perfil que se necesita (No veo a Jordi González, ni a Jorge Javier…). Alguien lo suficientemente mayor como para tomarlo en serio, pero joven de espíritu para encajar con el público, con tablas y que además ama el formato. También daría las gracias a los varones del jurado por su gestión y buscaría inmediatamente sustitutos. Más vale lo malo conocido, que lo bueno por conocer, por eso tampoco vería descabellado recuperar a Risto aunque tengan que bajarse los pantalones. Daría un toque de atención a lo guionistas del programa. Son cuatro horas, pero tiene que parece que son menos. El programa debe ser ágil, rápido, fresco… y por supuesto necesita un cambio de día. En domingo no ha caído bien. No obstante, de todo esto que enumero, Telecinco sólo se atreverá a asumir la última propuesta y seguramente el próximo ¿martes, miércoles? tengamos la gala 2 o 3 de OT. Pero si quieren subir la audiencia, necesitan un buen revulsivo, un buen reclamo, algo que sólo podrían optar a conseguirlo con cambios drásticos y visibles. Querían volver a la esencia, pero no lo consiguieron. Ahora sólo les queda volver al pasado más inmediato, al OT de siempre en Telecinco. Quería que los protagonistas volvieran a ser los chicos, sin embargo la prota está siendo Pilar Rubio, que es para los presentadores de la historia del programa lo mismo que fue Esther Arenas para la historia de los concursantes de OT. Ahora, eso sí, la chica va súper mona.

En cuanto a las actuaciones, y ya siendo breve, decir que Roxxio y Silvia quedaron sentenciadas con la pésima actuación de ‘Soy yo’. Los chicos de ‘the look’ tampoco brillaron mucho, siendo Charlie el peor de los tres con una gran diferencia. No obstante, en el duelo de Charlie contra Silvia, me pareció algo más correcto que en la primera actuación, aunque ella cantase mejor. De nada le sirvió a Silvia, cuando ella salió a cantar sólo quedaba ¡un minuto! para votar (Sonaba a risa) y por muy bien que cantase ahora, la sombra del ‘Soy yo’ la perseguiría y salió expulsada. Respecto a las nominadas tradicionales, Coraluna estuvo floja, mientras que Sira fue excesivamente pasional. No obstante, Sira sabía que su contrincante era dura de pelar porque la discapacidad de Coraluna hace que ya sea alguien que sirve de ejemplo a cualquiera, o dicho como debería haberlo expresado, su discapacidad conmueve a la audiencia. Por eso de nada le sirvió a Sira tener la mejor voz de OT de este año, de haber sido la que más trabajó, de tener una actuación inmensamente mejor. Coraluna y su discapacidad se impuso a su talento. ¿Será el inicio del fenómeno de este año? Quién sabe.  Los que mejor estuvieron fueron Geno y Alex, mientras que las ’Single ladys’ no brillaron tanto como se esperaba. Nahuel y Nirah fueron de los peores. Empezó mal él y ella continuó con el desastre. Por suerte para Nahuel, todo Paraguay se está volcando desde el otro lado del charco, dándole la popularidad necesaria para salvarse, y como en España estamos pasando de OT, el chico logró alzarse como primer favorito. Si no hubiera estado nominado, porque lo hizo fatal, fatal. Por último, ‘Last request’ iba como anillo al dedo a Juan Delgado. Era un tema para que brillara él, mientras que el chico de la botella de helio hacía los coros y Josh se limitaba a retorcerse cual Golum buscando su tesoro. Se echó de menos mas canciones en español, algo que pasará nuevamente en la gala 2, en la que nadie tiene asegurado dormir en la academia, puesto que no saben quién está nominado. En cualquier caso, con los datos del domingo, ya podrían darse todos por nominados pues el futuro más inmediato es incierto para todos ellos. Si no remonta, OT cerrará antes de tiempo.



Edito: traigo al recuerdo esta foto tomada en el 2009. Madrid, cola de los casting de OT7. Pilar Rubio  haciendo el reportaje que luego emitió La Sexta para el acoso y derribo de OT. Yo acompañaba a Julio (El chico de la foto). Entonces pudimos ver dos cosas: primero que no es simpática y agradable con aquellos que nos acercamos a ella para echarnos una foto (entendible por otro lado porque éramos muchos -dije entonces-), y segundo que por su actitud fuera de cámara se notaba que no le gusta OT. Y eso se nota presentando.

viernes, 21 de enero de 2011

El plan de la audiencia




En el año 2000 se estrenó en los cines la película Destino Final, que narraba la historia de un grupo de jóvenes que consiguen burlar a la muerte tras la premonición de uno de ellos, que recibe visiones sobre un accidente aéreo del vuelo que iban a coger. El argumento de la película, original en su primera parte y descafeinada en las sucesivas, contaba cómo la muerte volvía a por los jóvenes que se habían salvado, acabando uno a uno en el mismo orden en el que deberían haber muerto en el accidente de avión. Si Gran hermano es una vida dentro de otra vida, es fácil que establezcamos el símil de muerte con cada expulsión. Cuando la audiencia ejecuta el veredicto, el concursante muere dentro de esta forma de vida, si bien es una muerte menos dramática y con pruebas reales de posibles resurrecciones (la repesca).

