viernes, 23 de marzo de 2012

Hay legión


Se fue por piltrafilla.

Ahora sí. Ahora sí han cumplido con lo prometido y GH nos dio ayer la gala con la que soñábamos el jueves pasado: llena de intensidad, giros, sorpresas y mucha emoción (Y se ha materializado en uno de los mejores datos de audiencia de la temporada superando el 20%). Noemí regresó de Brasil y se reencontró con Paolo, Sindi lo hizo con Sergio -ahora convertido en compañero de concurso-, Cristian salió por la puerta para hacer reír a otros y las nominaciones nos dejaron a los dos nuevos con dos pesos pesados: Ari y Pepe.  Además ayer creo que pasó algo muy importante en el futuro de esta edición. Hoy estoy más convencido de la victoria de Noemí.

Sí, creo que Noe está más cerca de ganar el concurso porque ayer tuvimos una comprobación de la fuerza que hay detrás de ella (Me refiero a la gente que la apoya). Hay ya una legión torno a ella, una legión que consiguió que no entrase Paolo, votando a Sergio como la mejor de las tres opciones posibles. Paolo daba el argumento suficientemente fuerte para que la gente lo votara. Después de haber visto como Noemí retozaba con Alessandro, y luego en Brasil con Fael, la entrada del otro italiano habría sido apoteósica en cuanto a nuevos argumentos, y anulaba completamente a Noe como concursante, encorsetada por ese amor que dejó fuera y que la abandonó por entrar en GH (según ella, que a estas alturas cualquiera se fía). Meter a Paolo sería como cuando repescamos a Carol para ver la reacción de Indhira en GH11. Pero hay una legión en torno a Noemí. Una legión que ha luchado por protegerla y como consecuencia ha entrado Sergio. Eso sí, su legión no ha podido evitar el reencuentro en la sala de expulsiones.

El rostro de Noemí quedó paralizado en cuanto se encontró con su primer mosquetero. Primero sonrisa nerviosa, después un par de lágrimas de fingida emoción y finalmente el sollozo desesperado mientras repetía una y otra vez «Esto no tenían que haberlo hecho», porque según ella Gran hermano es para vivir cosas buenas. Supongo que se refiere al miembro de Aless, al miembro de Fael pero nunca el despecho de aquel a quien le unía una promesa. Su llanto me estremeció de verdad, porque por primera vez vi verdad en Noemí. Supongo que abrazada a Paolo y viéndose reflejada en sus ojos, se vio a sí misma en brazos del jugador de fútbol y del veterinario y por primera vez emergió ese Pepito Grillo que te recuerda que has obrado mal, una pena que no lo hubiera aprovechado para disculparse en lugar de recriminar al programa lo que había hecho. Daba lástima ver como el sentimiento de culpa la carcomía, y si eso me hizo sentir a mí, que no soy partidario de su forma de concursar, ¿qué les haría sentir a la legión que consiguió que Paolo no entrara en la casa? Seguramente lástima con mezcla de ira hacia el programa por hacerla pasar por semejante trance. Esto avivará más el apoyo a esta concursante y por tanto, las lágrimas de ayer la acercaron más al maletín. Para mí, el momento de anoche fue muy parecido a esa otra en la que la familia de Laura se plantaba y optaba por no visitarla en la noche de los reencuentros para darle un toque de atención. En aquella gala, la sorpresa de la ganadora de GH12 fue la madre de Marcelo (¿Ein?) y ella no tardó en adivinar que su familia no había querido ir a verla. Esa noche supe que ella ganaría Gran Hermano, y una sensación similar me pasó ayer con Noe, viéndola llorar rompiendo así la burbuja en la que llegaba directa desde Brasil. No se puede subestimar el poder de la lástima. Aunque puede que me equivoque (Como de hecho me equivoqué pensando que entraría Paolo y no Sergio. Ojalá).

De la expulsión de Cristian hay poco que comentar. Tras la salida de Michael era lo que tocaba. Él entró ya mal solo con la carta de presentación que tuvimos, si bien dentro de la casa se desinfló bastante. Puesto a meter a alguien políticamente incorrecto, como Dani «el sucio», que metan a uno de verdad. Éste simplemente es un piltrafilla con suerte en juegos de azar, ignorante y torpe. Desde luego que nada digno para compararlo como alguien como «el sucio», que pese a todo lo que soltaba por la boca, se veía que estábamos ante un ser cultivado y provocador, que simplemente buscaba ser transgresor con temas candentes. Cristian, a diferencia del polémico concursante de GH8, es un simple torrente como tantos hay en España. Sus comentarios, pese al mensaje que intentaba enviar, ni siquiera eran tomados en serio. Era un bufón, un simple «boca-chancla» que por anticuado hace gracia. Tampoco hizo algo realmente censurable dentro de la casa como para merecer la expulsión. Toda esa bravuconería que soltaba sobre el gallito de corral era ficticia. Ahí nadie se cohibió con su presencia y desde luego que nadie le vio como enemigo, pese a que él intentara venderse como el antagonista de Pepe. Al menos el bailaor no lo percibió de esa manera y de ahí que se quedarse extrañado con su manera de despedirse. ¿Batalla entre ellos? Como no fuera jugando al hundir la flota…

Ahora, el momento de la noche aguardaba hasta el final de una gala que se alargó invadiendo el tramo de la casa en directo. Sergio, elegido por un 54%, entraba en la casa para concursar al lado de su novia Sindi. Cuando ella regresó a la casa tras haber dado sus dos nombres y le vio sentando en el sofá, gritó de emoción y corrió a sus brazos en una de las imágenes más bonitas de este programa. Televisión en estado puro, como bien apunta el gato. Había muchas emociones en el aire que brotaban sin necesidad de decir nada en alto. Sergio rodeándola con esos brazos y ella acurrucando su cara en el cuello, incapaz por otro lado de mirarle dos segundos seguidos a los ojos. Había mucha ternura en ese instante donde ella balbuceaba que no estuviera enfadado con ella y él respondía (Con algo de cinismo, dicho sea de paso) que por qué iba a estarlo. Todo estaba bien. Luego entraron sus compañeros desde la puerta que lleva a la sala de expulsiones, contemplando a esa Sindi que abrazaba a su Zergio, como si fuera una especie de fiesta sorpresa. Ella no sabía qué decir. Sin embargo, aún le quedaba algo por descubrir. Sergio no estaba de visita. Venía para quedarse a jugar con ella y esta última información la descolocó aún más. El final de la gala, con ellos abrazados buscando algo de intimidad cerca de la piscina, era casi de guión de película. No estuvo mal dejar la despedida de Cristian y el resultado de las nominaciones para un poco más tarde. Ese momento era mágico.

