viernes, 9 de diciembre de 2011

#dalelavuelta

Desde hace unos días telecinco emite una serie de anuncios un tanto misteriosos donde un grupo de personas anónimas aparecen haciendo una serie de rutinas pero del revés, es decir, haciendo el pino. Un anuncio un tanto curioso porque no dice qué anuncia realmente. Simplemente invita a darle la vuelta, sin más.

Pues bien, pasados unos días de misterio, se ha filtrado a la red el  origen de tan extraño anuncio, a qué corresponde ¿Un nuevo concurso para equilibristas? Idea no tan descabellada después de tanto resurgir de los «talent show». Pero no. Tras él está el padre de los realities, nuestro Gran Hermano. Pero ¿Qué pretenden con dicho eslogan?

Desde la cadena ya han dicho que  «dale la vuelta» pretende invitar a la gente a mirar la vida que tenemos desde otro punto de vista. Con la que está cayendo, y con lo que nos queda, parece que todo es negativo: crisis, desempleo, corrupción, políticos de tres al cuarto gobernando, otros del mismo calado en la oposición… un panorama desolador que hace presagiar lo peor de los presagios. Pero ¿Y si damos la vuelta a la situación? ¿Y si intentamos mirar desde otro punto de vista? No hace falta decir lo presuntuoso del eslogan si es que Telecinco pretende que giremos el panorama tan desolador con su concurso de convivencia. Aquel que redactó la nota de prensa explicando aquello de «dale la vuelta», como se dice coloquialmente, se lo «flipó» un poco extrapolando lo que significará para Gran Hermano, pero dice mucho de lo que nos esperará a partir de enero.

Gran Hermano está en un momento complicado. Es el reality más longevo del panorama televisivo, la última edición acusó un desgaste importante debido a factores que analizaremos más adelante, otros buques insignia de la cadena cayeron por sorpresa (Operación Triunfo), y hasta hubo uno que le arrebató el título al más visto (Supervivientes 2011). Telecinco y Endemol tenían y tienen una ardua y dura tarea por delante, no solo para que Gran Hermano viva, sino para que recupere su trono. Tal vez por eso sí tenga sentido que demos la vuelta al concepto actual del concurso, que lo revitalicemos para que vuelva a las pantallas como lo que era.

Para ello había que «dar la vuelta» a todo aquello que no cuajó en GH12 y que provocó una fuga de espectadores. Y qué mejor que escuchar a sus fieles, a esos espectadores que como yo vivimos el programa para acometer los cambios necesarios para, precisamente, invertir la tendencia a la baja. En la nota de prensa dicen que han hecho los deberes, que Gran Hermano volverá a la esencia que lo hacía especial eliminando esos cambios que desvirtuaron lo que significaba, y como un décimo de lotería que te hace soñar durante unos instantes, he podido imaginar lo que  nos tienen preparado.

Dicen que no entrarán personajes de ésos que han intentado saltar a la fama con anterioridad, personajes como Yago que ya era conocido por ser el novio de Yola Berrocal o Julio –El Feroz- que intentó hacerse un hueco en el panorama televisivo como fuera: bien por GH, por MHYV o cualquier otro programa que le sirviera de trampolín para luego hacer un tour por discotecas (Una de las quejas más extendidas de la última edición). Serán personas completamente anónimas, pero muy extrovertidas y dispuestos a vivir la experiencia a ‘calzón quitao’. Pero no solo eso, nos aseguran que el perfil de los 40 seleccionados actuales (De los cuales aún hay que hacer una criba) corresponde a gente divertida que nos hará reír. Menos conflictos y más humor y amor serán las claves de la nueva edición. Eso no quita que no vaya a ver enfrentamientos, grupos y estrategias. La convivencia siempre es imprevisible. Un factor difícilmente manipulable.

Entrarán menos concursantes en el día del estreno, presumiblemente 12+1, aunque eso no significa que vaya a durar menos. Si la edición es aceptada por la audiencia, siempre pueden entrar nuevos habitantes que inyecten la casa de más vida. GH12 recibió el primer día a veinte concursantes, y eso hizo que fuera difícil que la gente se familiarizase con sus rostros. Era complicado empatizar con ellos… tanta gente hacía que imperase una sensación de batiburrillo, sin saber a dónde mirar, a quién contemplar, que sumado a tanta rubia oxigenada y tanto musculitos desatado, hizo que la audiencia no pudiera ver qué había detrás, perdiendo el interés por el concurso. Como dijimos entonces, aquellos árboles no dejaron que viéramos la totalidad del bosque.

Tampoco se descarta que vuelvan los secretos que tantas alegrías dieron en pasadas ediciones y que tantas risas nos provocaron. Las gemelas Pamela y Conchi en GH9, el matrimonio de Gema y Carlos de GH10 y los secretos de la casa espía de GH11 fueron grandes argumentos que asentaron las bases de sus respectivas ediciones, haciendo que sus comienzos fueran divertidos e interesantes. Pasadas unas semanas, mantener los secretos perdía valor, pero por entonces ya estábamos enganchados a las nuevas tramas que habían surgido de la convivencia. Tal vez por eso mismo me inclino a pensar que GH12+1 tendrá a 12 concursantes y un decimotercero con una importancia especial.

Por el número de participantes también podemos descartar ya las dos casas, algo que siempre fue muy criticado por los seguidores aunque para la organización era una especie de bendición. Así, cuando sucedía algo muy importante durante la emisión de la casa en directo podían enchufarte con la segunda para reservarse el material para los resúmenes y la gala (Que siempre resultaba menos frustrante que ver el acuario, el loro o la piscina vacía)

De momento parece que han tomado nota de las quejas y que han puesto cartas en el asunto para «darle la vuelta» a la tendencia a la baja de Gran Hermano. Aún quedan incógnitas por resolverse y si efectivamente cumplirán su palabra. Según nos han intentado vender, es una vuelta a la esencia ¿Habrá un canal 24 horas como por esencia el concurso necesita? ¿Volveremos a las galas de dos horas y media? ¿a las galas de expulsión y a las galas de nominaciones? ¿regresará el histórico y familiar logo? De momento, lo que sí sabemos seguro es que Mercedes Milá repetirá como presentadora y que Jordi González se hará cargo de los debates…. Imaginamos que los resúmenes serán en La Siete y que la gala se emitirá los jueves.

Ahora, el éxito o el fracaso de la edición 12+1 se verá por una serie de factores que se irán despejando según den el pistoletazo de salida dentro de un mes. Puede pasar cualquier cosa, desde recuperar el puesto que le corresponde a desplomarse si las cosas no se hacen como deben ser. TVE tiene apuestas ganadoras para los jueves (Me da a mí que estrenará la nueva serie histórica «Isabel» en la noche de los jueves) y Antena 3 parece que por fin lucha por la victoria de una noche en la que históricamente perdía. No sería la primera vez que un buque insignia de la cadena cae. Casualmente Operación Triunfo, que se retrasó también a enero y que prometía un regreso a la esencia, terminó con un inmerecido final, sin bien el caso de OT no es el mismo que el de GH. OT tuvo un cambio de presentadora a la que el programa le quedaba grande, perdió a uno de los jueces más carismáticos y recibió otros sin sustancia, tuvo un día de emisión diferente que cambió después y las normas fueron variando incomprensiblemente sobre la marcha. Todo eso desencantó al público. OT no hizo los deberes ¿Lo estará haciendo GH? Pronto lo sabremos. De momento tan solo podemos esperar y soñar un poco con esos anuncios que nos invitan a darle la vuelta… y es que, cuando empieza las promociones, para algunos el concurso ¡por fin ha empezado!




Pues eso haremos :)


martes, 3 de mayo de 2011

Hotel Glam se llevó el triunfo



Ayer tuvimos el colofón final a este reencuentro del 2011, el reality que ha homenajeado a los 10 años de ‘telerealidad’ en nuestro país, con una final emocionante y con entrevistas bastante interesantes: con un público descontrolado como en las mejores galas de Gran hermano, un presentador que dejó el cortijo (Cómo diría JJV) un poco a su libre albedrío y unos concursantes que no defraudaron en los últimos minutos de reencuentro. Pero, como llevo varios días sin escribir, vayamos por partes. Justo en el momento en el que este blog se quedó, tras la conmoción de descubrir el final acelerado con motivo del inicio de ‘Supervivientes’ (ese mismo jueves).

Entonces nos quedamos con una casa de infarto, con un sinfín de nudos que estaban pendientes de desanudar, nudos principalmente promovidos por la pareja formada por Natalia y David. Esta pareja ha sido una de las que más ha dado a este juego, protagonista en muchas de las galas por su mala relación entre ellos y los compañeros de la casa, dónde la expulsión de Chiqui por las continuas provocaciones de Natalia fue la gota que colmó el vaso. Fue una semana tensa en la que Natalia no encontró refugio ni en su compañero, que estuvo incluso más irascible que Sofía, con él pidiendo a la audiencia que dejase de apoyarlo y con ella solicitando que le hicieran de sufrir dejándole más tiempo en la casa. Al final la audiencia le hizo caso a él, o eso quiere pensar David. En la antepenúltima gala David y Natalia quedaron a tiro a sus compañeros quienes no dudaron en fusilarlos del concurso. Mal hace David en pensar que no fue expulsado, con la excusa de que fue él quién lo pidió a la audiencia. Para el malagueño, la audiencia accedió a sus deseos sin pensar o tener en cuenta que tal vez fue la actitud de Natalia, pese a lo que él dijera, lo que minó al público. Personalmente no creo que la audiencia atendiese su petición. Fue una simple casualidad que él pidiera salir cuando se quedaron sin el respaldo del público. Sobre todo por que a la audiencia le gusta la carnaza, le gusta ver cómo dos personas enfrentadas están condenadas a entenderse. Por lo que creo que, si perdieron apoyo, no fue porque él pidiera y los demás atendiesen sus deseos. Las gracias a su salida se las tiene que dar a Natalia, la verdadera mala de concurso. Una mujer confiada en lo que hacía, convencida de contar con el favor del público, altiva y provocadora. Jugó el papel de víctima que tan buenos resultados ha dado a otros concursantes de realities, pero a ella se le cayó la careta y quedó descubierta con la nota que escribió tras la expulsión de Chiqui. Fue por ella, y no porque lo pidiera él, por lo que salieron del concurso, por lo que David debería pensar dos veces antes de decir que él no salió eliminado. Su expulsión está al mismo nivel que el de los demás, le pese o no.

