viernes, 3 de mayo de 2013

Argi, estamos contigo

Gora Argi



Hace apenas unos días me sentaba enfrente de mi ordenador para escribir un poco sobre Gran Hermano. Reconozco que entonces, tras la salida de Adrián y la amplia terna de nominados que nos dejó la ronda de votaciones en positivo, pensé que en realidad había muy poco de qué hablar. Por eso concentré mi atención en lo único que me motivaba escribir unas líneas: Argi. 

En la última entrada no me rasgué las vestiduras y dije abiertamente que consideraba que ella sería la ganadora de esta edición, aun siendo consciente de que llevaban 77 días y que aún quedaba tiempo para quemarse y liarla. 

Al final no hizo falta quemarse. Un comentario desafortunado ha puesto a la ganadora de esta edición patitas en la calle, parecido a lo sucedido con Indhira tras arrojar un vaso de agua a Carol. Expulsión disciplinaria por bromear con algo que no es para tomárselo a broma. De nada sirvieron las excusas reiteradas de una Argi verdaderamente arrepentida, ni que en el propio vídeo donde vimos esas declaraciones fuera la propia Argi quien reculara de inmediato, al segundo uno de decirlo.

Ahora la pregunta ¿está justificada la decisión de Mediaset? (no de Zeppelin, que optó por no tomar represalia alguna contra ella, entendiendo que se trataba de un mero comentario desafortunado). 

Parece ser que el miedo a un nuevo boicot publicitario, ante la publicación de la noticia de un modo claramente manipulada y sesgada por parte de diversos medios de comunicación, ha sido el detonante para que la cadena decidiera que Argi abandonara la casa. Ante todo debían proteger sus intereses, sus cadenas, e incluso el propio programa. No hace falta recordar cómo acabó La Noria ante el boicot que sufrió tras la entrevista a la madre del Cuco. Pues bien, el miedo a una reacción similar hizo que Telecinco prefiriera sacrificar a Argi antes de tener que sacrificar al propio Gran Hermano. 

Desde ese punto de vista debo decir que lo entiendo y que, si yo hubiera estado en sus zapatos, probablemente hubiera hecho lo mismo. Por eso, no quiero echar leña al fuego en ese sentido. Luego está, por supuesto, el debate sobre si es legítimo que los publicistas tengan derecho a meterse en los contenidos de las cadenas. Estoy convencido que El Corte Inglés no está de acuerdo con los comentarios machistas, homófobos y de ultra derecha que podemos oír en Intereconomía, y como consumidor, creo que todos sabemos separar una cosa de otra. Como tampoco culpo a Panrico del humor de José Mota, que cada vez hace menos gracia. Si el contenido del programa no me gusta, no lo veo y punto. Al final tenemos que ser nosotros, los espectadores, quienes tengamos el poder de decidir si los contenidos del programa merecen o no nuestra atención. Es lo que he defendido siempre.

Más a mi favor si además el devenir de un programa lo podemos decidir nosotros, los espectadores. Argi estaba nominada. Si el comentario había sentado tan mal, los espectadores teníamos la oportunidad de expulsarla como años atrás sucedió con Carolina Sobe tras desear un cáncer de garganta a Arturo. La asociación contra el cáncer puso el grito en el cielo entonces, pero fuimos nosotros quienes decidimos sacar a la «ay te como, cari». 

Sin embargo, con esta decisión nos encontramos que nosotros, espectadores de Gran hermano, no tenemos todo el poder sobre el programa. Es más, tenemos tan poco que nos han arrebatado a la ganadora un grupo de personas que directamente NO VEN GRAN HERMANO. Sin votar ni nada. No hay nada mejor que darse el ofendido y tener recursos para que medios de comunicación, como El Mundo o La Voz de Galicia, se hagan eco de un comentario, mal interpretarlo, sesgar la información y dar una visión distorsionaba en la que acusaban, directamente, a Argi de pedir la vuelta de ETA. Muchos critican a Mediaset por expulsarla, pero ¿Qué hay de esos medios de tres al cuarto, que han utilizado una broma evidente para atacar a Mediaset?

Lo peor de todo es que, entre unos y otros se pegan y se lanzan mierda para hacer sus oscuras guerras, pero ¿qué pasa con Argi? Basta decir que cualquier persona con dos dedos de frente sabe que no había voluntad de reírse de las víctimas, que lo dijo para ver cómo reaccionaban sus compañeras ante aquella posibilidad, por tanto que nadie me venga hablando de las familias que perdieron a sus seres queridos. Aquí la única víctima es ella, Argi, que con su desafortunado comentario dio pie para que el bando rival de Mediaset levantara un completo infundio: «Mediaset da palabra a una pre-etarra». Y Mediaset, en su legítima defensa, en lugar de demostrar la verdad, optó por el camino menos arriesgado: echarla. 

