Toma Cero

Finalmente Óscar salió expulsado. Como ya podíamos entrever durante los últimos días previos a la gala, el azafato terminó su andadura con un porcentaje que desconocemos (O al menos este espectador se perdió) pero que imagino que estaría torno al 50% de los votos, como al menos veíamos en todas las encuestas. Su entrevista fue más o menos como su andadura, sin mucha chicha: algo habitual si tenemos en cuenta que el primer expulsado apenas tiene tiempo para provocar contenidos. En este caso sólo once días (Recordemos que en otras ediciones los hubo con menos tiempo) y de los cuales estuvo prácticamente luciendo torso, músculos y comentarios jocosos e irrespetuosos que resultaron que eran humorísticos y que la audiencia no los entendió.

Mercedes estuvo especialmente irónica y dio más cancha a esta entrevista de lo esperado, ya que no contábamos que la lucidez del azafato nos fuera de mucho interés. Menospreció su chulesca actitud y atizó dónde más duele, en el orgullo de este muchacho tan convencido de que lo que estaba haciendo era lo que queríamos, lo que esperábamos. Y es que resultaba que en todos los vídeos que le enseñó Mercedes, él salía graciosísimo. Es una lástima que la audiencia no lo entendiera.

Mientras, Feroz cambió de casa. Como ya supuse ayer, Julio fue el elegido por el programa para que protagonizase el trasvase, seguramente para reencontrarse con Chari y para que Rubén enloquezca de celos al pensar lo que puede estar haciendo cuando en el menor de los descuidos el programa evidencie que Julio no fue el expulsado, sino que ahora vive con los vecinos. Lo cierto es que este trasvase pone en tela de juicio aquello que tanto dijeron en la gala 0, eso de que serían los concursantes quiénes escribirían esta edición con sus propias decisiones. Que fuera Julio el elegido no fue decisión de los concursantes, sino del programa… aunque una vez comunicado su nuevo destino, Mercedes le preguntase si deseaba volver a la casa 1. Él dijo que no, pese a su “relación” con Lidia… y es que Feroz necesita a su Yago, y también en cierta medida a su Chari. Ahora veremos si, tal y cómo repitió durante toda la semana, esta vez sí respeta a la Choni-chari, o al novio de ésta, mientras que en el otro extremo veremos si ella hace lo propio o si tiene la necesidad imperiosa de hacer algún edredoning con ropa puesta, como decía una antigua novia “Hacer un summer son” (En honor a un videoclip de Texas en el que se veía a la cantante revolcándose con un tío sin quitarse los vaqueros) para excusar su aún fidelidad o si se la pasa por el forro y ataca al boxeador. De cualquier modo, de momento Julio se ha aproximado a Flor por lo que lo mismo nos quedamos sin la infidelidad.

Durante la gala también tuvimos la respectiva jornada de nominaciones, con un resultado que sorprende a medias. Patricia y Marcelo por parte de la casa 1 y Joaquín y Mireia por la casa 2. En la nota de prensa publicada en formulatv.com se leía que la casa uno votaría al modo tradicional y la casa 2 poniéndose de acuerdo. Al final fue al revés, arrojando el resultado que acabo de comentar. A mí no me sorprendió los votos a Patricia. La cantarina ha provocado bastante malestar en la casa porque no pueden contener sus canciones mal entonadas, ni tan siquiera en la hora de la siesta. Sin embargo, debo reconocer que me sorprendió los tantos a Marcelo. De la casa dos, tampoco me extraña el resultado en contra de Mireia. Desde fuera sí se la ve mandona, y los mandones pasan rápidamente a disposición de la audiencia pero Joaquín me pilló un tanto desprevenido.

Ahora bien ¿Quién debe irse? Ésa es la pregunta de esta semana, con una respuesta que aún no tengo muy clara.

- Patricia: es la chica de cejas mal pintadas, la cantarina sin oído que no sabe entonar y que ha dado ya generosos vídeos, aunque todos relacionados con su arte de destrozar la música (save the music, please). Es la chica extraña y sensible de esta edición, que llora por todo y se ríe hasta de su sombra. Muchos dudan si lo suyo es un papel, aunque yo diría que no. Ella es así… al verla, no puedo hacer otra cosa que acordarme de Merlín en Sherk 3 diciendo eso de: “Soy una abeja zumbona”

- Marcelo: jovencito y guapete, virogéxico en ciernes, creído y chulo. Según sus propias palabras, es un chico 9, porque además de estar tremendo, tiene coco. Lo que no tiene desde luego es abuela. En el lado bueno de la balanza está que sabe leer en el concurso. Estuvo medio picando y medio aleccionando a Julio durante su semana de nominado y ahora le toca a él mostrar esos conocimientos ahora que está en la terna. Detrás de él hay mucha adolescente, que no creo que tarden en organizarse para salvarlo.

- Mireia: es la ballerina de esta edición. Siempre que la veo está limpiando, organizando, ordenando,  cocinando… seguramente porque no se siente identificada con el resto de la casa. Así que, para matar el tiempo: limpia. Queda muy lejos a esa Mivic que vimos en su videoclip. Ni es tan divertida, ni tan cachonda, ni nada a cómo la que veíamos cantando intentado imitar a Madonna. Tal vez necesita un escenario para verse protagonista.

