martes, 14 de febrero de 2012

Los satélites a escena

Lo mejor de las nominaciones en positivo es que podemos someter a la casa y sus habitantes a una lectura diferente, completamente contraria a las nominaciones habituales. Si el voto negativo pone a la palestra a los protagonistas de la casa, héroes y villanos, las nominaciones en positivo sacan al juego a los satélites de la casa, a esas personas que se esfuerzan por sembrar todos los campos, en sonreír a todos, en agradar a héroes y villanos. El refrán dice que quién mucho abarca, poco aprieta algo que aquí podríamos traducir como un número limitado de afecto por distribuir, y aquél que decide repartirlo para todos para que nadie se acuerde de su nombre durante los votos negativos, consigue lo mismo con los positivos.

Nadie se acordó de Marta, si bien siendo la nueva era lo más evidente, pero tampoco se acordó la suficiente gente para salvar a Juan, Ochoa, Mary Joy y Hugo. Son, por así decirlo, los tibios de GH12mas1 (Más unos que otros), los que se mojan poco, los que dicen siempre lo que el otro quiere oír.

Hugo pertenece a ese rol ya muy explotado en Gran Hermano. Es el concursante de alma tranquila, pacífico, trabajador… aquel que no le gusta los líos, el que le cuesta una burrada posicionarse ante una disputa. Gana adeptos por ser guapo y porque se le ve de lejos que es un tío noble. Todavía no ha reclamado su parcela de protagonismo en este juego, optando siempre en convertirse en un espectador en primera línea, que escucha e intenta modificar el devenir de las tramas del concurso con sus sabios y tímidos comentarios: bien en la radio, en la cama-piscina o en la mesa de billar. Es como un jugador de videojuegos que ve lo que ocurre sintiéndolo en primera persona, con la posibilidad de alterar algunas acciones de la narrativa en función si pulsa X o O. Por eso mismo ayer nadie se acordó de él, solo Noemí, aunque tampoco creo que deba temer por su permanencia. Sobrevivirá a esta criba y a otras muchas. Pero o empieza a reclamar su lugar en esta edición o mucho me temo que quedará segundo, como mucho.

Mary Joy, antes mueble, es una de las sí corren peligro. Cayó en la lista porque el grupo al que pertenece no supo organizarse para salvarse todos (Como no supo ningún grupo). Es su tercera nominación, segunda de forma consecutiva y ni dentro ni fuera terminan  de entender a qué juega la pequeña del grupo. Hace un buen equipo con Sindi, Marta y Pepe, y pese a las críticas recibidas la primera semana, Joy ha sabido deslizarse con suavidad hasta convertirse en una de las protagonistas de esta edición. En su contra juega el apoyo de los incondicionales de las historias de amor. Aquellos que abogan por la relación de Noemí y Alexandro, querrán sacarla del juego para evitar que sea el obstáculo de Noemí. Sin embargo creo que se equivocan. Joy está siendo el revulsivo de la canaria, la que en realidad ha despertado el interés en el italiano. De no ser por Joy, Noe jamás se hubiera atrevido a dar más pasos. Es el viejo monstruo verde de los celos.

Juan era uno de los que evidentemente caería en unas nominaciones positivas, posiblemente el más perjudicado con esta vuelta de tuerca. Su carácter conciliador, con indicios de manipulador frustrado, le salvaba de los votos negativos. Pero ha perdido sus grandes aliados, ha quedado solo orbitando por la casa, soltando sus arengas y sus discursos de fe. No molesta e inclusive seguramente sea determinante para ciertas situaciones. Pero no es necesario para ninguno de sus compañeros. Al igual que Hugo, no le veo con firmes opciones a la expulsión y tal vez hasta le venga bien esta exposición a la audiencia. Juan se equivoca siempre en su análisis, mostrando miedo a la nominación, sin ser consciente que para ganar hay que estar nominado, conseguir captar el foco de la luz para que te vean y así despertar ese algo en la gente que le aupe la final. Los que vagan en las sombras, siempre caen en el tramo final del concurso. Si Juan pierde el miedo a la nominación, a ese estado alterado de Gran hermano, podría hacer un juego mejor, más visible y transparente… que al fin y al cabo era lo que buscaba.

Ochoa es probablemente quien se bata en duelo con Mary Joy este jueves. Es la tercera en discordia del grupo de las envenenadas, la traicionada por su propio grupo por el voto de Ariadna a Michael o a Vero (Según se mire). Las tres juntas forman un grupo gracioso y divertido, criticonas y que analizan todo en función de la mira que les interesa. Tienen mucha mala leche, pero en Ochoa se ve con más claridad que con Ari o Vero. Por eso hoy se ve a la riojana a una de las que más posibilidades tienen de salir de la casa. La pregunta ¿nos interesa sacar a uno de los elementos desestabilizadores? Ochoa no es santo de mi devoción, no creo que reúna las cualidades para ser un ganador pero reconozco que veo en ella un elemento necesario, como con Mary Joy. No obstante, otra vez nos quitaremos del medio a un filón.

De Marta poco puedo decir. La chica apenas lleva cinco días. Ha hecho algo de piña con las más jóvenes. Se lo pasan bien, bromean y pasan el rato como buenamente pueden. Sería injusto sacarla tan pronto. Antes veamos si es villana, heroína o simple estantería.

Complicada decisión. En esta tanda me atrevería a decir, gane quien gane, seremos nosotros, la audiencia quien perdamos. Perderemos un hilo argumental sin explorar lo suficiente, y dejaremos a aquellos que no se han atrevido aún a mostrarse.

2 comentarios:

  1. Excelente entrada.

    Pues si, al final, los elementos desestabilizadores como dices, a la calle. Nunca aprenderemos.

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  2. Esto es como el anuncio de la cuenta naranja: desaprendí dar juego a la casa, aprendí echar a los de siempre.

    De todos modos habrá que esperar a mañana y veremos qué pasa finalmente. Lo mismo nos sorprendemos. Aunque las encuestas más fiables ponen a Mary y Ochoa en duelo

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