Para Argi queda la reputación de proetarra, para ella y su familia. De nada han servido los 80 días que estuvo ahí dentro, en los que pudimos verla como es: borde, carismática, algo perezosa, genuina, divertida, gran amiga, leal… Tuvo casi ochenta aciertos pero será recordada por una única cosa. Y yo me niego. Argi ha sido con diferencia la mejor de todos, la que iba a ganar, la más auténtica. Pasó de ser un mueble a ser la persona que nos hacía encender la tele para ver esta edición. La protagonista absoluta y así la recordaré yo… y seguramente también todos los que amamos Gran Hermano y vimos en aquel desafortunado comentario, simple humor negro muy extremo. Para mí su pecado expiró con su primer perdón, y éste vino al segundo después de decirlo. Argi, yo también estoy contigo.

No obstante, ahora sin hacer mención a nuestra peque, ¿Gran hermano va actuar siempre así? Si vamos a analizar cada frase, cada palabra mal dicha en televisión ¿Por qué se hace solo ahora? ¿Y las anteriores? ¿Aacaso alguien puede medir el dolor y decir qué merece atención y cual no?

En esta misma edición los Gemelos no tuvieron reparos en decir «estás más perdido que Marta del Castillo». ¿Acaso el dolor de las víctimas de ETA debe ser superior al dolor de los padres de Marta? Porque el comentario es igual de desafortunado, solo que la repercusión que hemos tenido de este comentario fue menor, y por tanto la dirección pudo omitirlo con mejor fortuna. No obstante, el padre de Marta sigue haciendo su guerra por Twitter pidiendo la expulsión de los repetidos. El año pasado tuvimos algo similar con Dani Santos, con otra desafortunada broma sobre las víctimas del terrorismo. En ese caso, el filtro de Gran Hermano actuó con mejor suerte para este concursante. Ya he mencionado el comentario de Carolina Sobe deseando el cáncer a Arturo, con también repercusión pero que no se sancionó. En todos estos casos, el concursante hizo gala de un humor de bastante mal gusto pero nadie dudó sobre la intencionalidad real que había detrás. Tal vez sea un problema actual. Nos tomamos todo a broma, hemos perdido la percepción de algunas cosas e incluso bromeamos sin valorar lo que estamos diciendo. Supongo que si Gran hermano se hubiera emitido en el 1920 y alguno se hubiera atrevido a bromear con el hundimiento de Titanic, muchos se habrían sentido ofendidos por banalizar algo tan doloroso. Hoy lo hacemos con bastante gracia.

Pero ¿Y si lo que decimos, no lo decimos en broma? Sino de corazón… GH9, Andallá. De origen marroquí y acostumbrado a otro modo de entender la vida. Este concursante demostró ser un gran amigo, compañero y muy trabajador… pero también hizo gala de comentarios machistas, homófobos e incluso llegó a decir que estaba de acuerdo con la ideología que defendía Bin Ladem. ¡Toda una joya de concursante! Como si mañana entrase en la casa un neonazi con una esvástica tatuada en el pecho defendiendo la muerte de los judíos en los campos de concentración ¡Y qué! ¿Qué pasaría porque entrase alguien así?

La magia de Gran hermano es que representa algo que se cuece en la sociedad, al cual vemos desenvolverse con naturalidad con un grupo de personas que puede ser muy distinto. Viven, conviven, interactúan y juegan. Luego la audiencia los expulsa y a uno le premia. Y tal vez ése es el problema. Todos sabíamos que Argi sería la premiada… Y ahora voy a ir un paso más allá, aunque a lo mejor ya me estoy liando con mis propias vacilaciones. ¿Si Argi no hubiera sido vasca, habría tenido la misma trascendencia?

No sé… fuera como fuese, creo que es trágica esta expulsión porque con esto nos han demostrado que, nosotros, la audiencia, pintamos poco. De poco a nada. Porque nos dijeron que somos nosotros quienes decidimos, pero no es verdad. En cualquier momento puede entrar un agente extraño, una entidad que no ve Gran hermano y que no participa en el juego, y puede variarlo todo. Insisto, entiendo en parte a Mediaset. Era de ellos el deber de proteger a Gran hermano, pero actuando como lo han hecho, lavándose las manos de este modo… ¿quién protege a Argi?


Argi, somos muchos los que hoy estamos contigo. Has sido una víctima entre poderes tan altos y oscuros que no alcanzamos a ver. Tu solo eres dueña de tus palabras, y tan pronto bromeaste, te disculpaste. Por tanto, ya no hay pecado. Mercedes Milá habla siempre de segundas oportunidades, aunque a ti hoy te la han negado… espero que el tiempo te dé lo que te han arrebatado. 
Gora Argi.

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