Tras la salida de los malos del reencuentro, la casa se llenó de amor y buen rollo. El único nudo fue el “vendido” por el programa sobre una posible relación de amor entre Coyote y Marta, nudo que en parte crearon ellos al pensar en qué se diría fuera de su relación. Marta ahí no estuvo muy fina, a menos que lo hiciera a propósito. Tantos años comentando realities y en un momento como ése no pensó que, el mero hecho de mencionarlo ellos hizo que se crease un fantasma fácilmente adornado con música lenta e imágenes ralentizadas en color sepia, acentuando cualquier beso en la mejilla o abrazo de cariño. Así, mientras ellos continuaban como siempre, fuera nos montábamos una película por la que Coyota sufrió como Geno frente al jurado de Operación Triunfo.

La penúltima gala apeó al concurso de una manera singular a Sofía y Javián (sustituto de Chiqui) y a Iván y Loli. De Sofía sólo diré que tuvo con paso por la casa ejemplar. Fue trabajadora, muy compañera de todos los habitantes, simpática y muy agradable. El problema es que otro brillaron más que ella, siendo injusto que una persona como Sofi no llegase a la final. A mí me gustó mucho verla, y durante las primeras semanas voté activamente para que permaneciera dentro. Luego, tras asumir lo imposible de su victoria, decidí apoyar a otros simplemente para que Iván no pudiera ganar (lo reconozco). Por eso, este reencuentro ha sido muy dulce para mí, al ver a Iván saliendo de la casa a cuatro días del final. Y es curioso, pero la pareja de GH10 salió del concurso justo en la misma posición que todos los participantes de esa edición en el reencuentro del año pasado, entonces la astucia de Pepe hizo que Orlando, Gema, Ana y Chiqui salieran antes de la final, como este año Lara ha hecho con Iván. Así, el Madrazo saboreó las mieles del fracaso al descubrir que no podía revalidar el título de ganador, como ya hizo Pepe el año pasado, y al ver cómo alguien como Lara seguía dentro para su desconcierto general. Iván, ése que habla de luz propia y malas sombras, nos enseñó su lado más «reventado» mientras Loli nos daba en su gala lo mismo que nos ha dado durante todo el concurso, es decir: nada.

La final, por tanto, se jugó entre tres parejas que entraron al inicio. Y aunque Marta y Coyote eran claros terceros finalista, ya únicamente gracias a sus compañeros que los salvaron semana a semana estaban ahí, no podemos negar que se trataba de la entrevista de la noche. Hecho que quedó patente, pues fue la más larga de la última gala. Para este espectador, lo que vimos fue la demostración del fraude en la telerealidad. Las imágenes son las que son, de eso no me cabe la menor duda, y existen porque sus protagonistas nos las dieron. Pero ¿Acaso no estaban colocadas para hacernos pensar otra cosa? Es uno de los temas más peliagudos de estos concursos. La amenaza de manipulación flota en el aire siempre, pero seria de idiotas negar lo evidente. Yo he visto trailers de películas que incitaban a creer que iban de fantasmas, para luego descubrir que sólo se trataba de un vecino loco (La Casa), por tanto ¿cómo no va a suceder igual aquí? El programa, ante el buen rollo generalizado que había y apoyado por los temores de la pareja protagonista, decidió vendernos un affaire entre Marta y Coyote con todo lo que ello implicaba. Los dos están casados y con hijos, por lo que de ser cierto suponía un escándalo y un plus de audiencia, que de eso va el concurso en realidad, de vender audiencia. Mal comparado, lo que hicieron con Marta y Coyote era digno de “Confianza Ciega”, aquel concurso de Antena 3 dónde tres parejas eran separadas para convivir en sendas casas con unos tíos y tías de infarto, para una vez en semana mostrar a cada miembro lo que “posiblemente” había hecho el otro, obligándoles a tener una confianza férrea, pues no se descartaban dobles en imágenes subidas de tono.  Marta salió airosa como pudo, pero Coyote quedó tocado y hundido al ver cómo su amistad se había vendido como si fuera un romance.

En segunda posición quedaron el ying y el yang: Lara y Jorge. Probablemente, de los tres finalistas, éstos fueron los verdaderos reencontrados. A Lara y Jorge era más lo que les separaba que lo que les unía, y supieron amoldarse al otro para jugar en equipo: un equipo casi perfecto. Ella conectó con el público, él con los compañeros. Ella era adrenalina pura, él cariño en bruto. Pudieron jugar desde el principio con mucha complicidad, se vieron fuertes y más tarde débiles. Pero probablemente lo mejor para los dos fue conseguir entenderse. Como espectador ha sido muy divertido ver a los dos, sobre todo a ella, y confieso que, pese a lo mucho que me he reído, me sería imposible vivir con alguien como Lara, no siendo el caso de Jorge. Jorge ha supuesto un auténtico paradigma en el reencuentro, demostrando que se puede ser cariñoso a partes iguales con hombres y mujeres sin necesidad de existir deseo sexual. Para mí ha sido un placer ver cómo rompía tópicos a dos manos.

Los ganadores fueron los del ‘Hotel Glam’, una manera indirecta de pedir una nueva edición del polémico concurso. Por tanto fue Yola quien revalidó el título en esta ocasión (Al final siempre gana quien ya ganó y pierden los de siempre). No obstante me molestó mucho ver cómo Yola soltaba un discurso dónde asumía que la victoria era suya, mencionando a Juan Miguel como si de una mera colaboración se tratase. A lo mejor no hubiera tenido la misma suerte con otro compañero, como por ejemplo Tamar. Por eso hacía mal, pues considero que Juan Miguel ha tenido mucho que ver en ese triunfo, pese a que él sea hoy en día menos popular que ella. Aun así, su victoria es un gustazo para los realities, pues es la victoria de la pareja que mejor supo convivir, aquella que siempre utilizó el dialogo, la que jamás protagonizó una bronca, la que medió cuando los demás se mataban, y posiblemente una de la que más disfrutó. Por eso, Yola y Juan Miguel han sido unos grandes y muy dignos ganadores.

Así pusimos punto y final al reencuentro. La casa de Guadalix ya se ha cerrado tras los cuatro meses de Gran Hermano 12 más los dos de regalo con esta edición homenaje. La pregunta está en cuándo volverá abrir y cómo lo hará. Todos asumimos que tendremos una decimotercera edición de GH, aunque Mercedes Milá no lo anunciase al acabar la duodécima, como también asumimos que regresará de la mano de Mercedes. No obstante, aunque dudo menos del regreso de GH, sí dudo más que lo haga con nuestra maestra de ceremonias. Su despedida y su paso a Cuatro me han llenado de dudas. ¿Veremos GH de la mano de Jordi? Quién sabe, aunque los acérrimos esperamos ver a la Milá. Jordi es un gran profesional, pero ella es alma en GH y para muchos es muy difícil concebir la idea de nuestro concurso favorito sin ella. Ahora queda esperar. Hasta después de verano, mínimo, no sabremos nada.

Mientras podemos hacer más llevadera la espera viendo la nueva edición de ‘Supervivientes’, este año con tintes de ‘Sálvame’. Respecto a si lo comentaré o no, depende de lo que me diga la primera gala. De momento, chapamos el reencuentro.

miércoles, 20 de abril de 2011

¿Quedan 8 días?

La noticia sobre el estreno de 'Supervivientes' para el próximo 5 de mayo (dentro de dos semanas) ha abierto una cuestión importante de cara la reality que actualmente está emitiendo Telecinco ¿Cuándo acabará el reencuentro? Parece casi una broma, o imposible que en el punto álgido de  la convivencia, ésta cese dentro de tan sólo ocho días pero todo apunta que así será.

No hay que olvidar que esta nueva edición del reencuentro se planteó como una transición entre la final de Gran Hermano y el inicio de Supervivientes, tiempo que la parrilla de Telecinco quedaba abandonada de un reality debido al fracaso de Operación Triunfo, que cerró sus puertas en poco más de un mes. Así pues, el reencuentro estaba en emisión solamente hasta que todo quedase preparado para la nueva edición de robinsones.

Al principio parecía que sería más tiempo, y es que la fusión de Telecinco con Cuatro (O mejor dicho, la compra de Cuatro) y su posterior desembarco de presentadores a la nueva cadena del grupo hizo que Supervivientes no tuviera alguien al frente. Jesús Vázquez se había trasladado a Cuatro para presentar "Allá tú" e inicialmente, la política de la empresa era no mezclar a los profesionales entre las cadenas para que cada una tuviera una imagen independiente (Política que posiblemente se salten con Mercedes Milá, que ha pasado a Cuatro con "Diario de" -a menos que tengamos sorpresa y abandone Gran Hermano en la decimotercera edición, que por su despedida en la última gala, cualquier cosa podría pasar: "GH seguirá mientras vosotros estéis"-). Sin embargo, todas las cuestiones que retrasaban la emisión del concurso de convivencia/supervivencia en una isla ya han encontrado solución. Jorge Javier Vázquez pasará a presentar en plató, Raquel Sánchez Silva hará lo propio en la isla, los famosos ya han sido elegidos y los anónimos ya estarán en camino como quién dice. Dicho esto, todo está listo para empezar. La transición entre los dos principales realities podía acabar, es decir, este concurso popurrí de todos los emitidos en estos 10 años de telerealidad.

