miércoles, 4 de abril de 2012

Sobre Sindi, Sergio, Juan y demás habitantes


El show debe continuar.

Bueno, cómo he estado enfadado con Telecinco y no he escrito estos días, hoy haré un breve resumen de los apuntes más significativos antes de volver con la actualidad de la casa.

Día 26, Berta sale expulsada…  hmmm… Nada que decir al respecto. See you again!

En esta gala, con la entrevista más interesante que jamás pudimos imaginar, se nos informó que se ponía en marcha la repesca, envainándose así las palabras que dijo Mercedes Milá al respecto de este recurso utilizado desde Gran hermano 9. Todos sabíamos que sería María la elegida. No porque existiera algún tipo de tongo. El clamor de las redes sociales era a favor del regreso de la jerezana a la casa para poder reencontrarse con Hugo y Noemí. Es una de esas jugadas maestras que lo cambia todo, y que por supuesto no nos podíamos perder.

El segundo recurso de la noche (obviando los reencuentros con los familiares) fue la relación de Sergio y Pipi. Todos pudimos ser testigos de lo que sucedería más tarde. Ya entonces veíamos a una Sindi completamente encorsetada con la llegada de su novio. Su entrada no había supuesto un motivo de alegría… sino todo lo contrario.

Gala del día 2 de abril. Los seis nominados por los familiares de la semana pasada se enfrentan a una nueva expulsión, aunque finalmente solo los cuatro veteranos son llamados a la sala donde se les comunicará la decisión de la audiencia. Puro efectismo para crear intriga y emoción. Dani y Marta perdían su protagonismo a favor de más espectáculo. Esparcidos por la casa estaba los cuatro finalistas a la repesca y todos tendrían su reencuentro. Y es curioso que finalmente los dos que entraron tuvieran el reencuentro amargo. Cristian volvió a meterse en el armario para que Pepe le encontrara. La cara de bailaor era un poema al volver a ver al payaso (esta vez si el uniforme correspondiente), mientras María aguardaba en el confesionario para ser encontrada por Noemí. Todos esperabamos que hubiera entonces algún lapsus de maldad por parte de la jerezana. Algún comentario que dijera “Qué bien te lo pasaste por Brasil, eh pelleja”, algo que la pusiera más nerviosa. Pero María no hizo nada. Solo sonrió y las dos nos deleitaron con una clase magistral de falsedad. Una extraña competición de sonrisas para ver quién de las dos sonreía más. Mientras Ari tenía el privilegio de poder abrazar a su policía, al tiempo que le comunicaba que la audiencia no le apoyaba en la repesca, y Juan, ya expulsado, hacía lo mismo con Aristidin. Más tarde se nos informaría que la opción «Ninguno» fue en realidad la tercera más votada. Un poco más y nos habríamos ahorrado al idiota de Cristian. Una lástima.

Con todo esto tenemos los siguientes frentes abiertos: Juan como expulsado cuando muchas encuestas daban una amplia ventaja a Noemí para salir, la ya entonces ruptura entre Sindia y Sergio y las consecuencias de la repesca y nominados.

Pese a que la encuesta del Gato daba una amplia ventaja para la expulsión de Noemí, Juan terminó saliendo como consecuencia de una gran campaña puesta en marcha en las redes sociales: muchos la apoyaron para salvara  Noemí, concursante esencial en esta edición y a quien hay que agradecerle muchísimas cosas. Sin ella, GH no hubiera sido igual. También apoyaron la propuesta de echar a Juan los principales seguidores de Pepe. Eliminar a Juan daría más seguridad al bailaor en la próxima ronda de nominaciones (Como así fue), y por último los que creíamos que Juan estaba acabado como concursante desde hacía mucho tiempo. De los cuatro veteranos, era el más prescindible. Castrador de la libertad y la diversión y bandera de todo lo carca y casposo de este país. Juan supo leer el concurso y sabía que tenía la partida perdida. El clan bizcocho ha salido victorioso una y otra vez, por lo que sus opciones eran mínimas. Tal vez por eso pedía ya la nominación, y casi hasta el voto. Su posición en el juego fue de «Game Over» desde hacía semanas, desde que se quedó sin su rebaño de fuerzas vivas formado por David, Michael, Cristian y Aristidin. Y es que un pastor sin sus borregos no vale para nada. 