Ahora, la magia se rompió después de los créditos. Diría que la ilusión de la visita de Sergio se rompió cuando Sindi empezó a procesar que venía para quedarse. La experiencia que en un principio era de ella, y solamente de ella, ahora sería de los dos, con él invadiendo un terreno que era legítimamente suyo. Ya no veremos a la amiga Pipi, sino a la novia Sindia. Su libertad se ha visto brutalmente cercenada. Y eso de que todo estaba bien, en realidad no era cierto. Ya de madrugada Sindi ha tenido que dar cientos de explicaciones a su relación con Pepe y el Sergio comprensivo bajo los focos de las cámaras de la gala ha desaparecido y en su lugar hay otro que se ha empecinado en exigir respuestas. Legítimas, por supuesto, pero que eliminarán a la Sindi que hemos visto durante dos meses. Por suerte el asunto ha acabado de momento bien. A las diez de la mañana, tras enseñarle la carta que escribió a Pepe y que Sergio comprobara que no era para tanto, se han fundido en un nuevo abrazo y parece haber quedado resuelto. Distinto será ahora qué pase con esta nueva Sindi con carcelero incluido dentro de este juego y la evolución que tendrá en las relaciones con los demás. Si Sergio es como hemos creído, seguramente su presencia no hará variar mucho a la poli Pipi, y las posibles tramas que se generarían con su entrada irán al traste, o tal vez no y los celos de Pepe al ver a su Sindi alejada de su grupo nos descubran nuevas facetas. Una prueba de fuego para todo ese grupo. Ahora, solo espero que Sergio y Sindi no se conviertan en los nuevos Rubén y Chari. ¡¡Eso no, por favor!! Ellos son demasiado auténticos para estropearlo con la superficialidad de la pareja de la duodécima edición.

martes, 20 de marzo de 2012

El foco de luz



Gran Hermano es una auténtica carrera de fondo. Es un concurso largo que va erosionando poco a poco las actitudes y la templanza de los concursantes hasta tal punto que cualquier nimiedad en los últimos días puede torcer una trayectoria magnífica (Y sino que se lo pregunten a Rodrigo de GH9). Muchas veces termina ganando no quien más se lo merece, sino quien menos se ha equivocado (véase Ángel de GH11 o la Judith de GH9), una recompensa que llega y se da por ser aquel que mejor supo aguantar esta carrera.

Sin embargo hay veces, aciertos o errores aparte, que aquel que gana no lo hace por haberse sabido mantener fiel a sus inicios y evadir bien los momentos más complicados de esta carrera. Los hay que ganan porque consiguen tener un foco de luz encima de ellos que los ilumina y los hace brillar por encima de los demás, a los cuales se les aplaude y se les perdona todo. Ya lo he comentado en anteriores entradas. En Gran hermano es importante acertar, pero también lo es saber encontrar el protagonismo y dar al público un sentimiento que defender. En una casa donde once personas luchan por conseguir el premio, aquél que logre captar la atención puede tener una parte del trabajo hecho. Luego hay que analizar y someter a examen esa atención que ha conseguido, para ver con qué potencia se está iluminando al protagonista.

Noemí ha conseguido eso. A día de hoy nadie duda que esta muchacha haya conseguido atraer ese foco de luz hacia ella misma. La mayoría de los argumentos que giran en los foros y blogs lo hace en torno a su persona: si está bien lo que hace, si está mal. Noemí ha logrado eso que tan importante es en esta carrera de fondo. La canaria tiene un grupo de personas que la apoya a muerte y un grupo de personas que la detesta. Ella ya está polarizada en este juego. Causa de todo menos indiferencia, como años anteriores pasó con Laura y Marcelo (GH12), Indhira y Tatiana (GH11), Iván y Chiqui (GH10), Pepe (GH7)… Solo queda una cosa para saber cómo de lejos puede llegar Noemí: que esté nominada.

Cuando Noe caiga de nuevo en la lista de nominados, tras los últimos acontecimientos que ya la han convertido en la protagonista absoluta, los dos grupos podrán enfrentarse: sus defensores contra sus detractores.  Si sale expulsada, Noe se convertirá en uno de esos personajes que si bien no ganaron su edición la hicieron diferente, hasta el punto que posiblemente, cuando hablemos de GH 12+1, lo hagamos recordándola a ella por encima incluso de quien finalmente gane, como pasó con Indhira (¿Alguien duda de que GH11 fue el Gran Hermano de la malagueña por encima de Ángel?), Melania en GH9 o Ainhoa en GH5. Si sobrevive a la expulsión tras toda la información que ha llovido estos días, posiblemente tengamos a la primera finalista.

Aún no me atrevería a decir que Noemí vaya a ganar Gran Hermano. Con anterioridad hemos visto a auténticas protagonistas como Patricia de GH3 perdiendo contra alguien como Javito. Como he dicho nada más empezar, esto es una carrera de fondo y un error fatal en los últimos días podría inclinar la balanza en el lado menos esperado. La pregunta es ¿Qué sería necesario que Noemí hiciera para perder el apoyo del público? A Tatiana le bastó con el saludo a Indhira tras el polvo con Arturo en Año Nuevo, a Patricia le pasó factura la traición a su amigo Javito… pero con Noemí parece distinto. Precisamente lo que causa más furor entre sus acérrimos es la mala baba que se gasta. Benditas sean sus mentiras para ellos, su extraña vara de medir o el juego de corazones que se trae entre manos. Nunca antes vi a una concursante que sin ningún pudor se proclama como mala, aunque sea a golpes de lapsus, y que pese a ello enamore a tanta gente… No estamos ante un rol nuevo en Gran Hermano, pero sí ante un reconocimiento positivo por parte de los votantes para este tipo de personajes. Sería como si en Blancanieves ganase la bruja ¿Os lo imagináis?  

Lo más curioso que veo de sus seguidores es que encuentran una justificación a todo. Para cualquier lapsus de maldad hay un argumento para venderla como una mujer buena. Si miente en sus nominaciones, es que está jugando; si juzga a María —mujer soltera que puede hacer lo que le de la gana— es que se ha atrevido a decir lo que se merecía; si se acuesta con Alessandro tras llorar por ese chico especial, es que es no tiene obligación alguna (Pero María sí); si después da besitos y pajea al brasileño bajo el edredón, es porque Aless la ha dejado y ella es libre de hacer lo que quiera. Si además se inventa una película innecesaria a sus homónimos brasileños diciendo que la tiraron a la piscina como vino al mundo y que en España no se dio «besitos» con nadie, negando sin tener que hacerlo a Alessandro, supongo que será porque es súper divertida. ¡Madre mía! ¡Pero si esta mujer es un bicho!

