lunes, 5 de marzo de 2012

Los acojonados y "el valiente"



Juan, el cura "Valiente".


Se fue Ochoa, como todos sabíamos, y la nueva lista de nominados nos ha dejado un panorama aún más desolador. La gala del jueves nos devolvió las nominaciones con puntos: los tres, dos y uno que tanto juego y poder pueden dar a los concursantes. Aunque en esta ocasión, los números de votos que tenían disponibles cada uno dependieron del juego de las bolas que hicieron en la mini-gala del martes, haciendo que la suerte hubiera dado más poder a unos frente a otros. El que más poder tuvo fue el nuevo, Cristian, que con la bola fulminante pudo subir a la palestra directamente a uno de sus compañeros. Fue el único que lo hizo a la cara (Aunque nos avisaron que así lo harían todos, solo el nuevo se vio en semejante marrón).

El hecho de obligar a Cristian a dar el nombre delante de todos sus compañeros provocó que jugase mal aquella carta todopoderosa. Siendo el último que había entrado, teniendo más información del exterior que los demás y con el consiguiente riesgo de poder caer nominado y poder elegir con quién batirse en duelo si se daba la circunstancia, Cristian debería haber optado por jugar la carta, pero no se atrevió. En la edición de los doce acojonados más uno, como bien apunta Pepe Flores, Cristian se acojonó. No porque no quisiera nominar a alguien de una forma directa, lo cual parecía encantado en un principio, sino por el hecho de tener que hacerlo a la cara. Si hubiera contado con el anonimato, Cristian hubiera jugado la negra pero no quería ganarse un enemigo de una manera tan directa. Por eso optó por dársela a Juan, quién por misericordia (Qué bueno es el pater, por Dios) invitó con un gesto a que se la entregara. También vi idéntico gesto en Michael. Y es que, fachas, iglesia y policía hacen un triunvirato histórico. No es de extrañar que estos personajes hayan creado un guetto en el que se juran protección y lealtad. Así ha sido desde los tiempos más remotos.

El resto de los puntos se sucedieron más o menos de la forma esperada y en función del poder que tenía cada uno. Mientras Alessandro daba cinco nombres, María solo tuvo que dar uno. Así, a la lista que ya encabezaba Juan, se unió Noemí y María: dos de las protagonistas de la semana.

Las redes sociales, bloggers y demás maquinaria se puso en marcha de inmediato. Todas las encuestas ya se han dividido entre María y Noemí, volviendo, una vez más, a ignorar a Juan dentro de la terna de nominados. Y anoche, tras ver los porcentajes ciegos durante el Debate, pudimos comprobar que, efectivamente, nos hemos olvidado de uno, que de momento solo tiene un 3,6%. Seguramente será Juan que, sorprendentemente, vuelve a pasar de puntillas por esta nominación, mientras María y Noemí se “matan” por no salir este jueves. En las encuestas gana Noemí, pero cada día creo más que será María la expulsada.

El rol que está desempeñando en su historia con Hugo ya fue interpretado por Sonia Arenas en GH4 con peor fortuna. María es “la otra”, la mujer que se mete en medio de una relación con pleno conocimiento de dónde se está metiendo. Le gusta Hugo, le encanta, y le da igual que tenga o no novia. Ella está dispuesta a tensar la cuerda hasta que se rompa. Le busca, le provoca y se divierte con ese juego sin valorar que afuera, un gran grupo de personas está contemplando sus movimientos y por un momento están extrapolando en ella las acciones de esa chica del barrio que quiso entrometerse en todas las relaciones posibles. Si a eso le sumamos su innegable atractivo, tenemos en María una femme fatale de ésas a las que el público no dudará en expulsar. Y es injusto en cierta medida. María tiene razón cuando dice que no tiene ningún compromiso fuera. No es ella quien tiene pareja y por otro lado Hugo no le está poniendo el límite que ella reclama. ¿Por qué atacarla a ella? Pues por guapa ¿Cómo se atreve? (Necesito a Carol de GH11 diciendo: “Ojalá hubiera sido fea”).