Los concursantes viven su vida dentro de Gran hermano como los personajes de aquella película. Saben que tarde o temprano la muerte, la audiencia en este caso, llamará a su puerta, y lo hace en un orden establecido que no tiene por qué responder a los argumentos actuales de la casa. Por eso mismo ayer la sorpresa ante la expulsión de Patricia fue mayúscula. En una semana dónde el protagonismo se había concentrado en las discusiones entre Laura, Terry y Marcelo parecía que los que más a salvo estaban eran Marta y la propia Patricia y sin embargo la audiencia se decantó por esta última para sentenciar su juicio, obviando a los tres indiscutibles protagonistas de la semana.

Y es que, como en Destino Final, tenemos un plan urdido en la sombra y que llevamos a cabo con todas nuestras consecuencias. Sí, Terry y Laura habían sido sancionadas por la dirección, pero no era su momento. Hemos preferido dejarlas juntas para ver hasta qué punto se aguantan, esas maneras que tanto nos gustan de estirar la relación, ahora de odio, hasta que se rompa. Marcelo tampoco era el elegido. Este chico, que cada vez me parece peor persona (cizañeo, cobarde e interesado), copa cotas de popularidad altas gracias a su amor de verano como el año pasado Arturo tuvo gracias a Indhira, y de Marta ya no hablamos. La que tiene el récord de nominaciones es siempre ignorada por la audiencia. Sin embargo Patricia había acumulado odios desde el inicio del programa. Sus cantos, sus soliloquios, su actitud infantil fue un oasis entre tanta mezquindad en el inicio del programa, pero a medida que Laura ganaba protagonismo (conectando con el público), Patricia iba calando en la audiencia con peor juicio.

Ayer salió expulsada, y se marchó bajo la sorpresa de su grupo, que de sufrir una baja esperaban que fuera la de Terry y no la de Patricia. Se marchó entre lágrimas, pero sin montar ningún drama ni teatro. Patricia dio evidencias de madurez en un momento como ése, saliendo de la casa compungida pero con la cabeza alta y manteniendo el tipo, hasta que llegó al plató y se mostró tal cual la hemos visto durante estos 100 días. En la casa dejó a sus amigas, estupefactas e intentando comprender qué había pasado para que fuera ella la expulsada. Si bien obvian que la audiencia tiene un plan, su plan. El comportamiento de Patricia había sido mejor, que no bueno, que el de otros compañeros nominados. Pero en nuestro plan, le tocaba a ella.

La derrota del grupo de Terry fue doble tras las nominaciones, pues sus rivales consiguieron colocar a tres de ellos en la línea de peligro sin que ellas consiguieran subir a uno de sus rivales. Por tanto, la semana próxima sufrirán una nueva baja y la capacidad de atacar en la nueva tandas de nominaciones será similar a la que tuvieron Marta y Chari cuando jugaron solas. Seguramente los dos supervivientes de esta semana subirán nuevamente con Lydia. Aunque tal vez hay un modo de evitarlo. La clave la tiene Lydia y su tonteo con Yago. El gallego ya dijo fuera el interés que despierta Lydia en él, en la casa repesca insistió y ahora parece interesado en tener algo con ella. Lo mismo no tanto por lo que pueda sentir hacia la chica, sino más bien por algún interés oculto (Como el de restar protagonismo a Laura y Marcelo). Si se decidieran a tener un mínimo tonteo, Yago no podría nominarla. Y ya sabemos todos que Yago no tiene inconveniente de cambiar de chaqueta. Como siempre he defendido, es un elemento desestabilizador de los grandes.

No quiero acabar hoy sin comentar el pelao de Rubén. Vi en directo cómo Marta le proponía rapárselo, y él, que de personalidad no entiende, empezó a vacilar sin saber pronunciarse con firmeza. Cuando quiso darse cuenta le estaba pasando el 2 en la maquinilla (Aunque ella le dijo el 4) y cómo a Marta no le gustó, sin preguntar ni nada, quitó el cabezal y continuó con el 0. Rubén se quedó con la cara de panoli que pone, en plan “soy un niño bueno que no discute”, sin capacidad de imponerse o reprender a Marta por hacer lo que le viene en gana. No es que le quede mal, pero es que ahora se parece al feroz. Aunque lo mismo le sirve para intimar más con Chari. El nuevo capítulo de la historia de esta pareja está haciendo que Rubén pague con la misma moneda a Chari. Nos están vendiendo la relación con Marta como si fuera algo más, y Chari lo utilizada para devolver los ataques que en su día hicieron contra ella para que ahora los hagamos contra él, acusando de machismo en caso de no verlo igual. Pero el fallo de Chari en su día no estuvo en lo que hizo, sino en lo que dijo. Lo que hizo bien que es cierto que se parece ligeramente a lo que Rubén hace ahora. Pero no vi el pecado entonces, ni lo veo ahora. Más si tenemos en cuenta la amistad que une a la pareja con Marta, compañeros de batallas cuando la casa se dividía en tristes y alegres. De cualquier modo, todo me suena a teatro para recorrer los programas de televisión. Teatro de ella y teatro de él.

lunes, 17 de enero de 2011

OT2011: los nuevos, el enchufado y la intrusa




No sé si esta nueva aventura de comentar el nuevo reality de telecinco va a llegar a buen puerto. Primero porque me puede quemar estar pendiente de lo que sucede en dos realitys de una manera simultánea. La verdad es que siempre he tenido mis dudas sobre si era prudente empezar Operación Triunfo cuando a Gran hermano aún le queda la mitad. La segunda razón que me lleva a pensar que no termine de comentar OT es su casting. No es que esta generación que nos presentaron ayer sea mala, más mala que la anterior es imposible, pero tampoco convenció tanto como se nos prometía. De cualquier modo, pido disculpas anticipadas por si mi interés hacia OT va bajando estrepitosamente hasta ignorarlo, como sucedió en la anterior edición.

