martes, 29 de mayo de 2012

Pepe, solo Pepe


Pepe, el ganador 12+1 de Gran Hermano.

Tras 133 días, GH 12 +1 llegó a su final en una de las ediciones más especiales, divertidas e innovadoras de todas las que llevamos. Era la edición de la superstición, la que traería mala suerte y la que sufrió cambios de horarios, ultima horas improvisadas, duplicidad de galas… y aun así nos lo hemos pasado en grande y el programa ha logrado reinventarse y mejorar a su predecesor, esa duodécima edición que a tan pocos gustó.

Al final ganó el alma del concurso, el líder, el suicida que fue a pecho a descubierto. Ganó Pepe, Pepe Flores… y solo Pepe. Nadie más que Pepe.

El año que viene, cuando estemos en la final de GH14 y nos pongan el vídeo que recuerde a todos los ganadores, volveremos a ver a Ismael, a Sabrina, a Javito, a Pedro, a Nuria, a Juanjo, a Pepe H., a Naiala, a Judith, a Iván, a Ángel, a Laura… y a Pepe Flores. Solo a Pepe. Otra cosa es que este año donde todo se ha reinventado para darle la vuelta a un programa para muchos desgastado (hasta ahora) diera la oportunidad de dar el premio Ikea: un premio decorativo para el mueble que cada finalista elegía entre los que quedaban. Un mueble que, para Pepe, más que armonizar le hizo un poco más feo. No me cabe ni la menor duda que hubiera elegido a otro de haber podido, como esa Marta (ya ocupada por Aless) o esa Pipi (que por entonces aún optaba a ganar el verdadero puesto de ganador). Pero vayamos al inicio de la gala.

La final de este año nos dejó un podium extraño. Aless, que consiguió proclamarse el primer finalista ganando la batalla a María y Dani, quedó cuarto perdiendo curiosamente contra ellos. Podríamos buscar muchas explicaciones a este fenómeno, pero creo que lo más probable es que, cuando ganó fue promovido por el morbo de ver cómo salía (creyéndose expulsado) y veía los vídeos de Brasil. Una vez visionados los vídeos, ese aliciente ya desapareció y por tanto ya no contaba con el apoyo de la gente que le votó entonces para convertirse en finalista. En su primera entrevista, Aless ganó muchos apoyos y fuimos muchos quienes le veíamos cogiendo el maletín tras meterse en el bolsillo a gran parte de la audiencia. Pero los familiares de Pepe no recomendaron a su amigo que escogiera a Noemí por gusto. Sabían el efecto que tendría la canaria en el italiano. Y además de sumar apoyos en el bailaor, consiguieron que Aless los perdiera.

A Aless se le pondría una piedra importante en el camino con el regreso de Noemí. Comedido, gentil, amable y con una gran capacidad de empatía, Aless no supo torear en la plaza que le pusimos. La situación se le vino grande con los continuos acercamientos y posteriores distanciamientos y eso, en un programa donde el nivel de exigencia es mayor con los hombres, le pasó factura. No me cabe la menor duda que aquí volvimos a aplicar una vara de medir distinta. En GH11 la mayoría entendía y justificaba los regresos de Indhira al lado de Arturo, pese a las formas y desprecios que éste le hacía. Lo entendíamos porque la india estaba enamorada. Cuando le damos la vuelta, lema tan utilizado en la presente edición, a él lo tachamos de calzonazos… o peor aún: es que en realidad solo piensa con la polla. Fuimos muy pocos los que veíamos que Alessandro estaba enamorado y que encerrado en una casa con la persona a la que amaba, era casi imposible mantenerse fiel, como le pasaba a la misma Indhira o a Laura de GH12, a la actitud que nos mostró el día que salió como primer finalista.

Dani quedó tercero… y curiosamente salía perdiendo contra María, a la que ya ganó cuando fue elegido el segundo finalista. Aquí la explicación es sencilla. Dani se creció demasiado tras conocer que gustaba. Dejó de ser irónico o tener ese punto de impertinencia que tanto gustaba para dar paso a un Dani reventado, grosero y cargante. Hasta sus bromas ya quedaron lejos de ser graciosas. Eran preparadas, sobreactuadas y poco creíbles. Si es importante saber perder, también puede serlo saber ganar y Dani no supo ganar. No obstante quedó por encima de Aless, que seguramente ya era más de lo que hubiera merecido. Verlo en las últimas semanas en la casa solo sirvieron para arrepentirme de haberlo defendido y para echar de menos a un Hugo que hubiera merecido mucho más llegar a la final junto con sus dos amigos, que al amigo de Ari.

Lo de María fue distinto. Creo que su paso y la posición en la que terminó es una gesta digna de alabanza. Expulsada para más tarde ser repescada y de perder hasta tres veces la oportunidad de clasificarse a quedar por encima de Hugo, Pipi, Aless y Dani. Vamos, por encima de todos salvo de Pepe. Si no ganó fue por su condición de repescada, porque es muy difícil que valoren tu estancia en la casa habiendo otros que llevan el doble de tiempo ahí encerrados. Pero María supo enamorar. Lo hizo cuando fue elegida la cuarta, cuando pidió a Pipi de +1, y ayer lo volvió hacer con la generosidad que derrochó ante todos sus compañeros. No fue una gran protagonista, aunque sí una pieza clave de esta edición. Fue quien desestabilizó a Hugo, quien consiguió que todos reparásemos en este muchacho y fue el azote de Noemí, la que evidenció sus mentiras y quien consiguió sacarla de quicio con solo su presencia. Recuerdo que hace mucho, con ella recién llegada a la casa, dije que había llegado hacer muchas cosas sin tan siquiera proponérselo. Ésa era su virtud, la que la convirtió en una digna segunda finalista.