El reencuentro ha cumplido por tanto su misión, manteniendo el liderazgo entre las cadenas comerciales en la noche del jueves, y por eso ahora toca despedirlo para dar paso al concurso que sí se ha preparado para estas fechas. El problema es que se nos va en poco más de una semana cuando aún tenemos abiertos tantos frentes que nos quedará una sensación extraña, como si nos cortasen la película a mitad del argumento, como si viésemos una serie a la que anticipan su final porque la actriz abandona su papel, resolviéndose en un capítulo la trama de toda una larga temporada al más puro estilo Ally McBeal. 

Mañana, en la gala que probablemente menos audiencia tenga debido a la Semana Santa, será la antesala de la final del jueves 28, dónde las seis parejas habrán de luchar para ser los finalistas. ¿Expulsión doble? ¿triple? La bruja de Natalia y el déspota David, la loca Lara y el gentil Jorge, la solitaria Sofía esperando un reemplazo para una sola semana, la odiada Marta y el inadvertido Coyote, el vago Iván y la planta de Loli y la amistosa Yola con su colega Juan Miguel. Mucha tela que cortar para estos 8 días, tela que puede cambiar de color en función de quiénes sobrevivan a la gala de mañana, pues a día de hoy, casi todos podrían tener opciones a ganar.

Me apena que tengamos que decir adiós a este reencuentro que me está gustando más de lo que esperaba, pues reconozco que me desencantó la idea de concursantes de todos los realities, pero el reencuentro ya ha cumplido su cometido. Ahora sólo queda saber qué pasará en la casa en las últimas jornadas, decisivas para cualquier conclusión respecto a los merecedores del precio de 60.000 euros. ¿Hacemos apuestas?

lunes, 18 de abril de 2011

La malvada mayoría


¡Oh, pobrecitos que nadie los quiere!


David y Natalia están consiguiendo ser una de las parejas que más están dando que hablar en este reencuentro, y que más clamor están consiguiendo en Internet pese a ser unos concursantes que salieron de un ya olvidado concurso como fue “La casa de tu vida”. La popularidad de ambos personajes ya estaba extinta, y en un principio parecía imposible que pudieran competir contra pesos pesados como Yola Berrocal, Iván Madrazo, Sofía Cristo, Marta López o Lara Esteban, concursantes que estaban en el ojo del huracán televisivo momentos antes de entrar en el reality. David y Natalia, como pasaba con Vanesa y Verónica, ya estaban fuera del círculo mediático, sus cuentas pendientes tampoco cobraban gran importancia y su presencia en el juego se parecía más a la de un anónimo en supervivientes que compite contra famosos, que el propio al de un antiguo concursante de un reality de la cadena. Vanesa y Verónica salieron del juego enseguida, al carecer de un apoyo de la audiencia, pero David y Natalia han conseguido aquello que parecía imposible para ellos: un grupo de personas que los votan consiguiendo la inmunidad.

Semana a semana esta casi anónima pareja ha conseguido imponerse a caras populares, haciendo que hoy se perfilen como unos perfectos finalistas o ganadores del concurso gracias a una serie de estrategias puestas en marcha por cada elemento de la pareja, posiblemente sin ponerse de acuerdo en algún plan conjunto, pero que de carambola están consiguiendo ser protagonistas indiscutibles. Cada uno tiene sus formas y sus maneras de jugar, él siendo más limpio y honesto que ella, pero en conjunto se antoja algo casi perfecto.

Si hubiera un manual de cómo ganar un concurso de telerealidad, la primera norma sería: conviértete en víctima. Tenemos una larga lista de ganadores de realities que ganaron sólo por ser el centro de todas las críticas. Es más, en la propia casa tenemos a ganadores que cumplieron esa máxima (Yola en ‘Hotel Glam’ e Iván Madrazo en ‘GH10’). Pues bien esta máxima está siendo perfectamente ejecutada por David y Natalia, cada uno a su manera, de forma independiente, pero que puestas en conjunto está resultando muy efectiva, pues el mensaje que se atraviesa tras la pantalla es que existe una malvada mayoría que atenta contra ellos porque los ven favoritos, una percepción que retroalimenta a la audiencia que ve en los grupos grandes un peligro, exaltando siempre por defecto a la minoría sin plantearse cuánta razón ésta pudiera tener. Si además a las víctimas de este reencuentro sumamos su morboso pasado, tenemos la combinación perfecta para que al menos lleguen a la final, perdonando cuantas maldades pudieran hacer.

David ha demostrado ser un déspota en muchas ocasiones y un niño consentido en otras tantas. Sin embargo, sus continuos mensajes de amor a su esposa le dan esa aura de martirio, de hombre solitario que conmueve los corazones que desean tener a alguien que suspire por ellos como él lo hace por Vanesa. Una soledad provocada por la propia casa, pues fue la malvada mayoría quién apeó a su esposa del juego al considerar la unión de las dos parejas de la Casa de tu vida como una amenaza de cara a futuras rondas de expulsión. Se ha ganado varias enemistades y sus modos directos de plantear cualquier conflicto han hecho que no sea visto como falso, lo que hace que el villano sea visto en realidad como un héroe. Un David, nunca mejor dicho, luchando contra Goliat. Y es que a la audiencia le pirra estas historias, es muy fan de los 300 espartanos.

A la estrategia ‘limpia’ de David hay que añadir la de Natalia, una concursante con patente de corso por algo que pasa en su vida actual y que no sabemos muy bien qué es, pero que su amiga Verónica se ha encargado de soltar con sutileza para que la imaginación de todos nosotros vuele en busca de una compasión que luego puede ser ficticia. Pero esto da igual. Natalia ha sabido enemistarse con toda la casa para parecer la caperucita de este cuento.

Natalia es desesperante. No ayuda en nada de la casa, apelando a ese “mal” que no sabemos qué es, no coopera con las pruebas, es una tirana con la mayoría de sus compañeros, no sabe transigir y provoca gratuitamente hasta conseguir sacar de las casillas hasta al más pintado. Lo intentó primero con Iván y Loli, a quienes gritó con una falta de educación que ni siquiera Lara ha rebasado, chillando como una loca e insultándolos con los puños cerrados como una cría pequeña (Ese momento de “Gilipollas —A Iván—, y tú: gilipollas —volviéndose a Loli—”). Luego ha continuado con su tiranía con el resto de compañeros, imponiendo su criterio cuando éste no se ajustaba al de los demás, obligando al resto a tener que amoldarse a lo que le place a la señora.

La gota que colma el vaso lo hemos visto estos días con el inicio de la prueba dedicada a Operación Triunfo, dónde Natalia se quejaba por el sorteo del reparto de temas. Su queja era que Chiqui había hecho trampas, llegando a decir que la prueba se daba por perdida, así, por sus huevos. Por imposición amenazó a la mayoría con comer pan y agua la semana siguiente porque ella no estaba dispuesta a trabajar, dando la prueba por no superada. Así pues, procedieron a un nuevo reparto de temas pero sin conseguir que Natalia quedase plenamente satisfecha. Para ella el mal ya estaba hecho, y por tanto su crispación debía impregnar a todos los demás. Natalia comenzaba así unas nuevas jornadas dónde fue tensando la cuerda hasta que finalmente provocó una reacción en Chiqui que se saldó con su expulsión. La stripper la zarandeó en medio de la discusión dónde Natalia no dejaba de provocarla gratuitamente por el mero hecho de que las cosas no habían salido como ella quería, y eso que consiguió un segundo reparto de temas simplemente por satisfacerla.

Chiqui salió de la casa por no saber controlarse. Chiqui erró. Jamás debió empujarla, como ella misma reconoció reiteradas veces durante el debate sin que algún contertulio pareciera enterarse. Sin embargo, lo peor de todo ha sido ver cómo Natalia salía inmune a la situación, sin ningún tipo de represalia que castigase su provocación gratuita. Es más, fue la misma Natalia quien fue pidiendo la expulsión como hace un año hiciera Amor contra la Legionaria, luciendo su brazo enrojecido seguramente de las veces que ella misma emuló la supuesta agresión, pues no dejaba de agarrarse con la otra mano (Así a todos se nos pone ‘colorao’)

Sin embargo, la jugada ha salido perfecta para esta bruja. Chiqui está fuera y ahora la posición de Natalia en la casa es mucho más complicada, pues evidentemente sus compañeros no le han dado la razón. Todos han visto cómo Natalia era quien provocaba, todos entendieron que cualquiera de ellos podría haber sido Chiqui en ese instante, por lo que al final Natalia se queda más sola, únicamente apoyada por David, y esa sensación de víctima la eleva a la máxima potencia, haciendo de esta insustancial pareja una de las favoritas. Y es que la audiencia no se para a pensar en qué  han hecho para ganarse ese aislamiento, no analiza si son merecedores del rechazo que provocan. Hay una mayoría de la audiencia que está formada de grupos minoritarios, que se sienten identificados con estas situaciones, que hacen suyas los rechazos televisados sin analizar que, en algunas ocasiones (como en ésta), esos rechazos están más que justificados, pues los protagonistas se los han ganado a pulso.

David y sobre todo Natalia no han hecho por integrarse, posiblemente conscientes que el papel de los 300 espartanos conmueve a la audiencia, más ahora que han visto que Lara no es tan favorita como pudimos pensar al principio. Ahora ya se ven como más favoritos, saben que los próximos días tendrán el rechazo de sus compañeros, que serán el centro de todas las críticas y ellos serán alzados a lo más alto, porque es la historia que más nos gusta, en una nula capacidad de análisis.

Ojalá me equivoque, que la mayoría de la gente que pudiera apoyarlos, haya visto lo mismo que yo y que pierdan el apoyo de la audiencia. Por que lo que ellos hacen no es jugar limpio, no es saber convivir, no es trabajar en equipo. No están disfrutando y se están amargando a los demás, convirtiéndose así en los dos tiranos de este reencuentro, en los dictadores que imponen su criterio y amedrentan a la mayoría, que teme que fuera veamos cualquier abuso de poder. Por eso, para mí, después de lo de Chiqui, David y Natalia merecen estar fuera este mismo jueves. A Chiqui la castigó la organización, ahora nos toca a nosotros no dejar inmune a Natalia.

jueves, 7 de abril de 2011

El caos más absoluto


'Hardcore' El grito de guerra que metió a la casa en una batalla.