- Joaquín: el hombre de la mina de oro, medio novio o algo de Marta y jugador dónde los haya aunque luego monte un paripé en el confesionario fingiendo no saber a quién nominar. Tiene sombras interesantes de descubrir y tarde o temprano terminará dando un golpe en la mesa para discutir con Yago o Julio. Mientras llega ese momento, retoza con Marta sin mucha credibilidad, poniendo sus manos sobre sitios poco comprometedores.

Con este percal ¿A quién echamos la semana próxima? Una decisión importante, pues si echamos a quién no debamos podemos convertir esta edición en algo aún más soporífero. Y seamos sinceros, GH no se lo puede permitir. Esta semana su audiencia baja (Y aún quedan 7 capítulos a Águila Roja, me parece). De momento, la tendencia de voto en la encuestas dan por expulsada a Patricia pero no descartemos alguna remontada.

Feroz vs. Dumber

Esta noche asistiremos a la primera expulsión de la presente edición de GH y todo parece indicar que, pese a ser cuatro los nominados de esta semana, el combate será entre Julio y Óscar. Para uno de los dos las horas están contadas en la casa y su salida es algo inminente. Ahora ¿A quién le tocará la china?

Empezamos la semana para decidir la expulsión con una tendencia importante en contra del feroz. Su chulería, su convencimiento de que lo salvaríamos, la prepotencia a la hora de dirigirse a Lidia hizo que se convirtiera en una motivación para todos nosotros. Ante todo queríamos cerrarle esa inmensa bocaza con la que alardeaba de cosas tan irrisorias como tener 5.000 fans en Facebook, cómo si éstos pudieran bastardear la decisión de toda una audiencia votante. Así, de jueves a domingo, la mayoría de nosotros optábamos por una expulsión de Julio, dejando a Óscar para otro momento.

Sin embargo todas las encuestas han experimentado una tendencia de cambio importante. Tal que a estas horas, en el Gato (La encuesta de GH que más votos logra congregar) Julio está por debajo del 40% mientras que su contrincante aglomera más del 53%. Mayoría absoluta para Óscar, el azafato del Toma Cero.

El cambio lo hemos visto gracias a un cambio de actitud del feroz, mientras que el dumber (Como le llaman en el minutado) ha seguido altivo con sus compañeros, déspota y faltón. Julio ha bajado de su nube, ha dejado de afirmar categóricamente que sería el salvado, ha valorado a la contrincante que tiene al lado (Y hasta ha tonteado), ha respetado a los demás compañeros, hasta diría que se ha molestado en conocerlos y tratarlos como lo que son, compañeros que merecen el respeto que no les dio cuando estaba absorbido por sus iguales Óscar y Yago.

De cualquier modo, pase lo que pase esta noche, Feroz y Óscar suman entre los dos más del 80% de los votos de la audiencia, dejando para las dos chicas nominadas un porcentaje un tanto ridículo. Esto pone en manifiesto el rechazo de la audiencia ante este prototipo de personas. Si uno de los dos hubiera estado salvado, el otro, casi seguramente, aglomeraría una cantidad de votos que lo haría insalvable e incluso optaría al podium de los mayores rechazados de este programa.

Esto es lo que sucede fuera. Estos dimes y diretes o tira y afloja continuo de una audiencia que suele ir de la mano en su inicio y que más tarde termina enfrentándose, cuando al fin los concursantes consiguen eso que todavía no tienen: la empatía con nosotros, sus jueces finales.

Aún no hay grandes favoritos como tampoco hay grandes tramas torno a esta edición. Un poco de amoríos entre Joaquín y Marta, de difícil credibilidad por parte de ambos 'tortolitos', el tonteo de feroz y Lidia, si bien él haría lo que fuera por meter (¿Tendrá alguna apuesta fuera como la tenía Arturo?) y el cante incesante de Dámaso y Patricia. El pepero coplero sigue con el rollo ambiguo de su sexualidad y ahora hasta presume de gustar de algún modo a la otra cantarina de cejas mal pintadas. Mientras, el la retaguardia, seguimos esperando a Mireia, a Marcelo, a Terry… y si me apuras hasta a Jhota ¿Qué están haciendo estos personajes? De momento poco, y de lo poco, algunos nada. Y lo peor de todo es que están siendo eclipsados por sus compañeros que tampoco están dando grandes momentos.

Hoy hay gala. Primero la expulsión (presumiblemente de Óscar). Luego veremos un trasvase entre los salvados. Diría que Lidia y feroz no podrán continuar su affaire, pues apuesto a que éste cambiará de casa. El cambio traerá nuevas tramas. Veremos a Rubén desquiciado por lo que pueda estar haciendo la sueltecillamente novia, la Chari (Que cada vez creo con más firmeza que es ligeramente puta) y Yago podrá seguir subido en su ego al tener nuevo esbirro. Todo esto sólo si pasase feroz a la casa 2. Si lo hiciera cualquier otro, poco más se podría rascar.

Por último nominarán… aún los conozco demasiado poco para aventurar un resultado. Si bien las chicas de la casa 1 parece haber tenido alguna discusión, Patricia se ha convertido en un suplicio musical para todos y Eduardo ha empezado a ser un tanto dictador con la comida. Malas pasadas se podrían ver por ahí. La casa 2 deberá ponerse de acuerdo en la nominación (Como pasó la semana pasada en la casa 1) y ahora ya se conocen bien. Puede estar interesante la deliberación dónde veo a Yago más propenso que los demás. No sé. Habrá que ver por dónde pasan los tiros. Mientras, asistamos a las últimas horas de uno de los musculitos. Al acabar la noche tendremos a uno menos. ¡Yupi!

