martes, 5 de junio de 2012

El Gran Hermano que la audiencia nunca quiso vivir.

Ayer por fin pudimos entender la mecánica a esta re-vuelta de nuestro gran hermano. En realidad no la explicaron muy bien el pasado jueves, cuando se puso en marcha el concurso, pero éramos muchos quienes nos negábamos a pensar que fuera así. No tenía mucho sentido privar a la audiencia de las decisiones importantes, tal y como nos acostumbraron allá por el abril del año 2000. No lo habían hecho nunca antes, ni en GH, ni en su versión VIP ni tan siquiera en los dos reencuentros posteriores. Siempre teníamos voz en esas versiones de GH. O bien expulsábamos a quien no queríamos ver o podíamos hacer inmunes a los que no queríamos perder.

Mercedes Milá nos dijo el jueves que había hambre de Gran hermano y que esto era un regalo para todos esos fieles que hemos hecho que la edición 12+1 sea más vista que la anterior. Pero menudo regalo envenenado nos tenía preparado. Como ella misma dijo, esto iba a ser el Gran Hermano que los concursantes hubieran querido vivir… o poniéndonos en nuestra piel, es el Gran hermano que nosotros no quisimos.

Hasta que no empezó la gala estuvimos manteniendo la esperanza de que hubiera algún mecanismo que enturbiase la decisión de los reventados de este año. Algunos decían que durante la gala podríamos votar hasta cinco concursantes que serían inmunes… Pero no. Este no es un regalo para nosotros. Lo es para los reventados.

Marta y Azucena dejaron de darse la vuelta gracias a los votos de Sergio, Cristian y Hugo para Marta, David, Ochoa y María para Azucena. Hubo muchos votos repartidos, pero tras poder comprobar cómo funcionaba esta reventada, perdón, re-vuelta, los malos de este año ya han elaborado un plan. Lo primero y más importante: son mayoría y no deben perder la oportunidad de ser los delegados (esa persona que podrá desempatar en las expulsiones) Primero fue Cristian, ahora es Ari, el siguiente quieren que sea David… y lo más importante, deben ponerse de acuerdo con acabar con los otros, curiosamente aquéllos a los que queremos ver. Marta se marchó, y la siguiente víctima es Pipi o Mary Joy. Como bien dijo Michael, el clan bizcocho ya no gana ¡Qué obsesión con el puto bizcocho! Que alguien haga uno y se lo meta por el culo a este tío…

En fin, hoy soy breve. Aquí acaba mi aventura de comentar este programa que mejor hubiera ido para emitirse solo en La Siete. Han enturbiado el buen sabor de boca que nos dejó la victoria de Pepe Flores para hacer esto, la reventada. Me apeo de este formato que no me gusta y del cual hasta hubo momentos en los que me quedé dormido.

Nos leemos, presumiblemente en GH14, o tal vez antes… Nunca se sabe qué programas volverán a contar con nuestra opinión. El que emiten ahora, desde luego que no.

Que la tele no os aplaste.

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