Reconozco que esta semana de atrás no tuve ni tiempo ni ganas para escribir en el blog. Los sucesos de la casa del ‘el reencuentro’ no eran muy sorprendentes que digamos, ni cuanto a expulsados como a nuevos concursantes, así como los sucesos de los días posteriores tampoco parecían demostrar un interés sobresaliente como para ponerme a escribir (Cosas de la -mala- cobertura informativa de este reality). No obstante, cuando me dispuse a escribir, la noticia saltó a la red sin más explicaciones que detallasen qué demonios había pasado. Gerardo abandonaba el concurso voluntariamente por una broma de Iván y Lara.

Intenté indagar un poco sobre los sucesos que habían llevado a Gerardo (con lo que le gusta la tele) a irse y en qué había consistido la broma del ganador de GH10, ése que bromeó con un mechero y un bote de disolvente con quemar a Mirentxu mientras la mujer dormía a altas horas de la noche. Con estos antecedentes, me podía esperar cualquier casi cosa de la «luz propia», pero no me quise bienaventurar a emitir un juicio hasta que no viera más. Y no fue hasta ayer cuando el resumen, única fuente de información, se hizo eco de lo sucedido el martes. El problema es que yo estaba viendo el final de Spartacus y hasta esta mañana no he podido verlo.

El resultado tras ver por fin lo que sucedió no era más extraño que el desconcierto inicial ante la noticia. Lara, esa chica tan tranquila, continuó con sus gritos de guerra como ha estado haciendo durante todo el juego hasta el punto que terminó cansando a sus compañeros, siendo Iván el único que intentó pararle los pies dándole una doble ración de su propia medicina. Sin que sirva de precedente, estoy de acuerdo con la actitud de Iván de enseñar un poco de modales a la hardcore de Leganés. Para nosotros, espectadores inmunes a sus gritos, es algo muy divertido pero entiendo que para aquéllos que han de convivir con ella no sea fácil. Por eso Iván avisó a todos de sus intenciones: enseñar a Lara lo molesto que puede ser un grito cuando uno está tranquilo. Entonces todos parecieron tan contentos y de acuerdo con darle una lección. Hasta la llegada de Iván la inmensa mayoría se limitaba a darle la razón para evitar enfrentamientos, pero desde que él llegó parecen haber encontrado ¿Un líder? No, más bien alguien un panoli a quien sacrificar para salir los demás de rositas. Iván esperó a los momentos más tranquilos de la niña, los pocos que deja al personal en paz, se acercó sigilosamente y: “¡¡HARDCORE!!”. Los primeros gritos fueron medianamente bien aceptados por Lara aunque cuando le gritó estando profundamente dormida, la cosa cambió. Ella aseguró que digiere mal ese tipo de bromas y que podía tener un fallo cardiaco ante un susto de ese calibre. Luego empezó a decir que se estaba poniendo mala hasta el punto que dijo irse a vomitar. Y digo que dijo porque no vimos las imágenes del servicio con la puerta del retrete cerrada y el sonido en off de lo que viene a ser vomitar. Simplemente es una información que llegó a nosotros por Jorge, medio lloroso y calificando la broma de muy, muy pesada.

Tras Jorge vimos como algunos compañeros que apoyaron inicialmente a Iván se pusieron en su contra, especialmente David y una enloquecida Natalia que gritaba cuan Legionaria en busca de Melania por meterse con su hijo (Sin que ésta dijera nada del pequeño), reiterando faltas de respeto a Iván y a Loli, que avisó a su compañero de lo que ésta decía a sus espaldas cuando al principio se mostraba encantada. Iván no comprendió muy bien a cuento de qué se cabreaban los demás ¿Acaso no aplaudieron la idea? Y sí, si que la aplaudieron. Pero Iván no ve más allá, se queda en la superficie de los motivos de este cambio de actitud de sus compañeros. Iván no se da cuenta que le han hecho la diez-once, que le han animado a inmolarse con la más conflictiva (Y querida de la audiencia) para luego dejarle solo y acusarle como el único culpable. Y es que más de uno tuvo que maldecir cuando le vio entrar el jueves en la casa, del mismo modo que maldijeron el año pasado cuando vieron a Pepe. Puede que Pepe e Iván tengan muy poco que ver entre sí, pero nadie duda de la capacidad de convocatoria de estos dos ganadores de Gran hermano. Pepe revalidó el título el año pasado y este año temen que Iván haga lo propio.

En medio de esta vorágine, Gerardo (Ups, iba a poner Marcelo. ¿En qué estaría pensando?) decidió abandonar por que no aguantaba más, pero ¿Acaso iba con él la historia? Más bien diría que no y que su salida prematura del juego sólo busca encontrar el protagonismo que no está teniendo y que sabe que no tendrá. Al fin y al cabo ya son dos semanas las que ha estado nominado.

Hoy tenemos gala dónde despejaremos muchas dudas, la primera de ella ¿Qué pasa con Saray? Las normas del juego dicen que ante un abandono voluntario, el compañero de juego debe ir detrás. Sólo se buscan reemplazos ante situaciones concretas, como expulsiones disciplinarias o asuntos de salud o familiares. Por tanto Saray debería salir esta noche del juego. ¿Es injusto? Seguramente, pero las reglas las pusieron ellos y Saray debería haber hecho más equipo con Gerardo para evitar que éste se fuera. El juego iba de reencontrarse, de resolver las diferencias para jugar en equipo, y estos dos no hicieron mucho de eso. Aún así, cabe la posibilidad que la dirección dé el indulto a Saray y esta noche le asignen un nuevo compañero: Nagore, Ángel o Tatiana son nombres que adquieren fuerza a estas horas en mi mente, aunque tal vez la trayectoria del reemplazo de Gerardo sea igual que la de Cristal en el reencuentro del año pasado. Saray es muy posible que vuelva a salir nominada, y me atrevería a decir que le acompañarán Marta y Coyote y Yola y Juan Miguel, y es que en un juego dónde la audiencia vota en positivo, los más votados son los que más candela dan al juego. ¿Dónde han estado esta semana los del Hotel Glam? Gh Vip no se notaría si no fuera por Marta y Saray, en fin, el lastre lo ha tenido desde el inicio del juego. Lo que si que no me cabe duda es que Lara y Jorge, Iván y Loli y David y Natalia será los más votados esta semana, los protagonistas absolutos, que además enfrentados entre sí han provocado que la audiencia se incline a favor de unos y otros.

La pareja formada por Jorge y Lara está siendo la más equilibrada hasta el momento. Jorge da el punto de cordura y sensatez y ella el de locura y diversión. A mí me gusta más él que ella. Lara es muy divertida para verla en la tele, pero reconozco que sería incapaz de convivir con ella. Me desesperaría por momentos. La única virtud que veo en ella es que es trabajadora, no duda en ponerse a limpiar y cuando la caga, que es bastante a menudo, no tiene problemas en disculparse. El problema es que sus disculpas carecen de valor, a mí no me valen. De nada vale pedir perdón si no se aprende del problema que origina esas disculpas. Ella pide perdón como ese médico que a todo receta Ibuprofeno, sin la capacidad de tener una autocrítica. De hecho, dos gritos de Iván deberían haber bastado a Lara para entender por qué no puede estar todo el día jodiendo la marrana.

De David y Natalia puedo decir que me gustan como nuevos malos de este reencuentro, como en su día fueron Ainhoa y Nico. Él es un borde en las formas, aunque no falta jamás al respeto. Es bastante quisquilloso, se queja por todo y tiene un punto de soberbio que enerva hasta al más pintado. Ahora, la sorpresa está en la planta carnívora que tiene de compañera. A Natalia apenas se la ha visto, hasta la disputa que tuvieron donde temí por la integridad física de Loli, gritando como si fuera la niña del exorcista y con faltas de respeto completamente intolerables. Al fin y al cabo, Loli denunció una realidad. Natalia fue con un cuento por un lado y luego cambió el discurso por detrás para quedar bien con todos.

Los últimos protagonistas, los nuevos, no suponen una gran sorpresa para mí. Iván está siendo hasta la fecha como fue en la casa 1 de GH10, la casa del pasado. Sigue sin dar palo al agua, pero eso no nos sorprende a estas alturas. No obstante, todavía no ha despertado en mí el odio que le tuve en su día. Es más, hasta le he dado la razón en la primera gran bronca que ha protagonizado (Y que al parecer acabó con él llorando, aunque eso aún no lo hemos visto)

El resto se ha quedado en un segundo plano, menos Chiqui y Sofía y más Yola y Juan Miguel, que seguramente paguen esta noche con un apoyo insuficiente de la audiencia.

Ya para terminar,  hoy entra otra pareja. Algunos hablan de Karmele con no sé quién, pero yo confío en que llegue el turno a los de Operación Triunfo. Que fracasase la última edición no es motivo para renegar de todo lo que ha dado este reality a la cadena. A ver qué pasa.

miércoles, 30 de marzo de 2011

El ying y el yang

Jorge intenta media con su compañera y Sofía.


Jugar en parejas tiene sus ventajas e inconvenientes. Puede servir para encontrar apoyo en los momentos difíciles y tener a alguien a quién hacer cómplice de todo o puede ser un hándicap o un lastre de cara a la convivencia o a las votaciones. Ya lo comenté la semana pasada con el caso de Saray y Gerardo cuando hablé sobre la carga que lleva cada uno, y lo comparé con la pareja de las Joyas de la Corona. No obstante, esta semana el caso de los más jóvenes del Reencuentro cobra especial relevancia, pues Lara, HardLaraCord, está empezando a tener ‘encontronazos’ con bastante de sus compañeros.

