martes, 24 de abril de 2012

Noemí, fuera


Fin del guión.

Ayer tuvimos una gala de máxima tensión, emocionante y que hasta rompía con esquemas que los seguidores de Gran hermano conocemos a la perfección. Ha sido una semana dura, con una agresiva campaña en las redes sociales donde las capturas de los móviles con votos a Noemí y Dani se fueron multiplicando para ver quién de las dos hinchadas lograba el triunfo. Para los noemistas era una expulsión clave. Si conseguían salvarla demostrarían su supremacía, desmotivaría a la otra hinchada y probablemente ya se meterían en la final. Para la otra hinchada, que no se trataba de plataformas que apoyaran a Dani, sino los contrarios a Noe, jugábamos esta baza casi como la última. Por que bien sabíamos todos que con Dani fuera, en una batalla de Noemí contra María, se salvaría Noemí, contra Hugo, se salvaría Noemí… quedarían pocas opciones para que no terminara ganando.

Para los contrarios a la mentira, había algo claro. Noemí, protagonista de esta edición, o mejor dicho antagonista, requería de una entrevista larga para llegar a todos los puntos clave por los que se convirtió en un personaje importante. Si Noemí era la eliminada, tendrían que cerrar teléfonos pronto y comunicar la decisión de la audiencia como muy tarde a las 23:15. No fue así. Rompiendo esquemas, los teléfonos continuaron recibiendo votos hasta más allá de las 23:30 y la expulsión llegó al filo de la media noche. ¿Por qué renunciar a una entrevista larga? Supongo que para dosificar las emociones y evitar la fuga de espectadores, por lo otro lado para decirnos a nosotros, que vamos de resabidos, que nunca podemos dar nada por hecho. Es más, según nos dieron a entender, al principio de la noche el primer porcentaje estaba en un 50% y el segundo en un 49%, para finalmente darse la vuelta. Noemí terminó perdiendo justo en ese periodo de tiempo que los teléfonos estuvieron abiertos de más. Si GH hubiera querido salvarla, bastaba con haberlos cerrados al inicio de la gala (Otro argumento para que calláramos quienes decíamos que a GH interesaba que siguiera la canaria en el programa).

Reconozco que ahí me pasé de listo. Cuando vi como el corral se descontrolaba en una noche como la de ayer, pensé que lo permitieron porque la entrevista de Dani requería de menos tiempo, y por tanto podían perderlo dando voz a la grada de reventados que parece que aún no saben dónde se han metido a concursar. Pues bien, que aquí queden reflejadas mis disculpas como también lo dije por Twitter.

Y ahora entrando en materia en concreta. Noemí finalmente salió expulsada para enfrentarse a un plató que mostraría las verdades que muchos hemos visto a lo largo de los 93 días. Fue una suerte que ayer se mostrara de una manera tan brillante los verdaderos motivos por los que se la expulsó. Los defensores de la canaria, que parece que tienen el mismo defecto que ella, han inventado una realidad paralela por la cual todos aquellos que no queríamos a Noemí era porque no tolerábamos los derechos de la mujer, su libertad sexual, porque somos unos carcas conservadores, rematando la cantidad de calificativos con otros como machistas o retrógrados. Es una realidad sesgada que han vendido durante toda esta semana, intentando hacer imponer esa visión errónea a la realidad. Por suerte Gran Hermano mostró la verdad de por qué se ha expulsado a Noemí. Y no era otra cosa que la mentira. A mí me da igual con quién se acueste, con cuántos y en qué orden. Lo que me quemaba era la mentira.

No estamos hablando de una simple mentira, sino de una sucesión de éstas, la mayoría injustificadas. Yo no me río cuando veo a Noemí mentir y engañar a la gente, a los que debe tomar por tontos que se creen cualquier cosa dicha por ella. Muchas mentiras ni siquiera eran piadosas. Eran mentiras porque sí, porque ése era su juego… y eso era lo que se estaba premiando, y a su vez lo que me llenaba de más indignación. Y lo peor y más grave de todo era que, pasado un tiempo, terminaba creyéndose su propia mentira. Por eso Noemí vivía en una realidad alterada que se fue disipando ayer mientras veía los vídeos. Su expresión seria, con los ojos llorosos y el pulso tembloroso nos dijo mucho más de lo que ella luego dijo a través de palabras. No tuvo la bondad o la humildad de reconocer que se había equivocado. Tan solo reconoció que Aless se molestará cuando vea los vídeos que protagonizó en Brasil.

La entrevista fue maravillosa en la parte que corresponde a Mercedes Milá como entrevistadora. Supo tocar muchos puntos, pese al poco tiempo que finalmente quedó. Matizó muchos instantes e hizo hincapié en las mentiras gratuitas que Noemí fue soltando a lo largo de su estancia. Como contrapunto la entrevistada. Noemí tampoco supo estar a la altura. Ni siquiera ya frente a la verdad desnuda empezó a ser sincera. Se perdió en argumentos pobres y diluidos con una inseguridad evidente. Pero bueno, Noemí ya está fuera de juego, sus seguidores que votaron con mucha fuerza se disiparan entre otras hinchadas y supongo que el nivel de participación de este grupo en las votaciones bajará.

Ahora bien, he de reconocer que con la expulsión de Noemí tenemos una nueva casa. No mejor o peor, simplemente diferente. De hecho, ayer cuando ella se despedía de las personas que habían sido sus compañeros durante más de 90 días de esa manera tan cobarde, y viendo ya ese sofá con muchos espacios vacíos, empecé a entender que ya vamos al final del programa. Y con la villana caída en combate, parece que el desenlace está aún más cerca. No obstante, nunca hay que fiarse. GH sabe darse la vuelta de muchas maneras y seguro que ahora que la trama de la mentira ha finalizado, surgirán otras nuevas que pondrán la casa patas arriba y que nos mantendrán ocupados el mes que nos queda de concurso.