Todo sabía a nuevo. Nuevos profesores, nueva presentadora, nuevo jurado y nuevas caras… Todo lo que OT necesitaba tras el sonoro fracaso de la séptima edición. Había pasado más de un año y medio desde que ¿Mario? cerrase la academia y tal vez todo cabía indicar que éste era el momento perfecto para que todo se reiniciase. OT requería de un profundo lavado de cara que se saldó con las salidas de los culpables de haber sido ensuciado: Risto Mejide, Ángel Llacer y Jesús Vázquez.

Ayer ya vimos a sus sustitutos en acción. Vimos a Pilar Rubio ocupando el puesto de presentadora, más acertada al inicio que al final. La antigua reportera de “Sé lo que hicisteis” empezó con mucha fuerza y con un toque de frescura que fue perdiendo a medida que avanzaba la gala, hasta el punto de verla torpe cuando a su lado estaban los candidatos a no entrar en la academia, equivocándose con los teléfonos, en la organización… En los momentos de máxima tensión, la Rubio no estuvo a la altura. Aunque la disculpamos por ser la gala cero de un programa de más de tres horas de duración, repleto de público y plagado de publicidad.

Entre las caras nuevas llegaron las más importantes, la de los concursantes, volviendo a una generación algo más adulta. No estamos ante el patio de colegio de OT7. La octava edición juega con un perfil algo más amplio, con un grupito de veinteañeros pero también con un rincón para unos casi treintañeros que dan un toque de color y distinción. Además hemos podido ver a muchachos diferentes, y no una serie de marcas blancas a los que OT fuera a colorear con los mismos tonos. No, parece que, al menos éstos tienen algo de personalidad al margen de si son o no buenos artitas. El problema fue que tampoco demostraron ser muy grandes sobre el escenario. Algunos intentaron innovar tanto e impregnar los temas de su estilo que quedaron emborronados como algo raro que no sabíamos identificar qué era. Otros, por la contra, manifestaron las mismas debilidades que año tras año vemos en el concurso musical. Pero están ahí para aprender, por lo que con los meses lo mismo descubrimos un verdadero artista. De eso va el concurso.

Para mí de esta nueva generación el mayor problema está en uno de los chicos. El enchufado de la edición Jefferson, o mejor dicho Mario como ya le conocíamos muchos. Eva Perales ha entrado en el jurado de OT con mal pie, con un descaro imposible. Hace tres años Cuatro emitió la segunda edición de Factor X, dónde ella hacía del miembro del jurado encargado de la categoría de los chicos. Y ¿Quién estaba en esa categoría? Pues Mario, o Jefferson, como quiera llamarse ahora. Un descaro casi sin precedentes. Lo peor de todo es que Mario no fue un gran artista entonces, y tampoco parece que haya cambiado algo ahora. Personalmente, y debido a este claro síntoma de enchufe, preferiría que la estancia de Jefferson fuera lo más corta posible dentro de este OT. Él ya tuvo la oportunidad de venderse en prime time y no resultó ¿Por qué iba a ser distinto? ¿Qué le une a Eva Perales para que esta mujer le vuelva a colocar en un programa de talentos musicales?

La última sorpresa estuvo en el regreso de un antiguo alumno de la academia. Algo así cómo OT el reencuentro, dónde Geno de la primera edición volvió para reencontrarse con la academia. Es la primera repescada entre ediciones, o mejor dicho, la intrusa de esa generación. Dudo mucho que sus compañeros la salvasen ante una nominación, incluso apostaría por cierto recelo ante la “popularidad” que Geno ya lleva recorrida. Aún así me emocionó verla de nuevo, me emocionó ver cómo se emocionaba. Vi a una Geno más mayor pero que no desentona con esta edición, una Geno humilde y muy agradecida por la oportunidad de disfrutar lo que no pudo entonces.

