lunes, 22 de diciembre de 2014

Sin salirse del guión

Ganó quien sabíamos que iba a ganar: Paula.


Al final nada se salió del guión y Paula ganó, como estaba previsto, como todos imaginábamos, como todos supimos desde la noche en la que Omar la dejó para volver con Lucía. Da igual que Paula mantenga que ha ganado porque la gente se ilusionó con ella, que murió de amor con sus excentricidades y que usó la casa hasta desgastarla. Paula ganó por aquella noche, por aquellos instantes de verdad en vena que nos inyectaron Omar, Lucía y ella misma. 

Por supuesto que hay otros matices a tener en cuenta en la victoria de Paula. Aunque principalmente ganó gracias a su historia con Omar, y su trágico final, Paula ganó también por culpa del resto de concursantes, que no supieron darnos una trama que eclipsase algo que sucedió en las primeras semanas de concurso. Es culpa de ellos, aunque entiendo que crear un momento que inspire tanta verdad como aquél, es realmente complicado. Porque uno puede ser de un modo en concreto, pero al final, tus historias siempre dependerán de las historias de los demás. O lo que es lo mismo: puede que Alejandra sea una muchacha genial, pero Alejandra en combinación con los 17 concursantes que la acompañaban en este GH15, no fue una gran mezcla. Y lo mismo sucede con casi todos salvo con Omar, Paula y Lucía. Porque si alguien va a rentabilizar el concurso, van a ser ellos, y si al final la audiencia se asentó fue por lo que ellos vivieron. No Omar y Paula, quienes caían verdaderamente mal al principio, sino por los tres, un ejemplo de lo que intento decir con eso de las combinaciones, una mezcla que detonó gracias a Lucía.

Es más, estoy seguro que si Omar hubiera seguido con Paula, hoy estaríamos hablando de la victoria de Lucía y todo lo malo que ahora vemos en ella, no lo veríamos. Veríamos a otra Lucía, desgarrada por el dolor de haber perdido a su novio y haber tenido que sufrir los desplantes de la Paula más soberbia (que fue lo que vimos durante el único día que Paula estuvo con Omar con Lucía en la casa), y el desprecio de toda una casa que al principio solo la veía como una intrusa. ¿Y por qué lo creo? Pues porque los demás no consiguieron eclipsar la historia de este trío. Por tanto, era obvio que ganaría un protagonista de la única trama realmente importante que empezó, se desarrolló y concluyó dentro de la casa. Y como en toda historia, la damnificada fue Paula, el caballo ganador de esta edición era ella y lo fue desde el momento en el que gritó a Omar eso de: una puuuuuta mieeerdaaa. 

También hay que reconocer cosas a Paula. Por ejemplo su positividad tras ser abandonada. Enseguida se recuperó de su desengaño amoroso y procuró seguir viviendo la experiencia con otros concursantes. También su decisión a la hora de enfrentarse a los problemas y también su modo de leer el concurso. Ya lo dije en alguna ocasión, si Paula no hubiera parecido que estaba loca de remate, con sus gritos desorbitados, su voz infantiloide y sus teatrillos improvisados hablando con la lavadora o acunando a una sandía, hubiera comprado el papel de Paula desde su conflicto con Omar… Yo me venía arriba con ella cuando fue detrás de él para pedirle que no la llamara puta,  incluso cuando dijo aquello de la putanesca, o pidió a Omar que se rapara porque estaba calvo. No se amedrentaba, posiblemente porque sabía que tenía razón, y eso la hacía ganar muchos puntos.

En realidad es una digna ganadora, aunque reconozco que no quería que ganase. Al menos entiendo por qué lo ha hecho, y con eso me conformo (Aun sigo esperando que alguien me explique por qué ganó Iván Madrazo gh10). A veces me pregunto si realmente no quería su triunfo por esa manía mía de buscar la sorpresas, eso que rompe el guión de lo establecido. La victoria de Paula ya la pronostiqué en octubre, y la reafirmé en noviembre… Sin embargo, su derrota hubiera sido un auténtico revulsivo para que en próximas ediciones nadie dé nada por sentado. Por eso, principalmente, quería la victoria de Alejandra.