Y a las nuevas, están todavía las viejas que aún no se han cerrado. Las matrimoniadas de Pepe y Pipi, la extraña pareja formada por Hugo y María y las incógnitas respecto a cómo responderá Aless ahora sin Noe. Todo esto con un narrador de lujo como es Dani. Gracias a él hemos descubierto muchos matices de las tramas de los demás, convirtiéndose así en un elemento clave para descubrir lo que la cámara no capta (Por cierto, a veces me recuerda a Ángel Llàcer ¿Os pasa también a vosotros?). Supongo que por eso Ari está en una posición de peligro esta semana. En realidad, Ari lleva desaparecida desde hace mucho tiempo, aunque a veces resucita gracias precisamente al narrador de GH, a Dani, con vídeos muy divertidos como pocos. Habrá que ver qué sucede el próximo lunes.

Antes de irme,  me gustaría hacer algunos comentarios a las personas que nos han insultado y nos han puesto a parir por echar a Noe: como Belén Rodríguez, M. Frigenti o C. Alcaide (y a esas personas que mandan mensajes para que lo pongan en el faldón de la casa en directo). También quería anotar algo sobre la grada de reventados. Por eso hoy hago una especie de respuesta a esos ataques que no han sido directos a mí, pero con los que me siento evidentemente aludido:

- A los que critican hoy a Mercedes Milá por tomar partido. Ella jamás fue neutra. La vez que más cerca estuvo de serlo fue en GH1, y porque fue el primero precisamente. Entonces no se sabía muy bien cómo había que enfocar el programa. Luego vieron que es un espectáculo. Hay que hacer que todo arda y ella muchas veces hace de mecha. Otra cosa es que el año que coincidimos con ella nos parezca estupendo y el año que no, nos parezca lo peor. Yo recuerdo con horrores GH10 precisamente por ver lo imparcial que era. No obstante, lo entiendo y lo acepto como parte del juego. No es ninguna novedad para que nos llevemos las manos a la cabeza.
- A Belén Rodríguez que afirma categóricamente que hemos echado a Noe por envidia y por haberse liado con dos. Por favor, bonita, no digas tú por qué la he votado yo. Entiendo que hubiera gente que la defendía, pero yo no podía y no porque se hubiera liado con nadie. Lo siento pero no tolero bien la mentira, menos la mentira porque sí.
- A Frigenti: no entiendo que pidas respeto a Noemí cuando hay por la red un vídeo de tuyo precisamente poniendo a parir a los demás concursantes. No mires la paja en el ojo ajeno, sino la viga en el tuyo propio.
- A Alcaide: estoy de acuerdo que con Noemí fuera se ha perdido una trama importante. Pero Noemí no ha sido la protagonista de un culebrón. Ha sido la mala, la villana. Coincido que podríamos haberla dejado más tiempo, pero todo tiene un límite. Y si la hemos echado es por mentir. Hoy en AR ha dicho que si fuera por eso la habríamos echado antes. ¡Y lo hemos intentado! Pero la hinchada no fue tan activa votando a como hubiéramos deseado. Supongo que la expulsión de Marta fue lo que nos activó para votar en masa esta vez. Al ver que se iba la de la pinza y se quedaba ella, comprendimos que hay que dejarse de encuestas y votar.
- A Verónica sobre los vídeos que no pusieron a Marta. Entiendo que cuando ella salió le pusieran el vídeo donde la de a pinza la llamaba hija de puta. Ahora, si a Marta no se lo pusieron es por algo muy sencillo. La trayectoria de Verónica fue simple con pocos altercados, entre ellos adquiría fuerza ese instante. Marta ha estado más del doble de tiempo que Vero y su trayectoria por la casa estaba impregnada por sucesos más interesantes e importantes que ese capítulo en concreto que sí lo fue en la noche de expulsión de Verónica. Supongo que debe joder darse cuenta que el paso de la de Bilbao es ya una simple anécdota, pero esa es la verdad.
- De Cristian no diré nada. Es lo que busca, que hablemos de él. Que compre Intereconomía, ya que le sobra el dinero, y suelte su discurso ahí, que esa cadena pega más con los pensamientos que tiene.

martes, 17 de abril de 2012

Teatro, puro teatro



Ya he llegado a pensar que lo de Noemí no se trata de simple maldad, de lapsus como ella misma lo denomina o una extraña realidad paralela que se haya montado donde sus mentiras son verdades. No, lo de Noemí es puro teatro, cada vez más exagerado debido a que ella ha empezado a ser consciente que afuera está siendo aplaudida.

No me cabe la menor duda de que esto es así tras los sucesos de los últimos días, tras haber visto como se montaba la película para llegar a decir incluso que había pactado con la organización que su permanencia dependería en parte del comportamiento que María tenga en la casa. Noemí probablemente sea ni siquiera la verdadera Noe surfista que cabalga sobre las olas. En Gran Hermano es otra, es el papel que ella misma representa tras haber realizado un minucioso estudio de lo que ha estado haciendo y las señales que recibe del exterior.

Me recuerda en gran parte a Patricia de GH3, pieza indispensable de aquel GH que presentó Pepe Navarro. Aquella muchacha que tuvo de verdugos a Raquel Morillas y a Kiko Hernández hasta que se lo «ligó», demostró que era un personaje por encima de la propia persona. Ella exageraba todo, vivía en su propia percepción de la realidad e iba marcando con muy buen tino el camino que debía caminar la audiencia. Patricia, con una gran habilidad, fue haciendo que todos sus compañeros de edición fueran vistos como los malos de uno en uno: cuando ya tenía uno en la puerta de salida, iba eligiendo a otro. La audiencia se lo perdonó todo, divirtiéndose con sus neuras, con sus películas e incluso muchos llegamos a pensar que terminaría ganando aquella edición tan diferente a las dos primeras que habíamos visto. Pero Patricia erró eligiendo a su último verdugo. Javito, amigo fiel y leal, comprensivo y respetuoso con ella, terminó ganando precisamente gracias a su traición, en la que ella dejó de ser la víctima para convertirse en el verdugo. (Todos estos datos volvieron a mi memoria gracias a Gilda Santana y su libro «10 años en Gran hermano»)