Por último, los expulsados y nominados. Perdimos a Kocina por el camino, posiblemente el concursante que menos pegaba con esta edición. También perdimos a Alexxa, la legionaria de OT que no vio materializado su sueño. En la otra cara de la moneda, nos hemos quedado con Coraluna (Sí, alguien tenía razón. Este año todos los chicos tienen nombre de Pokemons), una invidente que cantar no cantó mucho, la verdad, pero despertó la ternura en la audiencia para que pudiera entrar. La alegría le duró poco, el jurado la nominó nuevamente más conocer su nombre (¿Estaremos ante el inicio del fenómeno? A la audiencia nos pirra ir en contra del jurado). Coralina salió nominada junto a Sira, una especie de Ruth Lorenzo y Saray de OT5, y parece que una de ellas dirá adiós en la próxima gala (De fecha de emisión desconocida) Respecto a los demás, poca luz entre tanto eclipse. Las promesas de la vuelta a la esencia quedaron en poco. Tal vez lo único que nos recordó a OT1 fue Nina, y Geno –por supuesto-.

jueves, 13 de enero de 2011

Quien con niños se acuesta, mojado se levanta



Esta semana de concurso ha sido, posiblemente, la semana más dura de todas cuantas hayamos visto en lo que llevamos de edición. El grupo de los alegres ha quedado finalmente disgregado en dos, con los nuevos alegres y los nuevos tristes, un movimiento que poco a poco todos ya vaticinábamos debido a la inevitable nominación entre el grupo mayoritario. Los nuevos tristes son ahora Marcelo y Laura, que se han separado de quienes fueron hasta entonces sus aliados y han reclutado a los satélites que orbitaban solos para hacer más fuerte su causa: Marta y Dámaso. Así la casa ha quedado dividida en dos grupos más o menos equitativos. Laura, Marcelo, Marta y Dámaso por un lado mientras que en el otro quedaban Jhota, Lydia, Terry, Patricia y Catha, grupos que quedarán igualados si esta noche se cumplen las estadísticas y el retrorapero abandona la casa, equilibrio que podría romperse minutos más tarde en función de los dos (o tres) repescados. Si en lugar de salir expulsado Jhota (O Patricia) saliera Laura o Marta volveríamos a tener una idéntica situación a la de hace un mes, dónde el grupo mayoritario extermina al pequeño con la ayuda de la audiencia, aunque dudo que esto vaya a suceder.

La posibilidad de igualar fuerzas o descompensar el juego de grupos ha estado muy presente esta semana. De ahí que hayamos presenciado la semana más conflictiva, semana dónde los concursantes se han dicho de todo, han discutido por todo y si no se han zurrado, poco les ha faltado. Cualquier cosa dicha o hecha por una parte ha servido de pretexto para la otra para iniciar cada batalla. Unas veces saltaba Laura, otras Jhota, otras Marcelo y hasta la mismísima Patricia. Esta semana ya no ha habido cabida para muebles y ha obligado a todos, incluso a Catha y a Lydia a posicionarse, a mostrar las cartas que llevan para la próxima nominación. Ya van siendo menos en la casa, y por tanto hay menos lugares dónde esconderse. Ahora, el ojo de Gran hermano ha pasado por todos, por los nueve que concursan oficialmente, y ha hecho una curiosa radiografía de diferentes análisis.

He de decir que la mayoría de las disputas que han surgido eran ridículas cuanto menos, y las maneras de llevarlas a cabo era infantiles. Es una pena que gente, que supuestamente es adulta, discuta y utilice argumentos como “Te voy a dar dónde más te duele: eres fea”, pero peor aún  es quedarte tan ofendido por que te digan algo así. La chavalería que nos rodea ha pisado con fuerza esta semana haciendo latente lo que son: un grupo de niños dónde ni siquiera los más mayores han sabido dar ejemplo.

Ahí hay más niños a parte de Jhota, Dámaso y Marcelo, que rondan los 20 años. Ni Catha, ni Lydia y mucho menos Laura, que son algo más mayores, han sabido dar gala a su verdadera edad, entrando y poniéndose a la altura de discusiones de chicos de instituto, con argumentos de niños de primaria. Ninguno maneja con soltura el arte de discutir, ni la ironía, ni el don de la argumentación… Las peleas que han protagonizado se basaban en un intercambio de afrentas seguidas de la repetición de “tú eres peor” o “tú más que yo”. Sólo les faltó decir “Rebota, rebota que tu culo explota”. Sin embargo, ante tanta vulgaridad sobreexpuesta durante 24 horas al día, ha habido interesantes detalles para someter a análisis. La primera de ellas es Patricia. La chica cándida, con rechazo al sexo (O eso ha dicho su madre en el blog de Kiko) y que juega el papel de la victima.

Durante todo el concurso Patricia se ha mostrado como una chica divertida e infantil que no tuvo una infancia del todo divertida. Lo ha dicho desde el inicio del juego pero esta semana lo ha repetido hasta la saciedad. Según ha contado, ella fue víctima de acoso escolar. Ha explicado hasta qué punto está acostumbrada a las burlas y las mofas, a tener a todo el mundo en contra… Algo que no me cabe duda provocará una gran empatía entre el público. A la audiencia nos pirra estas historias, y hacerlas ganadoras como recompensa a una vida tan plagada de injusticias. Es el cuento del patito feo, que al final se convierte en un hermoso cisne. Sin embargo este cisne es diferente a cómo se nos vende. Patricia ha sido esta semana una de las más guerreras. Tras su discurso de pobrecita mía, dónde se ha resguardado para someter juicios de valor de lo que tenemos que hacer con la próxima expulsión, Patricia ha mostrado su lado más guerrero. Ha provocado disputas, ha sacado los alfileres y ha pinchado con sutileza, provocando que sus nuevos enemigos se crispen mientras ella sonríe y cuentas sus penas y desgracia, como si se tratase de todo un ejemplo de superación. Con una gran habilidad, Patricia ha conseguido enrabietar a los otros, especialmente a Marcelo, y cuanto más se cabreaba éste, más sonreía ella invitando a la audiencia a quererla. No es tonta, nada de eso. En medio de los ataques infantiles de esta semana, la más niña de todos ha sabido moverse como pez en el agua, y diría que hasta consiguió tumbar a más de uno.