Sus seguidores nos acusan a nosotros, sus detractores, de muchas cosas. Ante cada argumento que se da vendiéndola como una villana, nos responden con otro. El que más abunda en la igualdad de derechos de la mujer del siglo XXI, por el cual todos los que no apoyamos a Noe es que somos unos carcas, machistas, de ultraderecha conservadora y no sé qué más. Ahora, creo que se equivocan en varios puntos. En primer lugar la igualdad de derechos  por la que luchó lo mujer no se basaba en poder tirarse a cualquiera. Las activistas lucharon por algo mucho más profundo e importante que eso. Ahora, por supuesto que Noemí puede acostarse con quien le de la gana ¡Faltaría más! Los ratos que pasa follando son ratos en los que al menos no está mintiendo (A menos que finja los orgasmos). Pero dejemos nos de chorradas. Muchos dicen que si ella fuera un hombre no pasaría nada y eso es mentira. ¿Qué le pasó a Arturo tras acostarse con Tatiana? ¿Qué se dijo entonces de Arturo tras su relación tortuosa con Indhira, su fijación con Carol y su después idilio con la rusa? ¿Se fue de rositas? Recurriré a esa frase tan manida: debí de ver otro Gran hermano porque a Arturo «pito duro» le cayeron hostias de todos lados, y no vi ningún reconocimiento a su hombría. Sin embargo sí fue diferente con Laura de GH12. Ella sí pudo ser infiel y aplaudimos su infidelidad. Que no me hablen de machismo, que por ahí no paso.

El segundo concursante que intenta atraer al foco de luz es Pepe. Hace dos entradas hablaba de estos dos mismos personajes ya catalogados como los protagonistas de esta edición. El bailaor ha despertado el interés de buena parte de la audiencia y ha conseguido que el resto de tramas del concurso giren torno a él. Para unos es un manipulador, para otros es un fenómeno. Tiene dos principales aliadas y una buena cantera de simpatizantes, lo que hace algo también inédito en Gran hermano. Acostumbrados siempre a defender a una minoría, nos encontramos con un líder claro el cual empatiza con el público y a quien le falta un antagonista de su talla para poder librar la batalla por el 12+1. Ha tenido algunos detractores, como Artistidin «el totín», Michael «el papafrita» y ahora Cristian «el lácteo caducado», pero ninguno de su talla, las cosas como son. Tan solo Juan podría hacerle frente y catapultarle a un puesto en la final. Ahora, no sé si el pater es tan cobarde que no se atreve a protagonizar el enfrentamiento, siempre moviendo a sus acólitos, a sus peones para sacrificarlos, o si en realidad sabe leer tan bien en este juego que es consciente que de hacerlo, le puede convertir en ganador. Me inclino a pensar más en lo segundo. Juan sí ha sido un espectador de Gran hermano y está intentando por todos los medios evitar ensalzar la figura de Pepe mediante una actitud de reventado. El problema que es tiene tanto miedo a actuar que directamente no hace nada.

Por eso a Pepe le está costando reclamar su puesto. Sabemos quién no es rival para él. Berta, Dani, Cristian, Alessandro, Juan y Hugo terminarán desfilando si no enderezan su concurso. Y con Noe posiblemente ocupando ya una vacante, queda repartir las dos plazas restantes entre él y sus dos aliadas, sin olvidar a Ari, aunque no sé por qué creo que ella será la última expulsada como colofón a la maldición que la precede (Evidentemente no cuento con la fortuna que tenga Paolo o Sergio, entre quién entre el jueves). Por eso me inclino a pensar que será la evolución de la relación que guardan Marta, Sindi y el bailaor, la que decidirá quién ocupa cada lugar. Puede que incluso Pepe ya lo haya advertido, y de ahí que la relación que tiene con Sindi pase sus horas más bajas. La «mondarinas» ha apoyado a Pepe desde el principio pero ya tras dos meses la hemos visto más dubitativa. Intenta quedar bien con todos para evitar salir nominada y Pepe, que se ha dado cuenta, no ha dudado en echárselo en cara. El espectador que ve solo la superficie puede percibir un mal fondo en Pepe al no transigir con su amiga. Los que vemos más allá, entendemos que él le reclama más lealtad. Ya que es imposible quedar bien con todos, ella debería seguir fiel a su grupo (Más si tenemos en cuenta que los tres han logrado salvarse en las nominaciones). El fallo que tienen los tres, pero sobre todo esta pareja de dos, es precisamente el miedo a salir a la palestra, y ese miedo puede terminar provocando que Marta, de un quiebro, termine ganando a los dos.

Lo mejor de todo es que aún nos queda concurso y según se vaya estrechando el cerco, iremos viendo cómo se resuelve el asunto. Posiblemente el antagonista que necesita Pepe sea la propia Noemí. Al fin y al cabo, ellos ya son los protagonistas. Tarde o temprano ellos deberán librar la batalla por el 12+1… y ese momento aún está por llegar. Ahí puede pasar de todo. Ahora, de lo que estoy seguro es que será emocionante. Todo sigue en el aire, amigos.

viernes, 16 de marzo de 2012

Al final se fue a cuidar a los brasileños


Papafrita.

La gala de ayer se presentaba como una de las más atípicas de las que hemos visto en estas trece ediciones. Sus argumentos giraban en torno al intercambio —que ya ha sucedido en otras ocasiones—, la expulsión, las nominaciones… pero el reclamo de la noche se desenvolvía principalmente en la entrada de dos personas: Paolo y Sergio. Todos sabíamos que no se trataban de dos personas normales y corrientes. Los dos ya habían alcanzado una cuota de protagonismo en esta edición gracias a Noemí y Sindia. Eran sus respectivos… Y si bien la entrada de Sergio tan solo podía suponer un premio para Sindi, la entrada de Paolo significaba justo lo contrario. Más si tenemos en cuenta que después nos dijeron que solo entraría uno de ellos, y que quien lo hiciera, debería jugar con su pareja como ya lo hicieran en su día Conchi y Pamela, con la excepción de que ahora sí podrían ser nominados por separado.

Esta decisión, por tanto, cambiará el método de juego para una de ellas la próxima semana. A partir del jueves, Sindi o Noemí deberá consensuar sus votos con Sergio o Paolo. Sindi no tendrá problemas con Sergio. Los dos se quieren, ella ha sido leal a su novio y él, que ha dado muestras de quererla y respetarla, seguramente deje que sea ella quién continúe jugando como desee durante el tiempo que puedan estar juntos. No será el caso de Noemí con Paolo, en caso de que el elegido sea el italiano. ¿Y si Paolo quiere nominar a Alessandro? El compatriota que se ha tirado a su novia… Ya solo por esto me parece ridículo someterlo a votación. Apuesto 100 contra uno a que entra el italiano. Sergio no tiene ninguna posibilidad frente al morbo que provoca la entrada de la persona con la que deberá convivir durante una semana en el pabellón de pruebas. A Sergio le han puesto un caramelo en la boca que no le van a dar mientras a Noe le dan un castigo ejemplar a su lapsus de maldad.