Pues bien, con Noe veo casi lo mismo. Ella también ha ido intentando decirnos quién debe salir expulsado. Ella se va montando su película tejida con sus mentiras, va maniobrando y diciendo y desdiciendo sus palabras. Dice que está soltera, pero luego que afuera está un «italianini» a quien quiere. Se lía con Aless afirmando que no tiene ataduras mientras en su blog nos las muestra. A María le dice que lo intente con Hugo, a Hugo que tenga cuidado. Luego le manda a María cuidar de Julia, a los demás les dice que tenía que cuidar de Eli. Va a Brasil y dice que en España la tiraron en pelotas a la piscina, que no tenía nada con nadie y se lía con Fael. Llega a España, se encuentra a Aless y dice que no pasó nada. Se genera la película de un nuevo engaño y entonces Gh empieza a girar en torno a la propia mentira de Noe. Enseñan un vídeo de Fael, Rafa para ella desde que está en España, Aless se muestra celoso, entran los repescados que van dejando alguna perlita, ella se pone nerviosa ante la posibilidad de ser descubierta, ¡¡Meten a Fael en la casa!! Y ella sigue como si nada (Eso sí, tras indicar a su amante brasileño que no debe contar nada), se empiezan a mofar algunos compañeros de la situación, ella empieza a decir que han dicho lo que no han dicho para culminar de momento con gente gritando desde el exterior con un megáfono la realidad que desmonta el teatro que tenemos montado.

No es una verdad lo que estamos viendo este año: es mentira todo, una película de enredo en la que Noemí ni siquiera es la protagonista, sino ese personaje malvado que mueve y enreda todo, ella es el conflicto que se genera y por el que la historia adquiere sentido. Y está muy bien para el cine o una serie de televisión. Pero el problema es que en Gran Hermano lo que se debe vender debe ser verdad. Es un reality, telerealidad, y sin embargo tenemos una realidad alterada que todo gira en torno al teatro que ella se ha montado. Muchos dirán que el teatro que se ha montado es una realidad de una persona real. Y sí, es verdad que ella miente. Ésa es la verdadera realidad. Noemí es una mentirosa compulsiva que le da igual a quién llevarse por delante. Insisto que no se trata de una guerra de sexos, de libertad sexual o derechos conquistados de las mujeres (las cuales merecen todos). Lo que aquí estamos viendo es una persona que miente y dispone a su antojo de todo cuanto precisa, de una malcriada que se pone a llorar desconsoladamente cuando lo que pasa no lo controla, quién encima tiene la cara dura de exigir sinceridad, lealtad y hasta fidelidad cuando ella misma es incapaz de dar lo mismo.

Esta semana tiene una nueva prueba de fuego. Ha caído nominada contra dos personas que no han hecho nada verdaderamente censurable para salir expulsados. Ari es una secundaria desde hace semanas, que está triste cuando está en compañía de Noemí y que está verdaderamente extraordinaria cuando su complemento es Dani, mientras Dani, otro secundario, se ha convertido en una pieza clave para el entretenimiento, las risas y momentos impagables como el de Soraida (Entre otros muchos).

Los seguidores de Ari se equivocarán mucho si van a por Dani. Dani es el complemento que Ari demandaba desde hacía tiempo para volver a llamar la atención. Con él, ella vuelve a ser muy divertida como lo fue en compañía de Ochoa o Verónica, sus verdaderas amigas ahí dentro (La amistad con Noe fue fruto de la soledad). Además, es una oportunidad única para devolver a GH lo que le corresponde: la realidad. O ¿Qué creen que harían los noemistas si Ari saliera nominada con Noemí y Alessandro? Todos sabemos la respuesta.

Espero que esta semana demos el golpe de gracia. No será fácil. Los apoyos de Noe hasta se han empecinado en hacer TT en Twitter «GH Dani al 27211», pero desde los blogs llevamos tiempo demandando la salida de la canaria. Puede que esta vez el sueño se haga realidad… Dependerá en si votamos o no, lo único que de verdd importa. Las encuestas dirán que se va ella con el 70%, pero solo suman los SMS con GH NOEMI al 27211.

viernes, 13 de abril de 2012

Lo artificial ganó a lo auténtico

Adiós a Marta 12+1

La autenticidad, la lealtad, la nobleza, la juventud y la diversión salió por la puerta de salida, dejando tras de sí una estela de pinzas y calcetines rotos. La concursante más supersticiosa de esta edición que huyó del número 13 nos ha dejado debido a una nueva demostración de poder de una hinchada pequeña, pero dura de pelar.

Marta no merecía la expulsión. No lo merecía porque ella reunía en sí misma las calificaciones con las que he empezado en un inicio. La muchacha más genuina de cuantas han pasado, el verdadero espíritu de Gran Hermano por así decirlo. Se va para que el público siga viendo el espectáculo de Noemí. Hace unos días pensé que Noe estaba siendo víctima del programa, y tener como verdugo a la propia dirección empeñada en hacer tramas en torno a ella, era lo que inyectaba fuerzas y moral, a golpe de indignación, de esa hinchada pequeña que la apoya. Pero hoy me he dado cuenta que no es así. La dirección no está siendo el verdugo de Noemí, como en su día lo fue la dirección de OT con Idaira. En realidad está siendo su mejor aliado, haciendo guiones que giran exclusivamente sobre ella y provocando un foco de luz que, sin las decisiones de intentar meter a Paolo, la visita de Fael, llamadas telefónicas o vídeos de fuera no hubiera tenido.

Porque no podemos engañarnos. Noemí sin Gran Hermano sería simplemente una concursante gris que inició una relación con un italiano. Sus lapsus de maldad no tendrían relevancia, sus mentiras serían anecdóticas y sin la posibilidad de marcharse a ser «mala», ¿Qué sería de Noe?

Gran Hermano ha demostrado que en esta edición ya no busca tanto que las tramas de los concursantes emerjan solas, producto de la autenticidad de cada uno. Gran Hermano ahora es quien las provoca con decisiones como las antes mencionadas o la llegada de Sergio. Gran Hermano 12 + 1 ahora es simplemente 12 + 1. El producto de una superstición sin esas siglas que hacen de verdad el programa.