Lamenté que no se exhibieran las imágenes en las que el pater entraba en brote, encizañando y envenenando a todo el mundo  y sí se pusieran aquellas otras donde Pepe hacía burla en compañía de Marta. No es que crea que no deberían haber puesto las lindezas que soltaron los otros dos, pero en honor a la verdad deberían haber mostrado cómo Juan pecó de lo mismo. Juan se dedicó durante los 70 días que estuvo en Gran hermano a cuidar su rebaño e indicar, sin decirlo tácitamente, qué debían hacer (Como todo buen cura). Los momentos de odio exacerbado fueron constantes y los insultos como «Gilipollas» e «Hija de puta» fueron una realidad por mucho que él y su hermana lo negasen después. No pasa nada. Antes de cura es persona y hay muchos ejemplos de miembros del clero que destilan odio a raudales. No iba a ser diferente con un sacerdote llano. Aceptamos que fue Cristian quien captó a Ariadna a su bando, si bien éste fue un enviado de él tras una noche donde, con mucho tino, vaticinaban la necesidad urgente de renovar apoyos. Se equivoca, eso sí, en decir que el grupo de Pepe tiene la supremacía nominatoria, pudiendo elegir quién queda nominado y posteriormente eliminado. Son suficientes para sentar a uno o a dos en la lista pero no han podido evitar entrar en ella. Pepe ha estado cuatro veces nominado, Marta ya va por la sexta y ahí siguen. El cura, y ahora también Ariadna, se equivoca al pensar que ellos someten a la casa a una especie de sacrificio. Mismamente la audiencia podría haber echado a Pepe este lunes y no, le echamos a él. Lo mismo pasó con Cristian, con Michael, con Aristides, con Ochoa, con Verónica….  Ahí siempre hubo alguien del comando bizcocho y la audiencia ha dejado intacto el grupo, por tanto el fallo debe estar en otro lado. No saber perder, lo llamo yo aunque ellos ven otra cosa.

En cuanto a la relación o no relación de Sergio y Pipi, me encuentro en un mar de contradicciones. Desde el principio vi a Sindi completamente fuera de juego. La entrada de su novio la desconcertó de una manera asombrosa. No supo reponerse a la incorporación y diría que hasta terminó por romper las dudas que tenía.

Sergio es para Pipi un invasor. Ella, que se la ve más bien sumisa, obediente, responsable y recatada, estaba teniendo su burbuja particular, una experiencia en Gran hermano donde era una de las grandes protagonistas. Era un sueño que tarde o temprano acabaría y entonces se vería en la obligación de volver a su vida normal. Ya antes de la entrada de Sergio veíamos a Sindi vacilar, aunque jamás imaginé que alcanzase cotas tan altas. Para mí, las vacilaciones de Sindi estaban en haber conocido una experiencia que la había desbordado y que estaba siendo muy positiva para ella. Sin embargo, esta experiencia que por derecho le correspondía a ella, fue interrumpida por Sergio que hizo entrada precisamente para actuar como ente castrador. Sindi dejó de trasnochar hasta casi amanecer y empezó a estar a su lado para que no estuviera solo. Evidentemente, esto no lo hacía con gusto. Ella quería seguir en la cama de la piscina, a las cinco de la mañana comiendo galletas a escondidas mientras Pepe y Marta cantan, ríen y despellejan a partes iguales. Porque era su momento.

A mí se me rompía el alma al ver a Sindi cabizbaja susurrando a Marta que tenía que irse para estar con él, que estaba solo en algún ricón de la casa, mientras su amiga solicitaba que siguiera ahí con ellos, como había estado haciendo durante los dos meses de concurso. Pero ella no podía. Su concurso había «acabado» para ella con aquella bofetada de realidad.

Sin embargo, la parte que corresponde a Sergio también me provoca mucha lástima. Su manera de mirar a Sindi, su insistencia en querer luchar por ella, o incluso sus despechos cuando anuncia en la fiesta, con evidente propósito de aguarla, que su relación de cinco años había tocado fin. Me da pena, sobre todo porque por primera vez estamos viendo a una pareja en Gran hermano que se rompe, pero no por culpa de ninguno de los dos. Sindi no es ni Gema ni Chari, y Sergio no es Carlos o Rubén. Lo que más duele es ver como los dos sufren, sin atreverse a poner con palabras lo que muchos estamos viendo. Parece que el amor se acabó. Él sufre al ver cómo todo lo que ha dado lo ha perdido y ella sufre al saber que no siente lo mismo que antes, aunque desearía seguir sintiéndolo. Es resignación, frustración y mucho miedo al dolor por ambas partes. Ahora el foco de luz del que hablé hace unas semanas está centrado en ellos dos.