Su actitud, que es muy divertida como espectador pero insufrible para aquéllos que han de convivir con ella, está plagada de faltas de respeto al estilo de una niña mimada que hace cuanto le place sin tener en consideración al resto. Por eso, ya son muchos los que confían en una pronta nominación por parte de la audiencia a la pareja para poder apearla del concurso. Y evidentemente el mayor damnificado por esta actitud es su compañero de juego. Jorge ya está viendo peligrar su permanencia en la casa, pues pese a sus buenos modos, su saber estar y el buen rollo que transmite a todos sus compañeros, sabe que la agresividad de Lara eclipsa cualquier buena acción del navarro. Sabe que Lara se ha convertido en enemiga para muchos, y que cuando tengan la oportunidad, irán a por ella para echarla, aunque con ella vaya él detrás.

A Jorge sólo le queda encomendarse a la audiencia, esperar que ésta le lleve en volandas  hasta la final para poder optar al premio pues es consciente que no serán salvados si pierden el favor de los espectadores. Intenta mediar con ella, la disculpa a sus compañeros, saca lo mejor de él para ganarse el cariño y ser imprescindible… pero todo se derrumba cuando Lara saca a pasear sus malos modos.

Al menos la suerte ha querido que Lara esté jugando el papel cómodo en la prueba semanal. No quiero ni imaginar qué hubiera pasado si ella hubiera sido una doncella de ésas con cofia incluida que debe servir a todos, si ella hubiera aguantado una mínima parte de las exigencias que ella misma ha tenido con Chiqui o Sofía, llevando la servidumbre hasta un punto que más bien parecía esclavitud. Todos sabemos la respuesta. Probablemente, si Lara hubiera sido doncella, los de las Joyas ya estarían fuera con Rubén y Chari.

Cabe destacar la soberana paciencia de Chiqui Martí, que no sólo no se ha desesperado con Lara sino que acudió al socorro de Sofía cuando la Dj. ya no aguantaba más a la de Leganés. Chiqui ha hecho gala de una actitud conciliadora digna de admiración, sólo por evitar fracasar en la prueba de la que dependerá la economía de la semana siguiente y para que su amiga no terminase enfrascándose en una discusión contra una posible favorita, y es que ¿Acaso alguien duda la posición de favorita de Lara? No hace ni un mes cuando alguien de un perfil similar ganaba GH12, por lo que la posibilidad de victoria de Lara está tras la sombra de su vecina Laura, la totita.

Mientras, los de la casa de tu vida parecen estar viviendo una especie de «revival» pero con los papeles cambiados. Ahora es Vanesa quien se enfada cuando David habla con Natalia, aunque ella insiste que no es por celos, sino porque no perdona lo que pasó en el pasado (¿Qué ella le levantase el novio? No entiendo nada) De cualquier modo, David vuelve a estar en ese papel cómodo dónde dos mujeres se arrancan la piel a tiras por él. Todo un Don Juan, que además parece encantado con serlo.

Por último una pesadilla, que aconsejo a todo aquel que lo lea que no trate de visualizarlo. Yola siente cosas por Gerardo. Por el momento que no cunda el pánico. Gerardo ha dicho que no siente lo mismo por ella… asunto que se resolverá cuando Gerardo sintonice con la misma onda que Yola. La onda de los platós y los montajes. Ahí Yola perdió puntos conmigo, con lo bien que iba.


lunes, 28 de marzo de 2011

La casa sin ‘la virgen’ y ‘la suelta’

Se acabó el teatro. Rubén y Chari han sido expulsados.

Sé que el jueves hubo gala y ayer debate con material más que suficiente para hacer buenas entradas. Pero por circunstancias de la vida, el router de mi casa se rompió y he tenido que esperar a que me lo reemplazasen por otro nuevo para tener Internet, además de tener que buscarme la vida para configurarlo porque el servicio técnico de yacom no encontraba explicación a mi incidencia ¡Vaya servicio técnico, señores! Menos mal que Internet es todopoderoso y gracias a él encontré el modo de liberar la IP de mi conexión en el domicilio y ya vuelvo a estar al 100%.

Pero yendo a lo que nos toca, el jueves hizo acto de aparición el nivel de frikismo que tuvimos en Hotel Glam con la visita de Pocholo y Tamara-Ambar-Yurena, una visita que todos sabíamos que no tardaría en aparecer pero que por suerte no se materializó con una permanencia prolongada. Los dos salieron de la casa antes de la cena. No fueron concursantes, sólo un reclamo para evitar la fuga de la audiencia durante las primeras horas de gala. Su presencia, que para mí podría asemejarse a la de Aída Nizar, fue recibida con grandes muestras de cariño y afecto con la excepción de Yola, que miraba horrorizada a Pocholo y su perrita Agua, tal vez rememorando en su mente los recuerdos que le unen al nieto de Franco. Yurena aprovechó para cantarle las 40 a Juan Miguel por un comentario que realizó durante el vídeo de presentación aludiendo a cierto miedo a la madre de Tamara (¿Acaso hay alguien que no se lo tenga?) y Pocholo en realidad no hizo nada. Era como si fuera demasiado mayor para un reality como éste o como si ahí dentro no hubiera nadie capaz de llamarle atención.

La visita de los del hotel Glam duró sólo durante la emisión de la gala, aunque pronto quedó eclipsada por la entrada de dos nuevas parejas salidas de La Casa de tu Vida 1. Por suerte la dirección realizó unos vídeos resúmenes de quiénes eran y qué era lo que les separaba, pues así en frío no tenía ni la más remota idea sobre sus identidades. Ya lo dije el otro día, no fui seguidor de aquel concurso por lo que seguir las peculiaridades de David, Natalia, Vanessa y la otra, siete años después era algo complicado. Pero gracias a los vídeos pude hacerme una idea y ver lo atractivo que resultaba volver a juntar a estos concursantes. Entonces Natalia salía con David, hasta que apareció Vanessa y ésta le levantó el novio. Hoy, Vanessa y David están casados y ninguno de ellos se habla con las que fueron parejas de concurso en el reality que les dio la popularidad. Por eso el programa les invitó a concursar del mismo modo que jugaron hace siete años: David con su ex, Natalia, y Vanessa con su ex amiga, que ahora es íntima de la ex de su marido.

Las nominaciones de la audiencia fueron previsibles: Saray y Gerardo, Mónica y Juanma, Yola y Juan Miguel, siendo más sorprendentes las votaciones de los favoritos. Sólo Chari y Rubén optaron por sus compañeros de GH, el resto prefirió ver fuera a Mónica y Juanma, básicamente porque ‘La virgen’ se había mostrado más aislada que el resto. Me extrañó que Marta no fuera a por Saray y Gerardo, cuando los ha criticado a la mínima oportunidad. Los de ‘Las Joyas’ no fueron muy sorprendentes con sus votos mientras que la duda la tenía con Sofía y Chiqui, que no tenía ni la más remota idea sobre qué harían. El resultado no pudo ser mejor, sacando de la casa a la pareja que menos aportaba al juego. Tuvieron una entrevista Express desde la sala de expulsiones y ni siquiera los vimos en el debate. Y es que para entonces ya había otros protagonistas.

El viernes la dirección propuso una fiesta a los habitantes del reencuentro, una de ésas con mucho alcohol para provocar vídeos de cualquier índole. Y lo consiguieron. La temperatura fue calentándose como pocas veces hemos visto debido a la presencia de gente tan guapa como calenturienta. Movimientos sexys, gestos obscenos, invitaciones perversas y finalmente morreos entre todos. Que si Chari con Yola, Rubén con Jorge, Sofía con Rubén y más movimientos insinuantes. Parecía que fueran a protagonizar una orgia, aunque no fue el caso. Chari pagó su calentón con Rubén en el jacuzzi y los demás con agua fría en la ducha.

Sin embargo, tras el polvo de la pareja SA, Rubén continuó con sus bromas con Chiqui provocando la cólera de Chari. Entonces vimos a la pareja discutir como nunca antes vimos en GH, con tonos de voz altos, agresiones y con muy poca educación, al más puro estilo Laura/Marcelo (Ejem). Chari le llamó «hijo de puta» y agravó el insulto llamándoselo también a la madre. Él la abofeteó y ella le atizó con la toalla. Entonces hubo más insultos y empujones hasta que Yola, Marta y Gerardo salieron a mediar. Los separaron para evitar más agresiones, sin contar que Chiqui iba entrando en brote por miedo a que afuera se viese su relación con Rubén de otro modo por culpa de Chari. Todo ello consiguió que el ambiente se caldease más que cuando zorrearon todos con todos.

Tras un poco de relajación Chari volvió a la carga, ahora ya intentando forzar una reconciliación consciente de hasta qué punto había errado en su actitud. Sin embargo Rubén ya no escuchaba. Lloraba como un niño pequeño porque al fin había mostrado al verdadero Rubén, al chulo, déspota y hasta agresivo concursante que jamás vimos en Gran hermano 12. La decisión del programa no se hizo esperar: Expulsados inmediatamente.

La casa parece haber encontrado algo de paz tras la repentina salida de unos favoritos, aunque ésta durará poco. Las personalidades que encierran son extremadamente fuertes y pronto habrá una nueva tormenta. Si no es Lara, será Vanesa, sino Marta, Coyote, Gerardo o tal vez David. Todos son bombas de relojería con patas, salvo Yola, que me vuelvo a reafirmar cuando dije que es todo corazón. Me recuerda en parte a Lydia de GH12, que bajo ese aspecto superficial se esconde una de las mejores personas que podemos ver por televisión. En estos días ha demostrado que sabe escuchar, es generosa, bondadosa, trabajadora y divertida. Poco a poco vuelvo a redescubrir a esa Yola y a entender por qué ganó Hotel Glam. Lástima que todavía no lo estén viendo los demás. El jueves pasado estuvimos a punto de perderla.

martes, 22 de marzo de 2011

No todos llevan la misma carga


Gerardo, la carga más pesada de este reencuentro.