Noemí ya ha ganado. O casi, casi. Tiene en sus manos en ansiado maletín, ese por el cual Cristian no puja porque 300.000 euros en comparación con 3.000.000 que ganó en la lotería es simple calderilla (Supongo que por eso ve mal que otros anhelen lo que para él solo vale para limpiarse el culo). Estoy convencido de su victoria porque ¿Qué debe hacer para perder Gran Hermano? Ha hecho daño a otros compañeros por simple diversión, ha jugado con tres hombres, ha mentido desconsideradamente y pese a todo ella sigue dentro (Aunque la percepción real del público está en su contra y de ahí que siempre se dé como expulsada. Una suerte para ella que todos los que votan en encuestas no lo hagan por SMS). Noemí es una mala víbora, y no lo digo por envidia —ese argumento tan manido por aquéllos que la defienden—. Noemí, en las primeras ediciones, hubiera salido expulsada con la primera maldad ¡Cuánto ha cambiado el público que vota en GH!

Solo veo una forma para conseguir que pierda. Y la llave la tiene Alessandro. No lo digo porque el italiano deba ganar. Es más, Aless, sin Noemí no hubiera sido nada en esa casa. Por eso no creo que él deba ganar. Entonces ¿Qué es lo que hay que hacer?

No hay que infravalorar el sentimiento de la pena. Es este sentimiento el que puede tumbar a Noemí si conseguimos expulsar a Alessandro para que pueda ver las imágenes de su chica comiéndose los morros con Fael. Cuando tengamos al italiano sentado frente a Mercedes, podrán suceder dos cosas:

La primera que se coma sus sentimientos y no los exteriorice, que nos diga que no pasa nada aunque por dentro arda en deseos de gritar. Es posible que pase esto en parte porque Aless ya tiene asumido que algo ha pasado en Brasil. Si no ¿Por qué tanta insistencia con Fael? Si Aless optase por esta reacción, Noemí ganaría Gran Hermano con tranquilidad.

Ahora bien, y aquí va la segunda opción, si Alessandro con las lágrimas contenidas en los ojos y la voz rota dijera lo profundamente defraudado que se siente y nos narrase lo engañado que ha estado, podría provocar el revulsivo necesario para que todos los no-votantes lancen el grito de guerra en contra de una de las concursantes más dañinas de la historia de este programa.

Necesitamos que alguien encabece la batalla final, un Aragon, hijo de Arathorm, que mueva a todos los que no lo han hecho para impartir algo de justicia. Porque Noemí no hubiera ganado nunca GH1, ni el 2, ni el 3… ni el 7 ni el 8. Antes jamás premiábamos la maldad gratuita que Noemí exhibe. Ayer Marta lo decía viendo la casa desde plató: «¿Y qué hace ella? ¡No hace nada! ¡Mírala!» exclamaba la de la pinza mientras Aless en un rincón observaba a su chica en estado de euforia al lado del brasileño.

Puede parecer injusto pedir la expulsión de Aless (Si algún día sale nominado, que esa es otra) solo para que encabece desde fuera la batalla contra Noemí. Pero como he dicho antes, él tampoco ha aportado nada más allá de las tramas generadas por esta Artemisa. Por tanto, tampoco es digno de la victoria. No obstante estará complicada la cosa. Precisamente la hinchada de Noe evitará su salida. No porque quieran que siga dentro, sino acorde a lo que hace la abeja reina, intentarán evitar que Aless vea las imágenes.

Ahora, esta mano aún no la tenemos disponible: María, Cristian o Dani será el próximo expulsado del lunes (Mejor que la cosa se vaya acelerando, porque total, ya sabemos como acaba el cuento). Espero que se marche el millonario machista y homófobo. Total, él ya no quiere estar dentro (Aunque si 300.000 es calderilla ¿Qué le cuesta pagar la multa de 12.000?)

Este GH que era histórico ya se está empezando a torcer como GH12. El año pasado premiamos la infidelidad y la chabacanería, este año vamos camino de premiar la maldad. Me hace gracia que muchos digan que si lo de Noe lo hiciera un chico estaría estupendo. Vuelvo a recordar el caso de Arturo de GH11, que tras Indhira y Tatiana y el tonteo con Carol, desde fuera se le llamó de todo y jamás se premió su virilidad. Y en esta misma edición se está diciendo de todo contra Hugo por su relación con María, pero la vara de medir es distinta con esta mala pécora.  Al final va a ser cierto que la crisis no es solo económica…

jueves, 12 de abril de 2012

Comentarios moderados

Solo comunicar que he vuelto a sufrir un ataque de spam de Kike, ese indignado que se dedicar a escribir en todo lo relacionado con Gran Hermano para decir que es un tongo, que está manipulado y demás chorradas debido a que se ha presentado mil veces al casting y nunca le han cogido, todo escrito con mayúsculas, minúsculas, sin espacios y con graves faltas de ortografia. Como me ha llenado el blog del mismo y único comentario, he tenido que poner la moderación para evitar que ensucie este blog.

El resto de comentarios los voy publicando en cuanto los detecto: esté de acuerdo o no con ellos, pero los de este señor, ¡me niego!

martes, 10 de abril de 2012

¡Por Marta!


Marta, la reina de las fichas negras.

Ayer tuvimos una gala trepidante y llena de incógnitas. La expulsión, que como siempre era cosa de dos, estuvo moviéndose una y otra vez entre Marta y Sergio. Marta tenía en contra a las Noemistas, que llevan semanas intentando sacarla del juego y puede que esta vez estén muy cerca de conseguirlo (ayer por muy poco no lo consiguieron) mientras Sergio tenía en contra al resto de la gente con sentido común, que más allá de una cuestión de piel como sucede con las Noemistas –que no soportan a Marta-, sancionó la actitud que éste había tenido con su novia.

Era de justicia que ayer fuera él el expulsado. Sergio, que entró como invitado para dar una vuelta de tuerca los argumentos que teníamos antes de su aparición (y en gran parte entró gracias a los Noemistas, que evitaron a toda cosa que lo hiciera Paolo) terminó dándonos otro argumento completamente inesperado, y horrible.