No obstante, el castigo se ve aplazado una semana debido a que todavía Paolo no se ha ganado su plaza. Además, ella ha sido elegida para irse a cuidar a los brasileños, supuestamente por decisión de Brasil. Amargo regreso tendrá el jueves próximo, donde esta vez sí se cumplirán los pronósticos que teníamos hechos para la gala de ayer. O eso queremos pensar.

La de ayer fue una gala horrible. De las peores que recuerdo… y me duele tener que decirlo así de claro. Primero por ver que todo lo prometido se quedó en el limbo de las cosas, y así estará al menos durante una semana. Toda la expectación que habían creado en torno a la entrada de Paolo y Sergio quedó rápidamente difuminada en cuanto descubrimos las verdaderas intenciones del programa. Por otro lado nos presentaron una serie de vídeos acotados de tal manera que no hacían un fiel reflejo de la realidad. Ya lo dicen hoy Balzac y el Gato encerrado, y yo no puedo hacer otra cosa que sumarme la protesta. Ignoraron las repercusiones del lapsus de maldad de Noemí, que evidentemente la beneficia, y mostraron solo a Cristian increpando a Pepe que no trabaja, mezclándolo con vídeos donde el homófobo limpia y el bailaor duerme, sin mostrar las imágenes contrarias. No era un problema de quién curra y quién no hace nada. Era un problema de imposición de horarios. Los dos curraron, pero el enano dictador quería que Pepe hiciera sus labores cuando él lo ordenase. Pepe realizó sus obligaciones, pero cuando él quería. ¡Faltaría más! Pues bien, eso que sí hemos visto en el resumen de La Siete (Con una audiencia en torno al 2%), no se vio durante la gala (Con una audiencia del 19%). Creo que no hace falta que explique dónde está la desventaja…. Si a eso le añadimos que sucede cuando los teléfonos están abiertos…

Pero de nada sirvió porque Michael ya estaba sentenciado con más del 52% de los votos. Aunque el poli, que sabe sacar conclusiones como nadie, no sabía si eso era mucho o poco. Simplemente un poco más de la mitad, le dijo Mercedes. Mayoría absoluta sin tener que recurrir la fórmulas matemáticas donde con un 40% de los votos se puede dar dicha mayoría, como en la actualidad goza el PP gracias a la ley electoral. Cuando el madero llegó a plató empezaron a desfilar una serie de vídeos que tampoco se ajustaban a la realidad. Mercedes afirmó que le habían expulsado por su relación con Ari… Yo lo dudo. Michael ha jugado con Ari desde el principio. Ya estuvo nominado y no salió eliminado. Si se iba ahora era por haber entrado en un círculo de odio contra Pepe y su grupo. Sobre todo con el caso «bizcochón», que le puso en la puerta de salida al proclamarse como juez sentenciador con una vara de medir que cambia en función de lo que analiza. Michael mintió con descaro hasta tal punto que ofendía. ¿Qué no has hablado mal de nadie? ¿Qué te has llevado bien con todos? Simplemente alucino.

Me hubiera gustado que hubieran emitido los vídeos donde pone a parir a Pepe, tachándole de vago, de dormilón, de manipulador… por suerte eso no es hablar mal, según él. Una pena que Mercedes desaprovechase la oportunidad para decirle que seguramente él durmió mucho más que Pepe, que nos aburrimos soberanamente con un concursante que se acuesta con los Lunnys. También le hubiera restregado por los morros sus palabras de desprecio a Marta, aquella que no trabaja por las pruebas y que sin embargo se comió los sesos  como si le fuera la vida en ello, mientras él prefería dar la prueba por perdida.

Y sin embargo, en lugar de sacar toda la artillería que explicaba perfectamente este 52% de los votos, la entrevista se centró en una serie de vídeos aburridos, con respuestas soporíferas sobre su no-relación con Ari. Ahí había poco que decir. Solo hacerle ver que ella no le quería tanto. Fue Ari quién empezó a ponerle en el disparadero, yendo al confesionario para dejarnos bien claro los desplantes que el policía le hacía. ¡Qué buena amiga, la obusa! ¿verdad? Sí él no quería nada con ella ¿Por qué fue tras ellas cuando quería mendigar cariño? Sabía lo que ella decía sentir… mantener esos «cariños» fue contraproducente. Además de desconsiderado.

Michael acabó con un teatro que se había montado en torno a la despedida, ordenando a Ariadna, cual policía exigiendo la documentación, que leyera en alto una carta que decía más bien poco. A él le sirvió para accionar el botón de «Llorar» y quedar como un tío sensible… Un horror todo.

Lo único bueno fueron los nominados. Marta, otra vez, Berta y Cristian. Marta hace muy mal en entrar en ese brote. Puede sacar de quicio a mucha gente y lo peor de todo, demuestra que no sabe leer nada de este concurso. Marta, hija mía, es la quinta nominación ¡Y sigues en la casa! ¿No te da eso una pista? Si hay alguien fuerte hoy en día, es precisamente ella. ¿Quién no nos dice que ésta sea la segunda edición donde gana alguien que no entró desde el principio? Pues bien, parece que ella no se entera… por un lado está bien, porque así no se le sube a la cabeza, pero el brote al cual nos somete todos los jueves tras su nominación es insoportable. De Berta apenas diré nada… de verdad, ni me había enterado que esta chica estaba dentro de la casa ¿No seguía en la caravana? Y por último Cristian… El lácteo caducado, el pequeño dictador, la copia de Torrente… Muchos querían echarle la semana pasada. Pero era el turno de Michael. Ahora ha llegado la hora del machista homófobo, dejando al triunvirato en jaque. Si le echamos, ya solo nos quedará la Iglesia.

jueves, 15 de marzo de 2012

Hoy Noe cuidará de Paolo


Y tú ¿A quién estás cuidando?