Los primeros días de reencuentro ya están dejando en evidencia la mayor de las diferencias entre las parejas participantes. No era algo muy difícil de ver y que todos sabíamos que veríamos aflorar más pronto que tarde. No todas las parejas llevan la misma carga. Ya no lo digo exclusivamente por la relación que pueda unirlos, sino por la relación que cada uno, de manera individual, mantiene con la audiencia.

No llevamos aún ni una semana de concurso y ya hemos tenido unos cuantos enfrentamientos, que no hemos podido seguir como nos hubiera gustado debido a la nula cobertura de lo que sucede en la casa de Guadalix. Tan sólo hemos tenido algunos retales en el debate del domingo, presentando gratamente por Chritian Gálvez, y en el resumen de ayer.

Lara, de las Joyas, ya ha empezado a nombrar a su conejo alzando la voz, Chari a mellar la actitud de Rubén entre susurros, Marta a criticar a Gerardo y Saray, mientras éstos intentan soportarse mutuamente, y Mónica a intentar infundir pena con los sucesos que vivió tras su participación en La casa de tu Vida. Tan sólo las dos supervivientes parecen estar disfrutando de esta experiencia junto con una Yola Berrocal, con aspecto de niña del Exorcista, que vuelve a mostrar su mejor cara como ya hiciera en el 2003 en el Hotel Glam. Los demás se quedan eclipsados por las fuertes personalidades que los rodean, convirtiéndose así en privilegiados espectadores que sí pueden ver el 24 horas de este reencuentro que se nos ha negado a los que debemos dar audiencia al programa para que prospere.

No es de extrañar que Sofía y Chiqui sean quienes más estén disfrutando de la experiencia. Ellas son las únicas que están viviendo el reencuentro con una amiga. No hablo de alguien que te cayó bien en un momento determinado con quien simpatizaste y que luego el trató se perdió, como puede ser el caso de Marta con Coyote o Yola con Juan Miguel. Sofía y Chiqui son amigas de verdad, de las que quedan fuera para tomar algo para contarse sus penas y alegrías. Ellas son a este reencuentro lo que, por ejemplo, las gemelas fueron a GH9 o Saray y Pilar a GH11. Muchas de sus conversaciones quedan cifradas con sus miradas, sus ademanes, gestos que ya conocen perfectamente consiguiendo que las dos estallen entre carcajadas y risas. Una de esas relaciones sanas que da gusto ver por la pantalla, aunque la audiencia pierda parte del hilo conductor de la relación, pues puede malinterpretar ese lenguaje que no se dice con palabras. De momento, de lo poco que hemos visto, me parece que estamos ante una cómoda pareja que puede divertir mucho a la audiencia, aunque la popularidad de ambas ya no es la que pudo tener en otros momentos.

No es el caso, por ejemplo, de Chari y Rubén. Ellos nos divierten pero de otra manera. O mejor dicho, Chari nos divierte, porque en el resumen de ayer volvimos a ver esa mujer que habla entre susurros con gran rapidez, repitiendo argumentos como si fuera la melodía que toca una encantadora de serpientes para hacer que Rubén obedezca sin rechistar. Pero ahora es más divertido si cabe que en GH12. Chari tiene cogido por los huevos a su ex, al cual amenaza con irse ante cualquier movimiento que éste haga con el resto de las chicas de la casa. Y claro, si Chari se va, Rubén también. Las peculiares normas del reencuentro hacen que Chari tenga aún más el control de lo que ya tuvo en GH12, ya que Rubén parece no contemplar la posibilidad de que ella vaya de farol. Y claro, Rubén está convencido que su personalidad es la idónea para ganar un reality. Si no ganó Gran hermano fue por Chari –debe pensar él- y ahora que tiene la oportunidad de resarcirse, debe lidiar con ella de nuevo como carga. Lo que Rubén no parece entender todavía es que él, sin Chari, no interesa nada, y que como mucho podría aspirar a quedar segundo.

Peor carga tiene Saray con Gerardo, ya no sólo por la nefasta relación que les une, sino por lo mal que cae su pareja de reencuentro fuera. Puede que a muchos no les moleste la presencia de la hija de Pilarita, pero Gerardo ya es otra historia. Palabras mayores. Uno de esos tíos a los que ver por televisión resulta dañino para los sentidos. Al menos su pareja parece estar haciendo los deberes, consciente que tal vez no consigan el apoyo de la audiencia este jueves, y por tanto estén en la terna de nominados. Gerardo, consciente también de la mala relación que tiene tanto él como Saray con Marta, ya está intentando ganar apoyos. La primera es evidentemente la más joven y más temperamental: Lara, a la cual ha calificado de una grandísima persona, muy noble y «dulce», pero a la cual le fallan las formas. También ha intentado acercar posiciones con Yola y Juan Miguel.

Respecto a los más jóvenes, ésos que salieron de una escuela de “educación”, la carga es inversamente proporcional. Jorge debe cargar con Lara en cuanto a la convivencia. Él sabe que su compañera se acelera enseguida, pudiendo conseguir más enemistades de las que a él le gustaría en caso de quedar nominados. Por eso no defiende como corresponde a su compañera, quitándola la razón delante del resto de habitantes, disculpándose por ella por su pronto, sus contestaciones y su tono de voz. Y claro, esto molesta enormemente a Lara, quién considera que su compañero debería estar “a muerte”, como diría Jhota, con ella, como en la primera edición del reencuentro estuvieron Ainhoa y Nico. No obstante, en esta pareja quien tira del otro con respecto a popularidad es Lara. Es ella la que tiene tirón mediático, a la que la gente está salvando, y es que para aquellos que llevaron a Laura (No hay ningún país en la península Ibérica) a la final de GH, la presencia de Lara debe saber gloria bendita.

Mónica y Juanma no está aportando gran cosa. Yo no fui seguidor de su reality, pero por lo poco que percibí de estos personajes, pensé que aportarían más ahora. Tal vez por eso ahora ya no dudo sobre su poca convocatoria de voto. Marta y Coyote tampoco me están diciendo gran cosa. En todo caso Marta, que entró directamente con el machete afilado. Por último quedaría Yola y Juan Miguel. El Karino simplemente está ahí, como apuntaba antes siendo espectador privilegiado de ese 24 horas inexistente y Yola parece estar moviéndose con cierta gracia, sorteando a los titanes del concurso y aportando ¿equilibrio? No se si me atrevería a decir tanto. Sólo sé que, de momento, su presencia no se me estomaga. Es más, diría que es esencial.

El jueves una pareja se marchará y entrará otra. Ahora, para mí lo más importante de esa noche será ver el poder de convocatoria, no de los reencontrados, sino del programa. Una cosa es la gala de presentación, con la expectación formada por quién entraría, y otra la gala con la dinámica habitual, con un gran resumen y un genial debate, pero sin cobertura real de “vida en directo”, casi sin blogs dedicados, sin redes sociales que nos mantengan al día, sin apenas noticias en la Web ¿Acaso no suena a programa del siglo pasado?

sábado, 19 de marzo de 2011

La audiencia se reencontró con lo mejor de cada casa

El plato fuerte estuvo en la matrimoniada con suegras incluídas. Pero ellas no se quedaron.