Por pensar con los bajos

La primera conclusión a la que podemos llegar con este GH es que jamás debemos dejarnos llevar por las primeras impresiones, más si éstas están movidas por los instintos más primarios. Una lección que han aprendido las chicas de la casa 2, pues tres días han bastado para que se hayan dado cuenta que erraron en su decisión sobre qué chicos querían en la casa con ellas. Descartaron al indio, infinitamente más ordenado y limpio, porque no se le notaban los oblicuos, no quisieron a Dámaso, mucho más entretenido (hasta cansar) porque canta coplas y tiene un único abdominal que sobresale del torso, no quisieron a Eduardo porque no tiene desarrollado los pectorales y el malaguita, pese a sus virtudes, es demasiado joven para ellas. Así pues, para la casa “chupi” eligieron los mazaos para alegrarse la vista y el gracioso para que entretuviera las veladas.

Los días previos a la elección parecía que esto era lo más lógico. Sus encuentros en la sala oscura eran tan calientes que una vez todos juntos aquello sería lo máximo –debieron pensar- pero no ha sido así. Yago y Óscar se creen superiores al resto, consideran que deberían besar por dónde ellos pisan, que todas están locas por ellos y que sus abdominales son tan extraordinarios que con ellos ya tienen todo ganado. Critican, insultan, ofenden con su presencia y aquel buen rollo que tuvo la casa 2 durante los primeros días ha dado lugar a una situación diferente. Algo que ya lamentan.

Terry, Marta, Mireia… todas babearon por los cachas, establecieron la división únicamente orientadas por el tacto de sus manos sobre tan musculosos torsos y fantasearon en buena medida con los futuros edredoning que podrían protagonizar con esos tíos tan cachondos. Posiblemente alguna ya imaginaba que podría desbancar a Indhira como la reina del edredoning pero al conocer a los machos a los que invitaron a entrar se han dado cuenta que la relación de masa corporal de los muchachos es inversamente proporcional a su masa neuronal, que están tan enamorados de ellos mismos y de su vanidad que más les hubiera valido quedarse con el coplas & cia. Al menos con ellos se lo hubieran pasado mejor. Sólo se salva Jhota y Joaquín, el primero fue invitado por gracioso, si bien es el más noble de todos cuantos están en la casa 2. Y Joaquín, bueno… parece que será el único que moje, y será con la gallega (ya que ésta ha sido rechazada por su paisano) y a ella mojar en GH le apetece un montón.

En el contrapunto está la casa de rechazados. Allí no flota esa sensación de tensión. Allí simplemente cantan, bailan, limpian… entrando en un bucle infinito que si bien hace que todos estén a gusto, a nosotros nos aburre un poco. Hasta Julio parece mucho más comedido. Sin sus secuaces ha podido tragarse el orgullo y conocer a gente tan distinta a él, algo que será muy enriquecedor para el boxeador, pues en esta vida hay algo más que músculos. Diría que es una experiencia que deberá aprovechar al máximo pues puede que su trayectoria en Gran hermano acabe ese mismo jueves.

Él está empezando a ser consciente de ello. Ya no está tan seguro de su salvación y lloriquea por las esquinas ante su incipiente salida. Probablemente la culpa de la actitud del boxeador es del malaguita. Marcelo ha dado evidencias de saber leer el concurso con más destreza que el resto de concursantes. Ha demostrado que él no sólo ha entrado en la casa por la fama que la mayoría persigue, sino porque ha sido un fiel del concurso y como tal ya se conoce las peculiaridades del mismo, vaticinando la salida de Julio antes que la de Lidia (Desconociendo que el otro rival que se disputa la expulsión es Óscar). Para el boxeador ella es don nadie y él tiene 5.000 fans, y ve su salvación de un modo clarinete. Pero esto no va de salvar, sino de expulsar y el matiz es importante, tal y cómo ayer vi a Marcelo explicárselo a Julio, dejándolo en cierta medida acogonado y diría que disfrutando al ver cómo le destruía las esperanzas que tenía de quedarse. Un punto perverso si que le vi al malaguita, la verdad. Una sorpresa para este espectador que ya le confundía como el único mueble de color de la casa 1.

Respecto a Dámaso, el chico está jugando a la ambigüedad. Entre copla y copla está soltando pistas sobre su sexualidad, muchas veces sin que la gente se lo pida. Que si es gay, que si es bisexual, para luego negarlo todo y volver a empezar. Y yo me pregunto ¿Qué busca con todo esto? Si quiere decir su orientación, que lo diga sin adornos, pero querer acaparar la atención todo el rato con lo mismo evidencia su talón de Aquiles, que una vez aclarado el dilema sobre su sexualidad, Dámaso perderá todo interés. Es la única carta que está jugando, si bien no se da cuenta que podría tener otras en la mano.

