martes, 2 de diciembre de 2014

Un tiro en el pie

Solo puede ganar una.



Y Fran salió y Yolanda se salvó. Parecía imposible, que ya todo estaba escrito. El bando de los defensores de Paula iba a ejecutar el plan al dedillo e iba a sacar a Yolanda para, una semana más tarde, dar el golpe definitivo al equipo de las primas, el único que podría disputar el triunfo a Paula. Sin embargo, el plan no salió y Fran salió de la casa con un 66% de los votos, que no son pocos. Nada despreciable para, por un instante, pensar que el maletín seguía estando en juego.

Luego llegaron las nominaciones. La verdad que esto de seguir formando equipos  ha mermado mucho la emoción de las votaciones de la casa porque, pese haber un expulsado, el que se queda hace una réplica de los votos, los demás se repiten como el ajo y la terna de nominados cambia bien poco o nada. 

Todo salió según lo esperado, salvo por una cosa. Las primas votaban por primera vez al grupo de Hugo y Azahara, aunque esta variación poco modificó la lista. Paula se salvó y los primos subieron… subieron por las de Albacete. Las únicas que intentaron hacer algo distinto fueron ellas… los demás se ajustaron al guión.

Como consecuencia, a Alejandra le tocó exponerse (¿Quién decía que siempre iba a exponerse Yolanda?), Luis y Jonathan, que a ése sí que le toca ponerse siempre y no por jugar solo, como Paula, sino porque Juanma es el concursante más cobarde de la historia de Gran Hermano. Durante unos instantes vacilé con respecto a quién debería irse. Y es que motivos los hay para que se marchen los tres.

Mi primer impulso era pedir la cabeza de Jonathan. Ya la semana pasada pedía poder ver a Yolanda sin el primo, lo cual se convertía ésta en una ocasión perfecta. Apenas quedan tres semanas de concurso, por lo que habría que ir buscando a esa Yolanda sin adosar a los músculos del valenciano para que intentara ganar a una parte del público que ansía ver una chica diferente. No obstante, temo que la expulsión del chico haga que veamos a una Yolanda viuda y aún más deprimente. Y más deprimente que podrá ser con la visión que luego os cuento.

Luego pensé en Luis. Luis nunca me terminó de gustar. Al principio vi un estratega en él, y con cierta curiosidad me fijé en todos sus movimientos, convencido que tarde o temprano podría ver algo que le hiciera brillar. Pero no lo vi. Todo lo contrario… Vi un chico manipulador, que le encanta quedar de Santo, que cohíbe y coarta las actitudes de los demás… Le vi bastante miserable, sobre todo tras su acercamiento a Paula. A día de hoy sigo pensando que lo hizo por puro interés, como parte de la lectura que estaba haciendo sobre el juego. Por tanto, si ya habíamos sacado a Fran, lo lógico era sacarlo a él… Sin embargo, enseguida deseché esa posibilidad. Luis ha formalizado equipo con Paula (Hasta tal punto que en su vídeo de apoyo se menciona a ella tanto como a él), por lo que invitarle a llegar a la final serviría para dividir algo de votos. No nos engañemos. Luis tendrá muy pocos votos como ganador de esta edición… casi tantos como los que tuvo Almudena en GH10, pero esa mínima porción, ese 2% que tal vez consiga, se irán a la caja de Paula si él saliera este jueves.

Así pues, la última opción era Alejandra. Y probablemente sea de los tres la que menos ganas tengo de perder en la casa. No obstante, la mecánica del concurso de este año hace que, si queremos competir contra los defensores de Paula, tengamos que sacrificar a Alejandra. Pegarnos un tiro en el pie, aunque no nos apetezca nada. El mayor problema es que, del grupo de las primas, es precisamente Alejandra la que cuenta con más apoyo. La imagen de Yolanda enganchada a Jonathan no la ha beneficiado nada… Sin bien, también es cierto que la actitud de Alejandra ha creado casi más rechazo en otra parte de la audiencia. Además, por curioso que parezca, Alejandra no ha sido capaz de mover alguna trama de esta edición. Ha intervenido en muchas, de un modo u otro, pero no ha brillado especialmente… O dicho de otro modo: no nos ha contado nada. Estuvimos esperando mucho tiempo a que finalmente nos dejara descubrirla, pero a tres semanas del final… ¿Acaso lo ha hecho? Tengo mis dudas.