Recuerdo que cuando conocimos a Sindi en su vídeo de presentación, Sergio salía como un muchacho joven, sano y noble. Unas risitas, él apoyando a su novia… Más tarde, cuando unos veían que Sindi estaba sintiendo «cosas» por Pepe, Sergio aparecía en la gala, sonriente y seguro de que su novia era leal. No había hueco para la duda y eso le dignificaba aún más. Era casi perfecto y hasta algunos empezaron a decir que si hubiera sido él quién entrara al principio y no al revés, hasta hubiera tenido opciones de ganar el concurso. Esto último parecía confirmarse cuando le vimos aquella semana recluido en el pabellón de pruebas junto con Paolo. No podemos negar que nos reímos un montón además de ver que seguía manteniendo ese discurso sobre la seguridad que tenía con respecto a su novia (Aunque ya entonces le veíamos algo más sombrío).

Llegó el momento. Los noemistas consiguieron que entrara en el lugar de Paolo y se reencontró con Sindi. En aquel breve instante, todos empezamos a ver la tragedia. Sindi estalló de alegría al verlo, pero no tanto al saber que se quedaba. Sindi fue valiente y esa misma noche aprovechó para dar explicaciones a su novio sin necesidad de que éste se las requiriera. Entonces puso en manifiesto lo que algunos ya decían. No estaba segura de lo que estaba sintiendo. Empezó a rehuir sus besos, sus caricias, sus abrazos. Estar con él era más una petinencia que una alegría, una carga que tenía que empezar a soportar, rompiendo así la magia que Gran hermano le había provocando en los dos meses de concurso. Las largas noches con Pepe y Marta quedaron para el recuerdo y todos pudimos ver que Sindi no era la misma. Hasta ahí todo se le puede «culpar» a ella. Sin embargo nos faltaban piezas de este puzzle.

El chico sanote que conocimos tiró la careta al cabo de una semana y se convirtió en un ente que ante todo buscaba arruinar la experiencia de su novia. No se trataba que él no estuviera integrado en el grupo. El problema era que lo estaba ella. Tenía que recuperar a su Sindia, esa chica que debe ir siempre un paso detrás de él y que por supuesto es menos inteligente que su macho, como así lo percibe ella misma. Empezó a indicar cómo debía vestirse, con quién debía estar, cómo debía actuar… hasta llegó a decirle que no debía pensar por sí misma. La verdad, cada vez que recuerdo cómo ha ido marcándola, domesticándola para que actuara como él precisamente quería, ver como conseguía dar la vuelta a las discusiones para hacerla sentir mal y hacerla creer que la culpa era de ella, me repugna, me asquea… Por eso no entiendo como no salió expulsado con más de un 80% de los votos. Un hombre así necesita una condena unánime, firme y contundente. Y sin embargo salió con poco más de un 1% de diferencia con Marta. Hasta pudimos entender que al inicio de la gala era ella la expulsada.

Por supuesto que jugó en contra todos los vídeos que vimos. No olvidemos que, aunque esto lo vimos en el resumen de La Siete y comentado en blogs y foros, la mayoría de la gente no accede a estos contenidos y se basa exclusivamente de lo que ve durante la gala en Prime Time y el posterior debate (Más centrado a veces en hacer teatro que en una crónica de lo que está pasando). Urge que los resúmenes regresen a Telecinco y puedan verlo un millón de personas, y no solo aquellos enfermos como yo que nos tragamos todo y hemos contemplado el bochornoso comportamiento de este cavernícola. Por cierto, lamentable su actitud en la entrevista, sobre todo en las respuestas que dio a la madre de Sindia y esa última frase diciendo «Llamémosla Pipi hasta que regrese a casa», donde será Sindia, su Sindia.

Los nuevos nominados, del cual saldrá un nuevo expulsado este mismo jueves, nos dejaron un panorama nuevamente desolador. Marta no solo vuelve a estar en peligro, sino que encima tiene que tumbar a tres personas del mismo bando. La famosa teoría del balancín se vuelve en contra de esta muchacha que nos ha dado todo en Gran hermano. Marta, que ha sido fiel, leal, divertida y hasta histriónica en algunas ocasiones, la cómplice de Pepe y nuestra niña mimada corre un verdadero riesgo de salir por la puerta. Sus seguidores pueden terminar dividiéndose entre Cristian y Noemí. Algunos irán a por el otro cavernícola de esta edición pensando que es un rival más débil precisamente por su condición de repescado, otros irán a por Noemí –bestia negra de Marta- y al final, mientras sus seguidores se dividen, el resto concentran sus fuerzas en echar a nuestra Marta. Si esto fuera una partida de ajedrez, podemos decir que nos quedamos sin Reina de nuestras fichas, las negras (Nosotros somos los malos para los noemistas. Noe es todo un amor que es libre de hacer lo que quiera pero que condiciona lo que deben hacer los demás).

Muchos se fiarán de las encuestas donde Noemí parte como favorita a la expulsión. Pero no nos podemos fiar. Los noemistas son insistentes y perseverantes. Ya lograron salvarla hace dos semanas sacrificando a Juan, pese a que las principales encuestas la daban por eliminada con un porcentaje considerable. Dentro de dos días la historia puede repetirse. Y aunque yo preferiría ver fuera del juego a Cristian o Ariadna, más atrezzo que otra cosa en estas semanas, al final el duelo será entre ellas.

Hay que salvar a Marta, a nuestra niña alocada, a nuestra reina ¡Y podemos hacerlo! Solo hay que concentrarse en un objetivo: Noemí. Tenemos dos días. Demostremos que también somos poderosos. ¡¡Por Marta!!

miércoles, 4 de abril de 2012

Sobre Sindi, Sergio, Juan y demás habitantes


El show debe continuar.

Bueno, cómo he estado enfadado con Telecinco y no he escrito estos días, hoy haré un breve resumen de los apuntes más significativos antes de volver con la actualidad de la casa.

Día 26, Berta sale expulsada…  hmmm… Nada que decir al respecto. See you again!

En esta gala, con la entrevista más interesante que jamás pudimos imaginar, se nos informó que se ponía en marcha la repesca, envainándose así las palabras que dijo Mercedes Milá al respecto de este recurso utilizado desde Gran hermano 9. Todos sabíamos que sería María la elegida. No porque existiera algún tipo de tongo. El clamor de las redes sociales era a favor del regreso de la jerezana a la casa para poder reencontrarse con Hugo y Noemí. Es una de esas jugadas maestras que lo cambia todo, y que por supuesto no nos podíamos perder.

