viernes, 7 de enero de 2011

Y vuelta la burra al trigo



De la gala de ayer podemos extraer dos interesantes argumentos que hacen que los próximos siete días sean de interés: La expulsión más complicada de todas las celebradas hasta la fecha y la ya puesta en marcha repesca, dónde dos de los cinco elegidos volverán a competir por el premio final.

Empezaremos con una breve mención al tigre africano, a Anup, finalmente expulsado tras su quinta nominación. Éste es uno de esos ejemplos que, pese a las veces que fue salvado por la audiencia, en realidad lo que se estaba manifestando era que le habíamos dejado para más tarde. Sus anteriores nominaciones fueron en realidad nulas, pues siempre preferimos dejarle para echar a otro (Uno de ésos que ahora vuelve) convirtiéndole entonces en una especie de concursante comodín, al que hemos echado ahora porque no queríamos tocar a Marcelo, y tampoco a Marta. Su entrevista quedó lejos a las últimas que hemos disfrutado (Y se ha notado en la audiencia de la gala. Minimo de la temporada). Anup apenas tenía cosas de qué hablar. Su enfrentamiento con Julia, su cambio de bando con Yago y los pocos vídeos divertidos que ha dado desde el inicio. Lo cierto es que Anup fue un malo descafeinado. Traidor, tramposo y falso, dónde lo único positivo estaba en sus maneras de limpiar, para bien de la casa. A nosotros sus complejos de bayeta nos importaban bien poco. Ahora la casa deberá organizarse sin el Palomares de esta edición. Ya se han quedado sin el servicio de limpieza, por lo que podemos augurar nuevas disputas ante la falta de organización de una casa cada vez con una media de edad más baja.

La repesca trajo a cinco concursantes de vuelta a la casa bonita, la que de verdad parece de Gran Hermano, también con pocas sorpresas. De los cinco que entraron estaba cantado que regresarían Rubén, Chari y Yago, los tres que personalmente se disputan los dos puestos que hay para reengancharse en el concurso. Mireia, la Madonna de Barcelona, y Óscar, el azafato de Toma Cero, completaron la lista de los cinco, pero sinceramente dudo que alguno de estos dos opte de verdad a entrar la semana que viene a la casa blanca. El nuevo grupo de cinco repescados ha traído un paisaje un tanto desolador a Gran hermano. Esto es como volver al principio de la edición, el inicio que tan poco nos gustó. La unión de Yago y Óscar como estandarte de la casa vigoréxica (Si bien Yago, no es que esté fuerte, fuerte), mientras Chari y Rubén se reencuentran en GH como si de Indhira y Arturo se tratasen en la edición especial que tuvimos tras finalizar GH11. Mireia es la que menos pinta de los cinco, y supongo que su contribución al juego será la misma que tuvo en su momento. Se pondrá a limpiar, a organizar y a escuchar. Una espectadora privilegia, no me cabe duda, pero el problema es que jamás adoptó el rol de concursante. Ahora bien, de estos cinco, ¿Quién puede renovar los argumentos de esta edición? ¿Quién, para bien o para mal, tiene algo que aportar?

De los cinco yo me quedo con Yago, con una gran diferencia. Yago fue un mal jugador pero inteligente. Le faltó una dosis de perspicacia, un poco de conocimiento sobre el juego y un poco más de empatía. Ya lo he dicho muchas veces, Yago gana en las distancias cortas y estoy seguro que su vuelta al juego puede darnos muchos momentos. Es un gran elemento desestabilizador, sabe llevarse a la gente a su terreno, y ahora que ha aprendido un poco, podría incluso atravesar la pantalla para tocarnos a nosotros. Para ello debe quitarse las malas influencias que le arrastraron desde el inicio del juego. Tal vez por eso creo que Óscar le puede suponer un flaco favor. Los dos se llevan bien, pero juntos son insoportables para la audiencia. Bastante suplicio es aguantar las gracias sin gracia de Óscar, para que encima Yago se las ría. Pero si consigue superar la prueba de corte, Yago se puede llegar a la casa blanca en momentos de grandes divisiones. No dudo que no tardará en hacerse un hueco y quién no nos dice que salvarse de algunas nominaciones de sus compañeros. Si además añadimos la información que ya trae de fuera, estamos ante un repescado capaz de poner el casa pasas arriba sin que nadie lo perciba.

Si alguien le puede quitar el placer de volver, ése es Rubén acompañado de Chari. Rubén es poco menos que un santo para la mayoría de la audiencia. Su cara de panoli, sus ojos de Calimero pidiendo cariño tras las putadas que le ha hecho Chari le convierten en un claro favorito ya no sólo para entrar. Quién no nos dice que pueda ganar incluso. Pero si le metemos a él, tendríamos que meter a Chari también. ¿Qué nos daría a este juego Rubén si entrase solo? La respuesta es sencilla: ninguno. Rubén se dedicaría a orbitar en la casa, repitiendo lo triste que está, lo tocado que le han dejado. Intentaría ser uno de esos buenquedas que tanto gustan en Gran hermano: un Ángel del año pasado o un Ismael Beiro de la primera edición. Durante el tiempo que estuviera dentro no regresaría con Chari. Alzaría su faceta de novio maltratado para despertar la pena en la audiencia, y una vez con el maletín entre sus brazos volvería con Chari.

