Vigoréxicos: ¡Owned!

'El feroz' puede quedar K.o. en el primer asalto.

Ayer pudimos ver una atípica primera gala de nominaciones, dónde el argumento principal giró en torno a la nueva distribución de los habitantes de la casa, ahora ya mixta y no por sexos. Pero antes de profundizar en lo que dio de sí la gala, vamos a recapitular lo que ha pasado en estos cuatros días.

La verdad es que los primeros suelen ser los más “aburridos”. Hay tanta gente que nos es difícil retener los nombres y las caras, entre ellos apenas hay grandes afinidades y lo único relevante es ver cómo se van juntando poco a poco. Curiosamente la casa de las chicas tuvo un inmenso buen rollo casi similar al que sufrimos durante GH1. Un mundo rosa lleno de color, con conversaciones que apenas se entendían, pues tienen la costumbre de hablar todas a la vez al más estilo Sálvame. Más que una casa era un gallinero constante con largas sesiones de belleza, pero la conclusión más inesperada fue ver la buena relación que todas tuvieron, pese a las afinidades que pudiera haber entre algunas. Mucha gente ha estado diciendo que si alguna vez en GH metían todo mujeres se liaría buena. Pues bien, hemos visto que no. Tal vez cosa de la decoración de la casa, mucho más acogedora, o tal vez porque sin hombres, las chicas no tuvieron grandes motivos por los que discutir (Veremos ahora qué pasa)

La casa minimalista, esa de color blanco desesperante al cual sólo le falta que acolchen las paredes y faciliten camisas de fuerza a los concursantes, fue aquélla que recibió a los chicos, una casa que rápidamente sufrió una clara división: vigoréxicos y el resto. Era evidente que se produciría esta división. Los tres fortachones tienen demasiado en común y su ego y vanidad hacen que se sientan superiores a los demás compañeros. Que si un indio, un coplero, un friki informático, un tío raro… Para ellos tan sólo se podían salvar el jovencito Marcelo (evidentemente porque es un vigoréxico en ciernes) y Joaquín (el mayor de todos y también asiduo al gimnasio –el templo del feroz, el azafato y el Yolo-). Con este percal, era evidente que la atención se centraría en lo que sucedía en esta casa.

Empezaron con el movimiento más lógico y menos cuestionable. Los ‘tochos’ se cayeron bien desde el principio, se juntaron y pasaron horas en el patio de la casa haciendo flexiones y sentadillas –algo que carece completamente de interés para nosotros-. Más que GH parecía que estuviéramos viendo un documental sobre las actividades de los presos de la cárcel. Luego continuaron poniendo motes al resto de sus compañeros, seguido de las mofas más habituales de los golfos de la clase de diversificación de “La pecera de Eva” que de personas que se hacen llamar adultas, que además concursan en un programa dónde su futuro irá ligado a la opinión que generen en la audiencia. Supongo que para ellos será lo más aunque en realidad fue otra torpeza. Y finalmente cayeron en el mayor error que se pueda cometer, el mismo que cometieron ‘los feos’ el año pasado. ¡Cualquiera diría que estamos en la duodécima edición!

Cuatro días han bastado para que la palabra pacto saliera de sus bocas y fijaran tres objetivos en común para salvarse de las nominaciones, con el evidente objetivo de sacar de la casa a todos aquéllos que son diferentes a ellos. Y lo hicieron con una torpeza increíble, considerando que su palabra va a misa, que la audiencia no se pronuncia al respecto y que GH no puede estropear sus planes con un cambio en la dinámica nominatoria. Y con el plan ya en marcha, los desprecios al resto de sus compañeros aumentaron dejando que éstos captasen sus intenciones pudiendo buscar el modo de contraatacar antes de que fuera demasiado tarde. Casi por un momento parecía que estuviéramos reviviendo en otras personas lo que vimos en GH11. Ahora ¿Estaba justificado dicho pacto?

La lógica nos dice que como personas afines que son los madelman, entre ellos no se iban a votar por lo que tenían seis objetivos a los que repartir los votos. Cualquiera de sus compañeros era susceptible a ser votado, sin embargo el hecho de ponerse de acuerdo entre los tres deja claro la voluntad de éstos: más que querer sacar a quién les molesta para convivir, buscaban evitar a toda costa salir ellos en la palestra. Un acto de cobardía muchas veces condenado por los espectadores y que ellos ignoraron. Así, con esa seguridad, se presentaron a la gala.

De nada sirvió todo lo preparado y encima la nueva situación ha puesto a los vigoréxicos en una posición complicada. Primero asistimos a la división del grupo, pues las chicas no querían convivir con el feroz, pero sí con el Yolo y el azafato de Toma Cero y después un nuevo mecanismo de nominación impidió que el pacto se llevase a cabo.

Aún tenemos que ver cómo negociaron la nominación en la casa 1, dónde tuvieron que ponerse de acuerdo para decir dos nombres. Vimos como se dividieron en dos grupos, correspondientes al trasvase de cada casa, y cada uno eligió un nombre. Y aunque lo lógico hubiera sido que cada grupo se nominase entre sí, ya que no conocían a los integrantes del otro, al final optaron por lo fácil: cada grupo elegía a uno de los nuevos compañeros. Mala noche para el feroz, pues no tuvo bastante con ser rechazado por las chicas para ir a la casa 2, sino que las rechazadas por los chicos también dijeron su nombre, pero esta vez para salir del concurso.

Mientras, en la casa 2 hicieron una ronda express de un nombre por persona poniendo en peligro a Óscar, Yago y Marta. Es decir, los vigoréxicos en jaque cuando tenían todo hilvanado para salir airosos en la primera tanda. El feroz consiguió salvar al modelo para que hubiera paridad en el número de nominados por casa. No obstante, se evidencia la debilidad del grupo vigoréxico que se ve sometido al juicio de una audiencia que tiene ganas de pillarlos.

Tras la finalización de la gala, y bueno, también durante la emisión de la misma, vimos al feroz más cabreado que nunca. Los reveses se fueron sucediendo a lo largo de toda la noche provocando un giro en el concurso que no le gusta nada. Aunque ahora está con más mujeres, está sin sus compañeros de flexiones, se ha quedado solo, sin escuadrón, nominado aunque convencido que podrá quedarse porque “¿Quién es Lidia? -según el feroz, nadie-. Y la gente quiere ver a tipos como él” por lo que confía, asegura, que el jueves que viene seguirá en la casa. Estos comentarios los ha reiterado hasta bien entrada la madrugada, haciendo que dudemos si realmente lo dice en serio o si lo hace para provocarnos y le echemos. De cualquier modo, diría que el feroz comparte el ring con el azafato Óscar, y no con Lidia y Marta. Esta primera expulsión es cosa de chicos, y los dos del mismo grupo primario de vigoréxicos ¿Queda claro que no nos gusta a la audiencia?

Para finalizar, no olvidemos a la pareja descubierta, que con gran torpeza no han podido ocultar su relación o no-relación. Al menos la dirección del programa no los expulsó, si bien eran los únicos que jugaban con esa dificultad añadida y tampoco convivían juntos.