Ayer no pude ver el debate. Empezó demasiado tarde, así que lo veré después cuando lo repitan en la Siete (yo paso del combate Hispania vs. Príncipes). No obstante me he enterado por otros blogs que el porcentaje ciego más alto era del 51%. Personalmente creo que es de Julio y aunque según acabó la gala del jueves yo pedí el voto para el feroz, ahora me decanto por Óscar. Los motivos son sencillos. De momento estamos ante una soporífera edición, dónde lo poco que hemos rascado ha sido en parte gracias al boxeador. Por otro lado, me crea cierta satisfacción poner en jaque a Yago eliminando a su reina para ver cómo se comportaría solo, como actualmente hace Julio. Además, el azafato aporta mucho menos a este juego que el resto de nominados. Así que, si el 51% es de Julio, a ver si hacemos la remontada… en cualquier caso el jueves tendremos un vigoréxico menos.

Os dejo con Mireia intentando triunfar… No, si en este Gh todos tienen sed de fama.

Vigoréxicos: ¡Owned!

'El feroz' puede quedar K.o. en el primer asalto.

Ayer pudimos ver una atípica primera gala de nominaciones, dónde el argumento principal giró en torno a la nueva distribución de los habitantes de la casa, ahora ya mixta y no por sexos. Pero antes de profundizar en lo que dio de sí la gala, vamos a recapitular lo que ha pasado en estos cuatros días.

La verdad es que los primeros suelen ser los más “aburridos”. Hay tanta gente que nos es difícil retener los nombres y las caras, entre ellos apenas hay grandes afinidades y lo único relevante es ver cómo se van juntando poco a poco. Curiosamente la casa de las chicas tuvo un inmenso buen rollo casi similar al que sufrimos durante GH1. Un mundo rosa lleno de color, con conversaciones que apenas se entendían, pues tienen la costumbre de hablar todas a la vez al más estilo Sálvame. Más que una casa era un gallinero constante con largas sesiones de belleza, pero la conclusión más inesperada fue ver la buena relación que todas tuvieron, pese a las afinidades que pudiera haber entre algunas. Mucha gente ha estado diciendo que si alguna vez en GH metían todo mujeres se liaría buena. Pues bien, hemos visto que no. Tal vez cosa de la decoración de la casa, mucho más acogedora, o tal vez porque sin hombres, las chicas no tuvieron grandes motivos por los que discutir (Veremos ahora qué pasa)

La casa minimalista, esa de color blanco desesperante al cual sólo le falta que acolchen las paredes y faciliten camisas de fuerza a los concursantes, fue aquélla que recibió a los chicos, una casa que rápidamente sufrió una clara división: vigoréxicos y el resto. Era evidente que se produciría esta división. Los tres fortachones tienen demasiado en común y su ego y vanidad hacen que se sientan superiores a los demás compañeros. Que si un indio, un coplero, un friki informático, un tío raro… Para ellos tan sólo se podían salvar el jovencito Marcelo (evidentemente porque es un vigoréxico en ciernes) y Joaquín (el mayor de todos y también asiduo al gimnasio –el templo del feroz, el azafato y el Yolo-). Con este percal, era evidente que la atención se centraría en lo que sucedía en esta casa.

Empezaron con el movimiento más lógico y menos cuestionable. Los ‘tochos’ se cayeron bien desde el principio, se juntaron y pasaron horas en el patio de la casa haciendo flexiones y sentadillas –algo que carece completamente de interés para nosotros-. Más que GH parecía que estuviéramos viendo un documental sobre las actividades de los presos de la cárcel. Luego continuaron poniendo motes al resto de sus compañeros, seguido de las mofas más habituales de los golfos de la clase de diversificación de “La pecera de Eva” que de personas que se hacen llamar adultas, que además concursan en un programa dónde su futuro irá ligado a la opinión que generen en la audiencia. Supongo que para ellos será lo más aunque en realidad fue otra torpeza. Y finalmente cayeron en el mayor error que se pueda cometer, el mismo que cometieron ‘los feos’ el año pasado. ¡Cualquiera diría que estamos en la duodécima edición!

Cuatro días han bastado para que la palabra pacto saliera de sus bocas y fijaran tres objetivos en común para salvarse de las nominaciones, con el evidente objetivo de sacar de la casa a todos aquéllos que son diferentes a ellos. Y lo hicieron con una torpeza increíble, considerando que su palabra va a misa, que la audiencia no se pronuncia al respecto y que GH no puede estropear sus planes con un cambio en la dinámica nominatoria. Y con el plan ya en marcha, los desprecios al resto de sus compañeros aumentaron dejando que éstos captasen sus intenciones pudiendo buscar el modo de contraatacar antes de que fuera demasiado tarde. Casi por un momento parecía que estuviéramos reviviendo en otras personas lo que vimos en GH11. Ahora ¿Estaba justificado dicho pacto?

La lógica nos dice que como personas afines que son los madelman, entre ellos no se iban a votar por lo que tenían seis objetivos a los que repartir los votos. Cualquiera de sus compañeros era susceptible a ser votado, sin embargo el hecho de ponerse de acuerdo entre los tres deja claro la voluntad de éstos: más que querer sacar a quién les molesta para convivir, buscaban evitar a toda costa salir ellos en la palestra. Un acto de cobardía muchas veces condenado por los espectadores y que ellos ignoraron. Así, con esa seguridad, se presentaron a la gala.