Y por último, Pepe… el líder, el héroe, el protagonista de esta edición. Sobre él giraron diferentes tramas con distintos concursantes. Varios conflictos con Juan, Cristian, Aristidín, Verónica… pero si por algo destaca Pepe es por haber sido un tío noble y leal que supo formarse un buen grupo de amigos: Marta, Pipi, Hugo, Aless, Mary Joy, Noemí, María… Pepe ganó sin tener que ser parte del grupo minoritario o tras haber sido nominado en todas las ocasiones, como normalmente ha pasado (Iván, Pepe H o Juanjo fueron grandes ejemplos) sino que ganó partiendo del corazón del grupo de este año. Fue tal el cariño de sus compañeros que hasta tuvo la mala suerte de no contar con varias posibilidades para llegar a la final, como pasó con Hugo y María, aunque a él le bastó con una sola. No fue la víctima, sino el jefe, el cómplice de las fechorías… lo que le convierte en un ganador muy diferente a otros perfiles. Su victoria puede ser discutida en muchos sitios… aunque nadie negará que tuviera un gran apoyo al tener a Noemí al frente. La verdad es que la elección de esta +1, más -1 que otra cosa, fue algo casi romántico. Héroe y villana, unidos en un mismo pack. Era la manera de redimir a la audiencia tras haber expulsado a Noemí con más del 50% de los votos, obligándola a hacer triunfar a la villana si quería alzar a lo más alto al héroe de esta edición. Fue algo casi sacado de una tragicomedia. El bueno y la mala condenados a entenderse, atados a unas mismas cadenas y unidos a un mismo destino. Yo reconozco que no lo compré. Dejé que esta enigmática edición se resolviera sola, incapaz de premiar nada a Noemí. Aun así, celebré su final, su digno y merecido final, deteniéndome en aquella imagen en la que Pepe volaba colgado de un arnés… Ahí estaba él. Solo él. El ganador… mientras, la villana aguardaba tomando café en la cafetería más cercana. Ella tendría su premio, pero jamás el reconocimiento. Eso, solo le corresponde a él. A Pepe. Solo Pepe.

martes, 22 de mayo de 2012

María, cuarta finalista

María, la gran amiga.
Se levanta la persiana de la sala insoronizada y aparecen María y Pipi, las dos abrazadas, con la expresión seria y llenas de nervios. Aún no sabemos quién de las dos pasa a la final. María da por sentado que será Pipi, Pipi también debe creerlo mientras en el plató y en nuestras casas damos por sentado que así será. De fondo hoy han puesto música, Chasing Cars de Snow Patrol, y durante ese breve instante en el que las dos miran expectantes todo su alrededor, como si fueran las víctimas de algún sacrificio, todos aguardamos la decisión de la audiencia. Ha estado muy ajustado. 51% frente al 49% y eso choca. En la mayoría de las encuestas Pipi ganaba con una holgada mayoría. Mercedes está abajo, ellas arriba, y el sobre rojo está a punto de ser abierto. El tiempo transcurre lento, la emoción puede cortar el aire y yo, desde mi sofá, solo puedo pedir que en ese sobre esté el nombre de las dos.

Sería justicia poética que las dos tuvieran el pase a la final, pero la poesía se quedaba en solo eso: poesía. En el sobre estaba escrito solo el nombre de una, la otra quedaba eliminada. Llegó el momento y retumbaron los primeros graves de esa banda sonora que conocemos a la perfección cuando Mercedes va a comunicar algo importante: «La audiencia… ha decidido… que la cuarta finalista de Gran Hermano 12+1 sea…» -máxima expectación…- «¡¡María!!». Y volvimos a dar la vuelta.

Contra todo pronóstico, María ganó a Pipi en la cuarta y ultima ocasión que tenía para llegar a la final. Sindia, ya convertida en Pipi, solo Pipi, primera +1 de esta edición y concursante que había vivido todo, quedaba fuera. El plató se inundó en un gran aplauso, María no daba crédito mientras Pipi la felicitaba, aun sin ser consciente que no volvería a la casa a terminar de vivir los siete días que quedan de concurso junto a sus dos amigos, Pepe y Marta. Pero ¿qué había pasado?

El gato ya nos vino avisando el viernes, tras la salida de Hugo, del posible repunte de popularidad de María. La entrevista al del pirineo había sumado muchos enteros a la jerezana. Tan solo necesitaba que los suyos pusieran toda la carne en el asador mientras los seguidores de Pipi se dejaran llevar por las encuestas y dieran por evidente su triunfo. Y así pasó. Los de Pipi no votaron como correspondía presumiendo una victoria fácil y María acabó ganando la partida. Las redes no tardaron en hervir de indignación, mientras Pipi esperaba en algún lugar y empezar a ser consciente que quedaba fuera, y María ya sentada, aguardaba para la entrevista. Las acusaciones de tongo empezaron a sucederse, pero yo hace tiempo que dejé de creer en la trampa en GH. Al concurso le iba bien la entrada de cualquiera de las dos. Si ganó María, fue porque los seguidores de Pipi no votaron. Y es que ¿quién hubiera pensado que perdería contra quien ya lo había hecho tres veces? María perdió la batalla contra Aless, contra Pepe… hasta con Dani… Pero ganó a Pipi. El público quedó desolado, pero era una justa victoria.

María cumple así algo que ya se está convirtiendo en algo habitual. Desde GH11, algún repescado consigue colarse en la final. Pilarita, Yago y ahora María. Tal vez María tenga hasta más mérito, puesto que ella se ha metido no por haberse salvado de las nominaciones clave o porque consiguiera pasar inadvertida, caminando de puntillas en las últimas expulsiones. María llega a la lista de finalistas gracias al voto positivo. Está ahí porque la gente la votó, y esta vez pagando.

