jueves, 7 de abril de 2011

El caos más absoluto


'Hardcore' El grito de guerra que metió a la casa en una batalla.

Reconozco que esta semana de atrás no tuve ni tiempo ni ganas para escribir en el blog. Los sucesos de la casa del ‘el reencuentro’ no eran muy sorprendentes que digamos, ni cuanto a expulsados como a nuevos concursantes, así como los sucesos de los días posteriores tampoco parecían demostrar un interés sobresaliente como para ponerme a escribir (Cosas de la -mala- cobertura informativa de este reality). No obstante, cuando me dispuse a escribir, la noticia saltó a la red sin más explicaciones que detallasen qué demonios había pasado. Gerardo abandonaba el concurso voluntariamente por una broma de Iván y Lara.

Intenté indagar un poco sobre los sucesos que habían llevado a Gerardo (con lo que le gusta la tele) a irse y en qué había consistido la broma del ganador de GH10, ése que bromeó con un mechero y un bote de disolvente con quemar a Mirentxu mientras la mujer dormía a altas horas de la noche. Con estos antecedentes, me podía esperar cualquier casi cosa de la «luz propia», pero no me quise bienaventurar a emitir un juicio hasta que no viera más. Y no fue hasta ayer cuando el resumen, única fuente de información, se hizo eco de lo sucedido el martes. El problema es que yo estaba viendo el final de Spartacus y hasta esta mañana no he podido verlo.

El resultado tras ver por fin lo que sucedió no era más extraño que el desconcierto inicial ante la noticia. Lara, esa chica tan tranquila, continuó con sus gritos de guerra como ha estado haciendo durante todo el juego hasta el punto que terminó cansando a sus compañeros, siendo Iván el único que intentó pararle los pies dándole una doble ración de su propia medicina. Sin que sirva de precedente, estoy de acuerdo con la actitud de Iván de enseñar un poco de modales a la hardcore de Leganés. Para nosotros, espectadores inmunes a sus gritos, es algo muy divertido pero entiendo que para aquéllos que han de convivir con ella no sea fácil. Por eso Iván avisó a todos de sus intenciones: enseñar a Lara lo molesto que puede ser un grito cuando uno está tranquilo. Entonces todos parecieron tan contentos y de acuerdo con darle una lección. Hasta la llegada de Iván la inmensa mayoría se limitaba a darle la razón para evitar enfrentamientos, pero desde que él llegó parecen haber encontrado ¿Un líder? No, más bien alguien un panoli a quien sacrificar para salir los demás de rositas. Iván esperó a los momentos más tranquilos de la niña, los pocos que deja al personal en paz, se acercó sigilosamente y: “¡¡HARDCORE!!”. Los primeros gritos fueron medianamente bien aceptados por Lara aunque cuando le gritó estando profundamente dormida, la cosa cambió. Ella aseguró que digiere mal ese tipo de bromas y que podía tener un fallo cardiaco ante un susto de ese calibre. Luego empezó a decir que se estaba poniendo mala hasta el punto que dijo irse a vomitar. Y digo que dijo porque no vimos las imágenes del servicio con la puerta del retrete cerrada y el sonido en off de lo que viene a ser vomitar. Simplemente es una información que llegó a nosotros por Jorge, medio lloroso y calificando la broma de muy, muy pesada.

Tras Jorge vimos como algunos compañeros que apoyaron inicialmente a Iván se pusieron en su contra, especialmente David y una enloquecida Natalia que gritaba cuan Legionaria en busca de Melania por meterse con su hijo (Sin que ésta dijera nada del pequeño), reiterando faltas de respeto a Iván y a Loli, que avisó a su compañero de lo que ésta decía a sus espaldas cuando al principio se mostraba encantada. Iván no comprendió muy bien a cuento de qué se cabreaban los demás ¿Acaso no aplaudieron la idea? Y sí, si que la aplaudieron. Pero Iván no ve más allá, se queda en la superficie de los motivos de este cambio de actitud de sus compañeros. Iván no se da cuenta que le han hecho la diez-once, que le han animado a inmolarse con la más conflictiva (Y querida de la audiencia) para luego dejarle solo y acusarle como el único culpable. Y es que más de uno tuvo que maldecir cuando le vio entrar el jueves en la casa, del mismo modo que maldijeron el año pasado cuando vieron a Pepe. Puede que Pepe e Iván tengan muy poco que ver entre sí, pero nadie duda de la capacidad de convocatoria de estos dos ganadores de Gran hermano. Pepe revalidó el título el año pasado y este año temen que Iván haga lo propio.