De nada sirvió todo lo preparado y encima la nueva situación ha puesto a los vigoréxicos en una posición complicada. Primero asistimos a la división del grupo, pues las chicas no querían convivir con el feroz, pero sí con el Yolo y el azafato de Toma Cero y después un nuevo mecanismo de nominación impidió que el pacto se llevase a cabo.

Aún tenemos que ver cómo negociaron la nominación en la casa 1, dónde tuvieron que ponerse de acuerdo para decir dos nombres. Vimos como se dividieron en dos grupos, correspondientes al trasvase de cada casa, y cada uno eligió un nombre. Y aunque lo lógico hubiera sido que cada grupo se nominase entre sí, ya que no conocían a los integrantes del otro, al final optaron por lo fácil: cada grupo elegía a uno de los nuevos compañeros. Mala noche para el feroz, pues no tuvo bastante con ser rechazado por las chicas para ir a la casa 2, sino que las rechazadas por los chicos también dijeron su nombre, pero esta vez para salir del concurso.

Mientras, en la casa 2 hicieron una ronda express de un nombre por persona poniendo en peligro a Óscar, Yago y Marta. Es decir, los vigoréxicos en jaque cuando tenían todo hilvanado para salir airosos en la primera tanda. El feroz consiguió salvar al modelo para que hubiera paridad en el número de nominados por casa. No obstante, se evidencia la debilidad del grupo vigoréxico que se ve sometido al juicio de una audiencia que tiene ganas de pillarlos.

Tras la finalización de la gala, y bueno, también durante la emisión de la misma, vimos al feroz más cabreado que nunca. Los reveses se fueron sucediendo a lo largo de toda la noche provocando un giro en el concurso que no le gusta nada. Aunque ahora está con más mujeres, está sin sus compañeros de flexiones, se ha quedado solo, sin escuadrón, nominado aunque convencido que podrá quedarse porque “¿Quién es Lidia? -según el feroz, nadie-. Y la gente quiere ver a tipos como él” por lo que confía, asegura, que el jueves que viene seguirá en la casa. Estos comentarios los ha reiterado hasta bien entrada la madrugada, haciendo que dudemos si realmente lo dice en serio o si lo hace para provocarnos y le echemos. De cualquier modo, diría que el feroz comparte el ring con el azafato Óscar, y no con Lidia y Marta. Esta primera expulsión es cosa de chicos, y los dos del mismo grupo primario de vigoréxicos ¿Queda claro que no nos gusta a la audiencia?

Para finalizar, no olvidemos a la pareja descubierta, que con gran torpeza no han podido ocultar su relación o no-relación. Al menos la dirección del programa no los expulsó, si bien eran los únicos que jugaban con esa dificultad añadida y tampoco convivían juntos.

El Gran gimnasio

 

Cómo fiel al programa, ayer, como cada año, me senté enfrente de mi televisor para empezar a ver la nueva gala. Nuevo logo, nuevo plató, misma sintonía y Mercedes vestida de algo que no sabía definir qué era. Sin embargo, pasada la primera media hora… o tal vez algo más, cerré los ojos y pensé que en cualquier momento escucharía la voz de Emma García, de Tamara Gorro, la Virginia esa y la del chico con flequillo imposible. ¿Era Gran hermano o Hombres y Mujeres?

No voy a mentir. Con pesar, ese pegamento que nos dejaría pegados en la pantalla desde el minuto uno, como aseguró Mercedes, empezó a peder efecto a medida que íbamos descubriendo los rostros de aquéllos que están llamados a acompañarnos durante los próximos meses: un grupo de musculitos y de oxigenadas siliconadas en su mayoría. La mayoría sacada de agencias y a estas horas los rumores ya pasan a ser confirmaciones dónde podemos sacar conclusiones que no dejan más que decepcionarme como nunca antes me había pasado en la gala de presentación: un azafato de Toma Cero, el exnovio de Yola Berrocal, un amiguito del tonto tronista llorón, y en consecuencia, una extraña mezcla que no sé si será efectiva para aguantar durante mucho tiempo.

La trama inicial de la primera gala ni siquiera fue tan sólida como las de otros años.  Gh11 empezó con un ritmo frenético y haciendo de la gala 0 la mejor de todas las vividas. Un listón muy alto para la nueva edición que, lamentablemente no ha superado. Y no sólo no lo ha superado, sino que ha quedado muy por debajo a otras presentaciones, pues una vez vistas las dos casas, el resto era ver entrar a un batallón de personas provocando que sólo una incógnita volase en mi mente tras finalizar la gala ¿Cuándo estallará tanto ego y vanidad encerrado sobre cuatro paredes?

Nunca antes habíamos tenido tantos musculitos y tanta niña mona. El término de gente normal y de la calle se ve forzadamente disipado, quedando recluido en apenas cinco participantes, y encima ¡Qué cinco! Mejor dicho retiro esto último, pues ni tan siquiera los podríamos considerar gente de calle, de nuestra calle: el payaso de Micolor con gorra a juego, un coplero exseminalista pepero que esconderá mil y una represiones, una fresita aún más tonta… Tan sólo se salva el indio (el más cachondo por ahora), un chico que perdió la capacidad de oír (que luego puede ser más malo que Toscano) y el chico que de momento vive sólo con las mujeres, que es el novio o exnovio de la chica que vive con los hombres.