Evidentemente su entrevista sería más corta. Escondida en algún lugar aguardaba Pipi, cuya entrevista debía englobar los más de 116 días que llevaba dentro. Con María solo había que hablar de lo que había pasado en su segunda estancia y todo giraba básicamente en dos tramas: Hugo y Noemí. Podían haber hablado de muchas más cosas: las bromas pesadas de Dani o la desconfianza de Pepe entre otros asuntos. Pero son cosas del Prime Time. No hay tiempo para todo.

En la parte que Mercedes preguntó por Hugo no vi a una María precisamente cómoda. Ni cuando estaba a solas con Mercedes ni mucho menos cuando Hugo subió a la sala. No se atrevía a pronunciarse al respecto, con miedo a que los tres días en los que estuvo separada de él hubiera habido cambios significativos que la hicieran quedar como una tonta. Estuvo pausada, dejando que los silencios llenaran lo que no se atrevía a decir con palabras, sin hacer sentencia alguna, ni conclusiones, asumiendo casi con la misma actitud de Hugo del jueves pasado, todo aquello que pudiera ver por la pantalla.

Ahora, distinto fue cuando tocó el turno de hablar de Noemí. Fue empezar a hablar sobre la canaria y la jerezana comenzó a venirse arriba. Por fin tuvo el reconocimiento que tanto buscaba. Ella tenía razón a todo lo que había dicho en la casa, mientras Noemí seguía con sus mentiras. Cuando Hugo reconoció su equivocación, vi a una María victoriosa. Puede que no haya sido precisamente la mujer que arrasa por donde pasa, tal y como nos vendió en el vídeo de presentación, pero María ha sido, ante todo, una chica correcta y educada que siempre supo estar en su lugar. Fue buena compañera, que supo perdonar cuando tenía que hacerlo, sin rencores, sin excesos de protagonismo y generosa con quienes estuvieron a su lado. Y ayer fue una buena demostración de esto.

Finalizada la entrevista, María debía elegir a su +1. Todos asumíamos que se decantaría por Hugo, casi con la misma convicción que habíamos tenido cuando pensábamos que Pipi sería cuarta finalista. Mercedes le insistió antes de irse a la publicidad que pensase el nombre de su elegido, sobre todo para que le ayudara en los problemas que pudiera encontrarse a su regreso a la casa. Casi parecía un mensaje para que optase por Hugo, que había plantado cara a Noe en la última despedida. Entonces María fue a decir algo, pero se calló. En su mente había otra opción aparte de él. Publicidad en un bloque corto y a su regreso, Mercedes comunicó que podía elegir entre Azucena (Zulema no estaba presente) hasta Sindia, última eliminada. Y entonces llegó la poesía. María pidió a Pipi. Y volvimos a dar la vuelta.

María partió hacia la casa y la puerta de Gran hermano se abrió para recibir a Sindia Arcos, a Pipi. Y ella llegaba temerosa, afligida, apenada. Se había quedado a las puertas de la final y debía regresar a una vida que seguramente ya sabía que sería imposible. Pero aún quedaba lo peor: ver su paso por la casa.

Pipi, con ese carácter risueño y a veces sobreactuado, ha sido muy generosa con la audiencia. Nos ha permitido entrar en rincones muy profundos de su alma y hemos podido ponernos en su piel en infinidad de ocasiones. Su relación con Pepe, las dudas sobre su vida fuera, la irrupción de Sergio en el programa y el drama que todos pudimos ver fueron momentos clave para entender su paso por el concurso. Reventolandia volvió hacer acto de presencia reclamando algo de atención: Sergio, Cristian y hasta Azucena, que se suma así a la grada de reventados (Debe ser alguna epidemia) intentaron reclamar el protagonismo. Consiguieron ser TT, así que supongo que misión cumplida. Faltaba el pater para defender una relación de pareja a la vieja usanza en la que el hombre quiere que su mujer vaya tapada para que solo la vea él y hasta se permite decir que no debe pensar por sí misma.

El vídeo de Sergio es uno de los más asquerosos que hemos visto en GH, junto con el del Cristian hablando de las virtudes de la lavadora y la plaga de maricones. Es una gran demostración de cómo un hombre domestica a una mujer para que haga lo que él quiere. Y con una gran maestría, todo hay que decirlo, pues en los vídeos pudimos ver cómo discutían y él conseguía quedar a los ojos de ella como la víctima. Ayer Pipi pudo ser espectadora de su propia historia y pudo ver desde fuera lo que no podía ver en primera persona. Comprobó los desplantes de este abanderado del amor, los desprecios, el burdo intento de controlar… Por suerte Gran Hermano ha pasado por Sindia y ahora es Pipi. La que viste como quiere, la que baila, disfruta y siente. Pipi ayer no se dejó domesticar. Se creció como nunca antes había hecho y sacó las uñas como una gata cuando Sergio empezó a meterse con su madre. Parecía como si en cualquier momento fuera a poner el fin de su relación: ahí mismo, en directo, en el plató… Al final no lo hizo, aunque creo que hay cosas que no necesitan palabras. Esa relación ya está herida de muerte. Finito.

El momento dulce regresó tras el duro enfrentamiento que tuvo con su novio, cuando le pusieron las imágenes de lo que había pasado en ese mismo plató hacía poco más de una hora. En la sala, María se giraba para echar una última mirada a la grada de exconcursantes, como si pidiera perdón a Hugo: «Elijo a Pipi», y Pipi se echó a llorar. Regresaba a la casa, sin opciones de llevarse el maletín de los 300.000, pero podría estar entre esas paredes, con Pepe, con Marta, con María… el clan bizcocho al completo para vivir una final, que se resuelva como se resuelva, será mágica.

viernes, 18 de mayo de 2012

The Final Fake


Hugo se apea de la final.