Alejandra me gustó desde el inicio, como Yolanda. Su video de presentación me pareció bastante gracioso y eso hizo que viera con buenos ojos a la dos de Albacete. Pero si tenía que decantarme por una, ésa era Alejandra, probablemente porque Yolanda tampoco avanzaba con su historia con Jonathan. No obstante, revisando mis pocos textos sobre esta edición, me he redescubierto diciendo esto sobre Alejandra:

«Alejandra es una diva atada a un árbol por su prima, pero poco a poco la estamos viendo emerger más. Clara, concisa y directa. Tampoco rehuye los enfrentamientos y sabe argumentar y defenderse con gran habilidad… Lo estamos viendo en los conflictos con Vitín, o cómo ha gestionado el encontronazo entre su prima y Jonathan… No obstante, aún necesita una trama para ella sola.»

Estas palabras las escribí el 14 de octubre, a cuatro días de hacer un mes de concurso. Y me temo que acabó sin que Alejandra evolucionara mucho, como la mayoría. Se quedó sin la trama porque ella y la gente que la rodeaba no dieron para más, y una prueba de ello está en la entrevista que tuvo en la final y en su participación en el debate. Bien que podrían haberle puesto algunos de los conflictos con el clan de Carabanchel (si bien limaron asperezas dentro de la casa y poco más iba a decir) o su enfrentamiento con Fran o con Luis. Pero más allá de esto, Alejandra siempre estuvo en la sombra. Ganó apoyos porque desde fuera decidimos nombrarla la antipaula, y eso también se lo debe a Paula, quien decidió, sin saber por qué, declararla enemiga desde la primera semana de concurso. Posiblemente si Paula hubiera decidido nombrar como enemiga a Azahara, hubiera sido la malagueña la segunda finalista.

La verdad es que si miro las entradas del primer mes y luego pienso en los otros dos meses de concurso, podemos ver que esta edición apenas evolucionó. La casa se sumió en la felicidad inicial durante dos semanas, luego llegó Lucía, alborotó todo y salió expulsada dos semanas después, y luego nada más cambió. Se estancaron las tramas: Jonathan y Yolanda no avanzaron, tampoco Juanma y Azahara, nadie descubrió el juego sucio de Fran, Hugo simplemente no hizo nada, Alejandra fue dando tumbos, mientras Vitín quedó en la sombra de su amigo y Shaima era prontamente expulsada debido a una mala mezcla de nominadas (precisamente contra la ganadora y la segunda finalista) y Loli intentaba aguantar lo máximo posible mientras cortaba cabezas de pollo y hacía baldías predicciones sobre el futuro de sus compañeros de encierro. Tan solo Luis intentaba darnos algo de qué hablar con su interesada historia con Paula, que ahora que ha ganado parece que se fragua el amor (y la madre aparece de la nada. Si es que no hay nada mejor que los billetes), no obstante, siempre vi malicia en ese extraño acercamiento. Ya durante las primeras semanas me fijé que Luis era uno de los concursantes que mejor sabían leer en los demás, y se percibía que sabía cómo funcionaba GH. Su acercamiento a Paula no fue, para nada, algo casual.

Tal vez por eso esta edición se ha convertido en la más corta tras GH1. 91 días nada más… sin repesca y acelerando el proceso de expulsión a una velocidad de infarto en las dos últimas semanas. No había nada que contar y todo ya estaba resuelto desde hacía dos meses. Hasta tuvieron que meter a una colaboradora del debate para intentar espabilar las tramas… y aun así, la audiencia respondió. Es casi un milagro, teniendo en cuenta el mal pie con el que empezó esta edición, que al final haya acabado con el mayor share tras GH11, superando la edición de Laura, Pepe Flores y Susana. 