No quería escribir esto sin leer antes al Gato encerrado, el blogero por excelencia del reality, y aunque no lo diga con la misma claridad (Cosas de escribir para telecinco.es, diga lo que diga) creo que llega a la misma conclusión que yo. La primera impresión no es mala, es horrible. Y encima llega en la edición dónde GH se juega mucho: la undécima edición fue muy polémica, fue muy larga y para rizar el rizo, la duodécima llega cuando el sector ya dio el apagón analógico. Acertar con el casting era la labor más complicada y me temo que, de momento, han fallado pues blogs y foros están escupiendo los mismos argumentos que yo. El sentir de un mal casting es generalizado y la decepción primera es mayúscula.

No obstante, el gato recupera ese refrán que dice: “No dejes que los árboles te impidan ver el bosque” para que demos un voto de confianza a esta selección. Y si somos objetivos, nadie hubiera dicho en la gala 0 de gh11 que Indhira sería quien diese todo lo que dio mientras que Lis parecía darlo todo y al final no dio nada. Quien sabe, lo mismo este Gran gimnasio nos dé argumentos interesantes y nos deje pendientes de lo que suceda a estos nuevos ratones musculadísmos y fribradísimos. El problema es que empezaron mal: con un vídeo de presentación a cual más horrible. Pudimos escuchar unas cinco veces eso de “la gente cree que soy chulo pero luego se dan cuenta que soy buena persona” y lo arreglaron entrando y empezando a compararse con anteriores concursantes. La sombra es muy larga y lo que mejor podrían hacer es olvidarse de aquéllos que ya vivieron en esa casa y tratar de ser ellos mismos.

Por suerte, los de siempre siguen estando: el gato, el minutado y los asiduos del foro. Eso hace que, al menos, merezca la pena seguirlo un poco, expectantes por lo que pueda suceder si es que sucede algo más que sentadillas y flexiones. Por lo pronto vimos al Na'vi (demasiado pronto para retener los nombre de los 20 concursantes) intentando ligar con la única fémina de su casa. Vamos, que la meó antes de que sus semejantes se adelantasen, y lo hizo sin saber que en la casa de enfrente está el novio-exnovio o lo que sea de ésta. Marcando territorio desde el minuto uno. El gorras colorido familiar lejano de Steve Urkel quedó traumatizado al entrar en una casa donde todo es blanco, el hindú -Apu de ahora en adelante- tuvo varias mofas sutiles (pero claro, a sus compis les faltan neuronas para pillarlas) mientras que en la casa de las chicas todo fue un gallinero de dónde poco pudimos extraer salvo que encontraron la cápsula que Ángel dejó en la pasada edición.

La vida en directo ha vuelto a empezar. A ver cuánto aguantamos…. ¡Qué dios nos asista!

Roles y situaciones

Continuando con estas entradas en vísperas del inicio de la vida en directo, hoy quiero hacer mención de algo tan elemental como puede ser los roles o las diferentes personalidades de esas personas que están llamadas a entrar en la casa de Guadalix. Seguramente los nombres de la nueva generación aún no estén escritos. Supongo que a escasas semanas de su comienzo, el número de integrantes de preseleccionados oscilará entre 100 y 50, o a lo mejor ya estará cerca de 25. Lo que no me cabe ni la menor duda es que, entre todos los seleccionados ya habrá nuevas personalidades pero muy parecidas a las que ya hemos visto en estos diez años.

No hay que olvidar que por la casa de Gran hermano ya han pasado ciento sesenta y seis concursantes (no es que los haya contado uno a uno. Me fío del dato de dio el programa cuando hizo el reencuentro), y ya dentro de ese amplio número hemos podido ver similitudes palpables aunque con diferente fortuna dentro de este juego. Hemos visto a chicas aniñadas, infantiles, con un toque de inocencia… pero sólo Nuria consiguió ganar. También hemos visto correr a una larga lista de estrategas, que contaban las nominaciones con garbanzos o lentejas para dar sus puntos por algo más que simple afinidad, pero sólo se premió a Pepe (y dos veces). Buenrollistas los hemos visto a patadas, empezando por el primer ganador y continuando por una larga lista de segundos finalistas, también hemos visto a enamoradizos, a impulsivos, a ordinarios, a chiflados… Por tanto ¿Qué veremos este año?

Sinceramente no creo que veamos algo realmente novedoso con respecto a la personalidad de los participantes y su rol dentro del programa. No lo veremos este año cómo tampoco lo hemos visto en los anteriores. En realidad son los mismos ingredientes, pero dispuestos en diferente orden y en mayor o menor cantidad, provocando en nosotros –los espectadores- una reacción distinta. De ahí que siempre mantenga aquello de: “Lo que gustó un año, puede no gustar al siguiente”.

Probablemente conozcamos a una nueva Indhira, a una chica suicida que apenas sabe jugar a esto, a quién las cosas le saldrán cómo le vienen, impulsiva y pasional, pero es muy posible que no consiga el favor que sí tuvo la malagueña el año pasado. Veremos a nuevos estrategas, ya siempre penalizados desde GH7 al tacharlos de imitadores. Tendremos a una nueva Tatiana, Almudena o una nueva Bea, de las que gritan, insultan y faltan el respeto, y quién sabe si este año logra lo que no consiguió el resto. Veremos a un nuevo personaje histriónico, rocambolesco, a unos cuantos divertidos y, por supuesto, a los malos malísimos.