Ayer Gran Hermano parecía más una de esas galas de OT8 que de GH propiamente dicho: improvisada y caótica pero con un argumento elaborado el cual parecía que iban variando según les iba convenciendo. Tuvimos la primera falsa final de la historia mundial del programa, y Mercedes insistió que sería la única vez que lo harían. Más le valdría estarse callada porque en GH todo puede pasar (En mi mente aparece ella hace tres meses jurando que no habría repesca).

Mi mayor duda estaba en saber hasta dónde iban a estirar el engaño, lo que en un principio no podía imaginar era que lo que iban a estirar era la elección del último finalista. Se resolviera de un modo u otro, contaba con que ya hoy estarían los cuatro finalistas con sus más unos esperando una final que creía que se dividiría en dos (Cuarto clasificado para el lunes y final definitiva el jueves próximo). Pero no, en una vuelta más hasta la locura, ayer solo eliminaron a Hugo de la carrera y dejaron a Pipi y María solas en una casa para que se aburran hasta enloquecer, mientras los finalistas reales volvían a ocupar la casa original.

Las dos primeras horas de gala solo vi crueldad destilada a raudales, que si bien a mí me hacía gracia, a mi pareja le parecía horrible. De hecho llegó a clasificarla como la peor gala de todas las habidas, habiendo sobrepasado la línea de lo divertido a lo grotesco y cruel. Sinceramente, creo que esa percepción llegó en algún momento a la cara de Hugo, que comprobó hasta qué punto le habían vacilado. Lo justifico pensando que de seguir el ritmo habitual del programa, Hugo ya habría abandonado el concurso. Y teniendo en cuenta que cobran por día que pasan dentro, eso que se llevó gracias al engaño. Aunque considero que deberían haberlo resuelto de primeras la mentira, gran protagonista de este GH 12 + 1. Es más, diría que el +1 de esta edición es la mentira. Hubiera preferido que no fingieran la final hasta tal extremo, y que confesaran a los tres lo que se estaban jugando nada más empezar.

Mercedes fue muy cuidadosa a la hora de dirigirse a ellos. Jamás los trató como finalistas, e incluso la elección del supuesto tercer clasificado no se dio como tal. Simplemente anunció que Hugo ya no optaba para ganar. Un cambio de liturgia que tal vez deberían haber detectado, más si tenemos en cuenta lo fiel que es Mercedes a ciertas fórmulas. Supongo que los nervios impidieron que lo percibieran.

La entrevista a Hugo tenía bastante contenido. Hugo no ha sido ningún tibio en el programa, aunque no haya sido de los más polémicos. Su aventura con María y los engaños de Noemí —otra vez— fueron protagonistas absolutos de lo que hemos visto ahí dentro. Ya dije en el momento que se encamaron cuando la habitación de las chicas quedó clausurada, que Hugo había perdido Gran Hermano. Su salida se dilató porque apenas estuvo nominado, y cuando empezó a caer en la lista era para convertirse en finalista. No obstante hacía tiempo que Hugo estaba visto para sentencia.

Lo que un año se justificó a Laura, se ha condenado hoy a Hugo. El público, mayormente femenino, empatizó enseguida con el drama de Laura en GH12, pero cuando se da la vuelta y es un chico quien engaña a la novia por televisión, suelen empatizar con la víctima: Julia en este caso. Es una doble vara de medir que han de pagar los hombres por jugar a un juego donde los jueces mayormente son mujeres. Al igual que tengo claro que de haber sido Aless quien hubiera hecho lo que hizo Noemí, éste hubiera salido en la primera nominación.

La entrevista tuvo sus altibajos, pero por lo general vi valiente a Hugo, reconociendo sus errores y sin justificarlos. En realidad Hugo no ha sido expulsado. Ha sido «no elegido» porque no consiguió levantar las simpatías suficientes en las cuatro opciones que tuvo para encontrar su plaza en la final. Comprobó los sentimientos de María, vio la portada de Interviu, afirmó que tan solo era una amiga y pudo entender la inquina de la jerezana a la mentirosa de este año. Descubrió que efectivamente el «cuida de Juilia» iba con mala baba y hasta vio como Noemí fue la primera que animaba a María a intentarlo con él, al tiempo que pensaba en pedir a «la boca» la visita de Julia para despejar las dudas de su «amigo». Toda una amiga, sí señor. También descubrió la mentira de Noe a su amigo Aless, algo que vetaron a Pepe, y finalmente se convirtió en el justiciero de todos los que un día sufrieron a la surfera.

Hugo invitó a Noemí a ser más clara como un buen consejo y el público y el propio Aless se arrancaron en un aplauso que dejó petrificada a la gran villana de GH12+1, +1 o -1 de nuestro querido Pepe. Mientras, Pipi y María supieron que tenían vecinos, pero no les dejaron convivir con ellos. Están condenadas a aburrirse como ostras hasta no se sabe cuando, puesto que no sabemos si Gran Hermano volverá el lunes o se mueve al miércoles para seguir siendo el Número Uno.

¿Mi nueva previsión? Si es que vale de algo: el lunes Pipi o María se convierte en última finalista, el jueves sale el cuarto clasificado y el lunes 28, Gran Final. O tal vez no, y damos otra vuelta y entra Zule a concursar.

martes, 15 de mayo de 2012

Pepe, tercer finalista

Pepe, el lider.

Pepe ha conseguido su plaza a la final en la primera oportunidad que ha tenido. Lo ha conseguido con un porcentaje desconocido, primera vez que se omite este dato en esta edición, lo que me lleva a pensar que ha ganado a Sindia, su principal oponente por la tercera plaza, con una holgada mayoría. El Gato ya lo comentaba hoy en su escrito diario, y es algo en lo que coincido. Si lo han omitido es porque no quieren que sepamos el poder que ha concentrado.