En medio de esta vorágine, Gerardo (Ups, iba a poner Marcelo. ¿En qué estaría pensando?) decidió abandonar por que no aguantaba más, pero ¿Acaso iba con él la historia? Más bien diría que no y que su salida prematura del juego sólo busca encontrar el protagonismo que no está teniendo y que sabe que no tendrá. Al fin y al cabo ya son dos semanas las que ha estado nominado.

Hoy tenemos gala dónde despejaremos muchas dudas, la primera de ella ¿Qué pasa con Saray? Las normas del juego dicen que ante un abandono voluntario, el compañero de juego debe ir detrás. Sólo se buscan reemplazos ante situaciones concretas, como expulsiones disciplinarias o asuntos de salud o familiares. Por tanto Saray debería salir esta noche del juego. ¿Es injusto? Seguramente, pero las reglas las pusieron ellos y Saray debería haber hecho más equipo con Gerardo para evitar que éste se fuera. El juego iba de reencontrarse, de resolver las diferencias para jugar en equipo, y estos dos no hicieron mucho de eso. Aún así, cabe la posibilidad que la dirección dé el indulto a Saray y esta noche le asignen un nuevo compañero: Nagore, Ángel o Tatiana son nombres que adquieren fuerza a estas horas en mi mente, aunque tal vez la trayectoria del reemplazo de Gerardo sea igual que la de Cristal en el reencuentro del año pasado. Saray es muy posible que vuelva a salir nominada, y me atrevería a decir que le acompañarán Marta y Coyote y Yola y Juan Miguel, y es que en un juego dónde la audiencia vota en positivo, los más votados son los que más candela dan al juego. ¿Dónde han estado esta semana los del Hotel Glam? Gh Vip no se notaría si no fuera por Marta y Saray, en fin, el lastre lo ha tenido desde el inicio del juego. Lo que si que no me cabe duda es que Lara y Jorge, Iván y Loli y David y Natalia será los más votados esta semana, los protagonistas absolutos, que además enfrentados entre sí han provocado que la audiencia se incline a favor de unos y otros.

La pareja formada por Jorge y Lara está siendo la más equilibrada hasta el momento. Jorge da el punto de cordura y sensatez y ella el de locura y diversión. A mí me gusta más él que ella. Lara es muy divertida para verla en la tele, pero reconozco que sería incapaz de convivir con ella. Me desesperaría por momentos. La única virtud que veo en ella es que es trabajadora, no duda en ponerse a limpiar y cuando la caga, que es bastante a menudo, no tiene problemas en disculparse. El problema es que sus disculpas carecen de valor, a mí no me valen. De nada vale pedir perdón si no se aprende del problema que origina esas disculpas. Ella pide perdón como ese médico que a todo receta Ibuprofeno, sin la capacidad de tener una autocrítica. De hecho, dos gritos de Iván deberían haber bastado a Lara para entender por qué no puede estar todo el día jodiendo la marrana.

De David y Natalia puedo decir que me gustan como nuevos malos de este reencuentro, como en su día fueron Ainhoa y Nico. Él es un borde en las formas, aunque no falta jamás al respeto. Es bastante quisquilloso, se queja por todo y tiene un punto de soberbio que enerva hasta al más pintado. Ahora, la sorpresa está en la planta carnívora que tiene de compañera. A Natalia apenas se la ha visto, hasta la disputa que tuvieron donde temí por la integridad física de Loli, gritando como si fuera la niña del exorcista y con faltas de respeto completamente intolerables. Al fin y al cabo, Loli denunció una realidad. Natalia fue con un cuento por un lado y luego cambió el discurso por detrás para quedar bien con todos.

Los últimos protagonistas, los nuevos, no suponen una gran sorpresa para mí. Iván está siendo hasta la fecha como fue en la casa 1 de GH10, la casa del pasado. Sigue sin dar palo al agua, pero eso no nos sorprende a estas alturas. No obstante, todavía no ha despertado en mí el odio que le tuve en su día. Es más, hasta le he dado la razón en la primera gran bronca que ha protagonizado (Y que al parecer acabó con él llorando, aunque eso aún no lo hemos visto)

El resto se ha quedado en un segundo plano, menos Chiqui y Sofía y más Yola y Juan Miguel, que seguramente paguen esta noche con un apoyo insuficiente de la audiencia.

Ya para terminar,  hoy entra otra pareja. Algunos hablan de Karmele con no sé quién, pero yo confío en que llegue el turno a los de Operación Triunfo. Que fracasase la última edición no es motivo para renegar de todo lo que ha dado este reality a la cadena. A ver qué pasa.

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