martes, 7 de octubre de 2014

Lucía muere de amor con Omar

Lucía revoluciona Gran Hermano.


La entrada de la Lucía ha sido el mayor revulsivo que jamás Gran Hermano ha metido dentro de la casa.  Y mira que llevaban tiempo intentando explotar ese tipo de trama. Lo intentaron con Dani-Eva y Susana en GH14, con Paolo-Noemí y Alex y Sergio-Sindia y Pepe en GH12+1 (Esta última mucho menos creíble), y originariamente con Salva-Mercedes y Jani en GH6. Pues bien, al final les ha salido. Tanto insistir...

La verdad es que este año ha habido ciertas diferencias con los otros intentos de forzar una trama dentro de la casa. La pareja de Omar y Paula no caía excesivamente bien. Ni uno ni otro, y por eso la mayoría ya pedía la entrada de Lucía desde que Papirrin abandonara la casa repentinamente (por motivos aún desconocidos).

Nadie sabía qué iba a pasar exactamente, pero desde el momento que vimos la entrada de Lucía, ya se vaticinaba tormenta (Y todos deseábamos que sucediera, aunque ahora penemos con Paula). Porque si en algo Omar tenía razón, es que Lucía es como él… pero en chica.  

Yo no tenía duda alguna de que Omar iba a terminar volviendo con Lucía. La historia que él ha ido contando durante el inicio del concurso lo dejaba bastante claro. Llevaban dos años, con idas y venidas frecuentemente y lo habían dejado hacía una semana por algo tan importante como una gorra… Aquí ya me surgen mis primeras dudas. Sinceramente creo (Y esto es la película que yo me he montado) que Lucía se enfadó con Omar porque iba a entrar en Gran Hermano. Era el sueño de ella y lo iba a cumplir él… y viendo cómo son, en fin: se enfadó, pero no podía decirle que era por eso. Así que, la primera chorrada que se puso en su camino sirvió para armar bronca. Era la envidia lo que provocó la disputa. Por eso se fue de vacaciones a la playa y por eso no quiso dormir con él la última noche… La cuestión es que aquella movida con él supuso un punto y final que no trascendió en ella. Lucía, pese a la movida que habían tenido, contaba que seguían juntos en la misma rutina de dejarse y volver a la que están acostumbrados, mientras él, llevado por el huracán de emociones que supone entrar en el concurso, asumió que estaba solo. Además había un detalle importante a tener en cuenta. Era la primera vez que lo dejaba él. Antes siempre había sido ella, según ellos mismos han reconocido.

Omar entró con el despecho de haber tenido que dejar a Lucía porque no le apoyaba lo suficiente, y lo hizo a una casa repleta de cámaras que iban a emitir las 24 horas lo que estaba haciendo. Era su oportunidad de aumentar los daños a Lucía por no apoyarle y la primera chica que se dejara, le serviría para destrozar aún más a Lucía. Y no es de extrañar, Lucía y Omar están acostumbrados a destrozarse mutuamente y luego lamerse las heridas. Ellos son así.

La desgracia de Paula fue ponerse en medio del camino de Omar. Ella tocó el culo al muchacho, le rió un par de veces e hizo unas cuantas caídas de ojos… Así consiguió él la persona con la que celar a Lucía, aunque no fuera intencionado. Y puede que Lucía optara por no verlo, pero siempre hay un «alma caritativa» dispuesta a meterte por culo lo que está pasando. Omar sabía que se iba a enterar.

La relación Omar-Paula duró muy poco, pero fue muy efectiva para conseguir su propósito. Como diría Paco con sus paco-consejos, Omar se iba a convertir el «valor» de su relación, no de su relación con Paula, sino con Lucía. Muchos duraron de la veracidad del amor entre él y la hawaiana. Decían que era un papelón, que miraba mucho a cámara para crear espectáculo. Pero no miraba a cámara para que le viera España. Cuando Omar levantaba la mirada y clavaba sus ojos en el objetivo, en realidad miraba a Lucía, a la que se imaginaba en casa llorando. Y mal no iba.

Con todo esto, llega GH y mete a Lucía. Reconozco que lo de Papirrin tintin tampoco me lo termino de creer, pero bendito sea porque el mexicano no pintaba mucho. Lucía hizo entrada en la casa y arrolló con todo. Fue soberbia, pese a que sus emociones estaban a flor de piel y nos metió en su bolsillo a muchos de nosotros. Estábamos ante un conflicto de proporciones épicas, tan solo comparado con el de Indhira y Carol (Salvo en que GH11 la trama se desarrolló con naturalidad en la casa y aquí fue forzada por la dirección).

La audiencia tiende a empatizar con el débil, y el primer día, la débil era Lucía. Paula había sido increíblemente mal educada, déspota y chula y todos pudimos verlo. A las palabras de Lucía que no quería discutir, la otra corregía que iban a hacerlo… hasta ya le iba adelantando lo que iba a ver, porque estaba en su casa y ella tenía derechos. Lucía aguantó eso malamente, mientras se iba ganando el cariño de los concursantes y la audiencia (por un día). Tampoco ayudaba la actitud de Omar, si bien desde el minuto uno ya le vi cambiado. La presencia de Lucía era un revés que no iba a saber gestionar y era muy consciente. Entre Paula y Omar, él era el fuerte… pero Lucía le conoce a la perfección y sabe hacerle sentir débil.

Dicho y hecho. Por cortesía de GH, el alcohol fluyó por la casa en una de esas fiestas improvisadas. Qué sería de GH sin esas raciones de alcohol que les hace perder la cabeza. Sin él, Tatiana no se habría tirado a Arturo y después le hubiera dedicado el polvo a Indhira, por citar un ejemplo. Música, copas, diversión y en medio un triángulo amoroso que estaba a punto de explotar.