El segundo recurso de la noche (obviando los reencuentros con los familiares) fue la relación de Sergio y Pipi. Todos pudimos ser testigos de lo que sucedería más tarde. Ya entonces veíamos a una Sindi completamente encorsetada con la llegada de su novio. Su entrada no había supuesto un motivo de alegría… sino todo lo contrario.

Gala del día 2 de abril. Los seis nominados por los familiares de la semana pasada se enfrentan a una nueva expulsión, aunque finalmente solo los cuatro veteranos son llamados a la sala donde se les comunicará la decisión de la audiencia. Puro efectismo para crear intriga y emoción. Dani y Marta perdían su protagonismo a favor de más espectáculo. Esparcidos por la casa estaba los cuatro finalistas a la repesca y todos tendrían su reencuentro. Y es curioso que finalmente los dos que entraron tuvieran el reencuentro amargo. Cristian volvió a meterse en el armario para que Pepe le encontrara. La cara de bailaor era un poema al volver a ver al payaso (esta vez si el uniforme correspondiente), mientras María aguardaba en el confesionario para ser encontrada por Noemí. Todos esperabamos que hubiera entonces algún lapsus de maldad por parte de la jerezana. Algún comentario que dijera “Qué bien te lo pasaste por Brasil, eh pelleja”, algo que la pusiera más nerviosa. Pero María no hizo nada. Solo sonrió y las dos nos deleitaron con una clase magistral de falsedad. Una extraña competición de sonrisas para ver quién de las dos sonreía más. Mientras Ari tenía el privilegio de poder abrazar a su policía, al tiempo que le comunicaba que la audiencia no le apoyaba en la repesca, y Juan, ya expulsado, hacía lo mismo con Aristidin. Más tarde se nos informaría que la opción «Ninguno» fue en realidad la tercera más votada. Un poco más y nos habríamos ahorrado al idiota de Cristian. Una lástima.

Con todo esto tenemos los siguientes frentes abiertos: Juan como expulsado cuando muchas encuestas daban una amplia ventaja a Noemí para salir, la ya entonces ruptura entre Sindia y Sergio y las consecuencias de la repesca y nominados.

Pese a que la encuesta del Gato daba una amplia ventaja para la expulsión de Noemí, Juan terminó saliendo como consecuencia de una gran campaña puesta en marcha en las redes sociales: muchos la apoyaron para salvara  Noemí, concursante esencial en esta edición y a quien hay que agradecerle muchísimas cosas. Sin ella, GH no hubiera sido igual. También apoyaron la propuesta de echar a Juan los principales seguidores de Pepe. Eliminar a Juan daría más seguridad al bailaor en la próxima ronda de nominaciones (Como así fue), y por último los que creíamos que Juan estaba acabado como concursante desde hacía mucho tiempo. De los cuatro veteranos, era el más prescindible. Castrador de la libertad y la diversión y bandera de todo lo carca y casposo de este país. Juan supo leer el concurso y sabía que tenía la partida perdida. El clan bizcocho ha salido victorioso una y otra vez, por lo que sus opciones eran mínimas. Tal vez por eso pedía ya la nominación, y casi hasta el voto. Su posición en el juego fue de «Game Over» desde hacía semanas, desde que se quedó sin su rebaño de fuerzas vivas formado por David, Michael, Cristian y Aristidin. Y es que un pastor sin sus borregos no vale para nada. 

Lamenté que no se exhibieran las imágenes en las que el pater entraba en brote, encizañando y envenenando a todo el mundo  y sí se pusieran aquellas otras donde Pepe hacía burla en compañía de Marta. No es que crea que no deberían haber puesto las lindezas que soltaron los otros dos, pero en honor a la verdad deberían haber mostrado cómo Juan pecó de lo mismo. Juan se dedicó durante los 70 días que estuvo en Gran hermano a cuidar su rebaño e indicar, sin decirlo tácitamente, qué debían hacer (Como todo buen cura). Los momentos de odio exacerbado fueron constantes y los insultos como «Gilipollas» e «Hija de puta» fueron una realidad por mucho que él y su hermana lo negasen después. No pasa nada. Antes de cura es persona y hay muchos ejemplos de miembros del clero que destilan odio a raudales. No iba a ser diferente con un sacerdote llano. Aceptamos que fue Cristian quien captó a Ariadna a su bando, si bien éste fue un enviado de él tras una noche donde, con mucho tino, vaticinaban la necesidad urgente de renovar apoyos. Se equivoca, eso sí, en decir que el grupo de Pepe tiene la supremacía nominatoria, pudiendo elegir quién queda nominado y posteriormente eliminado. Son suficientes para sentar a uno o a dos en la lista pero no han podido evitar entrar en ella. Pepe ha estado cuatro veces nominado, Marta ya va por la sexta y ahí siguen. El cura, y ahora también Ariadna, se equivoca al pensar que ellos someten a la casa a una especie de sacrificio. Mismamente la audiencia podría haber echado a Pepe este lunes y no, le echamos a él. Lo mismo pasó con Cristian, con Michael, con Aristides, con Ochoa, con Verónica….  Ahí siempre hubo alguien del comando bizcocho y la audiencia ha dejado intacto el grupo, por tanto el fallo debe estar en otro lado. No saber perder, lo llamo yo aunque ellos ven otra cosa.

En cuanto a la relación o no relación de Sergio y Pipi, me encuentro en un mar de contradicciones. Desde el principio vi a Sindi completamente fuera de juego. La entrada de su novio la desconcertó de una manera asombrosa. No supo reponerse a la incorporación y diría que hasta terminó por romper las dudas que tenía.

Sergio es para Pipi un invasor. Ella, que se la ve más bien sumisa, obediente, responsable y recatada, estaba teniendo su burbuja particular, una experiencia en Gran hermano donde era una de las grandes protagonistas. Era un sueño que tarde o temprano acabaría y entonces se vería en la obligación de volver a su vida normal. Ya antes de la entrada de Sergio veíamos a Sindi vacilar, aunque jamás imaginé que alcanzase cotas tan altas. Para mí, las vacilaciones de Sindi estaban en haber conocido una experiencia que la había desbordado y que estaba siendo muy positiva para ella. Sin embargo, esta experiencia que por derecho le correspondía a ella, fue interrumpida por Sergio que hizo entrada precisamente para actuar como ente castrador. Sindi dejó de trasnochar hasta casi amanecer y empezó a estar a su lado para que no estuviera solo. Evidentemente, esto no lo hacía con gusto. Ella quería seguir en la cama de la piscina, a las cinco de la mañana comiendo galletas a escondidas mientras Pepe y Marta cantan, ríen y despellejan a partes iguales. Porque era su momento.