Hoy la pregunta que corre por Internet es qué elementos que tuvimos durante la edición más larga de Gran hermano continuarán al pié del cañón con la segunda edición de ‘El reencuentro’, en esta ocasión ya no sólo de GH sino de todos los realities que ha emitido el grupo Telecinco. Algunos blogs se nos han caído, puesto que ya han dicho que no participarán en esta aventura. La tele encima continuará.
Entiendo gran parte de la decisión de algunos de nuestros queridos blogeros. Esta edición de ‘El Reencuentro’ (ER a partir de ahora), por motivos que no se han explicado, carece de gran parte de la cobertura que Telecinco ha empleado hasta hace siete días con GH. Hemos perdido el 24 horas, ya fuera por TDT o por Internet, y en consecuencia hemos perdido el blog del Minutado (Que te mantenía al día cuando no podías ver la vida en directo). Tan sólo tenemos un par de conexiones en La Siete, que en total no hace ni cuatro horas diarias. Seguimos con un resumen amplio (de momento) que nos contará los detalles más relevantes, pero ya nos veremos obligados a ver “lo que nos dejan ver”. Esta decisión ha hecho que muchos blogeros se hayan caído de comentar esta aventura, pues sus escritos diarios necesitan de algo más que los resúmenes encorsetados que nos brinda Zeppelin. Pero esto no es GH, sino ER y supongo que formará parte de su esencia.
Las normas de esta segunda edición son exactamente las mismas que tuvimos durante la primera, y eso que en aquella ocasión tuvieron que improvisar sobre la marcha porque, cuando comenzaron a emitir no sabían cuánto duraría. Fue por eso por lo que disculpamos esa sensación caótica del primer reencuentro, y tal vez porque en esta ocasión dispusieron de más tiempo, confiaba que tocarían aquellas cosas que fallaron. Pero no, seguirán igual.
Para mi humilde modo de entender, la entrada progresiva de concursantes durante cada semana rompe la dinámica de grupo, lo que hace que se difumine la acción, siendo más fácil desengancharse. Hubiera sido mejor que entrasen todos de golpe (Además de la injusticia que es para los primeros tener que competir contra otros que entran frescos y lozanos y con mucha información del exterior). Respecto a la competición en pareja,  era una norma buena en un principio para que los concursantes limasen asperezas. Pero cuando de siete parejas sólo dos tienen problemas entre sí, es injusto de cara a la competición, ya no sólo para los concursantes, pues la audiencia tiene que encontrar un equilibrio entre alguien que nos encanta y otro que detestamos pero que juegan juntos.
Ayer entraron en la casa dos parejas de GH, una de La casa de tu vida, otra de Supervivientes, de Hotel Glam, GH VIP  y de las Joyas de la Corona. No entró nadie de OT y seguramente muchos echamos en falta a algunos concursantes. Por lo menos el nivel de frikis, aunque puede ser alto, no alcanza cotas insalubres para nuestra salud mental. Por eso espero que la semana que viene no se cumplan los rumores y entre Pocholo con Tamara-Ambar-Yurena. Eché en falta a Toscano y Tatiana, a alguien de OT o a la vieja y el golfista de ‘Supervivientes 2’ (ésa sí que era mala y no Mirentxu) Pero no pudo ser.
Debo reconocer que, aunque los conozco a todos, no los seguí por igual en sus respectivos realities. Por eso, en algunos casos, más que un reencuentro con ellos, será un descubrimiento. No vi ‘La casa de tu vida’ pero supe de la existencia de Mónica y Juanma (Ahora tremendamente delgado). Tampoco fui un gran seguidor de ‘Supervivientes’ en el momento que pasó a ser de famosos, pero uno no olvida los bailes de Chiqui en Crónicas Marcianas y a ‘Misofi’ la hemos visto de colaboradora en ‘Sálvame’ en muchas ocasiones. Sí seguí GH VIP en sus dos ediciones, aunque a Marta ya la conocimos en GH2. No obstante, en lo referente a la edición de famosos de GH, ya ha pasado tanto tiempo que casi no guardo recuerdos, salvo la victoria de Marlene, los cabreos de Coyote cuando perdían una prueba y algunas de las pérfidas imágenes que nos recordaron ayer. Será una pareja curiosa, en parte porque Marta es un personaje que despierta bastante rechazo y Coyote, en cuanto hable dos palabras seguidas, recuperaremos la tirria que le tuvimos en su día.
Hotel Glam fue uno de los realities más divertidos pero también más surrealista de los que se han emitido en televisión. Ya nos acordamos muy poco de él. Tal vez en nuestra mente lo que más vive es esa canción que cantaron todos ‘Es una lata, el trabajar…’ tema que iba muy acorde con los elementos con los que tuvo que lidiar Jesús Vázquez. Entonces descubrimos una Yola que ya pasó al olvido, quedando únicamente la imagen choni y friki. Yola se ganó a muchos en aquel concurso, demostrando que su corazón era más grande que sus pechos (Entonces no operados) La pregunta está si ese corazón ha crecido proporcionalmente a la silicona que sujeta con estoicismo. Si es así, seguro que nos vuelve a ganar. Lo malo es su pareja, el Karino. No guardo grandes recuerdos de él, por lo que nos toca redescubrirlo mientras nos reencontramos con Yola.
De las Joyas de la Corona era evidente que Lara estaría presente. De hecho, viéndola este verano en la “Escuela de Glamour” siempre pensé que se había equivocado de programa. Lara era carne de GH, no de las joyas. Por eso su presencia en ER dará un toque explosivo. Con ella está Jorge, el pamplonica poligonero. Son los más jóvenes de los concursantes y me atrevería a decir que tienen muchas papeletas de llevarse los 60.000 euros (De hecho, fueron los únicos que no tuvieron inconveniente en decir que querían el dinero).
De GH tuvimos representación de las dos últimas ediciones. Saray entró con Gerardo, evidentemente, por lo que volveremos a sufrir a Bobardo, que no tardó en soltar sus peculiares arengas a Saray y a Marta. Un lastre importante para la finalista de GH11. Como no le cosa la boca, somos capaces de dejarla abandonada sólo por quitárnoslo de en medio. De la última edición, evidentemente, fueron Chari y Rubén, la pareja empresa, que diría el Gato encerrado.  Yo siempre he sido más de Chari que de Rubén, y aunque al final me desencantó un poco, Chari es una de las personas que más tiene que aportar a este reencuentro. Por supuesto que el pelele de su ex no pinta nada si ella no está. Él fue protagonista por y gracias a Chari, y lo volverá a ser ahora.
Supongo que la semana que viene una pareja dirá adiós y llegará una nueva ¿De OT? ¿De MHYV? Las dos parejas de GH y Lara y Jorge creo que son quienes más posibilidades tienen de salvarse, puesto que su popularidad todavía está reciente en nuestra memoria, siendo probablemente Sofía y Chiqui las más débiles, aunque siempre pueden ser salvadas por sus compañeros. El domingo tenemos debate con Christian Gálvez. No podemos perdérnoslo porque será la única manera de saber qué ha pasado este fin de semana. Ojalá Telecinco se den cuenta del fallo de la cobertura y lo arreglen de algún modo para que aquellos que nos estamos reencontrando con los concursantes podamos seguirlo con las mismas facilidades que hemos tenido con otros concursos. Al fin y al cabo, éste es el reality de realities, ¿o no?
Por cierto, la decoración de la casa es inmensamente mejor que la que tuvimos durante GH12. ¡Enhorabuena!

miércoles, 16 de marzo de 2011

GH12: el duelo entre los que sólo ven y los que votan

He tardado en volver porque los comentarios respecto a la final tampoco es que sean muy diferentes a los que ya se han dicho en otras entradas. Era, un año más, una final previsible hasta tal punto que casi cuadré los porcentajes de cada uno de los tres que quedaban en la casa. Poco más del 10% para Marcelo, veintitantos para Yago y poco más del 60 para Laura. Y punto pelota.

Ésta ha sido la edición más larga del concurso, también la menos vista, la que más concursantes ha tenido y probablemente la edición con menos participación de votos. Éste es un dato que jamás se ha dado, pero que sería muy interesante conocer. En otros países, cuando sus realitys acaban, la cadena hace públicos todos los datos relativos al televoto. Al fin y al cabo, la gente que pagó por participar tiene cierto derecho a saber qué pasó con sus votos, además de darle una transparencia mayor a los formatos. Aquí en España no sucede, y como consecuencia no podemos hacer un estudio aproximado que intentase explicar por qué esa diferencia tan grande entre las principales encuestas y lo que se votaba por SMS, sobre todo a partir de la mitad de la edición.

Tras cada gala de GH12, Twitter y Facebook se veían inundados de comentarios que no comprendían qué había pasado, los blogs más importantes eran invadidos de quejas por lo que estaba pasando y la continua amenaza de manipulación estuvo en el aire como cada año acusando a la dirección de «trampas». Pero no había nada manipulado. La explicación era simple y llanamente en que la mayoría de la gente que lo siguió, no votó dejando que una mínima parte de la audiencia se convirtiera en la mayoría que marcó el curso del juego. Y es que esa minoría en realidad era la mayoría, la mayoría que votó. Claro está.

Tal vez Mercedes debería haber cambiado la frase con cada expulsión y decir: “La audiencia, que ha votado, ha decidido que debe abandonar la casa…”, lo cual no hacía menos legítima la expulsión pero sí hubiera sido más exacta. En realidad no hacía falta. Todos tuvimos la opción de votar y sólo algunos la aprovecharon.

Yo reconozco que en esta edición no he votado mucho. Al principio porque los concursantes no me decían gran cosa. Me daba igual que se fuera uno u otro. Luego, según ya empezaba a simpatizar con alguno, la cosa se puso algo más interesante para más tarde perder todo aliciente al ver que todo estaba vendido. Le di un voto a Óscar por inaguantable, otro a Mireia por haberse equivocado de edición, uno a Joaquín para salvar a Laura (Sí, sí, a Laura) y ya no participé más hasta el duelo de Marcelo contra Terry, y ahí con algo más de ahínco. Al ver cómo se salvaba una persona como Marcelo, mi interés empezó a decaer, aún así intenté salvar a Lydia (Sin éxito). La expulsión de Lydia fue la última en la que voté. Dámaso era insalvable y Marta me daba igual. En la final, tampoco voté ¿Para qué gastar mis euros en eso? Antes prefiero enviar un SMS con la palabra JAPÓN al 28077 (Habilitado por la Cruz Roja para ayudar al país del Sol Naciente) que enviar un mensaje para que cualquiera de los tres finalistas ganase.

La satisfacción de la gala final estuvo en ver el ‘gepeto’ de Marcelo al quedar tercero y ver cómo Laura era recibida entre vítores. Ya lo he apuntado muchas veces. Marcelo entendía de Gran Hermano, había sido un fiel espectador y sabía sacar análisis rápidos de lo que estaba pasando. Su cara nos decía que, efectivamente, ya tenía el resultado de su pronto análisis. A Marcelo no le hacía falta que Terry le dijera que había llegado hasta ahí gracias a Laura. Él ya había llegado a esa conclusión solito. Y de ahí esa cara avinagrada con la que nos deleitó durante la gala final, el debate y más tarde en el chat de telecinco.es.

Para mí, que ganase Laura era lo de menos. Lo era porque de verdad entendí en todo momento por qué ganaba. Laura se enfrentó y dio de lado a sus amigos por amor, como afuera muchos hemos/han hecho, Laura fue impulsiva y actuó en función de sus deseos sin pensar en el mañana, como otros tantos hacen y algunos desearían poder hacer (Pero son más ¿Cobardes? ¿Sensatos? Aquí quién no se consuela es porque no quiere). Laura luchó y siguió siendo ella. Por eso, pese a sus formas, su bravuconería o su chulería, entendí, entiendo y entenderé esa victoria que también deseé en algún momento. Fue ella la que enamoró a la mayoría –votante-, fue ella la que atravesó la pantalla y nos tocó.

Sin embargo, lo de Marcelo es incomprensible. No me sirve la excusa de sus 20 años. Si tiene edad para entrar en Gran hermano, tiene edad para ser juzgado por el mismo rasero que otro de 25, de 30, 40 o 70 (Nadie tuvo consideración con Mirentxu por su edad ¿Por qué iba a ser diferente ahora?) Fue dañino, sobre todo con las mujeres, chulo y prepotente. Además de no tener ni puta idea de cómo tratar a Laura, la mujer a la que supuestamente quería (Por el interés). Estoy de acuerdo en que Gran hermano es un espectáculo y que hay que mantener a quien sabe dar juego. Pero hay límites que no se deben pasar, y nosotros, como audiencia, debemos dar prioridad. Teníamos una oportunidad de oro para lanzar un mensaje que dijera “Esto no gusta en nuestro concurso” pero no lo hicimos, o mejor dicho no lo hicieron –los que votaron- para que continuase al lado de Laura. Luego nos quejaremos cuando la gente dice que en GH sólo entran y duran los impresentables. Con casos como el de Marcelo, difícil defender lo contrario.