Sobre la final en sí misma, qué decir… tal vez fue la más… ¿cutre? ¿triste? ¿injusta? La casa estaba preciosa, como si hubiera salido de la película Frozen, pero el modo de nombrar a Yolanda como tercera finalista fue muy austero. Como si fuera una expulsión más… Luego llegó el fantasma de las navidades pasadas. Omar y Lucia, los verdaderos protagonistas junto con Paula, regresaron para volver a ver los vídeos de lo que pasó hace dos meses, mientras Alejandra era repudiada de la final, encerrada en el confesionario durante más de 45 minutos. 

Para muchos fue injusto. Para unos porque estaban amargando el cuento a Paula, mientras que para otros porque estaban marginando a la segunda clasificada, y lo estaban haciendo cuando los teléfonos aún estaban abiertos. No creo que de hacerse de otro modo,  Alejandra hubiera podido remontar… Paula ganó sobradamente con un 70,9% (entre las dos. Comparar el resultado con otras finales en los que se repartieron los votos entre tres finalistas es absurdo y de idiotas absolutos…  O de manipuladores natos. Miaaauuu) 

En fin, así se acabó esta edición. Corta, pero tampoco dio para más. Ahora nos toca esperar a GH16, mientras, parece que podremos entretenernos con GHVIP, que regresa a nuestras pantallas tras las navidades. Supongo que éste es otro motivo por el que GH15 no fue alargado. Los chunguitos ya están confirmados, y se rumorea que se está gestionando la entrada de Belén Esteban. De ser así, la victoria de Paula nos sabrá a gloria bendita… teniendo en cuenta que la Esteban ganó un concurso de baile sin tener ni puta idea de bailar, ya sabemos quién ganará GHVIP .

viernes, 5 de diciembre de 2014

El sinsajo

Es la única que puede conseguirlo.


Debo empezar reconociendo una cosa: estaba completamente convencido que Alejandra sería expulsada. No me cabía duda porque los apoyos de las primas se estaban dividiendo entre Luis y Jonathan, mientras ésos denominados Paulistas, capitaneados por Belén Rodríguez y Frigenti, habían optado por ir a por Alejandra. Tenía sentido, como ya dije este martes, Alejandra es la antagonista de Paula. Lo ha sido desde el inicio, aunque muchos estaban emperrados en Omar.

Paula se fijó en Alejandra desde el inicio y fue a por ella ya en los primeros días de concurso. Lo de Omar fue una bonita trama que hizo que Paula ganase apoyos por doquier, pero su enemiga siempre fue Ale. Por eso, ante la última expulsión, los paulistas habían fijado su objetivo en ella. Con Alejandra fuera, Paula tenía el camino allanado para alzarse con el maletín.

En el plan paulista estaba la expulsión de Yolanda la semana pasada. Y erraron. Fran se marchó con más del 60% de los votos. Esta semana el objetivo era Alejandra, y erraron por segunda vez. Luis se iba con el 52% de los votos, que superar el 50% entre tres es un dato a tener en cuenta. Omar se marchó con el 53%, pero dividido entre dos. Por supuesto que hay muchas lecturas posibles. Los hay que incluso afirman que fueron a por Luis para que todos los apoyos se concentren a partir de ahora en Paula. Razón no les falta en ese argumento, si bien sigo pensando que fue una torpeza por parte del bando de Paula no haber sacado a Alejandra.

Puede que Alejandra no  haya sido «la concursante redonda» que muchas veces buscamos. Si es cierto que ella ha sido auténtica, ha sido sincera, no ha rehuido el enfrentamiento, se ha divertido y ha vivido una situación de desamparo provocada por el ahínco de su prima en intentar algo con Jonathan.  Se ha involucrado en la mayoría de las tramas importantes de esta edición: apoyando a Paula cuando Omar la dejó por Lucía, cantando las verdades a Fran cuando intentó ir a por ella o dejando claro a su prima que estaba haciendo el primo. Le ha faltado una trama propia y de peso para convertirse en esa concursante que muchos esperábamos… pero de un modo u otro, algo ha pasado con Alejandra.