El mayor problema es que, seguramente, sus planes no funcionarán del todo, y aunque ella no saldrá expulsada, sí lo hará alguien de su grupo. Caerá ni más ni menos quién creen que es el rey, dejando dos grupos de cuatro personas cada uno frente a unas nominaciones dónde se repartirán puntos como panes. Será un sálvese quién pueda.

La semana siguiente puede ser algo más tranquila sin Jhota. El grupo de Patricia habrá visto las orejas al lobo, tendrán la primera baja de su grupo y eso puede convertirles en un grupo menos alegre. Sobre todo porque no entenderán nuestras motivaciones para echarle a él y dejar en la casa a una chica como Laura, que grita y discute casi a diario. El caso de Laura es uno de los más difíciles de analizar. El vulgar, ordinaria e ignorante, pero es que además le gusta serlo, alardea de ello como si fuera algo de lo que sentirse orgullosa. Tampoco podemos olvidar que dejó a su novio durante uno de sus confes, decidió permanecer en la casa pese a la subida de tensión que le dio a su madre por lo que estaba haciendo y sin embargo el peso de la moralidad de la audiencia no ha caído sobre ella. A Laura se lo perdonamos todo, y ahora mismo es quién más apoyo acumula en la página de granhermano.com. Estamos ante una favorita que si lo es, es precisamente por la transparencia que esta teniendo. Laura es de las pocas que actúa en la casa sin importarle cómo caiga fuera, o al menos lo hace por impulso para arrepentirse cuando ya es demasiado tarde.

La otra incógnita de esta noche está en la repesca. Si entran dos o tres, aún no lo sabemos, aunque imaginamos que dependerá del puesto que obtengan los dos teatreros. Gran hermano los quiere dentro a cualquier precio, aunque tengan que alargar el concurso una semana más. A mí no me gustaría que entrase Rubén, y tampoco Chari. Han intentado engañarnos con un descaro similar al de Feroz y Flor. Han mentido fuera y dentro de la casa sobre su relación, jugando con la ambigüedad de si vuelven o no. Pero que se dejen de chorradas. Todos sabemos que están juntos y que la tontería de esta semana está pactada para intentar por todos los medios entrar en la casa. Chari es quién asumirá el papel de mala para allanar el camino a su macho alfa. Así Rubén puede entrar en el juego con un aura de martirio que conmoverá a la audiencia. Sólo así podrá ganar para después compartir el premio con ella. Por eso, me niego a creer que estos dos impostores entren de nuevo, y que lo hagan encima con nuestros votos.

De los cinco que optan a la repesca, metería sin reservas a Yago. No es que piense que pueda ganar, pero su llegada a la casa justo cuando los grupos se encuentran divididos en dos se me antoja como una pequeña exquisitez. Sabe que Laura es favorita, que su antigua aliada Marta se ha juntado con ella, no soporta a Terry y conoce todo lo que ha pasado y lo que se cuece fuera. Yago, pese a la torpeza que tuvo jugando debido a que no se conocía el juego, es uno de los concursantes más inteligentes. Sabe analizar el juego y procura poner medios para llevar a cabo sus planes. Por eso quiero que entre. Es el mejor elemento desestabilizador para romper la igualdad de los grupos, siendo capaz de juntar a toda la casa para poner a la palestra a tres favoritos y cargarse así a uno.

Con Yago me gustaría que entrase Mireia (Que sorprendentemente es quien gana en la encuesta de este blog, aunque dudo que sea así en la votación real). No por nada en especial. Supongo que simplemente para que tenga la oportunidad de hacer lo que no pudo en su primera instancia en la casa. Además, esta semana ha sido una gran confidente de Chari y Rubén. Ha hablado con uno y otro para ver qué pasaba en su relación, o incluso me atrevería a decir que intentando que volvieran (O mejor dicho, que dejasen el teatro). Seguro que lo hizo consciente que, si quiere tener una oportunidad para entrar en la casa, necesitaba que ellos reconozcan que están juntos. La audiencia se enfadaría si lo hicieran y lo mismo hasta retiraba el apoyo a San Rubén. El problema es que Rubén sabe que no puede bajar el telón. Si él tiene opciones a entrar, y quién no dice ganar, es porque ha conmovido a una parte de la audiencia con su engaño.

De cualquier modo, todas estas incógnitas se despegarán esta noche a las diez. Tengo más claro el expulsado, como la entrada del mártir de GH12, pero me genera más expectación lo que pasará con el segundo (Y tercer) repescado, la reacción de la casa y la nueva ronda de nominaciones.


viernes, 7 de enero de 2011

Y vuelta la burra al trigo



De la gala de ayer podemos extraer dos interesantes argumentos que hacen que los próximos siete días sean de interés: La expulsión más complicada de todas las celebradas hasta la fecha y la ya puesta en marcha repesca, dónde dos de los cinco elegidos volverán a competir por el premio final.