Lo de Noe tiene menos explicación, en caso de lograr salvarse como imagino. En primer lugar, Noe entró como soltera. Cuando cayó nominada habló de Paolo, luego escribió un mensaje en un blog rogándole que esperase. Más tarde empezó a toquetear a Alessandro para ya esta semana, en la que dice no ver a María como un rival digno, confirmar a la casa que ella y el italiano son algo más que amigos. Si a esto le añadimos la cadena de mentiras exhibidas con un cinismo extraordinario y su especial ahínco por querer convertirse en la víctima del grupo de las chicas, que bien merecido se lo tiene por otro lado, tenemos a una verdadera candidata a la expulsión. Su actitud es aún más censurable que la de María, ésta al menos está yendo de frente. Y aún así no me gustaría que saliera este jueves. Su personaje, aunque no sea digno del premio, es uno de los que más está aportando y a su vez evoluciona. María también tiene su punto de interés, al menos hasta que se resuelva la trama con Hugo. Luego habría que ver si existe posibilidad de evolución o si se quedaría simplemente en eso.

Por eso, vuelvo a fijar y me extraño en parte al ver lo solo que me quedo, mi atención en Juan. De los tres nominados es el único que no tiene tramas abiertas. Su juego permanece dormido cuanto menos. Se dedica a orbitar por la casa soltando arengas y actitudes contradictorias que difieren mucho de lo que después intenta aparentar con lo que dice. El problema que, en el Gran hermano de los detalles hay que mirar con mucho detenimiento para reparar en ello. La mayoría solo se detiene a ver los árboles como si fueran bultos y no contempla los matices que los diferencia uno de otros. Por eso Juan logra pasar inadvertido. No se percibe el odio exagerado que tiene a Pepe o su mala leche cuando lanza a Cristian a los brazos de Noemí (Eso sin hablar del sobeteo que tiene con las muchachas). Y encima, a esto hay que añadirle que en sus discursos ha empezado a soltar algo muy importante de cara al público: el miedo a la nominación.

Juan ha añadido a su discurso algo que ya hemos advertido fuera en muchas ocasiones. La nominación no implica ser expulsado. Si gustas a la gente, no saldrás expulsado… y añado yo, conseguirás más votos para ganar. Si Pepe Flores hablaba de los doce acojonados más uno, estamos ante el primer más uno: Juan. El Pater está empezando a perder miedo a estar nominado probablemente porque empieza a verse fuerte. Ver que, pese a lo polémico que puede ser su participación, sigue dentro del concurso, le confirma en parte que ha logrado lo que quería: hacerse visible. La gente valora a los concursantes que no se achantan ante la nominación, si bien Juan sí se achantó en las anteriores ocasiones en las que lo ha estado entrando en una cólera controlada contra aquéllos que le votaron. Pero en esta ocasión ya ha sido diferente. El Pater está convencido que el público no lo elegirá a él entre Noe y María.

Gilda Santana dice en su libro “10 años en Gran Hermano” que Judith ganó la novena edición con una estrategia simple: dejar que los demás se equivocaran. Diría que Juan, pese a que él sí se está equivocando, está empleando una estrategia similar. Pero mientras sus errores solo los veamos los que miramos los detalles, el cura está salvado.

3 comentarios:

  1. NOEMI TAMBIEN FUÈ DETRAS DE ALESSANDRO NADA MÀS ENTRAR EN EL CONCURSO, LE DIJO A PAOLO EN EL BLOG QUE LA ESPERARA. MARIA DARA MÀS JUEGO CUANDO SALGA NOEMÌ Y ALESSANDRO TAMBIÈN,NOEMI NO SE LE ENTIENDE NADA DE LO QUE HABLA Y ES ABURRIDA. ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ ARRIBA MARIA !!!!!!!!

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  2. Queria decir que la Virgen Marìa es hija de joaquin y Santa Ana, Dios quiso tener un hijo jesucristo y fue concebido por Maria por obra y gracia del Espiritu Santo, por lo que se dice: AVE MARIA PURISIMA -- SIN PECADO CONCEBIDA. No como dicen los concursantes, entre ellos el pater.
    Gracias es mi opiniòn

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  3. Pues yo dejaría a las dos. Tanto a Noe como a María.

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