Carmen Alcaide dijo en el debate del pasado domingo que Noemí estuvo acertada con el comentario que hizo al despedirse de María, cuando tuvo aquel lapsus de maldad –según las propias palabras de Noemí–. Ella cuidaría al Papi, a Hugo, y a María le encomendó la tarea de cuidar de Julia. Esta noche Gran Hermano actúa como un ente justiciero y pondrá en evidencia a la canaria ante toda España. Ella, que sabe cuidar muy bien a Alessandro y que se muestra voluntaria en hacer lo propio con Hugo, se verá las caras con Paolo, su novio, exnovio, rollo o como demonios quiera llamarlo ahora. Noe es una gran mentirosa, aunque poco habilidosa, por lo que no dudo que hoy nos intente vender –otra vez– una imagen diferente de la relación que tiene con este muchacho. Es capaz de decir que ni siquiera conoce a ese «italianini» que la tenía loca al principio del concurso, ése al cual escribió en su blog rogándole que la esperase.

Noemí se preocupó demasiado sobre a quién debería cuidar María, olvidándose por completo que precisamente ella es la menos indicada para hablar sobre cuidados a personas a las que no debes. Muchos dirán que no es justo. Gran Hermano, en un lapsus de maldad podríamos decir, va a poner una piedra importante en el camino de la canaria. Va a dejarla en evidencia en el ecuador del juego y dependerá de lo que ella haga en el momento en el que se reencuentre con Paolo para que podamos decir si finalmente estará vista para sentencia o… quién sabe, acercarse al maletín. Porque, pese al obstáculo que solo ella deberá saltar, el problema puede convertirse en una oportunidad. Todo dependerá de la carta que decida jugar llegado el momento: sinceridad o mentira.

Si Noemí se pierde entre bambalinas justificando una actitud que no tiene justificación, perderá Gran Hermano. Si Noemí entra en un círculo de odio al programa alegando conspiraciones judeomasónicas, perderá Gran Hermano… pero si mira a los ojos a Paolo, se disculpa y acepta lo que venga de la boca de su novio, quién no dice que la audiencia premie su valentía, contrarrestando tantas y tantas mentiras y maldades innecesarias.

Mientras Noe debe saltar una piedra importante, Sindi tendrá una recompensa. Curiosamente es el mismo regalo que Gran Hermano hace a Noemí, solo que en este caso, no es un paquete envenenado. Sindi podrá reencontrarse con Sergio, popularmente conocido como Zergio. Abrazarle, besarle y lo más importante, tener el privilegio de saber que todo está en orden. Por mucho que algunos programas hayan intentado vender una relación especial entre ella y Pepe, Sergio ha visto lo que hemos visto los demás: amistad, simplemente. Una amistad que pasa por sus horas más bajas. Por eso considero que su entrada reporta bien poco como reclamo a la audiencia. Simplemente es un premio que tampoco entendemos por qué se lo dan.

Luego está la polémica que se debate en las redes ¿Es justo que entren?, ¿es necesario? ¿Por qué se rompe la esencia de Gran Hermano? ¿Vienen de visita? ¿Concursantes? ¿Invitados? Y pese a todas las dudas que nos suscitan, entiendo que esta decisión solo intenta mantener  vivo el interés en el concurso, que tras doce ediciones debe reinventarse para perdurar.

Entiendo que ni Paolo ni Sergio serán concursantes. Tal vez sea una simple visita como otros años sucede, aunque entonces las visitas son para todos, o tal vez vayan a quedarse unos días, copiando así un recurso que vimos el año pasado en “Supervivientes” y en “Acorralados”. Ahora, ¿Por qué ellos? Pues porque sus respectivas novias los han convertido en protagonistas invisibles, como Hugo ha hecho con Julia. Bueno, en realidad Julia es ya más famosa que Sergio, Paolo e incluso algunos concursantes. Ella sí que hubiera sido un reclamo, aunque entiendo que la muchacha rechazase la propuesta.

Hoy hay un plus de interés en esta gala, junto con una expulsión todavía impredecible y una nueva ronda de nominaciones sin concursantes inmunes. También sabremos quién se va a Brasil de la mano de Laisa. La verdad es que esta gala está tan protegida de contenidos que ni dudó que ahí estaremos todos. Ya hay ganas de la fiesta.

martes, 13 de marzo de 2012

Protagonistas, secundarios y figurantes


Noemí y Pepe, protagonistas absolutos de GH12+1

María salió para cuidar de Julia, Noemí se quedó para cuidar de Hugo y Pepe enloqueció con las nominaciones, convencido de una traición ante un fallo en las cuentas. Todo esto mientras una brasileña mueve las caderas al ritmo de: Nossa, nossa Assim você me mata. Ai se eu te pego, ai ai se eu te pego. Por eso, Berta y Dani entraron con una deslucida presentación al resto de sus compañeros y Michael sonrió, sonrió tanto como pudo para evitar que nadie percibiera el miedo ante su nominación.

Ya cada vez queda menos de ese grupo coral. Las últimas jornadas nos ha dejado bien claro quién opta a convertirse en protagonista, quién en secundario y quién sobra directamente en esa casa. En esta película tenemos a la mala Noemí, al loco de Pepe, a la entrañable Marta y su pinza, a la Sindi más sensible, al perturbado Hugo, al incorrecto Cristian y a la genial Ari que todo lo observa desde su sesgada percepción de las cosas. Lejos quedaron ya Juan, Alejandro, Michael, Berta y Dani, si bien estos dos últimos precisamente por ser los que menos tiempo llevan apenas han podido dar más de sí. Sus compañeros les llevan bastante ventaja y ya con varios protagonistas sobre el tablero es más complicado encontrar la parcela de atención que necesitan.

Estos días he estado algo apartado del blog, pero no de Gran Hermano, el cual estoy enganchando como lo pude estar en GH11. Estos concursantes son un lujo para cualquier seguidor del programa. Pero antes de hacer mención a la última hora, quiero hacer un repaso a lo más llamativo de la última gala.

Salió María como muchos ya imaginábamos. Ya lo dije aquí. María se había convertido en «La otra» con la relación que tenía con Hugo y todos sospechábamos que pagaría con su estancia en el concurso por aquella imprudencia. Es una vara de medir que se aplica de un modo diferente en función del personaje. María en realidad hizo menos de lo que, por ejemplo, ha hecho Alessandro con Noemí. María se dedicó a perseguir a Hugo, a acariciarle y a compartir la misma cama, por supuesto porque Hugo no solo lo consintió, sino que también la buscó. Ver la imagen de Hugo oliendo la almohada de María absorbiendo un resquicio de su fragancia impregnada es una buena muestra de hasta qué punto él también participó en el juego. Sin embargo, ellos dos no se encamaron como sí lo habían hecho Noe y Aless. Muchos hablan de la falta de respeto que tuvo ella con Julia (esta chica sí que es un +1 en toda regla, más mentada en foros, blogs y programas que algunos concursantes), sin embargo yo me quedo con algo que dijo Ochoa en el Debate: “Cuando respetas a tu pareja, los demás también la respetan”. Fue Hugo, al igual que ha pasado con Noemí, quién no respetó a Julia, Paolo en caso de la canaria. Por tanto ¿Cómo se puede pedir esto mismo a María? Y por extensión sucede lo mismo con Alessandro. Pero María es mujer, es distinto… Hablando de machismo, ¿Qué clase de personas han recriminado la actitud de María por ser la otra y justifican a Aless? Seguramente, mujeres en su mayoría. Una pena su salida, más teniendo a Juan a tiro, concursante que cada vez dice menos.