De Yago no diré nada. Él ya tuvo su gala cuando fue expulsado.

GH12 así acabó, sin la confirmación de una nueva edición aunque todos imaginamos que llegará. Al fin y al cabo, GH sigue siendo el reality más fuerte de la temporada y aunque ha sido la edición menos vista, sería ridículo decir eso sin mencionar que el panorama actual de la tele es diferente, y que GH ha sido el programa en Prime Time con más share de toda la cadena con una media del 18%. Como dijo Mercedes al acabar la gala, Gran hermano seguirá mientras nosotros estemos ahí. Y yo, aunque últimamente no hago más que perder, ahí estaré.

El jueves tenemos una nueva fiesta, con Jordy González. Las puertas de Guadalix se abrirán de nuevo para recibir a concursantes de todos los realitys de la cadena en un nuevo reencuentro. Desconocemos si las normas serán las mismas que las del año pasado, ni quiénes entrarán. Las respuestas las tendremos mañana. Estaremos pendientes (Rezando por un casting divertido, que no tiene que ser necesariamente Friki. Mejor dicho, espero que no lo sea)

martes, 1 de marzo de 2011

Ya se dijo todo


Laura Campos ¿La ganadora de GH12?

Llevo ya varios días sin escribir nada al blog. Tal vez por esa sensación propiciada de que ya está todo dicho, que esta edición de Gran hermano está vista para sentencia en la final que, presumiblemente, se celebrará el próximo 10 de marzo (hay quien apunta al domingo de esta semana aunque yo lo dudo)

La expulsión de Lydia de hace dos jueves, y con ese abultado porcentaje, no dejó lugar a la duda. Desde aquel momento todos sabíamos que el próximo sería Dámaso. Tras él, tocaría el turno a la eterna nominada de esta edición, Marta –sobre todo tras ver cómo Yago se convertía en un pronto finalista inmune a las dos últimas jornadas nominatorias-. Al final el panorama era muy predecible. La pareja a la final con el enchufado de esta edición. En el momento decisivo, apuesto que los seguidores de la pareja se decantarán por Laura, por lo que Marcelo quedará tercero con un exiguo porcentaje a favor para ganar, Yago quedará segundo con algo más de votos y Laura se proclamará la vencedora con más del 60%. Mi apuesta es que quedarán más o menos así: Laura el 60, Yago un 30, Marcelo un 10% (En el mejor de los casos para el malajeta. Lo mismo hasta obtiene menos votos que Chiqui o incluso Pilarita).

El triunfo de Laura es un triunfo pronosticado fuera desde hace tiempo por muchos, aunque sea ahora cuando ya todos lo digamos de viva voz, convencidos que estamos haciendo una apuesta segura. Un triunfo que, para mí, se merece con todas las letras ya que fue gracias a ella por lo que vivió esta duodécima edición. Laura fue la concursante que le dio vida a esto, que jugó por impulsos y que dio todo en un alarde de casi pornografía emocional (Que nadie se lo lleve a los polvos que echó en la casa). Laura actuó y obró seguramente como hubiera hecho fuera y muy pocas veces se paró a pensar dónde estaba y las consecuencias que podían tener sus actuaciones con su gente. Recordemos que entró con novio, con una relación de casi ocho años que defendía a capa y espada con cualquiera que se atrevía a dudarlo. Luego la fortaleza se derrumbó, se encaprichó del nene y mandó al novio a tomar viento a través de la televisión, sin tan siquiera esperar a que hubiera una conversación fuera con él para que finalizase, como debía haber sido, la relación de una manera formal.

Aquellos fueron los momentos duros de Laura. Momentos que se jugó la expulsión, y diría que se salvó por los pelos. Sin embargo, los desprecios de su familia la auparon a lo más alto. Todos fuimos capaces de ponernos en la piel de la de Parla, comprendimos lo injusto de la reacción familiar y nos encariñamos con ella. Si a eso le sumamos que Laura se convirtió en una gran sufridora por amor, con un Marcelo que por detrás renegaba de ella, ahí lo tenemos ¡HABEMUS GANADORA!

No obstante no es tan extraño que sea el perfil de Laura el que triunfe esta edición. Con el paso de los años, el perfil de espectador de Gran hermano ha variado. Se nota en las expulsiones, se percibe en los blogs y en los foros. En el Gran hermano sin número, que diría Pepe, y durante la mitad de las ediciones sucesivas, la audiencia actuaba como un ente justiciero que cargaba contra todo aquel que hiciese una maldad. No se consentía la provocación por diversión, ni mucho menos hacer daño sólo por pasar el rato. Sin embargo, poco a poco el perfil de la provocadora, de la guerrera, de la choni, empezó a tener una representación, y un grupo de espectadores se encariñaron con concursantes que se ajustaban a este perfil. Un grupo de espectadores que ha ido creciendo, que no quepa duda.

No sabría identificar quién abriría la lista, pero diría que para muchos la legionaria fue un «amor» que merecía ganar su edición. No lo consiguió por sobradas razones. La chica no estaba muy equilibrada que digamos. Sin embargo, pasados los años, optó con firmeza para ganar GH: el reencuentro, y posiblemente lo hubiera hecho si no hubiese entrado en el brote contra Melania que la llevó a una expulsión disciplinaria (Ya en su edición estuvo a punto de irse por atacar a Juanjo). Podría haber ganado porque no era el mismo público que la echó de GH6. Ése ya dejó de ver Gran hermano.

Con la legionaria hay otras concursantes con perfil similar. Inma de GH7 despertaba simpatías pese a todo, Ainhoa, con su gran belleza, también respondía a este tipo de perfil más o menos. Sin embargo, el auge de lo choni, barriobajero y soez empezó a tener una gran acogida entre los espectadores a partir de la décima edición, donde muchos vieron en Chiqui una especie de princesa del pueblo, alguien a la que dar cariño y protegerla, cuando en realidad la chica era una auténtica arpía. Una analfabeta orgullosa de serlo, sin ánimo de mejorar en su vida, que hizo del «Asin de claro» su grito de guerra. Chiqui fue irrespetuosa como no se hubiera tolerado en cualquier otra edición anterior, fue chula, déspota y muy provocadora. No se hizo con el triunfo, pero consiguió un inmerecido tercer puesto sólo por la amistad que le unía al vago «modelo» que estuvo toda la edición en remojo.

Tras chiqui pasamos a Tatiana. La rusa andaluza de GH11 fue otra chica igual o peor que la de Cartagena. Sabía hacer daño, y lo hacía apropósito, con la única finalidad de divertirse. Entonces la audiencia se lo consintió casi todo. Se enternecía con los videos de coño repetido hasta la saciedad como único vocablo aprendido en nuestra lengua y la dejó en la casa casi hasta la final. Fue el polvo dedicado a Indhira con el delfín lo que acabó con ella en GH –y con él-. Tal vez porque aquello ya fue el colmo de la mala educación. Que se hiciera un alarde de ese comportamiento en televisión fue demasiado para muchos, aunque otros continuaron viendo en ella una niña joven, cándida y dulce que reaccionaba así debido a una limitación afectiva que no había tenido en su vida.

Como se ve, la tendencia era ésa. Por eso este año, el triunfo de Laura, será también el de Tatiana, el de Chiqui, el de Bea, el de Inma, el de todas las chonis que han pasado por Gran hermano, pero que fracasaron debido a que el perfil de espectador de entonces no consentía que el triunfo se lo llevase alguien así. Era el espectador que actuaba como juez de la moral y lo de estas chicas era un atentado contra el buen gusto y las buenas formas.

Lo digo en serio. Entiendo que Laura gane este Gran hermano. Lo entiendo porque entre todos los concursantes (22 este año si no recuerdo mal) ella ha sido la única que ha conseguido movilizar a buena parte de la audiencia. Y el juego va de eso, no de jueces de la moral que salvaguardan el decoro y el protocolo por encima de todo, proclamando como ganador al concursante que mejor convivió. Si alguien sigue pensando que Gran hermano va de eso, está muy equivocado.  No obstante sigo pensando que, si hay motivos para que gane, también los hay para que no lo haga. Laura, pese a ese sufrimiento familiar y por amor, no ha sido leal con el resto de concursantes. Ha sido quién más ha discutido, usó el grito como su arma, provocó gratuitamente y traicionó a las personas que confiaron en ella. Como ya hiciera Chiqui, ha dado muestras de no saber mucho, que no es necesariamente malo. Lo horrible ha sido ver cómo se muestra orgullosa de ello. Sus actos los justifica con esa manida frase de “Yo soy así” demostrando una nula capacidad autocrítica que le llevase a mejorar como persona. Tiene una nula intención de aprendizaje a cualquier nivel.  Y aunque tuvo momentos tiernos, como cuando estuvo con Dámaso tras la expulsión de Lydia animándole, toda buena acción queda eclipsada viendo cómo después se mofa gratuitamente de todos.

En fin, tarde o temprano tenía que pasar. Y no era de extrañar. En televisión, Belén Esteban hace audiencia. ¿Acaso nos sorprende que Laura gane Gran hermano? A estas alturas de la película, a mí no. Ahora sólo queda esperar a las próximas dos galas. Las últimas de GH12. Asistiremos a una final más que predecible como la del año pasado y depositaremos nuevas esperanzas en la próxima edición. A ver si de una vez por todas, volvemos a estar en el bando vencedor. Eso significaría que Gran hermano recuperó la audiencia que no permitía aupar a lo más alto a lo más choni de este país.