Todo esto ya lo hemos visto con anterioridad, pero ahí está la gracia o tal vez la magia de Gran hermano. Aliñar los mismos ingredientes y hacer que parezcan diferentes, que estamos probando algo realmente nuevo. ¿El secreto? Saber crear nudos, y últimamente han demostrado que saben llevarlos hasta el final para evitar que la atención y el interés decaiga. Nudos, que dicho sea de paso, los crean los propios participantes y los estiran hasta dónde ellos mismo quieren.

Lo cierto es que el mayor secreto de cualquier concursante que aspire a ganar o permanecer el mayor tiempo posible está ahí, en saber crear nudos y saber vender situaciones a los espectadores. El mayor problema que se encontrarán los de GH12 es que tras once ediciones es muy difícil encontrar un hueco, aunque no imposible. Ante todo deben evitar las comparaciones con antiguos concursantes, evitar realizar estrategias similares a las ya vista y sobre todo no colocarse bajo las largas sombras de aquéllos concursantes que ya hemos idealizado. Aún recuerdo la gala en la que expulsaron a Hans. Hubo un momento de la entrevista en la que Mercedes le espetó preguntándole si se creía Pepe. Ya nadie puede permitirse el lujo de enseñar abiertamente una estrategia, la comparación llegará de inmediato. Lo mismo pasará si entra una chica repitiendo sin cesar la palabra “Coño” ¿Cuánto tardaremos en decir que quiere llamar la atención como Tatiana? Y a lo mejor la chica ya utilizaba la palabra mucho antes de que la Roqueta de Mar la aprendiera, pero en la audiencia no se percibirá eso.

Sea como fuere, para bien o para mal, la vida en directo está cada vez más cerca y todos los valientes que se atrevan a entrar estarán destinados a vivir bajo el incesante ojo y la destructiva crítica. En realidad da igual cómo sean, pues la percepción de la audiencia será la que prevalezca en su trayecto dentro de la casa. Serán como fichas de ajedrez que iremos moviendo, sólo que ellos no sabrán qué pieza de este juego representan.

La duodécima era

 

 

El pasado fin de semana acabó la primera fase del complejo proceso de casting de Gran hermano y para celebrarlo, Telecinco ya ha puesto una nueva cortinilla anunciando el próximo estreno de tan famoso programa, una cortinilla con la sintonía ya tan reconocida, televisores por doquier, voces en off de antiguos concursantes y una vez más el mismo e idéntico reclamo: un eslogan que dice ‘La nueva era’, como el año pasado, como el anterior… vamos que con cada edición, la era del concurso cambia.

 

Yo no sé hasta qué punto estamos ante una afirmación del todo cierta, si de verdad Gran hermano presenta algo nuevo año tras año. Han pasado ya tantas cosas dentro de esa casa y tantos personajes peculiares que decir que podemos ver algo realmente nuevo a veces suena casi a chiste. El propio mecanismo del concurso apenas ha presentado variación alguna, pues realmente año tras año se viene repitiendo la misma fórmula, fórmula que dicho sea de paso da un resultado excelente. Así pues, por qué han de cambiarla.

 

Hemos visto muy pocas modificaciones reales, como el cambio de dos nominados a tres a partir de la segunda edición, la entrada de tramas alternativas desde el inicio del juego con concursantes que ya se conocían entre sí (y rompiendo la premisa de un número de desconocidos viviendo bajo un mismo techo) como el caso del trío amoroso de Salva, Mercedes y Jani, las hermanas gemelas que concursaron como si fueran una sola o el matrimonio que tuvo que fingir no serlo, sin olvidarnos de la madre e hija de Ferrol. La casa empezó a habilitar pequeños habitáculos dónde algunos concursantes tuvieron que convivir separados del resto durante las primeras semanas y más tarde terminó dando lugar a dos casas en la décima edición, algo que se repitió en la última que hemos visto. Pero, pese a todas esas variaciones, el concurso ha logrado mantener sus señas de identidad. ¿Podríamos achacar todas estas pequeñas novedades como las señas de cada era por edición? Cuando nos anunciaron entonces la nueva era ¿se referían a esas pequeñas particularidades que lo hacían diferente a la última que hemos visto? Y dicho esto ¿Qué tendrán pensado para este nuevo año?

 

Decir que empieza una nueva era en Gran hermano tiene casi tanto sentido que decir que todo está grabado (Algo que hoy explica a la perfección el Gato encerrado en una genial entrada que aconsejo leer a todos aquéllos que vivan el programa con intensidad) Por si no acudes a la entrada, y para evitar errores, resumir que no todo queda grabado por lo que lo de nueva era simplemente un reclamo ya bastante repetido. A mí este año me está haciendo bastante gracia las pistas que nos van dejando. Ya nos han dicho que si nueva era, como el año pasado, y el anterior, y el otro… Pero ahora van más lejos todavía. Dicen que nos introducirán en la cuarta dimensión ¿¡Qué porras es eso!? ¿Acaso la audiencia tendrá un papel aún más importante? ¿Acaso, por una vez en la historia del programa, la audiencia podrá hacer lo que quiera?