Alejandra es más que una concursante… en realidad es un símbolo. Es el símbolo de la rebeldía, del bando que un día hicieron que #TimoGH15 se convirtiera en la pesadilla de la organización. Es, dicho de otro modo, el sinsajo que muchos buscábamos, el símbolo de la rebelión contra las injusticias que Gran hermano ha cometido este año alzando a Paula como la concursante por excelencia.

Pensad como si esto fueran los Juegos del hambre: los rebeldes de Panem necesitaban algo que levantara a la gente de los distintos distritos contra el Capitolio. El símbolo era Katniss, si bien ella no lo buscó… y es más, ni siquiera era valedora de aquel privilegio. Pero las circunstancias la pusieron ahí en el momento oportuno. Ella solo quería saber dónde estaba Peeta, pero tuvo que ser el Sinsajo de la revolución.

Alejandra es nuestra sinsajo particular. Ya lo dije el martes. Yolanda tenía una trama propia, pero Alejandra se había convertido en la antipaula, en la bandera de los indignados, si se me permite el símil.

Sigo apostando por la victoria de Paula, pero las salidas de Fran y Luis me hacen pensar que no todo está escrito, que aún se puede luchar por cambiar un final previsible, y eso hace que estas dos últimas semanas sean muy emocionantes. Nada que ver con esas finales que llevamos viviendo durante años, en la que conocemos el nombre del ganador desde un mes antes. Esta vez puede ser distinto, como cuando ganó Judith en GH9.

El problema que tiene Alejandra ahora es otro. Y tiene nombre propio: Yolanda. Asumamos desde ya que tanto Paula como Alejandra lograrán un hueco en la final. No van a ser las dos menos votadas en la próxima gala. De nada sirve gritar que Paula debe irse, que Alejandra no merece llegar… Ya están ahí, las dos.

Paula se ha quitado el lastre de Luis, que podía restarle votos, y ahora compite en solitario. Pero no es el caso de Alejandra. Ella sigue teniendo a su prima al lado.

Los paulistas, gato encerrado incluido, están llenando las redes de indignación ante el único movimiento inteligente para que las primas ganen este concurso. Lo dije el martes ante la posibilidad de que Alejandra fuera expulsada: había que darse un tiro en el pie. Y no haberlo hecho ayer, significa por fuerza tener que hacerlo ahora.

Llevan 80 días, 87 que llevarán el próximo jueves. Todos los que están en la casa han vivido la experiencia, han disfrutado de Gran hermano, de sus paredes, de su mecánica, de su esencia. Pero ahora ha llegado el momento de luchar por hacerse con el maletín. Yolanda tiene trama propia, pero Alejandra es el sinsajo. Llevar a las dos a la final, e incluso seguir votando ahora mismo por las dos, es el mayor error que se puede hacer. Es duro, es doloroso, porque desde la gala uno me enamoré de las dos primas por igual. Pero al igual que hicieron Pepe y Dairon, hay que quemar las naves y desde ya hay que olvidar el número de teléfono de Yolanda. Y hay que hacerlo ya, porque los votos son acumulativos. No se reiniciarán el próximo jueves de cara a la final del día 18, por lo que, si apoyas a las primas, apoya a Alejandra.

Muchos dirán que prefieren seguir apoyando a Yolanda. Ella ha sido un corazón con patas y ha encandilado a muchos, y se lo merece de verdad. Pero, sed críticos: Yolanda tiene menos apoyos que su prima y la victoria de Alejandra será, en realidad, la victoria de las dos.


Que nadie se deje llevar por los comentarios de aquellos paulistas que hablan de dejarla tirada. Estoy seguro que vosotros, en la piel de Yolanda, seríais capaces de entenderlo. Como Peeta comprendía que había que proteger a Katniss por encima de todo, incluso por encima de él. Jugar con cabeza es la única alternativa… Levantaros con el Sinsajo, alzaros contra la organización que ha hecho que Paula sea la única protagonista. Podemos conseguirlo: ¡Alejandra ganadora!

martes, 2 de diciembre de 2014

Un tiro en el pie

Solo puede ganar una.