El jueves saldrá el último expulsado de esta edición, si bien aún quedarán siete personas y la final no se producirá hasta el día 18, por lo que tres personas saldrán de esa casa antes de esa fecha. El primero de esos tres compartirá gala con el último expulsado, y los otros dos saldrán la semana antes de la final, una final a cuatro como llevamos viviendo en las últimas ediciones. Lo que no sabemos es cómo se eliminará a esos tres concursantes.

La mayoría pensamos que se cambiará el sentido del voto. Ya no votaremos para expulsar, sino para ganar… aunque no sabemos si la casa hará algún tipo de filtro sobre a quienes podremos votar. Creo que no, que según se expulse, se abrirán teléfonos para los siete restantes, y antes de acabar la gala, el menos votado deberá abandonar la casa.

Yolanda podría quedar desolada si Alejandra fuera expulsada, y poco después Jonathan abandonara la casa como el menos votado, aunque tal vez el menos votado sea Juanma. Da igual, el primo superviviente saldrá la semana siguiente, y posiblemente Hugo vaya detrás, dejando una final entre Azahara, Luis, Paula y Yolanda.

Si el expulsado fuera Luis, cualquiera de los primos le acompañarían esa noche, mientras el otro, de nuevo con Hugo, saldrían a la semana siguiente. La final sería entre Paula, Azahara, Alejandra y Yolanda, la cual no dudo que Paula ganaría de calle… El apoyo de las primas se dividiría en dos, y Azahara dudo que pueda disputar la victoria.

Ahora, en el caso de echar a Jonathan… tras él, seguramente marcharía su primo. Después iría Hugo y luego… no sé si sería el turno de Azahara o de Yolanda. Lo inteligente sería durante esa segunda tanda, centrarse en una única prima. Si no nos damos el tiro en el pie esta semana, tendremos que hacerlo entonces. Al igual que Pepe hizo con Dairon en GH7. No obstante, apostar por Alejandra por ser la némesis de Paula, proclamarla la antipaulista, en realidad la convertiría en la no-ganadora. Si pudiera ganar, no ganaría ella… sino que perdería Paula. Alejandra sería el símbolo de la derrota de Paula, pero su victoria no sería por méritos propios.

Yolanda,  pese a todo, sí está contando una historia. Otra cosa es que guste lo que está contando. Ella sí tiene una trama propia. Es la enamorada no correspondida, obligada a vivir al lado del chico que la da alas y a su vez se las corta. Ella prefiere vivir en su mentira, así lo ha dicho ella misma, que reconocerlo así es también muy duro. Hay imágenes desgarradoras en su historia, como verla apoyada en la puerta del confesionario llorando amargamente tras escuchar las duras palabras que Jonathan decía sobre ella al súper. No obstante, falla algo básico: Jonathan no es el villano de la historia, sino una víctima más… el villano es ese Cupido caprichoso que hizo que ella se prendara de él… pero él no de ella. No estaban destinados a estar juntos y probablemente eso haga que sea más doloroso para ella.

Puede que no sea una gran historia, pero creo firmemente que es la única que podría hacer frente a la historia de Paula. Porque la historia de Paula tampoco es muy elaborada. Ella fue la chica que conoció chico, se enamoró, vivió un romance… y de repente apareció la ex (Gracias a GH). Se lo arrebató en 24 horas y la nueva pareja la martirizó como en una novela latinoamericana. El resto del concurso, Paula se ha dedicado a vivir de las rentas de esa historia, con una legión de fans ya afincada torno a ella. Al menos la historia de Yolanda ha durado casi todo el concurso (Aunque con reiteraciones que han podido convertirla en tediosa), mientras la de Paula apenas duró un mes. 

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