Los seguidores de Pepe nos hemos lanzado a la batalla por esa plaza como bien indiqué el viernes pasado: como si fuera la última plaza disponible. E hicimos bien aunque no tardamos en tener la confirmación de lo que muchos sospechábamos. Este año la final se la jugarán cuatro concursantes, y por tanto aún quedaba una oportunidad para entrar en el loft de los finalistas, que se rifará en la falsa final que están preparando para este jueves.

Hugo y María optan por ocupar esa plaza por cuarta ocasión, Sindia es la segunda… Efectivamente todos han tenido más de una oportunidad para entrar. Lo cual tampoco significa que haya sido un mecanismo justo, como bien se puede entender al comprobar las veces en las Hugo y María han podido ganar frente a las oportunidades de Sindi. Tampoco ha sido un mecanismo justo si tenemos en cuenta que el orden de los finalistas elegidos ha determinado qué mochila cogían. Está claro que Aless pudo elegir como mochila la más bonita, la más pesada, la más rota o la más nueva. Dani pudo elegir entre un buen abanico de posibilidades, si bien la mochila bonita ya se la había llevado Aless… Pues bien, a Pepe le quedaban las feas, las rotas, las pesadas, y Mary Joy (mochila invisible para esta ocasión). ¿Qué hubiera pasado si el sistema justo hubiera permitido que todos los concursantes tuvieran opción por ocupar la primera plaza? ¿Habría tenido Pepe la posibilidad de elegir primero qué mochila llevarse?

Antes de comentar la polémica decisión de Pepe, alterada por las indicaciones de amigos y familiares, he de decir que su entrevista me pareció de las más flojas de las tres que llevamos. Si la vez que estuvo en esa sala insonorizada frente a Aristidín, aún sin saber quién sería el expulsado, vi a un Pepe guerrero que se llevó la jugada en un 10 a 0, ayer vi a un Pepe derrotado, dubitativo y desorientado. No vi a ese Pepe que por ejemplo dice que Gato que vio. Su capacidad de rebatir a los reventados, más reventados si cabe que en otras ocasiones, fue inferior a la que tuvo cuando se enfrentó al tontín de los 69100 euros. Apenas supo defender esa verdad en la que yo creo firmemente, y dejó que se fueran vertiendo mentiras sin preocuparse ya por la imagen que tanto ha querido proteger. Posiblemente porque sí se creía expulsado, y por tanto entendía que el juego había finalizado. Estaba más centrado en entender por qué estaba ahí que en defender la postura que ha mantenido durante todo este tiempo.

Pepe ha sido un gran líder de un bando de la casa. Una persona carismática, con magia y con mucha determinación. Durante estos meses ha sabido qué estaba pasando y no le gustaba cuando los suyos o los otros intentaban hacerle la cama afeándole ciertas conductas. Supo en todo momento adelantarse a esos movimientos muy traperos: como el de maltratador de animales o el de machista… por eso me sorprendió ayer verle tan apagado. Su estela de líder no brilló, aunque me pese decirlo.

Él ha sido un líder muy importante. Primero porque supo encontrar su lugar muy pronto, rodearse de la gente que le quería y los defendió en todo momento como si estuviera defendiéndose a sí mismo. Protegió a los suyos, aunque siempre sin olvidar que este juego debía resolverlo solo, y semana a semana consiguió que se fueran los contrarios. Pepe, como líder del bando, ya ha ganado. Por la puerta salió David, Aristidin, Verónica, Juan, Berta, Cristian, Ariadna… Estas últimas semanas la casa era una demostración de esa victoria, con Aless, Dani, María, Sindi, Hugo y él mismo. Con sus más y sus menos, ahí estaba un único bando, el vencedor, el bando de Pepe.

Ahora, la polémica está servida con la elección que hizo. Basta recordar, tal y como ya he dicho al principio, que Pepe tenía que elegir a su +1, o en este caso -1, entre las opciones que tenía. Todo esto con el poco tiempo que disponen para pensar con lucidez mientras miles de emociones avasallan tu cuerpo, a lo que hay que añadir a los familiares y amigos señalando la elección que tenía que hacer y el público entregado gritando más que nunca para que dijera el nombre de Noemí.

Siempre aposté por la elección de Mary Joy, aquella chica de origen filipino a la que echaron por bailar con Aless y ofender a Noemí (Fíjate, ¡¡a Joy la echaron por un baile!!) aunque siempre supe que la opción de Noemí estaba ahí. Al fin y al cabo se hacían llamar sus mosqueteros. Pero también creía que llegado el momento, y al ver que Aless no estaba presente, entendería que el italiano había descartado esta opción, y por tanto respetaría esta decisión (En caso de asumir que se reencontraría con él en breve). Por otro lado, el propio Pepe ya había calificado a Noemí como «chunga» y en su análisis de por qué echaron a Aless, entendió que fue por el morbo de los vídeos de Brasil. Por eso creí que no la elegiría. Pero me equivoqué.

Su familia y sus amigos le gritaron que eligiera a Noe. Ellos tienen toda la información de la que él no dispone, por lo que Pepe asumió que había fundamentos más que suficientes para que le instasen a escoger a la canaria. Puede que sea para que los seguidores de Noe se sumen a los de Pepe en la final o para que la presencia de la canaria desestabilice a Aless y rompa el aura de martirio que le envuelve. Sin embargo no han valorado la primera reacción que ha surgido a muchos.