Y Fran salió y Yolanda se salvó. Parecía imposible, que ya todo estaba escrito. El bando de los defensores de Paula iba a ejecutar el plan al dedillo e iba a sacar a Yolanda para, una semana más tarde, dar el golpe definitivo al equipo de las primas, el único que podría disputar el triunfo a Paula. Sin embargo, el plan no salió y Fran salió de la casa con un 66% de los votos, que no son pocos. Nada despreciable para, por un instante, pensar que el maletín seguía estando en juego.

Luego llegaron las nominaciones. La verdad que esto de seguir formando equipos  ha mermado mucho la emoción de las votaciones de la casa porque, pese haber un expulsado, el que se queda hace una réplica de los votos, los demás se repiten como el ajo y la terna de nominados cambia bien poco o nada. 

Todo salió según lo esperado, salvo por una cosa. Las primas votaban por primera vez al grupo de Hugo y Azahara, aunque esta variación poco modificó la lista. Paula se salvó y los primos subieron… subieron por las de Albacete. Las únicas que intentaron hacer algo distinto fueron ellas… los demás se ajustaron al guión.

Como consecuencia, a Alejandra le tocó exponerse (¿Quién decía que siempre iba a exponerse Yolanda?), Luis y Jonathan, que a ése sí que le toca ponerse siempre y no por jugar solo, como Paula, sino porque Juanma es el concursante más cobarde de la historia de Gran Hermano. Durante unos instantes vacilé con respecto a quién debería irse. Y es que motivos los hay para que se marchen los tres.

Mi primer impulso era pedir la cabeza de Jonathan. Ya la semana pasada pedía poder ver a Yolanda sin el primo, lo cual se convertía ésta en una ocasión perfecta. Apenas quedan tres semanas de concurso, por lo que habría que ir buscando a esa Yolanda sin adosar a los músculos del valenciano para que intentara ganar a una parte del público que ansía ver una chica diferente. No obstante, temo que la expulsión del chico haga que veamos a una Yolanda viuda y aún más deprimente. Y más deprimente que podrá ser con la visión que luego os cuento.

Luego pensé en Luis. Luis nunca me terminó de gustar. Al principio vi un estratega en él, y con cierta curiosidad me fijé en todos sus movimientos, convencido que tarde o temprano podría ver algo que le hiciera brillar. Pero no lo vi. Todo lo contrario… Vi un chico manipulador, que le encanta quedar de Santo, que cohíbe y coarta las actitudes de los demás… Le vi bastante miserable, sobre todo tras su acercamiento a Paula. A día de hoy sigo pensando que lo hizo por puro interés, como parte de la lectura que estaba haciendo sobre el juego. Por tanto, si ya habíamos sacado a Fran, lo lógico era sacarlo a él… Sin embargo, enseguida deseché esa posibilidad. Luis ha formalizado equipo con Paula (Hasta tal punto que en su vídeo de apoyo se menciona a ella tanto como a él), por lo que invitarle a llegar a la final serviría para dividir algo de votos. No nos engañemos. Luis tendrá muy pocos votos como ganador de esta edición… casi tantos como los que tuvo Almudena en GH10, pero esa mínima porción, ese 2% que tal vez consiga, se irán a la caja de Paula si él saliera este jueves.

Así pues, la última opción era Alejandra. Y probablemente sea de los tres la que menos ganas tengo de perder en la casa. No obstante, la mecánica del concurso de este año hace que, si queremos competir contra los defensores de Paula, tengamos que sacrificar a Alejandra. Pegarnos un tiro en el pie, aunque no nos apetezca nada. El mayor problema es que, del grupo de las primas, es precisamente Alejandra la que cuenta con más apoyo. La imagen de Yolanda enganchada a Jonathan no la ha beneficiado nada… Sin bien, también es cierto que la actitud de Alejandra ha creado casi más rechazo en otra parte de la audiencia. Además, por curioso que parezca, Alejandra no ha sido capaz de mover alguna trama de esta edición. Ha intervenido en muchas, de un modo u otro, pero no ha brillado especialmente… O dicho de otro modo: no nos ha contado nada. Estuvimos esperando mucho tiempo a que finalmente nos dejara descubrirla, pero a tres semanas del final… ¿Acaso lo ha hecho? Tengo mis dudas.