Empezaremos con una breve mención al tigre africano, a Anup, finalmente expulsado tras su quinta nominación. Éste es uno de esos ejemplos que, pese a las veces que fue salvado por la audiencia, en realidad lo que se estaba manifestando era que le habíamos dejado para más tarde. Sus anteriores nominaciones fueron en realidad nulas, pues siempre preferimos dejarle para echar a otro (Uno de ésos que ahora vuelve) convirtiéndole entonces en una especie de concursante comodín, al que hemos echado ahora porque no queríamos tocar a Marcelo, y tampoco a Marta. Su entrevista quedó lejos a las últimas que hemos disfrutado (Y se ha notado en la audiencia de la gala. Minimo de la temporada). Anup apenas tenía cosas de qué hablar. Su enfrentamiento con Julia, su cambio de bando con Yago y los pocos vídeos divertidos que ha dado desde el inicio. Lo cierto es que Anup fue un malo descafeinado. Traidor, tramposo y falso, dónde lo único positivo estaba en sus maneras de limpiar, para bien de la casa. A nosotros sus complejos de bayeta nos importaban bien poco. Ahora la casa deberá organizarse sin el Palomares de esta edición. Ya se han quedado sin el servicio de limpieza, por lo que podemos augurar nuevas disputas ante la falta de organización de una casa cada vez con una media de edad más baja.

La repesca trajo a cinco concursantes de vuelta a la casa bonita, la que de verdad parece de Gran Hermano, también con pocas sorpresas. De los cinco que entraron estaba cantado que regresarían Rubén, Chari y Yago, los tres que personalmente se disputan los dos puestos que hay para reengancharse en el concurso. Mireia, la Madonna de Barcelona, y Óscar, el azafato de Toma Cero, completaron la lista de los cinco, pero sinceramente dudo que alguno de estos dos opte de verdad a entrar la semana que viene a la casa blanca. El nuevo grupo de cinco repescados ha traído un paisaje un tanto desolador a Gran hermano. Esto es como volver al principio de la edición, el inicio que tan poco nos gustó. La unión de Yago y Óscar como estandarte de la casa vigoréxica (Si bien Yago, no es que esté fuerte, fuerte), mientras Chari y Rubén se reencuentran en GH como si de Indhira y Arturo se tratasen en la edición especial que tuvimos tras finalizar GH11. Mireia es la que menos pinta de los cinco, y supongo que su contribución al juego será la misma que tuvo en su momento. Se pondrá a limpiar, a organizar y a escuchar. Una espectadora privilegia, no me cabe duda, pero el problema es que jamás adoptó el rol de concursante. Ahora bien, de estos cinco, ¿Quién puede renovar los argumentos de esta edición? ¿Quién, para bien o para mal, tiene algo que aportar?

De los cinco yo me quedo con Yago, con una gran diferencia. Yago fue un mal jugador pero inteligente. Le faltó una dosis de perspicacia, un poco de conocimiento sobre el juego y un poco más de empatía. Ya lo he dicho muchas veces, Yago gana en las distancias cortas y estoy seguro que su vuelta al juego puede darnos muchos momentos. Es un gran elemento desestabilizador, sabe llevarse a la gente a su terreno, y ahora que ha aprendido un poco, podría incluso atravesar la pantalla para tocarnos a nosotros. Para ello debe quitarse las malas influencias que le arrastraron desde el inicio del juego. Tal vez por eso creo que Óscar le puede suponer un flaco favor. Los dos se llevan bien, pero juntos son insoportables para la audiencia. Bastante suplicio es aguantar las gracias sin gracia de Óscar, para que encima Yago se las ría. Pero si consigue superar la prueba de corte, Yago se puede llegar a la casa blanca en momentos de grandes divisiones. No dudo que no tardará en hacerse un hueco y quién no nos dice que salvarse de algunas nominaciones de sus compañeros. Si además añadimos la información que ya trae de fuera, estamos ante un repescado capaz de poner el casa pasas arriba sin que nadie lo perciba.

Si alguien le puede quitar el placer de volver, ése es Rubén acompañado de Chari. Rubén es poco menos que un santo para la mayoría de la audiencia. Su cara de panoli, sus ojos de Calimero pidiendo cariño tras las putadas que le ha hecho Chari le convierten en un claro favorito ya no sólo para entrar. Quién no nos dice que pueda ganar incluso. Pero si le metemos a él, tendríamos que meter a Chari también. ¿Qué nos daría a este juego Rubén si entrase solo? La respuesta es sencilla: ninguno. Rubén se dedicaría a orbitar en la casa, repitiendo lo triste que está, lo tocado que le han dejado. Intentaría ser uno de esos buenquedas que tanto gustan en Gran hermano: un Ángel del año pasado o un Ismael Beiro de la primera edición. Durante el tiempo que estuviera dentro no regresaría con Chari. Alzaría su faceta de novio maltratado para despertar la pena en la audiencia, y una vez con el maletín entre sus brazos volvería con Chari.

Con Rubén podría entrar su novia, exnovia o lo que sean ahora (Si no nos quedó claro al principio, menos lo tenemos ahora) y así podrían continuar mintiéndonos con descaro. Por el bien de las fans de Rubén, y por el mismo,  deberían rezar para que entrase solo. Si ella le acompaña en la segunda etapa, seguro que volvería a caer, y ensuciaría la imagen de niño bueno que tiene ahora.