Muchos de los que apoyamos a Pepe, no toleramos a Noemí, por tanto ¿Tenemos que votar por él y darle un reconocimiento a ella? Vale que la final será entre los cuatro. Los +1 son simplemente un recurso para dar vida a la recta final. El ganador será Aless, no Marta, o Pepe, no Noemí, o tal vez Dani, pero nunca Ariadna. Y eso lo entiendo, pero desembolsarme yo un dinero en SMS para que él gane y Noemí se lleve 20.000 euros como que no me hace ninguna gracia. Entiendo su decisión, pero no quiero dar ni un mínimo de reconocimiento a Noemí, por mínimo que sea. Y es que este año, el finalista va con mochila, y no todas son iguales.

Habrá que ver cómo se desenvuelven los próximos días, pero hoy por hoy no votaría por Pepe, sino por Aless. ¿Por qué? Porque los dos me caen bien. Admiro la fuerza de Pepe y empatizo mucho con Aless. Por tanto, para decidirme por uno de los dos observó también sus mochilas. Marta me encanta. Una niña guapa, positiva, alegre y muy divertida que jamás debería haber salido de la casa… La mochila de Pepe es la mentira, la soberbia, la chulería… Ufff, es que no puedo. Pesa más la mochila. Lo siento.  Ahora, que Aless aún puede volver a liarse con Noemí y entonces ya la liamos parda. Me veo votando como ganador a Pipi, ¡¡o a Dani!!

Si Pepe gana me alegraré, pero no serán mis mensajes quienes le den 20.000 euros a Noemí.

viernes, 11 de mayo de 2012

Dani, segundo finalista

Dani, el narrador
Al final sucedió lo que todos imaginábamos, lo que ya vaticiné en la entrada anterior. Dani es el segundo finalista, Ari le acompaña como su +1 y en la casa todos quedaron nominados. Primera oportunidad para Pepe y Pipi para ser finalistas, tercera para Hugo y María (Igualdad de oportunidades lo llaman a esto). No obstante la pareja volverá a quedarse a la espera de lo que sucederá en la siguiente gala. La cosa está entre Pepe y Pipi. Tendremos que esperar hasta el lunes para saber cómo se resuelve el enigma y sobre todo para saber qué pasará con los tres que se creerán los finalistas definitivos. La mayoría seguimos apostando por la falsa final, aunque no sabemos si vamos por el buen camino, y hasta qué punto mantendrán el engaño. ¿Mercedes dirá aquello de «el ganador de GH es…»?  ¿lo completará con «el ganador de la última plaza como finalista»? La verdad es que surgen muchas incógnitas sobre modus operandi que se utilizará… Sea cual sea, seguro que nos reímos bastante con la cara de los tres últimos candidatos a la final cuando descubran el engaño. ¿Esto es cruel? Tal vez. No obstante, hay dos personas que están alargando su estancia dos semanas más (Y por tanto siguen cobrando por día de permanencia). Si la mecánica fuera la de siempre, Hugo y María ya no estarían en la casa. Así que, eso que se están llevando gracias al engaño.

Dani terminó siendo elegido finalista con el 40% de los votos, con tan solo una diferencia de un 2% con respecto al segundo (Diría que de Hugo), un porcentaje bastante ajustado si nos remitimos a la holgada victoria que conseguía en la mayoría de las encuestas. Durante unos instantes hasta dudé que terminara adjudicándose la plaza. La mayoría le queríamos en la final, pero había tanta gente que lo daba por sentado que, como siempre, no votó. Mientras, Hugo había encontrado fuera a unos buenos aliados: grupos afines a Noemí que siguen empecinados en intentar que entre la canaria como +1, sin valorar que su entrada probablemente le haga más mal que bien.

Dani ha sido uno de los personajes más curiosos de esta edición. Es tan histriónico como Ángel  Llàcer, lo que puede cansar en muchos momentos, pero también ha sido uno de los concursantes que más vídeos divertidos ha generado. El de Soraida es un grandísimo ejemplo de ello. Pero no solo ha sido un buen comediante, que hizo sacar lo mejor de la Ari más reventada a la que convirtió en cómplice de muchos de sus momentos más hilarantes, también ha sido un elemento clave para que la audiencia tuviera conocimiento de opiniones de las distintas situaciones que se vivían en la casa. Ha sido un narrador de excepción, un gran moderador y un entrevistador maravilloso que ha hecho brillar a más de un protagonista. Su juego consistió en una mezcla de todo esto: divertir a la gente y entrevistar a sus compañeros con una clara intención, señalizar los defectos de cada uno.

El burgales sabía perfectamente que contaba con una gran desventaja al haber entrado mucho más tarde que los demás. Se había convertido en el concursante comodín de sus compañeros y temía que también lo fuera de la audiencia, que afuera estuviéramos esperando unas nominaciones fuertes para echarle. Impertinente y muchas veces comprometedor, consiguió poner entre las cuerdas a más de uno de sus compañeros con sus preguntas llenas de mala baba. Muchos se lo criticarán, pero no podemos negarlo. Dani llegó a decir en alto cosas que la mayoría queríamos decir, poniendo en grandes aprietos a Hugo, y sobre todo a Noemí, sobre la relaciones que ambos habían empezado con María y Aless respectivamente. Para mí un merecido finalista, que se suma a la casa con Aless+ Marta.

Respecto a su elección del +1, no me cabe la menor duda que su primera prioridad era Marta. Encerrado en esa sala «insonorizada» (ayer quedó claro que no lo está), y tras ponerse a dar saltos como un mono enjaulado, su mirada hacia la grada buscaba constantemente a la de la pinza, preguntando de manera reiterativa dónde se encontraba su amiga. La que estaba al fondo no lo era, el tatuaje en el brazo le dejó claro que se trataba de Constan, la hermana. Supongo que durante la publicidad, Mercedes le dijo claramente que su amiga ahí no estaba y por tanto debía elegir entre los que había. Ari era la elegida, aunque al reencontrarse en la casa, Dani volviera a dejar claro su predilección por Marta, con sus abrazos, besos y gritos efusivos.