El jueves saldrá el último expulsado de esta edición, si bien aún quedarán siete personas y la final no se producirá hasta el día 18, por lo que tres personas saldrán de esa casa antes de esa fecha. El primero de esos tres compartirá gala con el último expulsado, y los otros dos saldrán la semana antes de la final, una final a cuatro como llevamos viviendo en las últimas ediciones. Lo que no sabemos es cómo se eliminará a esos tres concursantes.

La mayoría pensamos que se cambiará el sentido del voto. Ya no votaremos para expulsar, sino para ganar… aunque no sabemos si la casa hará algún tipo de filtro sobre a quienes podremos votar. Creo que no, que según se expulse, se abrirán teléfonos para los siete restantes, y antes de acabar la gala, el menos votado deberá abandonar la casa.

Yolanda podría quedar desolada si Alejandra fuera expulsada, y poco después Jonathan abandonara la casa como el menos votado, aunque tal vez el menos votado sea Juanma. Da igual, el primo superviviente saldrá la semana siguiente, y posiblemente Hugo vaya detrás, dejando una final entre Azahara, Luis, Paula y Yolanda.

Si el expulsado fuera Luis, cualquiera de los primos le acompañarían esa noche, mientras el otro, de nuevo con Hugo, saldrían a la semana siguiente. La final sería entre Paula, Azahara, Alejandra y Yolanda, la cual no dudo que Paula ganaría de calle… El apoyo de las primas se dividiría en dos, y Azahara dudo que pueda disputar la victoria.

Ahora, en el caso de echar a Jonathan… tras él, seguramente marcharía su primo. Después iría Hugo y luego… no sé si sería el turno de Azahara o de Yolanda. Lo inteligente sería durante esa segunda tanda, centrarse en una única prima. Si no nos damos el tiro en el pie esta semana, tendremos que hacerlo entonces. Al igual que Pepe hizo con Dairon en GH7. No obstante, apostar por Alejandra por ser la némesis de Paula, proclamarla la antipaulista, en realidad la convertiría en la no-ganadora. Si pudiera ganar, no ganaría ella… sino que perdería Paula. Alejandra sería el símbolo de la derrota de Paula, pero su victoria no sería por méritos propios.

Yolanda,  pese a todo, sí está contando una historia. Otra cosa es que guste lo que está contando. Ella sí tiene una trama propia. Es la enamorada no correspondida, obligada a vivir al lado del chico que la da alas y a su vez se las corta. Ella prefiere vivir en su mentira, así lo ha dicho ella misma, que reconocerlo así es también muy duro. Hay imágenes desgarradoras en su historia, como verla apoyada en la puerta del confesionario llorando amargamente tras escuchar las duras palabras que Jonathan decía sobre ella al súper. No obstante, falla algo básico: Jonathan no es el villano de la historia, sino una víctima más… el villano es ese Cupido caprichoso que hizo que ella se prendara de él… pero él no de ella. No estaban destinados a estar juntos y probablemente eso haga que sea más doloroso para ella.

Puede que no sea una gran historia, pero creo firmemente que es la única que podría hacer frente a la historia de Paula. Porque la historia de Paula tampoco es muy elaborada. Ella fue la chica que conoció chico, se enamoró, vivió un romance… y de repente apareció la ex (Gracias a GH). Se lo arrebató en 24 horas y la nueva pareja la martirizó como en una novela latinoamericana. El resto del concurso, Paula se ha dedicado a vivir de las rentas de esa historia, con una legión de fans ya afincada torno a ella. Al menos la historia de Yolanda ha durado casi todo el concurso (Aunque con reiteraciones que han podido convertirla en tediosa), mientras la de Paula apenas duró un mes.