Tras su salida hubo nominaciones extrañas, pues con cuatro concursantes inmunes, los disparos de los que tuvieron que participar fueron bastante encorsetados. Como resultado tuvimos a Marta, Michael, Cristian y Pepe, estos dos últimos empatados a dos votos, aunque el bailaor no lo adivinó y dio por sentado una traición de Noemí. Entró en un extraño brote, donde vimos la parte más oscura y testaruda de Pepe. No asume bien que sus compañeros le señalen para salir por la puerta y sigue sin entender que, en última instancia la decisión siempre es nuestra. No debería tenernos tanto miedo, sí respeto, pues con esa actitud nos muestra más sombras que luces. Durante días puso a Noe como un trapo e incluso hizo dudar a Hugo sobre la lealtad de la canaria, comprensible si tenemos en cuenta que Noe es ha convertido en la mentirosa compulsiva de GH. Nunca antes alguien mintió tanto y tan mal, por lo que no era descabellado que los primeros dedos la señalasen a ella. Tras dos o tres días en su brote continuo, Pepe llegó al fin a la conclusión real de lo que había pasado. Marta no había nominado a Cristian, por lo que contaba con dos votos, los mismos que tenía Pepe. Y ahora bien, si su brote nos enseñó una sombra larga y estirada, el momento en el que reclama a Noe que se pusiera a su lado y se disculpa con el corazón abierto hace que las luces lo tapen todo. No tuvo problema de una manera inmediata en disculparse como el perro deshidratado que Noemí quería, y asumió su error sin justificación. Otra vez Pepe nos ganó de nuevo.

A ese brote del bailaor tenemos que sumar la relación que tiene con Sindi. Esta chica está demostrando ser una de las mejores participantes de esta edición. Es leal, comprensiva, divertida, trabajadora… A mí me tiene ganado, lo reconozco. Ojalá hubiera más Sindis por el mundo, con esa risa estridente incluso. La relación que ella tiene con Pepe ha pasado horas bajas en estos días. Los momentos que vemos de ella con Marta escuchando los consejos del bailaor, quien intenta dar ciertas pautas para que los tres sigan juntos, son impagables. Me recuerdan en cierta medida al otro Pepe aconsejando a Dayron o a Hans con Saray y Laura (estos tres con peor fortuna). Al final ese tipo de relación termina generando alguna suspicacia como la que vimos en el resumen de ayer, pero siempre terminan arreglándolo. El momento en el que Sindi acude a la cama de Pepe y le abraza me conmovió. Les vemos cercanos y lo más importante, los vemos humanos. No intentan aparentar la perfección como intentan vendernos Michael, Cristian o Juan con sus arengas sobre lo correcto y lo moral (Y que Cristian, con su vídeo de presentación, venga a hablarme de lo correcto y lo moral raya en lo absurdo). Estos tres concursantes se muestran tal y como son, con sus virtudes y sus miserias. Se divierten (Y nos divierten), comen a altas horas de la noche, se acuestan casi cuando amanece, dormitan a la hora de la siesta y nos brindan la relación más creíble de cuantas estamos viendo.

Luego tenemos al triunvirato, que si todo sigue como parece, perderá un miembro este jueves (Así lo espero). Michael es consciente que más allá de la no-relación con Ari y las chorradas de policía local que suelta por la boca, ya no aporta mucho. Menos aporta Juan, desde luego, pero éste no está nominado y además, como buen cura, ha sabido esconderse entre sus dos acólitos para que la mala imagen no le salpique demasiado. Michael, que previsiblemente pierda el duelo con Pepe este jueves, sabe que está falto de generar tramas… por eso ahora dice que Berta el hace «tilín». Confía que este nuevo tramo argumental con Ari en plan despechada y él como seductor de la vallisoletana nos compense lo suficiente como para dejarle en la casa una semana más. Pero, sinceramente, la trama de Ari dejó de interesar hace tiempo y el supuesto «tilín» que tiene con Berta es tan ambiguo que casi que no nos lo creemos. Michael está muerto como concursante. Su clímax lo tuvo la semana pasada con el caso «bizcochón», donde el quedó como el panoli aunque él cree que se mostró como alguien importante dentro de la casa. Ni se enteró de que comió de la mano del bailaor. Tan sólo consiguió ensalzar más la figura de Sindi, Marta y Pepe, y él quedó como el triste y reventado. Por eso supongo que se despedirá de Gran Hermano. Al menos desde aquí no dejaré de intentarlo enviando el correspondiente SMS al 27211 con GH MICHAEL. Su juego ya se ha acabado.
 
Acabo con una reflexión ¿Qué hace aún Juan y Alessandro en la casa? Como he dicho al principio, diría que Julia, novia de Hugo, es más protagonista de esta edición que estos dos concursantes juntos. Y va y echamos a María… sin comentarios. 

jueves, 8 de marzo de 2012

Por un bizcocho


El bizcocho de la discordia.

Dos huevos, azúcar, levadura, cucharadas de café, agua… éstos han sido los ingredientes de la discordia que formaron un triste bizcocho que apenas subió y que cuatro personas se comieron, sin dejar que enfriase, a altas horas de la madrugada. Horas después, la indignación crecía en la casa. Reproches, acusaciones y mucho mal estar que nos dio una de las mejores jornadas de lo que llevamos de edición. Pero vayamos al inicio, donde se originó todo y que pudimos ver con bastante acierto en el resumen de ayer en La Siete (ése que a veces emiten a las 20:30 y otras veces a las 21:30).

Puede que los orígenes de la disputa de ayer se remonten a hace mucho tiempo, a esas madrugadas en las que Ari con Vero y Ochoa se comían la nocilla a cucharadas escondiendo el tarro con un trapo colocado entre los muslos de la Obusa, o cuando bromearon a lanzarse huevos a media noche o cuando nueve personas asaltaban la cocina para prepararse un plato de pasta mientras los “moralistas” dormían plácidamente. Los asaltos del Comando Gran Hermano, integrado cada vez por personas diferentes, han sido ya un clásico de esta edición por lo que es muy difícil valorar cuándo y cómo se originó todo. Lo más cercano a esas faltas de respeto por la comida, un bien que este año es de todos sin posibilidad de dividir y adjudicar propietarios, la tuvimos el día de los hechos después de comer.