Fue una noche llena de contradicciones. Omar empezó abrazado a Paula, diciéndola que la quería y que no le iba a perder, y acabó en la cama de Lucía. ¿No es fantástico? Los llantos de su novia de siempre le obligaron a tener que reunirse con ella para hablar las cosas y ahí se fue deshaciendo Omar. Lucía llega hasta donde Paula aún no lo ha hecho y le fue acorralando con súplicas, reproches, disculpas y promesas… Él no supo gestionar todo eso, mientras la casa iba calentando a Paula. Es curioso que Omar fuera a hablar con Lucía por propuesta de Paula, y que luego Paula estallara como lo hizo… Creo que la culpa fue de los demás, que la estuvieron calentando… eso, más alcohol, hizo que Paula tuviera una mala reacción con Omar. Una mala reacción cuando él todavía seguía convencido de quedarse con ella. Sin embargo, su manera de estallar le devolvió a los brazos de Lucía y ahí ella remató lo que había empezado.

Es difícil competir cuando tu cara está llena de rabia mientras la otra te mira con dulzura y arrepentimiento. Así que, lo fácil y lo más seguro para él, fue volver con Lucía. Paula se quedaba sola, tragándose las palabras que hacía apenas 24 horas le había dicho a Lucía… pero eso sí, sacando una ventaja atroz con respecto a todos en la carrera del maletín. Porque no nos engañemos, el papel de víctima suele ser el más codiciado. Y aquí encima se lo han dado sin proponerlo.

Se pueden hacer muchos reproches después, pero ante estos primeros sucesos, es cierto que Paula ha sido un daño colateral del caos que rige la relación de Omar y Lucía, porque Lucía estaba en su derecho a recuperarle. ¿Por qué iba a frenarse? ¿Por respeto a una chica que no le importa?.. Y Omar, en fin, demasiado inmaduro para afrontar una situación tan complicada. Por eso, yo me niego a entregar el maletín de buena a primeras a Paula. ¿Acaso ella no pensaba que podía suceder? Los días antes de la entrada de Lucía, era la propia Paula quién asumía que la otra estaría dolida, que Omar tendría que hablar con ella cuando saliera. Y cuando vio que entraba, se puso nerviosa porque… ¡era evidente lo que iba a pasar! Como la misma Yoli le diría después: ¿Qué esperas? Si la dejó una semana antes de entrar por una gorra. 

Vale que lo que ha venido después es mucho más complicado. Creo que Omar no solo no ha sabido gestionar el conflicto, sino como la misma Lucía ha dicho, se le ha puesto cara de gitano chungo. Ha sido chulo, soberbio y presuntuoso. Hasta me atrevería a llamarle cruel con Paula. Vale que se confundió con ella, e incluso yo defiendo que Omar no tuvo intención original de hacerla daño. Él estaba convenciéndose a sí mismo que podía estar con otra, y esa otra fue Paula… pero lo de “cariño también se tiene a un perro” o “le dije «te quiero» porque ella me lo dijo antes” ya no solo queda mal dicho a la cámara (a la que por cierto, diría que mira menos) sino que son intolerables. A eso hay que sumar los conflictos que está teniendo con el resto de sus compañeros… En lugar de entonar el «mea culpa», se está viniendo arriba y aquí se equivoca.

La casa actúa como es previsible que lo haga. Arropan al débil. El viernes arropaban a Lucía, el sábado a Paula… Otra cosa no pueden hacer, más que apoyar al que sufre… Sobre todo porque están en un concurso. Si Paula ya les lleva ventaja con esto de ser la sufrida, aún ganaría más si todos hubieran optado por no involucrarse, como ha hecho Hugo, o directamente dar la razón a la pareja. Este papel de buenos está siendo muy bien explotado por Fran y Luis, los guardianes de la moralidad y ética. Incluso diría que se pasan en su papel de predicadores de lo bien hecho.  Increíblemente acertadas han estado las primas, mucho más empáticas a la situación, intentando ponerse en todas las posturas. Cierto que ahora están empezando una guerra con Omar, pero es que Omar está contra todos y acepta de mala gana que apoyen a Paula. A las omaitas les gusta más un follón que a un tonto un lápiz y se han convertido en las primeras desestabilizadoras en los conflictos que han generado a consecuencia del triángulo amoroso… mientras Shaima, mucho más inteligente que Mayca, está intentando desaparecer esta semana. No sé si le funcionará. La expulsión del jueves está que arde entre ella y la hermana de la bruja.

No obstante, lo interesante de la próxima gala no es la expulsión. Ésta ha pasado a un segundo plano. La chicha está en las nominaciones. Veremos a una casa que irá a por Omar, y por defecto a por Vitín y Alfredo, y puede que incluso vayan a por Lucia y Paula. Dirán que las nominan por Lucía, pero la verdad es que ellos son los primeros interesados en que desaparezca un vértice del triángulo para volver a una relativa normalidad y restar protagonismo a este trío. Habrá que estar atentos. Omar pretende que Vitín es exponga, Vitín no parece convencido y Alfredo parece querer marcharse (para hacer de mueble en su casa), mientras Lucia y Paula no se van a poner de acuerdo. Paula va a reivindicar su derecho a estar en la casa y Lucía, salvo sorpresas, ha llegado a decir que si no se ponen de acuerdo, se arriesgará ella. Y arriesgará mucho, pues creo que la audiencia, que la quería tanto el viernes por la tarde y la odió al día después, irá a por ella… Salvo que Omar finalmente dé la cara. Si Omar sale a la palestra, Lucía aún podrá vivir Gran Hermano un poco más…

No hay comentarios:

Publicar un comentario