Personalmente creo que no todo está perdido para Sergio y Sindi. Necesitan estar fuera y recuperar sus vidas para ver si realmente es cierto lo que pasa en esas cuatro paredes y no una simple ilusión. No obstante, para que el final sea feliz, lo más recomendable sería separarlos hasta que los dos estén fuera. Todo el tiempo que permanezcan juntos dentro de esa casa solo servirá para creer que están bien y luego mal, provocando además daños colaterales y puede que irreparables tanto en ellos como en las respectivas familias. Y evidentemente creo que la permanencia de Sindi es más legítima que la de su novio. Por ello propondría la salida de Sergio para la próxima semana.

Sergio comparte nominación con Marta y Ariadna. Ari cada vez está más sola. Han expulsado a todos sus amigos, incluido el cura que tan poco amistoso fue con ella. Por suerte ha entrado Cristian, aquel que la captó para sus filas. No obstante creo que Ari está en una posición similar a Juan: ya casi fuera de juego. Ya no tiene ningún hombre a quien fustigar con sus despechos amorosos (Hugo no ha pasado por el aro), no tiene grandes amigas, salvo que contemos a Noemí entre ellas, para ejecutar los comandos GH que tanto nos hicieron reír y orbita por la casa entre amargura y apatía. Mientras, Marta sigue como siempre. Entra en brote sin aceptar la nominación, y sin analizar cuántas veces ha sido salvada, pero sigue siendo una leal compañera que da todo por sus amigos. Sabe escuchar, sabe dar las palabras que son necesarias para ayudar y sigue divirtiéndose y haciéndonos reír.

Por último tenemos a los dos repescados. Parece ser que al final solo quedará uno elegido por sus propios compañeros, como sucedió en GH11 entre Carolina y Carol. Sin contar con ninguna expulsión, diría que se quedará María gracias a los votos de Pepe, Sindia, Marta, Dani y Hugo, mientras que Cristian solo contará con los votos de Noemí y Ariadna. Alessandro y Sergio no sé que harán, aunque en caso de decantarse por el enano, serían 5 contra 4. No obstante una semana es suficiente para desestabilizar a Noemí, quien creo que será el principal objetivo del payaso. Ya sabemos que Cristian no es muy partidario de las libertades sexuales de la mujer, por lo que Noemí debe ser una especie de demonio peligroso al que intentará aislar. María ya ha ajustado cuentas con Noemí, pero de una manera muy Light

El lunes, si Telecinco sigue usando GH como un peón, veremos qué sucede con todas estas cosas y además han anunciado que entra Kiko Rivera ¿eing? No sé que pinta este parásito en Gran hermano. Por muy pantojo que sea, está ajeno al mundo GH y así debería seguir. Solo espero que su entrada sea parte de la prueba de la semana, en la que tienen que hacer de Dj’s. Si se queda de visita, empezaría a plantearme dejar de ver GH porque ya no sería GH, sería otra cosa… Esperemos que no llegue la sangre al río, entre, diga dos tonterías, que alguien le llame «Paquirrín» que eso le jode mucho y se pire. Aunque puestos a elegir DJ, hubiera preferido el que va a los debates o incluso a Sofía Cristo.

2 comentarios:

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  2. Perdona pero Pepito es de lo peor y Marta "la alimaña" es asquerosita.
    Lo siento pero no puedo con ellos. No tienen un buen pensamiento ni de casualidad.
    Juan es un "tio" como de los que ya quedan pocos. Dice las cosas tal cual son y lo que es es que : El tal Pepe es vago, que se escaquea, manipulador psicológico que le importa todo el mundo un rábano, incluido su harén y es un "suave" que como las viboritas va envenenando a todo aquel oído que toca con su lengua bífida.
    Porque labia tienen poquita pero malaleche la que necesita y le sobra pa repartir. También es un egocéntrico egoísta.
    Las peleles que tiene se las camela como quiere y a los tontos que no tienen más aspiraciones que ver como les divierte (hugo, dani y alex). Estos tres si que son unos sonsos que no se porque leches están todavía ahí.

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