Marta y María empezaron a quejarse porque alguien se había comido las sobras de arroz que habían dejado las muchachas en el frigorífico. Ese arroz correspondía a la ración que les había tocado a ellas y que finalmente no se comieron. Se lo dejaron en el frigorífico por si acaso les entraba hambre después, sin embargo cuando fueron a echar mano ya no estaba. Alguien se lo había comido. Las dos chicas, en compañía de Pepe y Sindi, lo van comentando entre risas e indignación. Lo dicen lo suficientemente alto para que todos las escuchen, pero no consiguen que nadie reconozca que se lo comió. Tan solo Hugo termina confesando que le había dado un par de bocados, si bien insiste que no se comió la totalidad del arroz. Mientras, Cristian, Juan, Michael, Noemí, Ari… no le dan más importancia. Que se lo hubieran comido cuando se les sirvió –pensarían–.


Decidiendo antes de ponerse manos a la obra.
Va cayendo la noche. El triunvirato formado por el cura, el madero y el machista son los primeros en acostarse, como siempre (ellos viven el día a tope, chupiguay y ¡Con mucha marcha!), después se van retirando los demás hasta que finalmente quedan los de siempre. Son esos concursantes que, según el triunvirato, siempre están durmiendo, que no aportan nada y que se pierden la convivencia en la casa. Casualmente, mientras ellos nos dan momentos impagables, es el triunvirato quién se lo pierde. A altas horas de la madrugada Sindi se queja del hambre que tiene, mira la despensa y dice que se haría un bizcocho con dos huevos. Los demás ríen, evidentemente conscientes de lo que puede significar, y tras vacilar un rato, Sindi acude a la despensa y se pone manos a la obra, con Marta y María de pinches y Pepe de espectador. Lo hacen entre bromas mientras Pepe les va poniendo sobre aviso en qué deben decir cuando, efectivamente, al día siguiente descubran la fechoría de un nuevo Comando GH.

Llega el día siguiente. Michael despierta y revisa la despensa. Se da cuenta que falta comida pero no es hasta que Noemí ata cabos, que adivina que se trataba de ingredientes para un bizcocho, cuando el policía entiende lo que ha pasado. Me choca mucho que, desde ese momento, el policía, azuzado por los otros dos miembros del triunvirato, entrara en semejante brote. Habló de maldad, de falta de respeto, de falta de educación… y repitió una y otra vez que él no es tonto, que él tiene controlada la comida y que había averiguado, como si fuera Grissom, lo que había sucedido con aquellos que se acuestan tarde. Eso si, siempre sin dar nombres. Contamina al resto y todos empiezan a instar a los culpables a reconocer el delito. Nadie lo reconoce, pese a que todos saben quiénes han sido. El tono va aumentando y bajando continuamente a lo largo de la jornada siguiente hasta que el madero decide poner las cartas sobre la mesa para que salga el culpable. Curiosamente, nadie acepta los argumentos que da Pepe cuando recuerda que nadie se interesó por el arroz que desapareció a Marta y María, sumado a todas las fechorías realizadas por los distintos Comandos durante otras madrugadas, y por ello pide olvidar todo, empezar de cero y ser todos más respetuosos con todos. No se acepta. El arroz es pasado, y la noche que jugaron a tirar huevos también, y lo que importa es el bizcocho. Finalmente Pepe confiesa haberlo hecho y habérselo comido. Michael se pone la medalla al policía del mes y se acaba el asunto.

Aquí afuera se ha visto todo esto de diferentes maneras. Algunos tachan a Pepe de cobarde por no reconocerlo en un primer lugar, a parte de culparlo de desconsiderado y egoísta. No obstante yo hago una lectura diferente. En primer lugar me choca la vara de medir con la que se miden las cosas en función de quién las haga. Michael dice que no va a consentir que se coma la comida del grupo, que él es el responsable de la cocina esta semana, pero sí permite que se coman el arroz de Marta y María. Me choca que vele tanto por las galletas que corresponden a Cristian y le dé igual cuando Marta avisa que puede que alguien más no haya comido… también me choca que diga que tiene un férreo control sobre la comida, cuando sabemos que Juan y Sindi están pasando comida a los de la caravana y nadie se ha enterado. A esto se le llama la Ley del embudo: lo ancho para los míos y lo estrecho para los demás.

No creo que Pepe fuera un cobarde por tardar en reconocerlo. No lo creo porque pienso que buscaba justamente lo que se encontró. Por eso prepara a Marta y María, mientras Sindi hace el bizcocho, para que actúen de cierta manera cuando los demás insten a confesar el delito. Pepe quería dejarlos a todos en brote durante un buen rato, que se desquiciaran y soltaran por la boca esa gran cantidad de contrariedades que soltaron, para finalmente lanzarles los argumentos que evidenciaban la falta de respeto que todos han tenido con todos, pero que solo importan cuando lo hacen ellos. Puede que Michael crea que ha sido el héroe de esta historia, quién restableció la ley y el orden. Pero se equivoca. Pepe le ha dejado completamente en evidencia ante el público, ha descubierto la careta que lleva este madero y lo ha hecho con tanto estilo que ni siquiera se ha dado cuenta. Puede que Michael no sea tonto. A lo mejor simplemente es gilipollas.

Hoy hay gala. Seguramente volveremos a ver el tema del bizcocho y todo lo que ha provocado. Además de la salida de María o Noemí, la entrada de ese friki feo que dice que no le gustan los frikis feos y la otra muchacha y la llegada de la brasileña de intercambio. Auguro con ésta última una semana de infarto. Michael se pondrá a mear en todas las esquinas de la casa para marcar territorio y Ari entrará en brote para potenciar el papel de víctima del amor no correspondido. ¡Ah! y también tenemos nominaciones, que con todo lo que ha pasado, ¡se me antojan emocionantes! Vamos que la gala de hoy estará cargada de temas.

Sobre la salida de hoy: yo es que no quiero que se marche María, tampoco Noemí. Preferiría ver fuera a quien ya no aporta nada en esa casa. Es decir, Juan. Habrá que seguir esperando.

lunes, 5 de marzo de 2012

Los acojonados y "el valiente"



Juan, el cura "Valiente".


Se fue Ochoa, como todos sabíamos, y la nueva lista de nominados nos ha dejado un panorama aún más desolador. La gala del jueves nos devolvió las nominaciones con puntos: los tres, dos y uno que tanto juego y poder pueden dar a los concursantes. Aunque en esta ocasión, los números de votos que tenían disponibles cada uno dependieron del juego de las bolas que hicieron en la mini-gala del martes, haciendo que la suerte hubiera dado más poder a unos frente a otros. El que más poder tuvo fue el nuevo, Cristian, que con la bola fulminante pudo subir a la palestra directamente a uno de sus compañeros. Fue el único que lo hizo a la cara (Aunque nos avisaron que así lo harían todos, solo el nuevo se vio en semejante marrón).