A mí se me rompía el alma al ver a Sindi cabizbaja susurrando a Marta que tenía que irse para estar con él, que estaba solo en algún ricón de la casa, mientras su amiga solicitaba que siguiera ahí con ellos, como había estado haciendo durante los dos meses de concurso. Pero ella no podía. Su concurso había «acabado» para ella con aquella bofetada de realidad.

Sin embargo, la parte que corresponde a Sergio también me provoca mucha lástima. Su manera de mirar a Sindi, su insistencia en querer luchar por ella, o incluso sus despechos cuando anuncia en la fiesta, con evidente propósito de aguarla, que su relación de cinco años había tocado fin. Me da pena, sobre todo porque por primera vez estamos viendo a una pareja en Gran hermano que se rompe, pero no por culpa de ninguno de los dos. Sindi no es ni Gema ni Chari, y Sergio no es Carlos o Rubén. Lo que más duele es ver como los dos sufren, sin atreverse a poner con palabras lo que muchos estamos viendo. Parece que el amor se acabó. Él sufre al ver cómo todo lo que ha dado lo ha perdido y ella sufre al saber que no siente lo mismo que antes, aunque desearía seguir sintiéndolo. Es resignación, frustración y mucho miedo al dolor por ambas partes. Ahora el foco de luz del que hablé hace unas semanas está centrado en ellos dos.

Personalmente creo que no todo está perdido para Sergio y Sindi. Necesitan estar fuera y recuperar sus vidas para ver si realmente es cierto lo que pasa en esas cuatro paredes y no una simple ilusión. No obstante, para que el final sea feliz, lo más recomendable sería separarlos hasta que los dos estén fuera. Todo el tiempo que permanezcan juntos dentro de esa casa solo servirá para creer que están bien y luego mal, provocando además daños colaterales y puede que irreparables tanto en ellos como en las respectivas familias. Y evidentemente creo que la permanencia de Sindi es más legítima que la de su novio. Por ello propondría la salida de Sergio para la próxima semana.

Sergio comparte nominación con Marta y Ariadna. Ari cada vez está más sola. Han expulsado a todos sus amigos, incluido el cura que tan poco amistoso fue con ella. Por suerte ha entrado Cristian, aquel que la captó para sus filas. No obstante creo que Ari está en una posición similar a Juan: ya casi fuera de juego. Ya no tiene ningún hombre a quien fustigar con sus despechos amorosos (Hugo no ha pasado por el aro), no tiene grandes amigas, salvo que contemos a Noemí entre ellas, para ejecutar los comandos GH que tanto nos hicieron reír y orbita por la casa entre amargura y apatía. Mientras, Marta sigue como siempre. Entra en brote sin aceptar la nominación, y sin analizar cuántas veces ha sido salvada, pero sigue siendo una leal compañera que da todo por sus amigos. Sabe escuchar, sabe dar las palabras que son necesarias para ayudar y sigue divirtiéndose y haciéndonos reír.

Por último tenemos a los dos repescados. Parece ser que al final solo quedará uno elegido por sus propios compañeros, como sucedió en GH11 entre Carolina y Carol. Sin contar con ninguna expulsión, diría que se quedará María gracias a los votos de Pepe, Sindia, Marta, Dani y Hugo, mientras que Cristian solo contará con los votos de Noemí y Ariadna. Alessandro y Sergio no sé que harán, aunque en caso de decantarse por el enano, serían 5 contra 4. No obstante una semana es suficiente para desestabilizar a Noemí, quien creo que será el principal objetivo del payaso. Ya sabemos que Cristian no es muy partidario de las libertades sexuales de la mujer, por lo que Noemí debe ser una especie de demonio peligroso al que intentará aislar. María ya ha ajustado cuentas con Noemí, pero de una manera muy Light

El lunes, si Telecinco sigue usando GH como un peón, veremos qué sucede con todas estas cosas y además han anunciado que entra Kiko Rivera ¿eing? No sé que pinta este parásito en Gran hermano. Por muy pantojo que sea, está ajeno al mundo GH y así debería seguir. Solo espero que su entrada sea parte de la prueba de la semana, en la que tienen que hacer de Dj’s. Si se queda de visita, empezaría a plantearme dejar de ver GH porque ya no sería GH, sería otra cosa… Esperemos que no llegue la sangre al río, entre, diga dos tonterías, que alguien le llame «Paquirrín» que eso le jode mucho y se pire. Aunque puestos a elegir DJ, hubiera preferido el que va a los debates o incluso a Sofía Cristo.

Maneras de maltratar a Gran Hermano



Llevo dos semanas alejado del blog debido a un creciente enfado hacia Telecinco por las últimas decisiones que está tomando con respecto a nuestro amado reality. Acepto, como bien nos ha dicho en muchas ocasiones Mercedes Milá, que hay decisiones que solo corresponden a la productora y a la cadena, decisiones que pueden gustar más o menos pero que siempre tienen una intención de mejorar el formato y hacerlo más exitoso (Aunque no siempre lo consigan). Nosotros decidimos quién sale de la casa, pero no somos quienes ponemos en marcha la repesca (Sí la votamos), tampoco tenemos el poder de decidir si los familiares tiene opciones a entrar como concursantes o si queremos que existan visitas de famosos. Esas decisiones son exclusivas de cadena y productora. Y hasta ahí puedo y entiendo que debemos respetar.

Sin embargo, estas últimas semanas hemos visto cómo Telecinco ha tomado una decisión con una finalidad diferente de mejorar o revitalizar el veterano programa, para muchos el buque de insignia de la cadena de Fuencarral. Gran Hermano ha cambiado de día de emisión no para mejorar la audiencia, sino para frenar a la competencia.

