miércoles, 16 de marzo de 2011

GH12: el duelo entre los que sólo ven y los que votan

He tardado en volver porque los comentarios respecto a la final tampoco es que sean muy diferentes a los que ya se han dicho en otras entradas. Era, un año más, una final previsible hasta tal punto que casi cuadré los porcentajes de cada uno de los tres que quedaban en la casa. Poco más del 10% para Marcelo, veintitantos para Yago y poco más del 60 para Laura. Y punto pelota.

Ésta ha sido la edición más larga del concurso, también la menos vista, la que más concursantes ha tenido y probablemente la edición con menos participación de votos. Éste es un dato que jamás se ha dado, pero que sería muy interesante conocer. En otros países, cuando sus realitys acaban, la cadena hace públicos todos los datos relativos al televoto. Al fin y al cabo, la gente que pagó por participar tiene cierto derecho a saber qué pasó con sus votos, además de darle una transparencia mayor a los formatos. Aquí en España no sucede, y como consecuencia no podemos hacer un estudio aproximado que intentase explicar por qué esa diferencia tan grande entre las principales encuestas y lo que se votaba por SMS, sobre todo a partir de la mitad de la edición.

Tras cada gala de GH12, Twitter y Facebook se veían inundados de comentarios que no comprendían qué había pasado, los blogs más importantes eran invadidos de quejas por lo que estaba pasando y la continua amenaza de manipulación estuvo en el aire como cada año acusando a la dirección de «trampas». Pero no había nada manipulado. La explicación era simple y llanamente en que la mayoría de la gente que lo siguió, no votó dejando que una mínima parte de la audiencia se convirtiera en la mayoría que marcó el curso del juego. Y es que esa minoría en realidad era la mayoría, la mayoría que votó. Claro está.

Tal vez Mercedes debería haber cambiado la frase con cada expulsión y decir: “La audiencia, que ha votado, ha decidido que debe abandonar la casa…”, lo cual no hacía menos legítima la expulsión pero sí hubiera sido más exacta. En realidad no hacía falta. Todos tuvimos la opción de votar y sólo algunos la aprovecharon.

Yo reconozco que en esta edición no he votado mucho. Al principio porque los concursantes no me decían gran cosa. Me daba igual que se fuera uno u otro. Luego, según ya empezaba a simpatizar con alguno, la cosa se puso algo más interesante para más tarde perder todo aliciente al ver que todo estaba vendido. Le di un voto a Óscar por inaguantable, otro a Mireia por haberse equivocado de edición, uno a Joaquín para salvar a Laura (Sí, sí, a Laura) y ya no participé más hasta el duelo de Marcelo contra Terry, y ahí con algo más de ahínco. Al ver cómo se salvaba una persona como Marcelo, mi interés empezó a decaer, aún así intenté salvar a Lydia (Sin éxito). La expulsión de Lydia fue la última en la que voté. Dámaso era insalvable y Marta me daba igual. En la final, tampoco voté ¿Para qué gastar mis euros en eso? Antes prefiero enviar un SMS con la palabra JAPÓN al 28077 (Habilitado por la Cruz Roja para ayudar al país del Sol Naciente) que enviar un mensaje para que cualquiera de los tres finalistas ganase.

La satisfacción de la gala final estuvo en ver el ‘gepeto’ de Marcelo al quedar tercero y ver cómo Laura era recibida entre vítores. Ya lo he apuntado muchas veces. Marcelo entendía de Gran Hermano, había sido un fiel espectador y sabía sacar análisis rápidos de lo que estaba pasando. Su cara nos decía que, efectivamente, ya tenía el resultado de su pronto análisis. A Marcelo no le hacía falta que Terry le dijera que había llegado hasta ahí gracias a Laura. Él ya había llegado a esa conclusión solito. Y de ahí esa cara avinagrada con la que nos deleitó durante la gala final, el debate y más tarde en el chat de telecinco.es.

Para mí, que ganase Laura era lo de menos. Lo era porque de verdad entendí en todo momento por qué ganaba. Laura se enfrentó y dio de lado a sus amigos por amor, como afuera muchos hemos/han hecho, Laura fue impulsiva y actuó en función de sus deseos sin pensar en el mañana, como otros tantos hacen y algunos desearían poder hacer (Pero son más ¿Cobardes? ¿Sensatos? Aquí quién no se consuela es porque no quiere). Laura luchó y siguió siendo ella. Por eso, pese a sus formas, su bravuconería o su chulería, entendí, entiendo y entenderé esa victoria que también deseé en algún momento. Fue ella la que enamoró a la mayoría –votante-, fue ella la que atravesó la pantalla y nos tocó.

Sin embargo, lo de Marcelo es incomprensible. No me sirve la excusa de sus 20 años. Si tiene edad para entrar en Gran hermano, tiene edad para ser juzgado por el mismo rasero que otro de 25, de 30, 40 o 70 (Nadie tuvo consideración con Mirentxu por su edad ¿Por qué iba a ser diferente ahora?) Fue dañino, sobre todo con las mujeres, chulo y prepotente. Además de no tener ni puta idea de cómo tratar a Laura, la mujer a la que supuestamente quería (Por el interés). Estoy de acuerdo en que Gran hermano es un espectáculo y que hay que mantener a quien sabe dar juego. Pero hay límites que no se deben pasar, y nosotros, como audiencia, debemos dar prioridad. Teníamos una oportunidad de oro para lanzar un mensaje que dijera “Esto no gusta en nuestro concurso” pero no lo hicimos, o mejor dicho no lo hicieron –los que votaron- para que continuase al lado de Laura. Luego nos quejaremos cuando la gente dice que en GH sólo entran y duran los impresentables. Con casos como el de Marcelo, difícil defender lo contrario.

De Yago no diré nada. Él ya tuvo su gala cuando fue expulsado.

GH12 así acabó, sin la confirmación de una nueva edición aunque todos imaginamos que llegará. Al fin y al cabo, GH sigue siendo el reality más fuerte de la temporada y aunque ha sido la edición menos vista, sería ridículo decir eso sin mencionar que el panorama actual de la tele es diferente, y que GH ha sido el programa en Prime Time con más share de toda la cadena con una media del 18%. Como dijo Mercedes al acabar la gala, Gran hermano seguirá mientras nosotros estemos ahí. Y yo, aunque últimamente no hago más que perder, ahí estaré.

El jueves tenemos una nueva fiesta, con Jordy González. Las puertas de Guadalix se abrirán de nuevo para recibir a concursantes de todos los realitys de la cadena en un nuevo reencuentro. Desconocemos si las normas serán las mismas que las del año pasado, ni quiénes entrarán. Las respuestas las tendremos mañana. Estaremos pendientes (Rezando por un casting divertido, que no tiene que ser necesariamente Friki. Mejor dicho, espero que no lo sea)

2 comentarios:

  1. yago y lydia al reencuentro una pareja sinpatica y alegre el reencuentro necesita alegria alegria alegria

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  2. yago no deje pasa estar oportunida de tene a una mujer 10 como lydia en tu vida es ideal para ti se lleva muy bien y es una mujer que llenaria de amor y alegria tu vida ella los tiene todos es una mujer ejempla de respeto y educacion como a ti te gusta a que dejala escapa porque nunca sabra cuando volvera a presentase en tu vida otra oportunida de conocer a una mujer 10 como lydia

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