 

La frase más famosa de Gran hermano, por encima de la pierna encima, el “pa’chulo, chulo: mi pirulo”, los papeles de la paella, etc… es aquello tan repetido por Mercedes de “La audiencia ha decidido” pero la audiencia no decide siempre lo que realmente quiere. No digo que el orden de expulsados no dependa de los votos, sino que hablo de otras acciones dónde la audiencia quiere meter la cabeza y no le dejan, como por ejemplo poder ser el realizador de sus propios contenidos del 24 horas, poder elegir qué quiere ver o qué conversación escuchar. En otras palabras, ser el verdadero Gran hermano que hasta ahora no nos han dejado ser. Por supuesto, la audiencia no puede decidir por los profesionales de la casa, aunque dar ese paso, trasladar esa posibilidad sí provocaría un cambio sustancial. Eso sí que sería cambiar de era. Se acabaron las conexiones con la piscina vacía para reservarse los vídeos para la gala, esa censura tan criticada. Si tenemos en cuenta que mucha gente se dedica a capturar las imágenes de lo que ven en el 24 horas, si además pudiera seguir la acción como desease en lugar de cómo se lo imponen, sería como tener contratados en la plantilla de Zepelling a toda la audiencia implicada y la sensación de estar vigilados se triplicaría por mil. Aunque esto le haría perder poder a la dirección. Para que se me entienda, Indhira salió expulsada de GH11 porque su agresión se coló en el 24 horas, para más inri en una conexión de la casa en directo en Telecinco tras la gala. Si no hubiese sido emitida, seguramente jamás hubiera trascendido pues en el momento de la pelea hubieran pinchado a la jaula del loro. La dirección hubiera silenciado a la casa y nadie hubiera sabido nada hasta acabada la edición, como pasó en otras ocasiones dónde se afirmó que la legionaria tuvo algo más que gritos con Juanjo, por citar un ejemplo, aunque no fue hasta acabada la sexta edición cuando dichos rumores se colaron. Sin embargo, ¿Cuántas cosas veríamos si pudiéramos decidir qué ver en cada instante?

 

Otra de las pistas que nos han dejado para esta nueva edición es que se tratará de un lienzo en blanco. La metáfora empleada aquí no hace más que generar más dudas en este acérrimo espectador. Un lienzo en blanco es algo que se ha de ir pintando con los días, es algo que no está hecho y dónde la improvisación puede primar… dicho en otras palabras, actuarán sobre la marcha ¿Acaso no es lo que han hecho siempre? Un programa que depende de lo que ocurra a un grupo de personas que actúa con total espontaneidad no puede sino que ceñirse a lo que ocurra en el momento, a improvisar. Por tanto, el lienzo en blanco estuvo siempre ahí, es una de las características de Gran hermano.

 

Si obviamos que lo de nueva era es una simple referencia a una nueva edición que empieza, lo de la cuarta dimensión un simple eslogan que no llegará a materializarse y lo del lienzo en blanco una expresión sin más ¿Qué nos queda de este futuro GH12? Tal vez lo más importante, lo que realmente queremos: Gran hermano. Al final no depende tanto de lo que la dirección decida hacer o no. El éxito del programa radica en la gente que se arriesga a entrar, los perfiles que, por otro lado, también ya se han repetido en otra ocasión aunque aliñados de un modo diferente que hace pensar que estamos ante personalidades y roles nuevos. El éxito del programa radica ahí, en ellos, en los concursantes. Seguramente el programa tendrá previsto iniciar algún tipo guión para hacerlo diferente como nos viene acostumbrando últimamente. A saber qué hacen después del trío amoroso, esas hermanas que no se conocían, las gemelas que se hicieron pasar por una sola persona durante dos semanas, el matrimonio oculto… entre otras cosas de anteriores ediciones y los engaños y la casa espía de la última. La experiencia nos dice que no siempre les funcionó: el trío amoroso se disolvió en la misma gala de presentación, pues una de los integrantes no se prestó a convivir con su exnovio y la exnovia de éste, las hermanas que no se conocían tampoco llegaron a buen puerto, pues tras dos días una de ellas abandonó al entender que la otra tampoco se moría por conocerla…. Y lo de las dos casas, aunque han intentado mantener con celo el secreto, al final todos se enteraban de la existencia del otro lado, haciendo a veces un poco el ridículo manteniendo engaños que ya habían sido descubiertos. Pero bueno, se agradece el esfuerzo y el interés.

 

Ya queda menos para el estreno. Aún dicen eso de próximamente aunque yo apuesto por el 26 de septiembre para su inicio. El próximo día que hable de esto posiblemente lo haga sobre los perfiles que solemos ver y mis teorías sobre lo que podremos encontrarnos. Al fin y al cabo, después de 166 concursantes, ya podemos ver similitudes palpables aunque con diferente suerte en el concurso. Ah, por cierto, me llegan rumores de una persona que puede entrar en la casa. Se trata de una persona a la que conocí este verano, aunque me temo que aún debo reservarme los datos para evitar perjudicarla. Sólo diré que no se presentó a los casting, sino que alguien se lo ha ofrecido para colarla a la fase final. Si finalmente entra, ya comentaré algo más. Es una chica y su nombre coincide con el de una concursante de las últimas ediciones.

 

Y antes de irme, un pensamiento: llevo días pensando en crear un blog exclusivo para los temas de GH para que los literatos que se pasen por aquí no se sientan contrariados porque hable de este tema... pero no sé que hacer. En cualquier caso, ya avisaré con lo que sea.