Recuerdo que antes de que empezara el concurso, y con Antena 3 ya promocionando el Nº 1 a bombo y platillo, temí que la dirección de la cadena de Planeta tomara la decisión de emitir precisamente su nuevo concurso de talentos musicales en la noche del jueves. Gran Hermano ya no es el programa que aglutinó ocho millones de audiencia. Llevamos trece ediciones a cuestas, la gente ha perdido ese interés que tuvo al principio y a día de hoy solo quedamos los fieles, los acérrimos y amantes del programa y sus simpatizantes. Las últimas ediciones, GH libraba una batalla contra las series estrella de la televisión pública: Cuéntame cómo pasó y Águila Roja (Antes de pasar a emitirse en lunes), perdiendo siempre en el horario de coincidencia. No pasaba nada. Al fin y al cabo, la RTVE sin publicidad no vale como competidora para captar a los anunciantes, por tanto GH seguía siendo «líder». No obstante, estos años atrás ya había demostrado su evidente debilidad, acusado en gran parte a los años que ya lleva en antena. Tal vez por eso creí que Antena 3 movería ficha dispuesto a cargarse a Gran Hermano de una vez por todas.

GH es una espina que se clavó en todas las cadena. Antena 3 lo tuvo en la mesa antes que Telecinco y lo rechazó (Cuántas veces se habrán arrepentido de dicha decisión). Aunque hoy no paren de anunciarse como la televisión blanca y familiar, no siempre mantuvo esa política. Antena 3 fue siempre una sombra de Telecinco, posiblemente por rechazar el programa que cambió la televisión. Fue gracias  Gran Hermano, en el año 2000, cuando una cadena privada lograba ganar a la pública por primera vez en la historia, victoria que hubiera sido de Antena 3 si se hubiera atrevido en su momento a emitir el concurso.

Por eso, creí que veríamos finalmente un enfrentamiento entre el Nº 1 y GH, provocado por Antena 3. Y sin embargo, para mi sorpresa, A3 decidió llevar su apuesta a la noche de los lunes, emulando así las exitosas emisiones de OT. Fue un alivio saber que no lucharían por llevarse el Prime Time. Gran Hermano continuaría con éxito los jueves (Ahora ya si por encima de TVE, algo que no sucedía desde hacía años) y el Nº 1 tomaría pista y despegue en la noche de los lunes.

La huelga general fue la primera de las excusas. No había garantías de que Gran Hermano pudiera emitir sin problemas en la jornada de huelga por lo que era preferible cambiar el día, y de todos los días posibles, lo llevó a la noche de los lunes precisamente para ensombrecer el estreno del Nº 1. Esta semana la excusa ha sido el Jueves Santo, por lo que hemos vuelto a tener GH en la noche de los lunes. ¿Y la semana que viene?

Gran Hermano 12 + 1 llegó a la parrilla mejor que GH12 y las semanas posteriores ha logrado mantenerse por encima de la media de la duodécima edición, siendo en esta ocasión líder de todas las televisiones. Las tramas que se han generado están siendo todo un lujo gracias en gran parte a un proceso de casting de sobresaliente. Cada semana hay nuevos giros y que cada vez ganan intensidad en lugar de desinflarse. Esta edición lo tenía todo a su favor para poder dar continuidad a futuras ediciones, pero desde hace dos semanas todo esto ha cambiado. Gran Hermano se ha convertido en la sombra del Nº 1, en la segunda plaza, en el Nº 2. No hace un mal share, 17,7% en la semana de la huelga y un 18% esta semana, perdiendo entre un y dos puntos con respecto a la emisión en la noche de los jueves, pero el mensaje que se recibe y lo que se anuncia gritándolo a los cuatro vientos es que el Nº 1 gana a Gran Hermano (Titular que no falta a la verdad).

Somos muchos los que creemos que nuestro programa debería continuar en la noche de los jueves. Fue ahí donde empezó a emitirse en esta edición y es dónde debería continuar hasta el final. Sin embargo, cada vez creo menos probable que Telecinco opte por volver a poner la emisión en su día original. Como he dicho, un 18% no es del todo un mal share (Mas si tenemos en cuenta que las medias de la cadena están en un 14%) y están asegurándose que el Nº 1 no empiece a tomar audiencias desorbitadas. El Nº 1 ganará la batalla, pero evitarán que ganen audiencias del 30%, que podría conseguirlas fácilmente si Telecinco continuara con los ya soporíferos capítulos de CSI. La decisión obedece a una estrategia para minar a la competencia… por tanto, estamos ante una decisión que no busca revitalizar y dar más éxito a nuestro programa. Es más, les importa poco sacrificarlo si con eso evitan un éxito aún más rotundo de A3. Y ¿eso es respetar a la audiencia?

Como espectador me siendo profundamente defraudado por esta decisión que corresponde exclusivamente a la cadena. Están demostrando que les da igual el precio a pagar con tal de frenar al nuevo programa musical, en parte para poder tener alguna opción cuando ellos estrenen La Voz (Que desde ya auguro audiencias inferiores a las del Nº 1 precisamente por llegar más tarde. Esto es igual a lo que pasó con Tienes Talento de Cuatro y el Tú sí que vales, solo que esta vez se les volverá en su contra). Es una demostración en mayúsculas de lo poco que tienen en consideración a la audiencia fiel que los hizo líderes en la noche de los jueves, que les importa poco que Gran hermano les reportase en el pasado audiencias estratosféricas y que hoy en día sea un pilar y una marca que va ligada a ellos. Han convertido a nuestro programa en un peón del tablero de ajedrez, que puede ser sacrificado sin con ello ganan la partida (El share del día). Y eso no es respetar ni a los profesionales que hacen el programa, ni a los participantes, ni mucho menos a la audiencia.

He de decir que no he visto ni un solo minuto de El Nº 1. Como espectador fiel de Gran Hermano, he cambiado mis noches del lunes viendo reposiciones de La que se avecina a las galas de GH. No obstante sigo deseando que todo vuelva a la normalidad que corresponde. Gran hermano toca los jueves y así espero que continúe. Por cierto, lo de Kiko Rivera… simplemente patético, otra manera de maltratar GH, no me cabe la menor duda, pero lo dejo para comentarlo después.