El hecho de obligar a Cristian a dar el nombre delante de todos sus compañeros provocó que jugase mal aquella carta todopoderosa. Siendo el último que había entrado, teniendo más información del exterior que los demás y con el consiguiente riesgo de poder caer nominado y poder elegir con quién batirse en duelo si se daba la circunstancia, Cristian debería haber optado por jugar la carta, pero no se atrevió. En la edición de los doce acojonados más uno, como bien apunta Pepe Flores, Cristian se acojonó. No porque no quisiera nominar a alguien de una forma directa, lo cual parecía encantado en un principio, sino por el hecho de tener que hacerlo a la cara. Si hubiera contado con el anonimato, Cristian hubiera jugado la negra pero no quería ganarse un enemigo de una manera tan directa. Por eso optó por dársela a Juan, quién por misericordia (Qué bueno es el pater, por Dios) invitó con un gesto a que se la entregara. También vi idéntico gesto en Michael. Y es que, fachas, iglesia y policía hacen un triunvirato histórico. No es de extrañar que estos personajes hayan creado un guetto en el que se juran protección y lealtad. Así ha sido desde los tiempos más remotos.

El resto de los puntos se sucedieron más o menos de la forma esperada y en función del poder que tenía cada uno. Mientras Alessandro daba cinco nombres, María solo tuvo que dar uno. Así, a la lista que ya encabezaba Juan, se unió Noemí y María: dos de las protagonistas de la semana.

Las redes sociales, bloggers y demás maquinaria se puso en marcha de inmediato. Todas las encuestas ya se han dividido entre María y Noemí, volviendo, una vez más, a ignorar a Juan dentro de la terna de nominados. Y anoche, tras ver los porcentajes ciegos durante el Debate, pudimos comprobar que, efectivamente, nos hemos olvidado de uno, que de momento solo tiene un 3,6%. Seguramente será Juan que, sorprendentemente, vuelve a pasar de puntillas por esta nominación, mientras María y Noemí se “matan” por no salir este jueves. En las encuestas gana Noemí, pero cada día creo más que será María la expulsada.

El rol que está desempeñando en su historia con Hugo ya fue interpretado por Sonia Arenas en GH4 con peor fortuna. María es “la otra”, la mujer que se mete en medio de una relación con pleno conocimiento de dónde se está metiendo. Le gusta Hugo, le encanta, y le da igual que tenga o no novia. Ella está dispuesta a tensar la cuerda hasta que se rompa. Le busca, le provoca y se divierte con ese juego sin valorar que afuera, un gran grupo de personas está contemplando sus movimientos y por un momento están extrapolando en ella las acciones de esa chica del barrio que quiso entrometerse en todas las relaciones posibles. Si a eso le sumamos su innegable atractivo, tenemos en María una femme fatale de ésas a las que el público no dudará en expulsar. Y es injusto en cierta medida. María tiene razón cuando dice que no tiene ningún compromiso fuera. No es ella quien tiene pareja y por otro lado Hugo no le está poniendo el límite que ella reclama. ¿Por qué atacarla a ella? Pues por guapa ¿Cómo se atreve? (Necesito a Carol de GH11 diciendo: “Ojalá hubiera sido fea”).

Lo de Noe tiene menos explicación, en caso de lograr salvarse como imagino. En primer lugar, Noe entró como soltera. Cuando cayó nominada habló de Paolo, luego escribió un mensaje en un blog rogándole que esperase. Más tarde empezó a toquetear a Alessandro para ya esta semana, en la que dice no ver a María como un rival digno, confirmar a la casa que ella y el italiano son algo más que amigos. Si a esto le añadimos la cadena de mentiras exhibidas con un cinismo extraordinario y su especial ahínco por querer convertirse en la víctima del grupo de las chicas, que bien merecido se lo tiene por otro lado, tenemos a una verdadera candidata a la expulsión. Su actitud es aún más censurable que la de María, ésta al menos está yendo de frente. Y aún así no me gustaría que saliera este jueves. Su personaje, aunque no sea digno del premio, es uno de los que más está aportando y a su vez evoluciona. María también tiene su punto de interés, al menos hasta que se resuelva la trama con Hugo. Luego habría que ver si existe posibilidad de evolución o si se quedaría simplemente en eso.

Por eso, vuelvo a fijar y me extraño en parte al ver lo solo que me quedo, mi atención en Juan. De los tres nominados es el único que no tiene tramas abiertas. Su juego permanece dormido cuanto menos. Se dedica a orbitar por la casa soltando arengas y actitudes contradictorias que difieren mucho de lo que después intenta aparentar con lo que dice. El problema que, en el Gran hermano de los detalles hay que mirar con mucho detenimiento para reparar en ello. La mayoría solo se detiene a ver los árboles como si fueran bultos y no contempla los matices que los diferencia uno de otros. Por eso Juan logra pasar inadvertido. No se percibe el odio exagerado que tiene a Pepe o su mala leche cuando lanza a Cristian a los brazos de Noemí (Eso sin hablar del sobeteo que tiene con las muchachas). Y encima, a esto hay que añadirle que en sus discursos ha empezado a soltar algo muy importante de cara al público: el miedo a la nominación.

Juan ha añadido a su discurso algo que ya hemos advertido fuera en muchas ocasiones. La nominación no implica ser expulsado. Si gustas a la gente, no saldrás expulsado… y añado yo, conseguirás más votos para ganar. Si Pepe Flores hablaba de los doce acojonados más uno, estamos ante el primer más uno: Juan. El Pater está empezando a perder miedo a estar nominado probablemente porque empieza a verse fuerte. Ver que, pese a lo polémico que puede ser su participación, sigue dentro del concurso, le confirma en parte que ha logrado lo que quería: hacerse visible. La gente valora a los concursantes que no se achantan ante la nominación, si bien Juan sí se achantó en las anteriores ocasiones en las que lo ha estado entrando en una cólera controlada contra aquéllos que le votaron. Pero en esta ocasión ya ha sido diferente. El Pater está convencido que el público no lo elegirá a él entre Noe y María.

Gilda Santana dice en su libro “10 años en Gran Hermano” que Judith ganó la novena edición con una estrategia simple: dejar que los demás se equivocaran. Diría que Juan, pese a que él sí se está equivocando, está empleando una estrategia similar. Pero mientras sus errores solo los veamos los que miramos los detalles, el cura está salvado.