Ahora tenemos una nueva decisión, que no la última. Hugo, María, Pepe o Sindia. Hay que dejarse de encuestas. Si queremos que entren los nuestros, hay que votar, hay que ignorar las ventajas de votos que salgan en Que.es o en el Gato Encerrado, en Gran Hermaniaco, en el blog de Balzac, el de FormulaTV, el de Somos un buen lugar, incluso la modesta encuesta de este blog. Todo eso no vale para nada, ni siquiera debemos tomarlo como referencia orientativa. Solo valen los votos. Elijamos al tercer finalista como si fuera el último y el próximo jueves ya veremos que pasa. Luego ya nos prepararemos para la final más reñida de toda la historia de Gran Hermano. Cualquiera puede ganar.

martes, 8 de mayo de 2012

Alessandro, primer finalista


Alessandro, el caballero.

Cuando el lunes pasado, en la gala en la que Ari era expulsada, Mercedes empezó a dejarnos algunas de las pistas de lo que sería el final de esta edición y tras ver algunos retales importantes en la soporífera gala del jueves, empecé a comprender la nueva mecánica que nos proponían con cierto recelo. Enseguida vi los pros y los contras de esta nueva forma de elegir a los finalistas. Comprendí que así habría tiempo suficiente para hacer unas entrevistas en condiciones, algo que no suele suceder en la gala final por falta de tiempo, y también entendí que se eliminaba el morbo de expulsar a alguien como Aless solo para que viera los vídeos de Noemí en Brasil. Pero también me asustaba la idea de tener una gala final ya casi sin contenidos porque ya se habría desatado casi todo en las respectivas entrevistas individuales. También me molestaba el hecho de saber que no todos partirán con las mismas oportunidades… e incluso temía que alguno no tuviera opciones para llegar a la final. El engaño a los concursantes, que se creen más cerca de la final, me hace gracia y la decisión de meter un «Mas Uno» con un premio simbólico de 20.000 euros me parecía la guinda perfecta para esta edición, haciendo que los últimos días haya tanta gente que la casa estará de todo, menos dormida. ¡Ojo lo que ha dado de sí la superstición de Mercedes!

Ahora bien, con todo y con eso, había más cosas que me creaban suspicacia que alegría. Aún hoy sigo con esa sensación, ya que la información nos llega a cuenta gotas y desde GH nos piden que simplemente tengamos fe. Lo siento pero eso se lo dejo a los católicos. A mí lo de creer sin necesidad de cuestionar las cosas no me va. Aun así, con todas las emociones que estaban por llegar, había parte del camino que ya podíamos ir escribiendo. Con los concursantes nominando para expulsar era fácil hacer la previsión del jueves pasado, con Aless, Dani, Hugo y María, como también era sencillo prever que sin Ales, serían los otros tres quienes repetirían terna de nominados… mientras, Pepe y Pipi siguen sin opciones a entrar en la final. El jueves ya vaticino la entrada de Dani. No lo tiene muy difícil con dos rivales tan débiles como Hugo y María, por lo que si sigue esta mecánica, el tercer finalista saldría de Hugo, Sindi y María (Siempre que Hugo opte por “salvar” a Pepe) o ya entre los cuatro (En caso de decantarse por “salvar” a María). No tengo claro qué hará este concursante. Suele ser bastante enigmático, por lo que el jueves puede hacer cualquier cosa. Pero partiendo del mejor de los supuestos (que nomine a Pepe y Pipi), estos dos últimos optarán por primera vez a un puesto en la final este jueves mientras Hugo y María ya irían por el tercer intento. Ayer Mercedes hablaba de igualdad de condiciones para todos, pero yo sigo sin verlo.

Tenemos ya casi seguro que este año serán cuatro finalistas (Con sus +1 serán ocho en esa nueva casa) y que el cuarto puede decidirse en una falsa final entre los tres que aún queden en la casa principal y que encima se creen casi ganadores. Dicho esto, y con Dani dando por sentado que entra pasado mañana, el lunes sería el turno de Pipi o Pepe y el jueves siguiente, en la falsa final, del otro. A María y Hugo no les veo con opciones reales. Dani, de +1 elegirá a Ariadna, Pepe, si queda tercer finalista se decantará por Mary Joy, si es cuarto y puede elegir a sus compañeros recientemente eliminados, optaría por Hugo, mientras que Sindi posiblemente escoja a su Zergio (A menos que cambie de opinión sobre él tras el visionado de vídeos). Si es elegida en la última tanda, y puede elegir a los últimos eliminados, tal vez opte por María o en el peor de los casos, por Cristian. Con este panorama auguro una final de infarto, muy reñida, con verdaderas opciones de ganar para Pipi, Pepe y Aless (Sobre todo tras la entrevista de ayer). Ya veremos si he ejercido bien de pitoniso. Esta es mi quiniela, mi final perfecta.

Ahora entrando en materia con respecto a la intensa y magnífica gala de ayer. Aless era elegido primer finalista por poco más del 38% de los votos. Vamos, que estuvo más reñido de lo que pensábamos. En más, diría que cerraron teléfonos más empezar porque sabían que Dani ganaría votos tras el visionado de vídeos. Dani es un protagonista divertido que alcanza su momento en Prime Time, cuando muchos espectadores empiezan a reírse con él y empiezan a desear que llegue lo más lejos posible. De haber dejado los teléfonos abiertos, las votaciones hubieran sufrido un vuelco y todo el guión elaborado para la gala de ayer, se hubiera ido al traste. Mercedes comunicó que debía abandonar la casa Aless, y no mintió. Aless abandonó y se dirigió al plató donde por fin descubriría la verdad que Noemí había ocultado intencionadamente.