Al margen de la duda sobre los repescados, tenemos el tema de la expulsión. Esta vez tenemos una decisión complicada, pues entre los nominados tenemos a Laura, Jhota, Marta y Patricia. Los cuatro han dado momentos importantes, siendo Laura y Jhota los más polémicos. Detrás de ellos está la superviviente de Marta, que logra evitar expulsión tras expulsión hasta el punto de ser la más nominada de este año, y acabamos con Patricia, últimamente más desinflada pero igual de enigmática. El embudo ya se va estrechando y ya debe quedar fuera uno de los grandes de esta edición. Sigo lamentando que este jueves despidamos a uno de ellos mientras en la casa siga gente con tan poco fuste como Dámaso o Catha, pero como debemos elegir entre éstos, de nada nos sirve llorar.

Por un lado creo que habría que separar a Laura y Jhota, preferiblemente con la expulsión del rapero, ya que ella puede aportar algo más al juego. Sus discusiones están alcanzando niveles muy elevados, sacando cada uno lo peor de Parla y de Vallecas respectivamente, en un duelo de chulitos madrileños un tanto insoportable. De seguir juntos mucho tiempo, y ahora en grupos enfrentados, no descarto futuras expulsiones disciplinarias. Sobre todo por parte de Laura, que me parece un pelín más agresiva aunque Jhota tampoco se queda atrás. De momento ya les han sacado una tarjeta amarilla a cada uno. Quién no nos dice que la próxima vez sea la roja, perdiendo nuevamente a un favorito de edición como ya pasó el año pasado.

No obstante, como acabo de decir, me gustaría más que Laura y Jhota se enfrentasen en la final, por lo que los dejaría en la casa a los dos. Por tanto, ahora sería el turno de Marta o Patricia. Marta es una auténtica superviviente de esta edición. Se ha juntado con unos, luego con otros, ha visto cómo sus amigos desfilaban uno a uno y aún así sabe mantenerse firme. Marta se ha convertido en un oasis para algunos y en una verdadera incógnita para otros que no entienden cómo sigue en la casa tras siete, ahora ocho, nominaciones. Demasiadas para que la audiencia haya preferido a otros en lugar de ella. En su contra juega esa aura de tristeza que desprende, ese continuo pesimismo que tanto cansa. Le falta un poco de Patricia para que fuera perfecta para dejarla en la casa sin excusas, pero no lo tiene. Mientras a Patricia le falta todo lo contrario. Sus gracias iniciales fueron un buen reclamo entre tanta superficialidad, un buen modo para mirar a otro lado que no fuera la mezquindad de feroz, Óscar & cia. Sin embargo ya no nos hace gracia que hable con el árbol, que tarde media hora en nominar, que cante a todas horas. Patricia ya ha sido eclipsada por esos árboles que no vimos al principio. Tal vez, por eso mismo, considero que ha llegado su hora. Ha sido grande su juego. Ya ha formado parte de la historia del programa. Gracias por venir.

Dos últimos apuntes: ayer Laura hizo gala de su mal perder. No supo encajar los puntos que Lydia le dio, puntos que fueron decisivos para que finalmente quedase nominada. Me pareció fatal su reacción, más cuando ella ha nominado a Lydia en varias ocasiones, cuando Lydia ha estado en la palestra más veces que ella y jamás ha reprochado a sus compañeros los votos que le dieron. Ayer Lydia se manifestó por primera vez en la casa, con fuerza, y contestando a una Laura que se iba calentando sin razón por momentos. Esto es un juego, hay que nominar por fuerza y enfadarse por jugar es la peor muestra de no saber jugar. Laura no entendió los votos de Lydia porque creía que ella era más para la mallorquina de lo que es en realidad. Lydia supo estar a la altura de las circunstancias, sin rebajarse al nivel de la parleña. El resto de la noche Laura la pasó con Marcelo, criticando e imitando son sorna a Lydia. Simplemente, bochornoso.

Acabo con Iván Madrazo y su presentación del Sexto sentido. ¡Por Dios bendito! ¿Quién le puso esa labor? Fatal, fatal, fatal.

martes, 4 de enero de 2011

De Charí a Rubén y tiro porque me toca



Seguimos aún con las fechas navideñes, ya en el último cartucho, los últimos días de infierno y yo con todos los Reyes sin comprar aún. Pero vamos a lo que vamos, a nuestro reality, que este jueves quedó sin su Chari, la choni de esta edición que tantos argumentos nos ha regalado. Aún sigue ella desde fuera dando que hablar, y estoy convencido que Chari será una de las concursantes que más sabrá rentabilizar su paso por la casa. Ella y el pelele de Rubén, por supuesto. Un interviú, un ‘enemigos íntimos’, un par de Deluxe y quién no nos dice que hasta no pisen el plató de ‘la Noria’. Chari y Rubén han dado mucho que hablar hasta el punto de monopolizar el primer debate del año y encima, con la amenaza de repesca, podrían rentabilizar su paso por Gran hermano de manera extraordinaria. Hasta podrían llevarse el concurso, al menos Rubén –santificado como el Patrón de los Calzonazos-. Han sabido sacarle partido y han encontrado su juego en esta parafernalia televisada. No me cabe la menor duda.