Con Rubén podría entrar su novia, exnovia o lo que sean ahora (Si no nos quedó claro al principio, menos lo tenemos ahora) y así podrían continuar mintiéndonos con descaro. Por el bien de las fans de Rubén, y por el mismo,  deberían rezar para que entrase solo. Si ella le acompaña en la segunda etapa, seguro que volvería a caer, y ensuciaría la imagen de niño bueno que tiene ahora.

Al margen de la duda sobre los repescados, tenemos el tema de la expulsión. Esta vez tenemos una decisión complicada, pues entre los nominados tenemos a Laura, Jhota, Marta y Patricia. Los cuatro han dado momentos importantes, siendo Laura y Jhota los más polémicos. Detrás de ellos está la superviviente de Marta, que logra evitar expulsión tras expulsión hasta el punto de ser la más nominada de este año, y acabamos con Patricia, últimamente más desinflada pero igual de enigmática. El embudo ya se va estrechando y ya debe quedar fuera uno de los grandes de esta edición. Sigo lamentando que este jueves despidamos a uno de ellos mientras en la casa siga gente con tan poco fuste como Dámaso o Catha, pero como debemos elegir entre éstos, de nada nos sirve llorar.

Por un lado creo que habría que separar a Laura y Jhota, preferiblemente con la expulsión del rapero, ya que ella puede aportar algo más al juego. Sus discusiones están alcanzando niveles muy elevados, sacando cada uno lo peor de Parla y de Vallecas respectivamente, en un duelo de chulitos madrileños un tanto insoportable. De seguir juntos mucho tiempo, y ahora en grupos enfrentados, no descarto futuras expulsiones disciplinarias. Sobre todo por parte de Laura, que me parece un pelín más agresiva aunque Jhota tampoco se queda atrás. De momento ya les han sacado una tarjeta amarilla a cada uno. Quién no nos dice que la próxima vez sea la roja, perdiendo nuevamente a un favorito de edición como ya pasó el año pasado.

No obstante, como acabo de decir, me gustaría más que Laura y Jhota se enfrentasen en la final, por lo que los dejaría en la casa a los dos. Por tanto, ahora sería el turno de Marta o Patricia. Marta es una auténtica superviviente de esta edición. Se ha juntado con unos, luego con otros, ha visto cómo sus amigos desfilaban uno a uno y aún así sabe mantenerse firme. Marta se ha convertido en un oasis para algunos y en una verdadera incógnita para otros que no entienden cómo sigue en la casa tras siete, ahora ocho, nominaciones. Demasiadas para que la audiencia haya preferido a otros en lugar de ella. En su contra juega esa aura de tristeza que desprende, ese continuo pesimismo que tanto cansa. Le falta un poco de Patricia para que fuera perfecta para dejarla en la casa sin excusas, pero no lo tiene. Mientras a Patricia le falta todo lo contrario. Sus gracias iniciales fueron un buen reclamo entre tanta superficialidad, un buen modo para mirar a otro lado que no fuera la mezquindad de feroz, Óscar & cia. Sin embargo ya no nos hace gracia que hable con el árbol, que tarde media hora en nominar, que cante a todas horas. Patricia ya ha sido eclipsada por esos árboles que no vimos al principio. Tal vez, por eso mismo, considero que ha llegado su hora. Ha sido grande su juego. Ya ha formado parte de la historia del programa. Gracias por venir.

Dos últimos apuntes: ayer Laura hizo gala de su mal perder. No supo encajar los puntos que Lydia le dio, puntos que fueron decisivos para que finalmente quedase nominada. Me pareció fatal su reacción, más cuando ella ha nominado a Lydia en varias ocasiones, cuando Lydia ha estado en la palestra más veces que ella y jamás ha reprochado a sus compañeros los votos que le dieron. Ayer Lydia se manifestó por primera vez en la casa, con fuerza, y contestando a una Laura que se iba calentando sin razón por momentos. Esto es un juego, hay que nominar por fuerza y enfadarse por jugar es la peor muestra de no saber jugar. Laura no entendió los votos de Lydia porque creía que ella era más para la mallorquina de lo que es en realidad. Lydia supo estar a la altura de las circunstancias, sin rebajarse al nivel de la parleña. El resto de la noche Laura la pasó con Marcelo, criticando e imitando son sorna a Lydia. Simplemente, bochornoso.

Acabo con Iván Madrazo y su presentación del Sexto sentido. ¡Por Dios bendito! ¿Quién le puso esa labor? Fatal, fatal, fatal.

1 comentario:

  1. Hola Roberto.

    Vengopoco pero vengo y te sigo.

    me gusta tu análisis. Estoy currando, así que no puedo entretenerme.

    besicos.

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