Su entrevista giró siempre en torno a su relación con Noemí. Su paso por la casa está ligado al de ella sin haber encontrado otros momentos exclusivos de él. Había conseguido el protagonismo gracias a las mentiras que ella fue diciendo, y eso fue lo que le convirtió en víctima de toda esta trama de telenovela. Para muchos un secundario, pero hay secundarios que ganan premios y protagonistas que son olvidados. Su rostro, sus ojos vidriosos, su tono de voz bajo y amable, sus pausas… La entrevista fue una verdadera delicia en todos los sentidos. Fue Aless «a calzón quitao», sin armaduras ni escudos. Había instantes en esa cabina con solo él y Mercedes que fueron de una absoluta intimidad. Aless no intentó aparentar algo. Simplemente fue él. Mostró sus dudas, sus emociones, su empatía…. Probablemente sea la mejor persona que ha pasado por el concurso en esta edición, y una de las mejores en la historia del programa.

Poco a poco se fue mascando la tragedia. Con los vídeos del inicio de su relación con Noemí se le dibujó una amplia sonrisa en el rostro, que se fue disipando ante la exhibición de vídeos, montados de una manera apoteósica, dosificando la información, la tensión y consiguiendo darle la vuelta al orden cronológico en algunos puntos para reservarse para el final la cruda realidad que Noemí le había privado. Esto sirvió para que se preparase. Sus sospechas de estas semanas se iban a confirmar. Ya lo sabía… y tal vez era lo que más dolía. El vídeo del tío del megáfono, los comentarios de los repescados, las dudas de la casa… Y aún así Aless siempre optó por confiar en ella. Ahí dentro jamás descubriría la verdad si ella se la negaba, por lo que prefirió darle el voto de confianza. Si le estaba mintiendo, lo descubriría… pero si ella hubiera estado diciendo la verdad, no hubiera sido justo que la sentenciase por los comentarios vertidos en diversos mentideros. Su nivel de empatía con Noemí ha sido de tal magnitud que ella ha estado por encima de su propio bienestar. Eso es generosidad y lealtad, se mire como se mire.

La dirección, dando una dosis más de morbo al asunto, invitó a Noemí a subir a la cabina y poder explicar qué había pasado. Y ella, recta, fría y soberbia, le explicó con parcas palabras lo que vería inmediatamente después ¡Y encima va la tía y se las da de honesta! Noemí tuvo muchos momentos para sincerarse con Aless dentro de la casa, pero no lo hizo. Solo ya una vez acorralada ante la verdad, optó ya no por sincerarse, sino por dar unas pistas de lo que le esperaba. La reacción de Aless no defraudó.

Recuerdo que en GH11, una de las cosas que más se echaba en cara a Indhira era la falta de dignidad que tenía tras los altercados que protagonizaba con Arturo. Muchos pedían que tuviera algo de dignidad y plantara al delfín de una vez por todas. Pues bien, ayer yo pedía eso mismo a Aless: dignidad. Él ya tenía casi la certeza de lo que había pasado en Brasil. Ayer solo tuvo la confirmación oficial. Por eso temía que pese a ello, perdonara e hiciera borrón y cuenta nueva con ella. Pero no. Aless no es ningún calzonazos, no es un pelele. Aless fue bueno cuando tuvo que serlo, apoyó a Noemí cuando ella dijo que se largaba, le ofreció su hombro cuando lo necesitó y se portó con ella como un verdadero caballero. Y ella le pagó con la mentira.

Entendí su dolor en aquella sala insonorizada que sinceramente dudo que lo esté, y durante unos instantes lo hice mío. Ella empezó algo con él, algo que parecía hermoso y especial. Una relación tan fuerte en su inicio que hasta dio carpetazo a la relación que había dejado en pausa, como si hiciera una arriesgada apuesta por él. Pero ¿Qué tenía de especial si en menos de una semana había dado lo mismo a otro mosquetero? Noemí hizo de menos lo que tenía con Aless, lo rebajó a la categoría de simple calentón, cuando él, por mucho que de sus labios no salieran las palabras, sentía algo más fuerte y profundo. Lenguaje no verbal, como suelen llamarlo, aunque parece que no todo el mundo tiene la capacidad de entenderlo. Ayer se dio cuenta que no estaban en el mismo nivel. Ella puede regalar corazones a todo el mundo, mientras él lo guarda para darlo como regalo solo a quién lo merece. Pues bien, Noemí no lo merece.

Por suerte, aquella pesadilla que estaba viviendo desapareció cuando, tras despedirse de sus compañeros, Mercedes le comunicaba que no estaba expulsado, sino que era el primer finalista de GH12+1. Demasiadas emociones encontradas en la noche. Aless terminó llorando, de emoción, de rabia, de alegría, de pena… Lloró por muchas cosas y logró emocionarnos a todos en un instante mágico, de esos que solo salen en Gran hermano. El abrazo con Mercedes fue la culminación de algo perfecto. La mejor entrevista de todas las que llevamos de edición y una gala ya histórica.

Dos apuntes:
-Aless descubrió la nueva mecánica de la final y eligió a su +1. Primero quiso decantarse por David, aunque luego le comunicaron que no podía elegirlo porque el bombero había abandonado voluntariamente (Y por tanto había perdido cualquier derecho). Así que eligió a ¡¡Marta!! Ojalá que la pinzas le dé mucha suerte. Gran equipo.
-Mercedes estuvo ayer espléndida. Posiblemente porque comprendía el dolor de Aless, y agradecida al ver como él respondía sin vacilar, sin dudas, sin armadura. Gracias a él y gracias a ella.

La final está cerca y esto está que arde.