Pero vayamos por el inicio, por el jueves, día de la expulsión de Chari. Por fin ella pudo reencontrarse con Rubén y ver el alcance de sus actos en los días que estuvieron separados. Muchos la tacharon de chula, de soberbia. Chari sabía perfectamente lo que iba a encontrarse y hasta adivinó que sería abucheada en un intento de humillación pública que sólo perseguía verla hundida en la miseria. Por eso permaneció erecta sobre su silla, con la cabeza bien alta y los pechos subidos en la garganta, ataviada de un rojo pasión poco generoso en la tela. Ella no se iba a hundir, por mucho que los cristianos reclamaran su vida en el circo romano que se montó, y ni tan siquiera las lágrimas bien colocadas de su novio sirvieron de revulsivo para bajar su altanería. Charía lloraría, se derrumbaría y lamentaría en su medida lo que había hecho. Ya no tanto por Rubén, sino por ella misma y la reputación que se ha labrado. Sin embargo, no lo haría delante de las cámaras, sino después, en el hotel con su madre consolándola.

Ya lloró en Gran hermano, tonteó con otros, confesó su alterada verdad sobre su relación con Rubén, y folló cuando su cuerpo lo pidió. Ya había regalado al concurso demasiado cómo regalar la humillación y la satisfacción de verla tocada y hundida. Eso supongo que tiene otro precio, y que se verá más adelante en formato de exclusiva.

A Chari se le reprochan muchas cosas y se la cree muy poco, como si todo lo que hubiéramos visto en el concurso fuera la verdad de la pareja. Olvidamos por momentos que aquí hay piezas en el puzzle que no tenemos, y que por tanto la imagen panorámica de lo que es, ha sido y será Rubén y Chari no lo tenemos. Tenemos que conformarnos con una realidad televisada durante algo más de dos meses y las pinceladas que sus protagonistas nos han dado sobre lo que sucedió tiempo atrás, cuando su vida no se emitía 24 horas al día. Tal vez por eso no me creí a Rubén, llorando desconsolado mientras miraba a Chari con tintes de desprecio ante la chulería de la gaditana. Ya dije que para mí Rubén ha aportado poco a este concurso. Fue bueno al principio, cuando Chari tonteaba con Feroz, y fue malo después, cuando estaba teledirigido por ella y se juntó con Yago. Ahora vuelve a ser el bueno en esta historia, y nuevamente vuelve a ser bueno por Chari. Sin ella, Rubén no tendría sentido, y con la repesca a menos de una semana necesita explotar su faceta más tierna, hacer que la audiencia se compadezca de él y quiera tratarlo como ella no lo ha hecho. Es una gran estrategia, tanto que hasta dudo que haya sido idea del propio Rubén. Tal vez aquí tenga la madre mucho que ver, o quién no nos dice que la misma Chari.

Y es que algunas de las piezas que no tenemos de este puzzle ya nos la dio ella durante el debate. El domingo pudimos ver el vídeo del casting dónde contaba que no estaba enamorada, que era celosa, pasional y una serie de lindezas que con agilidad utilizó Rubén para canonizarse aún más. Y le hubiera salido bien si no llega a ser porque Chari confesó que se trataba de una mentira pactada entre ellos para poder entrar en Gran hermano, y que por tanto no entendía la sorpresa del hasta entonces su novio. Rubén titubeó, palideció un poco y rectificó con torpeza, echando balones fuera para evitar tener que confesar cuál fue su mentira. En menos de un momento, Chari podía desarmar todo el papel que Rubén se había creado, utilizando las malas artes de ella para ser el pobrecito de la historia. La pena es que la credibilidad de ella está por los suelos, por lo que la mayoría habrá interpretado que Chari mentía y que él fue el chico guapo, romántico y gentil al cual ella maltrató. Vale que hay cosas que no me creo de ella, pero menos me lo creo a él.

Antes de acabar el debate, que pude terminar de ver ayer (empieza y acaba muy tarde como para verlo hasta el final) Rubén afirmó que tenía una conversación con Chari que debía producirse en privado antes de cualquier decisión. Pero ella se adelantó y afirmó que daba por finalizada la relación, precisamente para evitar que él fuera el pobre de su historia de amor y ella la maltratadora que lo manipulaba. Luego reculó suavemente, dejando a la elección de Rubén el futuro de la relación. Y supongo que su decisión se verá condicionada por la capacidad de rentabilizar cualquier detalle susceptible de ser vendido en televisión. De momento tenemos la repesca, y él sabe que con ese papel tiene garantizado reengancharse en el concurso. Pero, a nosotros como audiencia, ¿de qué nos servirá Rubén sin Chari?

Supongo que la máxima expectación estaría en la conversación que se produciría entre Rubén y Marcelo, pero que duraría menos de cinco minutos. Después, Rubén orbitaría por la casa con un renovado buen rollo mientras Jhota discute con Terry, Laura se enchocha de Marcelo, Patricia canta Disney, Lydia baila en trikini, Dámaso continúa con su trasformación sexual que no interesa a nadie…. ¿De verdad vamos a dejarnos llevar por la compasión? ¿De verdad queremos otra Cathaisa en la casa?